viernes, agosto 29, 2008

YANQUILANDIA

Hace unos días, la actriz Malena Alterio dijo en una entrevista que el cine español no levantaba cabeza por culpa de “yanquilandia”. No por culpa de hacer películas tan innecesarias y obviadas como la que acaba de estrenar. No, por yanquilandia. Todavía estoy esperando la declaración de un “miembro de la cultura” norteamericano hablando de nosotros como de “Españilandia”.

Recientemente estuve en Barcelona, donde visité a una pareja amiga. No daré sus nombres, y aunque se descubran en estas páginas, no deben enfadarse conmigo porque les quiero mucho.

Nos tomábamos un gintonic después de cenar. Detrás de nosotros había una viejecilla de unos setenta años que ponía la oreja para enterarse de lo que hablábamos. Mi amiga me relataba su reciente viaje al Tibet. Casi finalizando su relato viajero, me contó que aquel viaje tuvo una única pega: “Encontrase tanto yanqui”.

Mientras ella cerraba el asunto y pasaba a otra cosa, mariposa, yo le espeté: “Espera, espera un momento. ¿Por qué esa obsesión que tenéis algunos contra los americanos? ¿Qué os han hecho?” Ella respondió:
“Vaya pregunta Iván. Los yanquis… su imperialismo, su prepotencia, su ignorancia, su arrogancia”.



Dice Amelie Nothom algo así como que no sabemos hasta que punto la gente está cómoda nadando en los lugares comunes. Y mi amiga dominaba la braza, el croll y la mariposa. Sin acritud, y sabiendo lo que me gustan este tipo de fregados coloquiales, me escuchó. Y la viejecilla perfeccionó entonces su radar acercando un poco más la oreja.

Mujer, yo creo que los yanquis son el siglo XX. Sin más. Los yanquis, a parte de genocidas de indios e invasores de países extranjeros, nos han dado a Duke Ellington, a Miles Davis, a Louis Armstrong, a Frank Sinatra, a John Ford, a Francis Coppola, a Woody Allen, a Hopper, a Pollock, a Rockwell, a Hemingway, a Chandler, a Carver…

Mi amiga reía. Me vi como a uno de los Monty Python respondiendo a aquel famoso “¿Qué han hecho los romanos por nosotros?” en La vida de Bryan. Cuando mi amiga me iba a responder, la viejecilla se levantó, se dirigió a nosotros agarrando su bolso y dijo:

- “El muchacho tiene toda la razón. Y a mí también me gusta mucho Duke Ellington.

Bendita mujer.

Escrito la noche del 28 de agosto de 2008.

Adiós, FANTE

Últimamente no tengo suerte con los gatos. Hace unas semanas ya relaté en este blog cómo vi a un pobre felino espirar por culpa de un atropello.

Ayer me llevé a casa a un bebé gato que Bosco había encontrado en la calle, presumiblemente hijo de Andreoco, que vive con él. El bebé estaba muy delgado y a pesar de su energía (había que verle trepar desde mi tobillo a la cintura pidiendo atención) maullaba demasiado.

Por la noche llegó a mi pequeño estudio. Le puse leche y pienso para gatos bebés. Nada. Seguía maullando demasiado. Le costaba hasta andar, y eso sí que me alarmó.

De madrugada lo dejé en el sofá. Sus maullidos se fueron atenuando. Pensé que estaría relajándose, durmiendo.

Esta mañana me he levantado y me he acercado a él. Estaba duro como una piedra.

Se iba a llamar FANTE.

jueves, agosto 28, 2008

Joaquín Reyes, eres un fenómeno

Mi hermano Natxo me dijo que no me perdiese dos sketches que están colgados en el ‘Yutubarro’. Programa: Muchachada Nui. Sección: Celebrities.

En la pieza dedicada a Ahmadineyad, su guión dice así:

Voz en off: ¿Qué opinión le merecen los homosexuales?
Ahmadineyad: No hay.
Voz en off: ¿No hay?
Ahmadineyad: No hay homosexuales en Irán. No hay ‘mariquitiquis’. De hecho, me pasa un informe la ‘Oficina de Estudios Gayer’. Cero % del club del pepino. Y digo: ¿Pero habéis ‘buscao’ bien? A lo mejor metido en una cueva… un huevero.... Cero. (A sí mismo) ¿Y cómo hacéis las tertulias del corazón sin ‘gayers’? (Silencio) Se acaban antes.


¡Y esto en la tele de Zapatero, el de la ‘Alianza de civilizaciones’!



