viernes, mayo 29, 2009

Almodóvar y los cuatro testículos de Boyero

El divo está triste, ¿qué tiene el divo? Ha llevado sus Abrazos rotos al festival de festivales y se ha venido con lo puesto. También está triste porque El País, diario donde se sentía tan bien tratado, se ha metido con su película. En los tiempos del fallecido crítico Fernández Santos no pasaba esto, pero en la época de esa rata ignorante y faltona llamada Carlos Boyero todo ha cambiado…

Nunca dejará de sorprenderme la importancia que se le da hoy a un crítico. Es absurdo. Tampoco dejará de alucinarme lo mal que asumen la libertad de expresión de otros tipos que dicen ser superprogresistas, megademocráticos y requetemodernos. El divo, desbocado, ha escrito estas perlas en un blog:

“Carlos Boyero resume así, en plan primicia, su crónica sobre el pase de prensa de mi película y la posterior rueda de prensa: “No soy masoquista, no quiero ver otra vez Los abrazos rotos. A mí me importa un comino si Boyero es o no masoquista, si tiene un testículo o cuatro, o la marca de crema hidratante que utiliza. Ya que le pagan para que informe de las películas que compiten en el festival, el hecho de no ser masoquista no debería eximirle de esta obligación”.

Más adelante, le explica a El País cómo debería trabajar:

“Boyero tiene todo el derecho a escribir su opinión, pero debería publicarse en otro apartado del periódico. Es una impostura llamarle y pagarle como si fuera una crítica, porque no lo es”.

Y por fin llega la paranoia, el delirio, con la intolerable conspiración de los críticos parásitos:

“Es curioso que Borja Hermoso (El País) sólo haya permanecido en Cannes los cuatro días que han coincidido con mi estancia allí. En cualquier caso, su función parece haber sido la de apoyar a su amigo Carlos Boyero en esta operación de acoso y derribo parásito en la que llevan empeñados tantos años. Pero dada la connivencia de ambos sujetos la dirección de El País carga con toda la responsabilidad, del mismo modo que los obispos son responsables de lo que Federico Jiménez Losantos escupe en la COPE”.

To-ma cas-ta-ña. La respuesta del diario no se ha hecho esperar: "Hemos leído con tristeza los ataques descarnados de Pedro Almodóvar. Aparte de las referencias de mal gusto y otras salidas injustificadas de tono, (…) se atreve a poner en duda a quién debe enviar nuestro periódico al festival de Cannes. (…) Olvida Almodóvar mencionar la cantidad de páginas que se han dedicado antes del estreno a su película. Desde El País Semanal y las páginas de Cultura, la información y los despliegues que se le han dedicado no le han debido parecer suficientes”.

Señores de El País: ahora que no son independientes sino globales, dejen de hablar definitivamente del divo. Y que haga promoción en su blog, como cualquier mortal. No caerá esa breva, ¿eh?

PINCHA
AQUÍ PARA LEER LA RABIETA DE ALMODÓVAR AL COMPLETO.

Posdata: Gracias Leo.

jueves, mayo 28, 2009

Tennessee Williams, ser escritor

Uno de los más grandes dramaturgos norteamericanos, un talento incuestionable… y resulta que se pasa la mitad de sus memorias hablando de sexo y de los tíos a los que se tiró. Y, encima, algunas de esas páginas huelen a batallita de gay de la tercera edad. En sus primeras páginas, las memorias de Williams cabrean, porque aunque todos somos algo morbosos, uno espera leer reflexiones sobre la escritura, el teatro, el método, sobre Marlon Brando, Paul Newman, Elia Kazan… y no lo cuenta. O cuenta poco.

Se explica así el autor: “¿Por qué me resisto a hablar de mis piezas de teatro? Considero que mis obras hablan por sí mismas, cosa que no ocurre con mi vida. Y que ésta es suficientemente interesante, en su perpetua lucha contra la locura, para que valga la pena trasladarla al papel. (...) Siento tener que dedicar tanto espacio a mis actividades amatorias, pero ocurre que empecé a vivir con retraso, de modo que cuando me lancé fue con un estampido de mil demonios”.

Habrá que creerle, aunque fiándose de otros (de su ex amigo Gore Vidal, por ejemplo) hay que tomar todo lo que dice el creador de la histérica Blanche Dubois, su alter ego, con comedida distancia. Lograda esa distancia, uno empieza a disfrutar con el personaje, pocas veces con la persona. Como tantos otros grandes creadores, Williams fue un hombre de enorme talento, pero que dejó mucho que desear como persona. Él mismo lo reconoce: “Conocerme es no quererme, en el mejor de los casos es tolerarme”. Imaginen el percal.

