viernes, agosto 27, 2010

Envidia, desprecio

“El español cuando cree que envidia no envidia. El que envidia quiere, por ejemplo, escribir las 1.200 páginas de El Quijote. Y eso no es lo que nosotros llamamos un envidioso. El envidioso para nosotros es un señor que dice: ‘A mi El Quijote... Lo he leído, no es para tanto lo que dicen, he leído 20 o 30 páginas y yo no le veo nada’. Eso no es envidia, eso es desprecio. Y el desprecio sí es un sentimiento muy extendido en la sociedad española”.

“El desprecio hacia el que no vale nada es natural, pero aquí se desprecia incluso la excelencia. Por ejemplo el futbolista Raúl, que es digno de admiración, y ese deseo de ‘a ver si falla, cuatro años ya, a ver si ya… ¿no hay nadie más que Raúl?’. Ese deseo no está promovido por la envidia. Envidia es querer ser como Cervantes y escribir las 1.200 páginas. En eso el español no es envidioso. El pecado que más puede definir al común de los españoles es el desprecio”.

(Fernando Fernán Gómez)

GRANDES PENSADORES

“Acepto que como cineasta he sido un ladrón pero no tengo ningún tipo de remordimiento, porque sé que lo que le robo a la vida se lo devuelvo, y además con más vida de la que tenía antes".

“Le haría más caso a un niño en su opinión sobre el cine que a cualquier otra persona”.

“Soy un demonio, soy un cabrón y soy imprevisible. Es bueno, porque a pesar del éxito de Cannes, sigo en la sombra y es en esa posición desde la que uno es verdaderamente peligroso. Dentro de diez años me veo convertido en un árbol o en un susurro”.

(Oliver Laxe, cineasta aspirante a susurro)

miércoles, agosto 25, 2010

Rodar y rodar

“Estoy aquí sobre todo porque estoy con la gente que disfruta realmente del cine, que son los que empiezan. Con la edad, que yo ya estoy un poco cascado, la cosa se pone jodida. Hay un momento en el que de pronto esto se convierte en un negocio y la cosa pierde gracia. Hay un momento, terrible, en el que de pronto te encuentras rodeado de peña que lo único que quiere es, pues bueno, sobrevivir, pagar la casa, el alquiler, el colegio de las niñas… y todo se va jodiendo poco a poco. Entonces, de pronto, corres el peligro de perder la ilusión y la emoción del comienzo, que es realmente por lo que se hace cine”.

“Desde aquí os digo que no perdáis toda esa energía y esa fuerza que tenéis ahora y con el tiempo se pierde. No la perdáis nunca. Que sepáis que tenéis un tesoro dentro, que es magnifico y que son esas ganas locas de contar una historia. Y eso se puede acabar. Entonces, por Dios, rodad. Rodad antes de haceros viejos, ¿vale? Y de que esto se convierta en un negocio”.

Estas palabras forman parte del discurso que dio Álex de la Iglesia al recoger un premio de la revista Scifiworld. Posiblemente sea el mayor ejercicio de cinismo que he leído en años.

lunes, agosto 23, 2010

Una vez

Una vez hasta monté una editorial. Publiqué una revista y algunos libros. No funcionó. Descubrí con mi socio lo que era enfrentarse a ser invisible en la prensa, a la jungla de la distribución, al poder de los grupos editoriales, a no calcular bien las tiradas (que te acababas comiendo con patatas), descubrí que lo que creía interesantísimo resultó minoritario y repudiado.

Una vez me diplomé en producción cinematográfica. Aprendí y produje algo. No funcionó. Montar algo sin padrinos, sin entrar en el trapicheo de la subvención y frente a los trincadotes oficiales o los hijos de papá resultaba caro e inútil.

Mario Muchnik trabajó con el editor Robert Laffont. Según cuenta, “nunca tuvo fortuna, pero supo maniobrar con bancos, socios e inversores como para sobrevivir sin doblegarse y evitar desbarrancarse en los momentos más difíciles de su largo viaje”. Qué envidia. Qué cabrón.