¿Y el de Condoleezza, han visto el de Condy? Impagable…

miércoles, agosto 27, 2008

PATRONES DE JUICIO

Dios mío… nos llega otra sobre la Guerra Civil a las pantallas. No se cansan, ¡qué tabarra! Se llama Los girasoles ciegos. Obviamente, José Luis Cuerda, su director, no opina como yo. Cuando Juan Sardá le preguntó, para El Cultural, si le fastidiaba que la gente diga de su película aquello de “¡otra película sobre la Guerra Civil!”, la respuesta de Cuerda fue tajante: “Eso es cosa de los periodistas. La taquilla demuestra que a la gente le interesa el tema”.

“Algo me he perdido”, me dije. Y más cuando Cuerda puso como ejemplo de éxito guerracivilista la falsísima El laberinto del fauno, con ese facha con gomina y correajes, que diría Pérez Reverte. El otro ejemplo de Cuerda fue Las trece rosas, más ridícula, falsa y panfletaria aun.

El otro día me preguntaba un conocido: ¿Qué problema hay a que se sigan haciendo películas sobre la Guerra Civil con el mismo derecho con que los norteamericanos hacen pelis sobre su guerra civil?

Por dos razones, le contesté. Una: porque en España no se ha sabido hacer de esta temática todo un subgénero, como supieron hacer los americanos. Y dos: porque Hollywood, desde sus inicios, supo dar OTRA VISIÓN alejada del lugarcomunismo de los liberadores de negros del norte y los salvajes feudalistas del sur. Y esto último en España es imposible porque somos muy catetos y no leemos historia y porque el cine está secuestrado por un grupo de poder ligado al Partido Socialista y su concepción sectaria de la cultura. Lo escribía hace poco Juan Manuel de Prada:

“¿Cuántas películas se han producido en España durante los últimos veinte años que tengan como asunto, principal o afluente, la Guerra Civil? Centenares, seguramente. ¿Cuántas ofrecen una visión que se aparte mínimamente del ‘patrón de juicio’ establecido por la izquierda? Ninguna, seguramente. ¿Hemos de pensar que en España no hay directores ni guionistas que desafíen tal ‘patrón de juicio’? ¿Hemos de creer que no hay millones de espectadores dispuestos a ver una película en la que no se pinte a quien combatían en el bando de Franco como villanos guiñolescos? Sin embargo, no hay productor en España que se atreva a impulsar un proyecto que desafíe el ‘patrón de juicio’ establecido, aun sabiendo que de este modo está reprimiendo el talento de un montón de cineastas; y lo que todavía resulta más rocambolesco, sabiendo que está renunciando a un público potencial de muchos millones de espectadores, que en nuestra democracia ‘de buten’ desempeñan el papel de apestados o frikis”.

O lo que es lo mismo: si se te ocurre hablar de las documentadas matanzas del bando republicano, por ejemplo, del saqueo y quema de iglesias, por ejemplo, de la traición nacionalista, por ejemplo, ¡ERES UN FASCISTA!

Volvamos a Cuerda, que me parece un tipo políticamente deleznable, pero curioso. El periodista le sigue preguntando:

– ¿Hasta qué punto es realmente posible no decantarse por un bando?
– Bueno, empezaron los falangistas. Desde un punto de vista moral, está claro que los principales canallas fueron esos ganadores.


Decir ante un medio serio “empezaron los falangistas”, resumir así, pin, pam, pum, la Guerra Civil es una osadía. En el caso de Cuerda no creo que sea ignorancia. Es mezquinad.

Escrito la noche del 27 de agosto de 2008.

martes, agosto 26, 2008

La trilogía: Buñuel, Raphael y Lumet

Libros que ayudan de verdad a aprender sobre cine, en el sentido práctico. Una trilogía, la santísima trinidad de los libros de cine: ‘El último suspiro’, de Luis Buñuel, ‘Aquí Kubrick’, del guionista Frederic Raphael y ‘Así se hacen las películas’, de Sidney Lumet.

‘El último suspiro’ son las fabulosas memorias de Luis Buñuel. Habla más de su vida que de su trabajo, pero cuando lo hace es certero, brillante y tan libre como sólo él supo ser.

‘Aquí Kubrick’, es un entretenidísimo relato en el que Frederic Raphael narra su complicada relación con un tipo tan complejo y sorprendente como Stanley Kubrick. El libro es un juego de ajedrez en el que el guionista y el mítico director dan a luz el ambicioso guión de Eyes Wide Shut.

‘Así se hacen las películas’, del inmenso Sydney Lumet, cierra la trilogía. David Mamet dijo de él que “es como sus películas: franco, justo, con ritmo y muy, muy elegante”.

