martes, mayo 25, 2010

Andreoco

“Dios creó al hombre el sexto día, cuando estaba cansado. Lo hizo mejor con los animales y maravillosamente con los gatos. El único animal inadiestrable, el único que combina la jungla con la civilización”. (Rouben Mamoulian)

“¿Cuándo vas a resucitar a Andreoco en tu blog?”. Me lo preguntan mucho. Andreoco, que un día escapó de casa y al que di por muerto en un post que ya borré, es el de la foto, es mi gato. Tuve otro que era hiperactivo. Demasiado. Se lo quedó Bosco.

Supe que Andreoco estaba vivo al encontrármelo junto a otros gatos callejeros cerca del antiguo barrio, sobre una tapia. Estaba delgado y sucio. Hecho un asco, pero vivía. En cuanto lo llamé, vino a lamerme como loco.

Me dolió dejarlo allí, pero era la vida que había elegido el muy mamón. Para mí era un misterio que un gato tan pancho y burgués como yo sobreviviera en la calle. Di pronto con la respuesta: un anciano del barrio daba de comer a todos aquellos gatos cada noche, sin faltar un día. Andreoco, un tío con suerte, comía de las bandejas de carne picada que ese buen hombre les daba. Dormía donde podía.

Decidí entonces poner en marcha la Operación Andreoco. Durante una semana le compré tarrinas de comida en un chino. Cada vez que me iba, maullaba triste. Buena señal. Se había cansado de callejear. Una tarde, después del curro, lo metí en su jaula y lo llevé a una clínica veterinaria. Dos amables señoritas analizaron su sangre, comprobaron su chip, lo vacunaron, lo limpiaron y lo peinaron. “Es un santo, no se queja de nada, es rarísimo”, me dijeron. Pagué y me lo llevé.

En casa, como casi todos los gatos, Andreoco se pasa el día sobando. Para él la felicidad se resume en una manta agradable donde holgazanear, o lo que es mejor: uno de mis jerséis. Cuando no duerme se dedica, desde la terraza, a observar impasible a la gente de la calle, a la gente con prisa. O a adormilarse detrás de mi portátil cuando lo aporreo, o sobre la alfombrilla del baño cuando leo en la bañera.

Andreoco pasa de los humanos, está cansado, es glotón, sibarita, torpe, lento, tranquilo, leal, cascarrabias, metódico, maniático y le falta un diente. Se parece mucho a su amo.
Escrito el domingo 23 de mayo de 2010.

4 comentarios:

Awake at last dijo...

Ya decía yo el otro día que me sonaba lo de que se había muerto...

Me alegro MUCHO por ti, rei, :-)

Mks.

IVAN REGUERA dijo...

Awake: GRACIAS. Besos.

Awake at last dijo...

:*)

Glinda Neva dijo...

Los gatos son lo máximo, yo tengo ocho... y desde pequeña siempre dije que nunca me iba a convertir en la viejita loca, la señora de los gatos, pero no pude resistirme. Son hermosos, encantadores y con más personalidad que mucha gente con la que uno se encuentra en la calle.
´
me contenta que haya regresado a tu casita y que puedas seguir disfrutando de sus particularidades.
Salud!