Laffont dudaba entre ser editor o productor cinematográfico, igual que yo en aquellos tiempos. Hoy parecen milenios. Un amigo, a quien Laffont consultó antes de fundar su editorial, le dijo: “Hay dos modos de perder dinero. Uno, el cine; el otro, la edición. Con el cine, es más rápido. Con los libros es más prestigioso”.
Escrito el sábado 21 de agosto de 2010. Foto: Robert Laffont.

viernes, agosto 20, 2010

Dos fotos

Han pasado más de 12 años de una foto a otra. La de la izquierda está tomada en el puerto de Santoña y pertenece al rodaje del corto en Súper 8 Pican. La de la derecha, sacada en lo alto de un edificio de Callao, a nuestra nueva aventura. La cámara que NAPALM maneja -y compramos hace poco a pachas- se llama Conchita, en homenaje a un personaje de Luis Buñuel. Antes de saber cómo manejarla le pusimos nombre. ¡Era muy importante! Así somos.

No contaré más sobre el proyecto de momento, soy supersticioso. Cuando tengamos suficiente material y experiencias de las que escribir, escribiré. Lo que espero de esta nueva y apasionante liada es que nos divierta, nos absorba y nos saque de la realidad de cada uno. No va a ser fácil, no vivimos del cine y nuestos papis no son millonarios.

Hace meses lo comentábamos en casa de NAPALM: no hay derecho a llegar a casa tronzado, sobre todo mentalmente, y tener que ponerte con el guión, con la documentación, con las primeras imágenes, las posibles músicas… Pero así son las cosas. Vamos a ir lentos, pero a un ritmo decente. No va a ser fácil, pero va a quedar de puta madre. Lo presiento.

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Primera entrevista: Carlos Pumares

El regreso

Trinchera

¿Wyler, Wilder, qué importa?

Segunda entrevista: Carrière

Tercera entrevista: Juan Luis Buñuel

Cuarta entrevista: Diego Galán

jueves, agosto 19, 2010

Movies and pictures

No hay nada más ridículo, y les juro que lo he vivido más de una vez, que escuchar a un director español autodefinirse como “creador”. O sea, capaz de abrir las aguas y multiplicar panes y peces. “Yo como creador…” Les juro que hablan así. Y, por supuesto, también escriben los guiones que ruedan, porque también saben escribir y se sienten con una misión divina en la tierra. No hacen películas, ellos esculpen en el fotograma, trascienden, nunca hacen cine a secas, una vulgaridad.

Woody Allen dijo una vez que no se mete en un rodaje que le impida volver a casa para cenar y ver un buen partido. Es exagerado, pero lo preferiré siempre a los intensos. Juan Sardá ha escrito que “entre los directores europeos y los americanos hay una diferencia fundamental. Mientras los primeros suelen mostrar un apego inmenso a su obra y son propensos a referirse a ella en términos casi religiosos, los segundos suelen ser muy conscientes de que su película es un simple producto. Se ha señalado varias veces como paradigma de esta distinción la utilización de la palabra filme (mucho más poética) por parte de los europeos y la de movie por parte de los americanos (mucho más prosaica)”.

Billy Wilder no usaba las palabras film o cine. La palabra que Wilder prefería para hablar de narraciones en celuloide -a las que dedicó su vida- era pictures. Y como bien dijo uno de sus biógrafos, “su falta de presunción era verdaderamente infrecuente en estos tiempos tan mediatizados y hambrientos de atención”.

El director más mediatizado y hambriento de atención fue Alfred Hitchcock. Nadie, con permiso de Spielberg o Almodóvar, lo superó jamás. Nadie lo hará, me temo. Qué casualidad que fuese él, tan adorado por la crítica franchute, el que dijera que el cine son cuatrocientas butacas que llenar.
Escrito el domingo 15 de agosto de 2010.

martes, agosto 17, 2010

GRANDES PENSADORES

"En ocho años sin rodar, Achero Mañas sobre todo ha estudiado filosofía y ha perdido el miedo a montar en avión aprendiendo él mismo a pilotar uno. De la filosofía quizá haya aprendido que los discursos son tremendamente fluctuantes. De la experiencia aérea que los productores no tienen ganas de afrontar proyectos que puedan requerir un aterrizaje de emergencia".