También, todo hay que decirlo, es un libro que te puede quitar las ganas de hacer cine por la cantidad de problemas, quebraderos de cabeza, decepciones, frustraciones y marronazos a los que te enfrentas. Aun así, Lumet se despide en su libro de una forma positiva:

“Mi trabajo consiste en preocuparme y responder de cada fotograma. Sé que en todo el mundo hay gente joven que, con los préstamos de la familia y sus propios ahorros, se compran su primera cámara y hacen sus primeros pinitos mientras sueñan con hacerse famosos y ganar una fortuna. De esos, unos pocos sueñan en descubrir QUÉ LES IMPORTA a ellos, QUÉ QUIEREN DECIRSE a sí mismos y a quien les quiera escuchar. Se preocupan. Y de entre éstos, unos pocos quieren hacer buenas películas".

lunes, agosto 25, 2008

TRINCOFÓNICA

A partir del próximo mes de octubre, Telefónica cobrará a sus seis millones de clientes 0,58 euros al mes, IVA incluido, por el servicio de identificación de llamadas, confirmaron fuentes de la operadora.

Esta medida supone extender a todos los usuarios el pago del servicio, toda vez que desde el 10 de julio ya se cobraba a los cerca de dos millones de clientes que no tenían contratado un paquete de servicios (Dúo o Trío con ADSL) o tarifa plana de voz.
Telefónica explica que la identificación de llamadas pasó a ser gratuita en 2001 como producto promocional, de tal forma que "antes o después" tenía que terminar la oferta.
Fuente: EFE.

El anuncio ha desatado las quejas de las asociaciones de consumidores, no por la medida, sino por el procedimiento. Para la Unión de Consumidores de España (UCE) no es legal: "lo normal es actuar a la inversa". "Lo que tendrían que hacer es anular a todos sus clientes el servicio y a partir de ahí que se den de alta todos aquellos que lo quieran", explican. La metodología de la compañía de teléfonos es "la forma de asegurarse de que la mayor parte de usuarios continúen con este servicio y así no perder dinero".

La organización Facua-Consumidores en Acción también considera irregular el modo en que Telefónica comenzará a cobrar por este servicio y ya ha anunciado que en los próximos días presentará una denuncia ante el Instituto Nacional de Consumo, dependiente del Ministerio de Sanidad y Consumo. Según declaraciones de su portavoz, Rubén Sánchez, a EFE, no se puede cobrar por un servicio que los usuarios nunca han solicitado.
Fuente: SOITU.ES

PUMARES VUELVE

Qué cosas. Me acaba de llegar un mail de Alberto Rull (uno de los protagonistas del libro que escribí con J. J. AparicIo sobre Carlos Pumares). Y dice así:

Querido Iván, te paso una primicia que se que te agradará: Carlos va empezar a presentar unos breves segmentos de presentación de cine clásico en VEO desde Octubre, los sábados y domingos. Serán por ahora piezas cortas, pero espero que, en no demasiado, se puedan hacer más cosas.

En principio, todo arrancará el día 4 de octubre a las once de la noche. En cualquier caso, PUMARES VUELVE.
Un abrazo.
Alberto Rull

"La comedia está desde el principio del cine. La grandeza está en la persecución. La burla de la ley. Siempre va a funcionar, hasta el inspector Clouseau. Reírse de las desgracias agendas, esa es la base de la comedia. En Hal Roach se fijan todos los grandes que han sido grandes".

viernes, agosto 22, 2008

¿HITCHCOCK TRAVESTI?


Según El Mundo, sí.
Visita MI BLOG DE CINE para enterarte.
(Toma enganche amarillista)
Más información en inglés en FilmPosters.com

jueves, agosto 21, 2008

INOCENTE

Dice Europa Press que el presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), Fernando González Urbaneja, ha pedido una mayor separación entre información y entretenimiento ya que, en su opinión, "el protagonismo de la información debe ser sólo de los servicios informativos" y los programas de entretenimiento "no deberían incorporar la noticia a su guión".

González Urbaneja ha hecho un llamamiento a los medios de comunicación para que "en ocasiones como esta" dediquen a "personas que sepan de lo que hablan" y puedan informar "con peso y fundamento, para que no se lleve a error". En ese sentido, puso como ejemplo el hecho de que a un periodista que no sepa nada de fútbol, no le encomiendan comentar un partido.

INOCENTE...

YA PASÓ

Shields me invitó a cenar en un asador en Arturo Soria. Nos dimos un homenaje. Comimos mollejas y solomillo, todo regado con un vino argentino bueno, con mucho cuerpo, y dos copazas para rematar. Como en tantas otras ocasiones, hablamos de la vida y de su reciente boda, pero sobre todo de películas.

