domingo, agosto 26, 2012

No dan ninguna pena


Hace unos días, una amiga que tiene conocidos en el cine español y está al tanto del parón en el sector me preguntaba: “¿Entonces era eso? ¿Subvenciones?” Lo decía como alguien que dice ¿Entonces era eso? ¿Sexo? Remató con un “No me dan ninguna pena”. Tajante. Como ella hay decenas de miles en España. Son los que han abandonado. Y a su renuncia se le ha sumado el tijeretazo del PP, la subida del IVA y el inmovilismo de los dueños de las salas: tardan en digitalizarse, no acortan el tiempo de exhibición para proyectar (y así poder explotar las películas en otras ventanas como Internet) y encima no bajan sus precios. Los suben.

En este país no había espectadores para estrenar 140 películas españolas al año. Hacíamos demasiadas películas, y muchas espantosas y chapuceras. Y no era normal que, como ha sucedido, el dinero subvencionado fuese mayor que el dinero recaudado. Eso era insostenible. El cine español ha trincado ayudas sin aportar excelencia ni general industria, no ha sabido seducir ni convencer, ha caído mal, ha dejado que lo estigmatizaran, no ha creado un verdadero tejido industrial, no ha sabido explotar nuevas vías de negocio en Internet y no ha explotado otros modelos además del cómodo modelo subvencionado. Por ahora eso no dan ninguna pena.

jueves, agosto 16, 2012

Pobre Coppola



Francis Ford Coppola no hace una gran película desde hace veintidós años. Me da pena verlo tan perdido y tan acabado. No recuerdo una decadencia tan sonora. Porque vale, esas cosa raras de la India de Fritz Lang o las comedias finales de Billy Wilder eran flojas, pero es que Coppola es el director de la que posiblemente sea la mejor película de todos los tiempos. ¿Cómo un talento tan grande puede desvanecerse así, agotarse de esa manera?

Su Drácula ha quedado muy viejo, Jack es infumable, Legítima defensa es solo correcta y Tetro empieza muy bien pero luego se convierte en un absoluto disparate. No he visto todavía Youth Without Yout, pero no me han hablado muy bien de ella.  

Acabo de sufrir Twixt, una película "pequeña" para los americanos. No sé en qué se han gastado los siete millones de dólares que dice valer, posiblemente en el 3-D. Regresó a mí la depresión por ver a un hombre con tanto talento visual perdiendo el tiempo en majaderías, optando por una planificación forzada y falsa, por una olvidable música de ascensor, por demasiado rodaje en pantallitas verdes, por un uso del 3-D innecesario, por atmósferas increíbles y nada trabajadas, por un guión previsible y absurdo y por un Val Kilmer más perdido que en Batman Forever y con más kilos que cuando hizo de Jim Morrison.

En un extraño golpe del destino, Coppola ha vuelto a sus inicios: al cine “económico” y fantástico de Dementia 13, solo que sin ningún talento, sin ningún atisbo de genialidad, lo que sí se intuía en esa peliculita de la factoría Corman. Twixt no funciona. Ni como terror, ni como cuento, ni como cine indie, ni como nada. Coppola no va a acabar su carrera con una obra maestra, como sí lograron gente como Lumet o Huston. Una tragedia.

domingo, agosto 05, 2012

Prometheus: Todos reímos.


Fui a ver Prometheus con el amigo NAPALM. Me va a costar explicar por qué es una de las más grandes vergüenzas cinematográficas que he visto en mi vida. Antes que nada: No la vean, no paguen una entrada por ella, ni se la bajen. Es una pérdida de tiempo y un insulto a su inteligencia. Si lo van a hacer, no sigan leyendo porque voy a destripar cosas. Y a saco, no pretendo hacer literatura con esta mierda.

Prometheus sigue la actual tendencia de recuperar partes de un clásico para hacer con él una película de acción idiota. Ocurrió hace poco con La cosa: ¿Qué pasó con la expedición noruega? ¡Como si nos importase! ¡Como si no fuese suficiente con lo que Carpenter ya apuntaba! En Prometheus sus dos espantosos guionistas hacen lo mismo: ¿Que pasó con el navegante espacial gigante que sale al comienzo de la peli? Bien. ¿Recuerdan aquella gran cabeza, aquella calavera gigante? Pues no, para estos dos inútiles se trata de un CASCO. Es más: se pasan por el forro las dimensiones de aquel inmenso astronauta, que en Prometheus es más pequeño, un ser con forma humana (¿?) y algo gigantón.

Arranca Prometheus con ese gigantón, un señor muy alto que se toma un liquidito que saca de un cubo de rubik ante una cascada. Y entonces se descompone, se desintegra. Luego unos señores ven unas cuevas y una señal planetaria en unas pinturas rupestres. Con esta señal un señor viejo (que es el actor de Memento maquillado de anciano no sabemos por qué) organiza una expedición espacial. Ya en la expedición, vemos una gran nave llamada Prometheus pero no conocemos NADA de la distribución del espacio en esa nave. De hecho, no sabemos ni cuántas personas están en ella, cosa que es el EGB del cine.

Tal es la confusión, que el señor viejo que es el de Memento maquillado no estaba muerto, como nos dicen al principio. No, estaba de parranda e hibernado y oculto en una sala de la nave que nadie ha visto hasta entonces, tampoco la prota de la peli. Bien, resulta que este señor ha mandado a los chicos de la Prometheus a buscar el origen del hombre. Pero el robot de la nave, que es fan de Lawrence de Arabia (¿?) mete un huevo de rana asesino en la bebida de uno de los tripulantes. A partir de este momento, el bicho tendrá forma de calamar, de zombi, de pulpo gigante que crece por ciencia infusa y finalmente de pre-alien. A todo esto, el chico con el huevo de rana asesino (que también acaba con el gigantón del principio) muere quemado pero no se desintegra, como el gigantón. Antes, eso sí, ha podido follar con su nena, que de golpe tiene en la barriguita un embrión de tres meses, por lo que se practica una autocesárea (¡¿?!).

Aunque podría comentar cien disparates más, voy acabando con unas preguntas. ¿Por qué Prometheus es tan cristianizante? ¿Por qué todo ese rollo con la cruz, toda esa majadería de libro de catequesis o hasta de secta evangelista? ¿Por qué es tan asexuada y tan casta? ¿Por qué no vemos el polvete de Charlize Therone con el negro y por qué esta mujer espectacular parece un robot? Por qué en toda la película no vemos un desnudo, incluso en la escena de la autocesárea? ¿Dónde quedaron las braguitas de Ripley, los sexuales diseños de de Giger o el alien que parece un falo con semen exterminador en su interior? ¿Dónde quedaron personajes como el computador Madre?

Me parece una vergüenza la tibieza con la que ha tratado la crítica (he leído cosas de partirme de risa) o la prensa especializada ante el estreno de esta bazofia porque esto es DE AVISAR, de explicar que es UNA ESTAFA. De hecho, no recuerdo haber visto a la salida del cine semejante reacción entre la gente. Al salir de los Princesa una pareja nos dijo sin conocernos de nada y al escuchar nuestra conversación: “Menuda vergüenza”. Todos reímos. Escrito el domingo 5 de agosto de 2012.