(Mateo Sancho Cardiel, inspirado, poético, ingenioso redactor de la agencia EFE).

lunes, agosto 16, 2010

Sí a la guerra

Antonio Romero ha escrito una carta a Zapatero. Comparto su contenido íntegro. En ella se pregunta algo que ya se le preguntó al malogrado Aznar: ¿España seguirá participando en una guerra criminal, una guerra sucia de ocupación?

Habla Romero de Afganistán y lo hace después de que hayamos conocido la publicación de 90.000 documentos secretos por parte de Wikileaks, web que ha destapado matanzas de civiles, secuestros y asesinatos sin juicio, colaboración de los servicios secretos pakistaníes con las fuerzas talibanes, planificación de asesinato de jefes tribales, utilización de armamentos prohibidos, 1.074 bajas civiles en el primer semestre de este año y el asesinato, por parte de escuadrones de la muerte, de niños y mujeres embarazadas.

¿Conocía el señor Zapatero estos crímenes? ¿Le informaban como aliado? ¿Ha pedido explicaciones a la OTAN y a EEUU? ¿Es posible que pacifistas como el señor Zapatero y la señora Chacón nos oculten información tan descaradamente?

La periodista Nazanín Amirian se hace las mismas preguntas que Romero en su blog: “¿Qué opina al respecto el Gobierno español, tan implicado en esta farsa? Washington conocía esta realidad mejor que nadie. Su maldita guerra persigue otras metas muy diferentes a las oficiales, como el control de las rutas energéticas. Todo en un caos inducido para justificar su permanencia en Asia central”.

Este fin de semana hemos sabido que el gobierno afgano ha descubierto, qué casualidad, un pozo de petróleo con 1.800 millones de barriles. El Departamento de Defensa norteamericano ha estimado que los minerales de Afganistán pueden valer un BILLÓN de dólares y que este país tiene millones de toneladas de acero, reservas de cobre, gas natural y piedras preciosas. Y esto sin contar con el opio, claro. Recientemente, y también por casualidad, EEUU ha descubierto en Afganistán minas de oro, cobre y sobre todo de litio, mucho litio. De él oiremos hablar en el futuro.

Os dejo con un fabuloso Richard Dreyfuss haciendo de Dick Cheney en la película W (de Oliver Stone) y explicando todo esto mejor que nadie. Siento que no esté subtitulado. Pinchad AQUÍ.
Escrito el domingo 15 de agosto de 2010.

viernes, agosto 13, 2010

La vejez del cineasta

En 1969, Orson Welles le dijo a Peter Bogdanovich: “Hablamos de esos directores mayores que la gente dice que ya no está para trotres. Empecé a pensar en todos esos directores de orquesta -Klemperer, Beecham, Toscanini, puedo citar casi un centenar del último siglo- que después de los 65 están en plenitud de facultades. Y que a los 80 seguían dirigiendo. Me parece terrible lo que le pasa a la gente mayor. Pero al público no le interesa, nunca le ha interesado. Por eso El rey Lear nunca ha gustado. Lo único que mantiene vivas a las personas en la vejez es el poder. Un rey, un director de orquesta, un director de cine pueden seguir trabajando mientras no haya colapso físico”.

“Lo que les impide seguir es la lDEA que se forman los demás en su cabeza. Pero quítale el poder De Gaulle, a Churchil, a Tito, a Mao o a Ho y verás un vejestorio balbuciente en pijama y zapatillas. Y luego están esos grandes directores que todavía no han hecho sus mejores trabajos. Los mejores de su carrera. Creo que si hoy le dieras a John Ford un guión que sólo fuera un poquito mejor que todo lo que ha hecho hasta ahora nos daría la mejor película de su vida”.