Los dos nos diplomamos juntos en la Escuela de Cine. Después, cada uno tiró por su camino. Yo haciendo lo que podía en rodajes de cine o en la tele. Shields, por su parte, con dos cojones, se aventuró a producir cortometrajes de gente que hoy es conocida y vive del cine, cosa que él no logró hacer. Ahora curramos juntos en publicidad y nos hemos alejado del cine como nunca pudimos imaginar. ¿En qué nos equivocamos? ¿Cómo no intuimos lo que viviríamos hoy?

Lejos de dejarnos caer por el desánimo, sencillamente concluimos que nos apasionamos con una forma de expresión, el cine, que FUE el siglo XX, que dominó con su magia y su poderío social a todas las demás artes. Pero eso, amigos, ya pasó. Y lo repetimos en la cena: “Ya pasó”. Y nos queda ser orgullosos veteranos que aun guardan cintas de vídeo con memorables grabaciones de ‘El Cineclub de La Dos’ y su mítica cortinilla, con esos inocentes, humanos anuncios no borrados de ‘Pezqueñines no, gracias’ o ‘Si no hay Casera, nos vamos’. Eso, también pasó.

Shields dijo en aquella cena algo que me gustó y que le pienso fusilar para mi tan postergado libro sobre cine. Posiblemente mi último libro sobre cine. Su tesis era sencilla: en el siglo XX hubo dos grandes eras doradas para la creatividad más libre y salvaje: los 20 y los 60. Y cada una de ellas fue clausurada por una gran crisis económica que desembocó en el fin del sueño y en un nuevo conservadurismo, en nuevos miedos.

Y aunque los 60 hayan pasado a la historia como “aquellos maravillosos años”, ¡hay que ver cómo fueron los locos 20! Las mujeres obtuvieron el voto, ya no se ocultaba la sexualidad en el vestir, llegó el jazz, el psicoanálisis, el cine sonoro, los jóvenes se volvieron más independientes, el surrealismo escandalizaba, el divorcio se normalizó, la literatura logró nuevas e increíbles formas. En 1929 llegó el crack, la gran crisis, y se cerró el ciclo de libertad.

La segunda mitad de los sesenta, y parte de los setenta, marcaron, como escribió Peter Biskind, “el final de la época en que hacer cine en Hollywood fue realmente emocionante, la última vez que la gente pudo estar, y con razón, orgullosa de las películas que hacía, que una comunidad alentó el trabajo bien hecho, que hubo público capaz de sostenerlo”. Y llegó la primera crisis del petróleo, en 1973, y se clausuró otro ciclo de libertad.

Hoy, en cambio, se avecina otra crisis, puede que no tan aguda, pero ya no hay ciclo de libertad que cerrar. Estamos vacíos. Todo está estancado, nos repetimos, hay miedo, apatía, infantilismo, cinismo, vulgaridad, nuevo puritanismo, frialdad informática, aburrimiento, mediocridad allá donde mires.

Así que eso, que ya pasó.

Escrito la tarde del 20 de agosto de 2008.

Siempre quise tener unos zapatos como estos

Mi abuelo llevaba unos muy parecidos en los veranos cántabros, cuando venía a visitarnos a casa vestido como un pincel. A Jack también le mola mucho este calzado, que suele combinar con elegantísimos zapatos de golf, su gran pasión de siempre junto a los Lakers.

Si alguien ve unos zapatos parecidos en un escaparate, que me avise. Gracias.

miércoles, agosto 20, 2008

Sociedad-cuna

“La infantilización es una de las primeras enfermedades del individualismo. El individuo piensa que la sociedad le debe todo porque ha luchado por la independencia como valor supremo. Pero esto genera una paradoja: la presencia de un gran conformismo. El individuo se comporta como masa y necesita asistencia constante.
Pedimos al Estado providencia que nos solucione todo. Que la sociedad-cuna nos meza continuamente. Vivimos en una sociedad-cuna en la que se asiste a una canalización del concepto de madurez, a una exaltación de la juventud, a un dejarse llevar, a una reivindicación continua de que somos seres dotados de derechos pero sin deberes ni responsabilidades. Y todo esto tiene unas consecuencias especialmente perversas en el sistema educativo".

"Es difícil luchar contra la idea de la vida como fiesta permanente. Pero también está claro que la realidad pondrá las cosas en su sitio. Una sociedad no puede sobrevivir sin valorar el trabajo, el aprendizaje, la experiencia, el esfuerzo”.

