Toni Cantó sí es de esos juntacaracteres porque es un actor afectado que se ha pasado a la política. Como Reagan. Un político mediocre al que nuestra cámara de representantes no le queda grande porque está plagada de medianías como él. O como Gorriarán, compañero de Toni en UPyD y que puede despachar, en pleno curro, quince o veinticinco tweets. Y encima pobres y algunos faltones, vulgaridades de un hombre tremendamente vulgar.
Dicho esto, creo, y me incluyo, que nos hemos pasado cien pueblos con el pobre Toni. Y se han dicho de él auténticas barbaridades que no vienen a cuento. Sin medida, con saña, con esa cólera tan típicamente española. Y todo porque Toni es un político anodino porque no sabe respetar su cargo, ni los tiempos, ni el medio, ni el mensaje, ni nada. No se puede, porque es un disparate, resumir en veintidós palabras un tema tan grave como el de la llamada violencia de género o doméstica. Si Toni no fuese un insensato, hubiese recordado con más palabras y caracteres lo que sencillamente reza el programa de su partido en su punto 301: “Supresión de los juzgados especializados en violencia de género como tales, devolviendo al ámbito de la jurisdicción civil y penal estos asuntos y aprovechando la existencia de dichos juzgados y los medios personales y materiales con que cuentan para reforzar las necesidades de la planta judicial”. A mí me parece muy atinado. ¿Por qué no empezó por ahí y luego lo desarrolló?
Y explicas, con tiempo, calma y datos, que la violencia no es cuestión de géneros, sino violencia A SECAS. O que la Ley de Violencia de Género es un desbarro políticamente correcto, la típica perogrullada sociata. Podría Toni haber recordado que con esta ley quien tiene que demostrar que no es culpable es EL PROPIO ACUSADO. Podría Toni haber hablado de las mujeres maltratadoras a las que, por ridículos orgullos machistas, los hombres no denuncian. Que existen denuncias falsas, que a muchísimos padres se les aparta de sus hijos por el vergonzoso trato de favor hacia las madres en los divorcios. Que sigue habiendo miles de hombres a los que les quitan la custodia de los niños por ser hombres.
Podría Toni haber escrito sobre eufemismos legales como la "insuficiencia probatoria" o sobre partes de lesiones sin lesiones, o sobre tíos que han pasado la noche en calabozos por burdas mentiras. Sería lo suyo, porque el tema lo merece. Y hacerlo con calma, con vehemencia, con datos, con información, con asesores, con consejeros… ¡Que es usted un diputado del Congreso, buen hombre!
Pero no, Toni se limitó a las absurdas reglas de Twitter y lo resumió todo en veintidós palabras. Y así le va. A él y, en consecuencia, a su partido.
Nota: gracias a mis amigos de Facebook (qué paradoja) por sus aportaciones. Escrito la noche del martes 26 de febrero de 2013.