En 1994 Antonio Muñoz Molina escribió: "Billy Wilder es un anciano de 88 años que lleva más de veinte sin hacer una película, pero que acude cada mañana a su oficina con la misma puntualidad que si tuviera ante sí una impetuosa carrera de cineasta norteamericano. Seguramente sabe que la gente tiende a hablar de él en pasado, como si ya estuviera muerto. Tiziano, Picasso, Joan Miró, alcanzaron una ancianidad extrema y murieron con los dedos prácticamente manchados de pintura fresca. Con una edad muy parecida a la de Billy Wilder, Juan Carlos Onetti acaba de terminar una novela. El cine, que es un arte cuajado y fortalecido en el poderío industrial del capitalismo, carece absolutamente de piedad o de escrúpulos".

jueves, agosto 12, 2010

Woody y Dios

Hace unos días Woody Allen dijo a un diario español: “Contrariamente a lo que se dice, al hacerte mayor no te vuelves más sabio. Yo siento la misma ansiedad hoy que a los 20 años. Claro que aprendes cosas sobre la vida, pero son cuatro tonterías prácticas y poco más. Por ejemplo, con la edad aprendes a utilizar una lente u otra para rodar una escena. En cambio, en lo que se refiere a las relaciones humanas, las mujeres, la familia, el amor y los asuntos existenciales, no tienes la mínima idea ahora ni la tendrás nunca. Nadie ha tenido nunca la menor idea sobre esto. Ni los filósofos griegos, ni Dostoyevski, ni nadie”. No sé por qué pero he pensado en Woody y en Dios. En Dios en su pelis:

Alice: He conocido a un hombre que me recuerda a ti… Es como tú, irresponsable y temperamental; pero él es guapo, ¿sabes?
Eddie: No cometerás adulterio, Alice. No es mío, lo leí en alguna parte.
(Alice)

Ike: Mira, yo estoy chapado a la antigua. No creo en las relaciones extramatrimoniales: Yo creo que la gente debe aparearse para toda la vida, como los palomos, o los católicos. (Manhattan)

Irmy: ¿Eres una persona religiosa?
Kleinman: No.
Irmy: ¿Rezas alguna vez?
Kleinman: Mi gente reza. Yo nunca los comprendí. Pero por lo que sé, rezaban pidiendo por sus propios problemas.
(Sombras y niebla)

¿Creo en Dios? ¿Y si todo es una ilusión y nada existe? En tal caso, he pagado demasiado por la alfombra. ¡Si al menos Dios me enviase una señal clara! Como hacer una cuantiosa imposición a mi nombre en algún banco suizo… (Selecciones de los memorándums de Allen)
Escrito la noche del martes 10 de agosto de 2010.

miércoles, agosto 11, 2010

Rueda de prensa

Jordi Mollá estuvo bien como pijo en Jamón, jamón o en Historias del Kronen, como pedante psicópata en Todo es mentira y como quinqui en La buena estrella, pero generalmente es un actor bastante amanerado.

A Mollá, una especie de hombre del renacimiento, le da a veces por dirigir. Ya demostró su ineptitud tras la cámara en una cosa llamada No somos nadie. Ahora nos llega su esperadísima nueva obra fílmica. Y la ha “explicado” en rueda de prensa. Atención a la exposición: “Los personajes tienen la capacidad de mutar en otras personas sin que el público lo encuentre raro, todo sigue una lógica. A la película no hay que entenderla, hay que sentirla. Estamos hablando de la incomunicación y prefiero que el fotograma sólo recoja la esencia”.

A una semana del rodaje, Mollá no tiene claro cuántos personajes aparecen en el film: “Un mismo personaje que a la vez son varios. Tampoco sé hasta qué punto son reales o no. Mollá ha estado cinco años escribiendo el guión con un tal Ferlito y sigue añadiendo cosas nuevas. “Rodaremos cuatro finales porque aún no sé cuál va a ser el definitivo”.