(De la entrevista de Carmen Rodríguez Santos a Alain Finkielkraut-Pascal Bruckner para el ABC)

GRANDES PENSADORES

martes, agosto 19, 2008

Languidecer

Iré a otra tierra, a otro mar,
otra ciudad mejor que ésta encontraré.
Todos mis esfuerzos son una condena y
casi muerto está mi corazón.

¿Hasta cuándo podré, aquí, languidecer?
Adonde vea, cualquier cosa que mire,
veo las negras ruinas de mi vida aquídonde he gastado tantos años,
desperdiciados, destruídos totalmente.

No encontrarás otra tierra, otro mar.
La ciudad te perseguirá.
Caminarás las mismas calles, envejecerás en los mismos barrios,
en las mismas casas encanecerás.

Aquí terminarás, no esperes nada mejor.
No hay barco para ti, no hay camino.
Como has destruido aquí tu vida,
en esta angosta esquina de la tierra,
así las has destruido en todo el mundo.

(Kavafis)

Gracias, Trilce.

La mirada cínica

Una mañana, a Vicente Vallés le “tocó” hablar en su programa informativo de la nueva edición del infame Gran Hermano, que emitía su propia cadena. Ni corto ni perezoso, y con delicada ironía, lo puso a bajar de un burro. Entonces me dije: “Vaya santos huevos que tienes, chaval”. "Raro, raro, raro", me dije también.

Lo único que veía yo en la tele era el informativo matutino de Vallés. Mi rutina se basaba en despertar, lavarme, ponerme un cafelito, vestirme y enchufar Telecinco para ver a este profesional en su salsa, en su programa La mirada crítica.

Vallés se caracterizaba por su estilo, su juventud, su incapacidad para la crispación, el ademán o la vulgaridad, por una manera insobornable y elegante de enfocar las entrevistas. Tiraba a dar a ministros o a popes intocables cuando hacía falta y dejaba cómodo al entrevistado cuando tocaba, cuando se lo merecía. La mirada (azul) de Vallés era limpia. Raro, raro, raro.

Cuando Bosco, que de tele sabe un rato, me chivó que Vallés tenía los días contados, no me lo pude creer. El programa era un oasis de periodismo entre los lugares comunes o los panfletos de otras cadenas. Vallés y su equipo me entretenían y me informaban sin dogmas, sectas, clanes, tejemanejes empresariales o comisarios políticos.

Aun recuerdo el admirable, histórico programa que dedicó a los protagonistas de la transición, sentando en la misma mesa a veteranos políticos dispares, opuestos, antes enfrentados. Todas las mañanas disfrutaba de su espacio. Raro, raro, raro.



Este puente he confirmado, desalentado, la noticia: Vallés se va y, a partir del mes que viene, La mirada crítica será presentado y dirigido por Maria Teresa Campos, periodista amarilla virada a rosa cuando toca, todo un camaleón.

Hay que reconocer que el astuto Paolo Vasile ha hecho una jugada empresarial sobresaliente. Las dos damas de corazones y enemigas en la batalla del share (o no share, esa es la cuestión), Ana Rosa y Mari Tere, estarán juntas en las mañanas de Telecinco. ¿Las marus empezarán a interesarse por la vida parlamentaria, el IPC o el índice Nikkei? Raro, raro, raro.

En fin, como dirían los catalanes, el negoci es el negoci. O como dijo Martín Prieto, “todos los medios son conservadores… de su propio negocio”.


Escrito la noche del 18 de agosto de 2008.

Puedes leer AQUÍ el artículo del blog 'La tele de cristal' al respecto.

lunes, agosto 18, 2008

EL CUMPLE DE ROMAN


75 TACOS. FELICIDADES, MAESTRO.

CONTRA LA FELICIDAD

En este mundo donde toda tristeza se pretende resolver con una pastillita, con un libro de autoayuda, con una sesión con el loquero, el párroco, el maestro oriental o la pitonisa, o comprando lo último que te ha dicho la tele, es bienvenido un libro como ‘Contra la felicidad, En defensa de la melancolía’, de Eric C. Wilson. Lo recomendó Otis en su blog y ha sido uno de los libros que he leído con gusto este verano. La única pega que le pongo es que en ciertos pasajes se repite y tiende, además, a convertirse en lo que ataca: un libro de autoayuda. Si hubiese logrado un “libro de autodestrucción” estaríamos ante una obra mayor.

