
Ella aceptaba muchas de mis críticas, pero su voto estaba decidido, me dijo, por “cómo había tratado y seguirá tratando el PSOE a las mujeres”. Y me recordó la igualdad, la paridad y la ley del aborto. Y entonces me encendí. Mi amiga, a la hora de votar, ponía en su inclinada balanza todo el peso en el concepto ELLAS y casi nada en el resto, en lo que nos afecta a todos los españoles, hombres, mujeres, animales y plantas.
Lo que le dije a continuación no le gustó. Un partido que entiende el apoyo a la mujer colocando en puestos de inmensa responsabilidad para la nación a calamidades como Elena Valenciano, Trinidad Jiménez, Maria Antonia Trujillo, Maleni Álvarez, Leire Pajín, Bibiana Aído, Ángeles González-Sinde o Carmen Calvo es un partido que, en realidad, denigra a la mujer. Un partido que silencia a Carmen Chacón, esa gran experta en temas militares que se postulaba para presidenta, es un partido que degrada a la mujer.
Y lo triste es que muchas mujeres acepten esa degradación, esa humillación. Si una mujer da su apoyo a alguien que las ha utilizado, que las ha ninguneado, va a votar por el partido, en el fondo, más machista. Y eso es respetarse y quererse muy poco, señoras mías. Escrito el 12 de noviembre de 2011.
Macho, envidia me da que semejante cúmulo de verdades no me hayan salido de la cabeza.De ovación, Reguera.
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