Pero si no tuviésemos suficiente con la hemorragia mental del actor, una tal Montañez soltó sobre su debut como actriz y su personaje: “Es uno y varios personajes a la vez. Puede ser, quiere ser y a veces no es porque no existe desde el punto de lo que querría ser”. Un tal Ochandiano, actor también, la “ayudó” hablando de su personaje: “Es alguien complicado, que a su pesar se declara la guerra a sí mismo o una de sus partes”. Juas.
Escrito domingo 8 de agosto de 2010.

lunes, agosto 09, 2010

El secreto de Buñuel

La carrera de Luis Buñuel fue muy errática, con momentos duros en los que las pasó verdaderamente canutas. Exiliado, fue despedido del MOMA de Nueva York por culpa de Dalí, que en sus primeras memorias lo acusaba de comunista. A Dalí le pidió 50 dólares para sobrevivir y el muy hijo de puta le respondió: “A los amigos no se les presta dinero. Y qué bien que Franco ganó la guerra”.

Poco más tarde, un amigo lo encontró limpiando una mesa de montaje. Tenía 46 años y estaba acabado profesionalmente. Alguien le dijo entonces que fuese a México. Allí rodó algunas de sus mejores películas y allí se negó a rodar Bajo el volcán porque creía que la novela era tan buena que resultaba inadaptable. Acabó rodándola un amante de México y gran admirador de Buñuel: John Huston.

Juan Luis Buñuel, su hijo mayor, dijo hace años que su padre “tenía dos trajes cuando murió, tres pares de pantalones, dos pares de zapatos y poco más. Bueno sí, el Volkswagen de mi madre. Pero él no cambió su manera de vivir con o sin dinero. Recuerdo que Nicholas Ray le invitó a comer en Madrid y mi padre me propuso que le acompañara. Durante la comida, Ray le dijo: “Buñuel, entre todos los directores que conozco eres el único que hace lo que quiere, ¿cuál es tu secreto?”. Mi padre respondió: “Pido menos de 50.000 dólares por película”. Ray decidió cambiar de conversación. Es cierto que la libertad se paga. Si quieres libertad, no cobres. Creo que ése era su secreto”. Y Buñuel mintió. No cobraba 50.000 dólares por película. Al final sí, pero al comienzo mucho menos. Por su obra maestra Los olvidados cobró 2.000 dólares.

A Billy Wilder, otro gran admirador de Buñuel, le gustaba contar una anécdota a este respecto: "William Wyler llega al cielo y Pedro lo saluda con extrema amabilidad, incluso esperanzado. Te estábamos esperando, tienes que rodar aquí una película, la mejor que puedas imaginarte. Ya tenemos el equipo preparado para ti. La Duse para el papel principal, Mozart escribirá la banda sonora, Shakespeare el guión, Miguel Ángel pintará los decorados, el productor es Creso. Por supuesto puedes disponer de quien quieras de los últimos 4.000 años y puedes empezar mañana mismo. Sólo hay un pequeño problema, el jefe conoce a una joven principiante guapa y con talento que…”.
Foto: Nueva York hacia 1940. Luis Buñuel y Jeanne Rucar con su hijo Juan Luis. Escrito el 8 agosto de 2010.

jueves, agosto 05, 2010

El vecino

Gara publicó ayer lo siguiente sobre la detención de Gurutz Agirresarobede, el asesino de Joseba Pagaza:

"La Ertzaintza detuvo DE MANERA VIOLENTA en la madrugada de ayer a los VECINOS DE HERNANI Gurutz Agirresarobe y Aitziber Ezkerra, a quienes acusa de pertenecer a la organización ETA y de participar en la muerte del policía municipal de Andoain Joseba Pagazaurtundua, quien falleció a consecuencia del impacto de tres disparos en febrero de 2003 en el bar Daytona de Andoain. ETA reivindicó su muerte y ACUSÓ AL MILITANTE DE BASTA YA DE SER UN COLABORADOR DE LA GUARDIA CIVIL".

Repugnante es poco para definir este “periodismo” sorprendentemente legal. No se pierdan el último artículo de Santiago González.

miércoles, agosto 04, 2010

¿Dónde está la Democracia?