Aun así, merece la pena leerlo. Wilson, cargando especialmente las tintas contra su “feliz” país, los EEUU, empieza con una alarma: la mayoría de las grandes obras del hombre han nacido desde la melancolía, desde la tristeza, la duda, el conflicto. Van Gogh, Goya, Kafka, Proust, Miguel Ángel, Claudel, Buñuel, Polanski, Beethoven, Dylan… Cada uno puede poner sus melancólicos favoritos. Obras y creadores que ha dado la humanidad… ¿hasta hoy? Escribe Wilson que “es posible que no estemos lejos de acabar con la gran fuerza cultural que desde lo más profundo impulsa la invención, con la musa que ha inspirado una gran parte de las bellas artes, de la poesía y de la música. Deseamos, con el más disoluto y lascivo de los ánimos, librar al mundo de muchas ideas y visiones, de múltiples innovaciones y reflexiones. Aniquilando la melancolía”. ¿Dónde está la madurez melancólica en los libritos, juegos, blogs, películas y programas actuales? Hoy hasta la política apuesta por la planicie de lo “feliz”. Y si no, comparen a dos grandes estadistas melancólicos como Churchil o Lincoln con dos insulsas caras publicitarias como ZP u Obama.

Se dirá el lector: ¿Quién quiere estar deprimido en vez de ser feliz? Para empezar, ¿dejar de estar deprimido te transforma en un ser feliz? ¿Y qué coño es ser feliz? Wilson diferencia bien entre depresión y melancolía: “La depresión causa apatía. Por el contrario, la melancolía genera una turbulencia en el corazón que desemboca en un cuestionamiento activo del presente, en un deseo perpetuo de crear nuevas formas de ser y de ver. Nuestra cultura parece confundir las dos y, por tanto, trata la melancolía como un estado aberrante, como una amenaza infame para nuestra idea generalizada de felicidad, de la felicidad como gratificación inmediata, como confort superficial, como satisfacción estática”.



En uno de los tropecientos canales de la tele jamás escucharemos “tienes derecho a estar triste, jodido”, sino todo lo contrario: “Disfruta, sé feliz, tienes derecho”. Hay campañas publicitarias que hablan de eso literalmente: de derechos. Derechos, claro, sólo para gastar, comprar, consumir. Como bien recuerda Wilson, John Locke afirmó que todos tenemos derecho a “la vida, la libertad y… la propiedad”. Esta sentencia inspiró la Declaración de Independencia de los EEUU. Y en esa ecuación funcionan los USA y nosotros: felicidad = propiedad.

Los melancólicos, club al que pertenezco sin rubor, no rehuimos la tragedia, la tragedia es necesaria, hay que asimilarla frente a la felicidad de goma, cobarde, impostada. “La mayor tragedia es vivir sin tragedia. Abrazar la felicidad es odiar la vida. Amar la paz es aborrecer el ser: la tristeza es una pista hacia lo sublime. El abrazo de la sombra atiza el corazón”.

¿Qué se puede esperar de un mundo, el occidental, que ha maquillado nada menos que a Cristo? ¿Cómo es posible que Jesús aparezca ante nosotros como una limpia deidad, fácil, blanca, algo de otro mundo, transparente, sin turbulencias, poderosa, como un seguro de vida? Escribe Wilson que Cristo supo que debía torturarse, dudar, entrar en las sombras para salvarse. En el huerto de Getsemaní experimentó una aguda angustia y en la cruz gritó: “Padre, ¿por qué me has abandonado?”. “Sólo un hombre con unas dudas terribles entonaría una pregunta tan desesperada”. Cristo, manipulado por los predicadores, fue uno de los primeros melancólicos.

Hace bien poco, y tras una discusión, dos personas muy cercanas me dijeron que tengo un pensamiento destructivo, pesimista, sombrío, negativo. No usaron, claro, la palabra melancólico. Eran hombres “felices”, esos que tienden a “reducir por cocción sus propios problemas”. Así ataca Wilson a este tipo de mentalidades: “Cuando estos tipos experimentan ese terrible deseo de lo que han perdido, cuando sienten esos difíciles odios a lo que nunca volverá, caen en algún tipo de cliché afirmativo sobre lo buena gente que son y lo mucho que merecen ser felices. O cogen su libro favorito sobre la felicidad, o ese libro superventas sobre la sabiduría de los niños. Y vuelven a salir al mundo, radiantes de poder. Ojalá esos tipos pudieran aprender a sentarse un rato con sus inevitables ansiedades”.