Ha calado. Cuando en una charla despotrico contra los brutales recortes anunciados por los que mandan, la respuesta es casi siempre la siguiente: “Es normal, ya no queda dinero”. ¿No queda para los jubiletas pero sí quedaba para los bancos? Ha calado. La matraca mediática ha vuelto a funcionar.

Julio Anguita pertenece a esa raza de políticos retirados que ya no mandan, desplazados por la nadería o la rapacería de los actuales “servidores públicos”. En su interesente blog he leído lo siguiente sobre los nuevos recortes y sobre la que se avecina:

El Gobierno español ha dejado a la Constitución de 1978 hecha unos zorros en materia de Derechos Fundamentales. Se insta a profundas y urgentes reformas laborales. Los gobernantes declaran ante sus pueblos que se debe ganar la confianza de los mercados. Los poderes públicos hacen bueno aquella expresión de Tietmeyer cuando fue presidente del Bundesbank: “Los políticos deben acatar las decisiones de los mercados”. ¿Dónde está la Democracia?

Los economistas del sistema, de la mano de los políticos y medios de comunicación, lanzan a los cuatro vientos que los mercados han decidido el sacrificio de trabajadores y jubilados para que la «Economía del pueblo» se salve. Palabra de Dios. Este poder fáctico, erigido en religión que exige sacrificios constantes para saciar su inextinguible apetito, no hace otra cosa que seguir los mandatos de una ley inexorable y esencial a su naturaleza: la ganancia permanente, la depredación continuada, la concentración de recursos hasta el paroxismo.

Si los mercados son los que marcan la política, la Democracia no existe. ¿Por qué no se presentan los mercados a las elecciones?

Puedes leer AQUÍ el blog de Julio Anguita.

lunes, agosto 02, 2010

Súbditos

El soldadito Manning filtró miles de documentos a Wikileaks, web que ha revelado casos como el asesinato de un cámara de Reuters por parte del Ejército de EE UU o las cloacas informativas de los turbios atentados del 11-S. ¿Qué supusieron todas estas informaciones para el poder? ¿Qué supusieron para la población, para el hombre de a pie? ¿Para un yanqui, para ti? NADA.

¿A alguien le importaría hoy un nuevo Watergate? Grez Krikorian, de Los Ángeles Times, lo explica así en el documental Telling the Truth About Lies: “Hoy la gente sufre tal bombardeo de información que le cuesta separar la paja del grano. Pasado un tiempo no saben qué es real y qué no lo es”. Ben Bradley, mítico ex director del Washington Post, enriquece su respuesta: “Hay una nueva configuración de los medios, sobre todo de la televisión, que permite al presidente y a sus hombres controlar los medios de comunicación hasta un punto impensable en los tiempos de Nixon”. Matthew Felling va más allá: “Desde el Watergate las empresas grandes han absorbido a las pequeñas y otras, aun mayores, absorbieron a éstas y las más grandes a las anteriores, y así hasta que unas corporaciones dirigen a otras”.

Vuelvo a la pregunta inicial: ¿Sería posible hoy un Watergate? Responde Jonathan Alter (Newsweek): “Si sucediera ahora, Woodward y Bernstein serían citados para declarar ante el Gran Jurado Federal y les pedirían que les revelaran sus fuentes. Pero no lo harían e irían a la cárcel. Da un poco de miedo. Antes, cuando hablábamos del poder de la prensa, pensábamos en David y Goliat. La imagen del periodista luchando por ti ha sido sustituida por la de gigantescas empresas que no representan en absoluto a la gente”.

Iñaki Gabilondo nunca ha sido santo de mi devoción, siempre me ha parecido un sectario, vocero oficial del Partido Socialista. Hace poco, al despedirse de su informativo hasta septiembre, el hombre de Prisa dijo algo extrañísimo en sus homilías: “Somos súbditos de los mercados. El régimen en el que vivimos es una dictadura, una dictadura muy particular, pero una dictadura; disfrazada con los ropajes de la democracia, pero una dictadura”. Texto reeditado el domingo 1 de agosto de 2010.