¿Qué pasa hoy con los sentimientos? ¿Por qué existe, en algunas de mis relaciones, una negativa a comprometerse con ellos? ¿Por qué todo es tan… limpio? ‘Contra la felicidad, En defensa de la melancolía’ ataca valientemente a la juventud actual, generación X, Y o Z, da lo mismo. Sobre los veinteañeros y treintañeros, dice: Estas generaciones “han visto y hecho de todo (‘he estado allí, he hecho esto’) y está infestada de burla (‘sí, vale’). Adoptan la distancia. No importa lo conmovedora que sea una experiencia, puedo observarla desde fuera y burlarme. Nada que se acerque a lo real me toca. Me quedo al margen y comento, pero nunca participo. Debemos cuestionar la ironía lenguaraz que gobierna nuestra cultura. Pese a su causticidad y su neurosis, el afectado irónico es un tipo totalmente desapegado, desarraigado, alguien que niega que haya que tener sangre y agallas. No es más que un aficionado a encogerse de hombros, un falso pseudoguay, un escéptico, un cortesano del desprecio”.

Al leer todo esto, qué cercano me sonó todo…

Puedes leer AQUÍ la entreda de Otis sobre este libro.

Escrito la noche del 16 de agosto de 2008.

jueves, agosto 14, 2008

Rosa León, sectaria cervantina

A ver, niños, ¿qué conviene ser hoy para que te nombren director/a de algunos de los Institutos/as Cervantes repartidos por el mundo? Por ejemplo sociata, político, mujer, cultureta o de la SGAE.

La ex concejala del Ayuntamiento de Madrid Rosa León, aquella del “cuatrimotorrrrrrr”, ha sido nombrada directora del Instituto Cervantes de Casablanca. Al parecer, Rosa era la candidata perfecta, la más apta, la ideal para dirigir en Marruecos (¿?) “la promoción y la enseñanza de la lengua española y la difusión de la cultura española” (el Cervantes dixit).

Rosa León, la de “la vacuna, luna, luna, lu”, ya tenía experiencia en el trinque cultural, en el Instituto Nacional de las Artes Escénicas. Aquella del “brujito de Gurugú”, además, formó parte, recordemos, de la propagandística Plataforma de Apoyo a Zapatero (PAZ, la del gesto de la cejita). Ahora, esta "miembra" del Consejo de Dirección de los raptores de la SGAE apunta más alto.


Esta anecdotilla le va a encantar a Clot: Uno de los más sonados trabajitos de “Roja” León en el ayuntamiento madrileño fue negar una calle al veterano periodista Jaime Campmany, un caballero con ideas que no compartí, pero de innegable historial periodístico, un señor muy leído por miles de madrileños. Las razones que entonces expuso la risueña cantautora fueron muy poco buenrollistas:

"Campmany fue verdugo de actores mientras presidió el Sindicato Vertical del Espectáculo" y durante la huelga que éstos hicieron para pedir un día de descanso "fue Campmany quien les denunció y consiguió que los metieran en la cárcel". "Sólo por esa razón ninguna calle debería llevar su nombre". La concejala titular de las Artes, Alicia Moreno, supo entonces responder al habitual sectarismo cainita:
"Campmany dedicó su vida al periodismo. Era polémico, pero con afilado ingenio".

Lo inaudito es que antes de este cordón sanitario en el callejero madrileño, el ayuntamiento propuso ponerle una calle a Haro Tecglen. “¿Y saben lo que pasó?, ¿y saben lo que pasó?” Que a pesar de que Tecglen loó a José Antonio Primo de Rivera y a Francisco Franco (igual que Víctor Manuel), IU y el partido de Rosa León estuvieron de acuerdo con Gallardón para crear la calle Haro Tecglen. Qué cosas.

Cosas que comer en verano, en la casa de tus padres, cuando estás hambriento








Gracias, ama.

miércoles, agosto 13, 2008

Back on Track

Que la foto de 'niño del maíz' no os engañe. Ya estoy otra vez aquí, en Madrid, dando el callo frente al teclado tras unas vacaciones realmente aprovechadas.

No sé lo que me durará el bronceado y el buen humor, pero regreso con energía y ganas de afrontar nuevos retos y de soportar mejor a mis semejantes. A los demás, los que no se asemejen, ya les pueden dar por el culo.

Durante los próximos días colgaré algunas fotos de este corto y templado verano para que os hagáis una idea de lo que viví.

Por supuesto, y desde hoy, este blog seguirá actualizándose todos los días de labor, como es su costumbre. Seguiré ofreciendo comentarios sobre la risible, patética o aterradora actualidad, humoradas varias, algunas lamentaciones, perfiles de gente amiga o enemiga, otras fotos y dibujos y otras historias del que aquí escribe y edita.

Amigos, ¡¡comienza la nueva temporada!!

Foto: Natxo Reguera.

jueves, agosto 07, 2008

Woody se quedó sin productor

Ha sido la pérdida cinematográfica del verano. Antes de irme de vacaciones, mi amigo Shields, productor, se acercó para decirme:

- Reguera, que la ha palmado el Joffe.
- Gran pérdida, sí señor.
- Para mí que trabajar en España, con Mediapro, y conocer al Jaime Roures le ha dado la puntilla.


Imaginen ustedes mis sonoras carcajadas en la oficina. Qué jodido el Shields…

El joven Charles Joffe, hijo de farmacéutico, empezó a trabajar como periodista, pero no tardó demasiado en abandonar el oficio para dedicarse a su gran pasión: el mundo del espectáculo.

En Nueva York trabajó para la todopoderosa agencia MCA, un lobby de cojones, pero enseguida vio que su camino era más independiente. La pequeña agencia de Jack Rollins era ideal y con él haría pareja creativa durante décadas.

Los productores Joffe y Rollins tuvieron vista, oído, olfato, gusto y tacto para el humor. Es decir: sabían buscar talentos, sabían escucharlos, estudiaban sus posibilidades, también tenían cultura y sentido del humor y trataban a sus chicos con absoluto respeto. ¡¡Qué cosa más rara, oigan!!

A Woody Allen le vino dios a ver, y viceversa, cuando conoció a Joffe y Rollins. La pareja de productores prácticamente lo crearon, le animaron a subirse a un escenario y después le dieron total libertad creativa a la hora de escribir, dirigir e interpretar sus films, algo impensable en un Hollywood más acostumbrado a que los francotiradores como Allen se pagasen sus propias obras. Hicieron historia.

Pero Joffe no sólo fue el producto de Woody Allen hasta su última película en España, sino el descubridor del Lenny Bruce, Mike Nichols, Robin Williams y Billy Crystal. Casi nada.

Joffe, padrino, amigo, confidente y aliado de una de las figuras fundamentales del siglo XX (Mr. Allen, of course) nos dejó, con 78 años, el 9 de julio en Los Ángeles, la ciudad que siempre odió Woody.

En 1978 fueron Joffe y Rollins los que subieron al escenario para recoger, en manos de Jack Nicholson, el Oscar a la mejor película del año por Annie Hall. En esa ocasión, Woody, en su onda, pasó de la gala y del premio y se quedó tocando el clarinete en su club de siempre. Era el Woody que tanto admiramos NAPALM y yo, alguien muy distinto al acabado y cansado Woody de nuestros días.

Intuyo que está vez no habría clarinete ni excusa posible y que Allen acudió al funeral de su amigo Joffe. Aunque con él… nunca se sabe.

martes, agosto 05, 2008

DESDE SANTOÑA

Hola, hola, hola, queridos drugos. Yo por aquí sigo, en la Santoña de mis entretelas y en las acojonantes playas que la rodean. El tiempo es irregula, en general bueno, pero a veces con nubes que arruinan el bronceado. Este fenómeno natural ha hecho que Cantabria se salve de los turistas chancleteros, de esos que vi en manadas por las calles más concurridas de Barcelona. Qué asco, qué plaga esto de los mochileros...

Aun así, aun no me he recuperado de la noche del domingo pasado, donde vi convertido el bar Einstein, donde me he cogido mis buenos morcillones, en un garito para guiris adornado con ¡¡palmeras!!

Al son de los cánticos de la Brisni Espirs esa, rubitas y rubitos belgas de cara acangrejada se contoneaban y sorbían sangría mientras los rústicos lugareños les cobraban y servían con el pecho descubierto (¿?) y dejaban que el pincha fuese uno de ellos. Me sentí Jack Torrance en el bar de El resplandor versión surfer. Horroroso.

Por aquí, y este verano, han pasado mi hermano Natxo, RO, que trabaja en la oficina de turismo del pueblo, Will y Raul, uno producer y el otro profe en Navarra, con los que me bañé en Galizano y cené y pimplé en Ajo, BARRU, que es escolta en Baracaldo, Damián, que trabaja de psicólogo en el penal de El Dueso, Luis, en silla de ruedas por un accidente y Javi, feliz y reciente papá de una bebita monísima.

Pablo y Pedro ya no están, pero se han hecho un blog llamado LA VUELTA AL MUNDO EN LO QUE HAGA FALTA. Los muy hijos de perra, y como ya anuncié, se van a recorrer el sudeste asiático en eso, en lo que haga falta.

Nos vemos en unos días. Sed muy felices. O lo que os dejen.