Contaba Brando en sus memorias que Williams estaba loco por sus huesos y que siempre le mandaba obras escritas sólo para él. Williams en las suyas no habla demasiado de Marlon, pero sí de su belleza y la revolución que supuso para las tablas en los cuarenta. Su lectura de Un tranvía llamado deseo aún se recuerda como uno de los hitos del teatro norteamericano. Tras su estreno, Williams fue invitado a la casa del pomposo Thorton Wilder. Wilder se acercó a Williams y le dijo, de manera cursi y académica, que la premisa de la obra era errónea, ya que ninguna señora como Stella aceptaría en forma alguna casarse con un ser tan plebeyo como Stanley. Williams, según confiesa, pensó: “A este tipo no le han dado un buen revolcón en toda su vida”...

Su niña bonita, su trabajo favorito, y también el mío como espectador o lector, es 'La gata sobre el tejado de zinc caliente'. Aunque cuando le preguntaban cuál era su obra favorita siempre contestaba “la última”, Williams reconoce que prefiere “la versión publicada de La gata”. Es decir: la que habla de homosexualidad sin tapujos, la que no fue adulterada en su final, como ocurre con el magistral pero no redondo film de Richard Brooks.

¿Qué es ser escritor para Tennessee Williams? Desde luego lo que tiene que ver con su lucha por escribir siempre lo que quiso, a pesar de sufrir sonoros fracasos comerciales, brutales ataques de la crítica y el desprecio del público. Dice Williams: “Yo diría que ser escritor es ser libre. Ya sé que hay escritores que no son libres, que trabajan asalariados, lo cual es una cosa muy distinta. Es posible que profesionalmente sean mejores escritores, tomando lo de mejor en su sentido convencional. Están al tanto de las exigencias de los éxitos comerciales y satisfacen a sus editores, y es de suponer que también a su público. Pero no son libres, y por tanto no son lo que yo considero un auténtico escritor. Si uno no puede ser uno mismo, ¿qué sentido tiene ser nada en absoluto?”.

Escrito el viernes 15 de mayo de 2009.

miércoles, mayo 27, 2009

He venido a hablar de mi libro

Ahora que se celebran los 30 años de esa obra maestra llamada Apocalypse Now, celebro también que mi libro sobre la peli aun se lea. Hace unos días recibí este mail que me hizo mucha ilusión:

Iván: en primer lugar hacerte llegar mi humilde felicitación por el fantástico libro de Apocalypse Now. Un placer leerlo. En segundo lugar me gustaría que me contestaras, si es posible, un par de cuestiones. La primera es sobre si se rodó esta película íntegramente en Filipinas. Ni Cowie ni Ramón Moreno Cantero dicen nada en sus libros sobre un rodaje en República Dominicana, concretamente en el rio Chavón.

¿Quizás una segunda unidad? ¿Alguna toma aislada? Allí están convencidos, así lo dicen a los turistas, que se rodó en aquellos parajes. Por último: ¿Existe versión española del documental Hearts of Darkness de Eleanor Coppola? ¿Dónde se puede conseguir? Un abrazo, enhorabuena y suerte con el libro, aunque sea con retraso. J. R. P.

Mi respuesta: Muchas gracias por leer mi libro, para empezar. Y si te ha gustado pues mejor. Yo no recuerdo nada de Cowie hablando de República Dominicana, pero allí sí se rodó EL PADRINO II imitando a Cuba. Lo voy a mirar, pero lo dudo. Se miente mucho a los turistas con esto del cine.

Se rodaron segundas unidades -de la barcaza en el río- en NAPA, cerca de la casa de Coppola, en California. Es escandaloso, pero no existe versión española del documental Hearts of Darkness de Eleanor Coppola. Yo lo tengo en vídeo. Y lo cuido como un tesoro. Pregunta: ¿Cómo has llegado al libro?

Su respuesta: Ví el libro por internet, en Agapea. Como te cobran gastos de envío lo pedí a mi librería habitual, que siempre sale más económico. Se volvieron locos para encontrarlo y ninguna distribuidora conocía vuestra editorial. Al final lo compré en Agapea. Lástima, porque me parece un muy buen libro, repito, desde mi humilde opinión. Un saludo.

lunes, mayo 25, 2009

GRANDES PENSADORES

"A mí me importan los espectadores bien poco. A mí me interesa la posteridad; que hoy vaya más o menos público al cine, o que haya crisis, como director me da igual. No voy a mover ni un ápice de mi criterio artístico en función del gusto del espectador. Mi objetivo primordial: Producir títulos que sean inmortales”.

(Albert Serra, director de las conocidísimas e inmortales Honor de cavalleria y El cant dels ocells)

viernes, mayo 22, 2009

Cine español: como el lino

Que paren las máquinas. José Luis García Sánchez va a adaptar la novela ‘Los muertos no se tocan, nene’, de Rafael Azcona. Ya veo las colas en los cines. Las esperas. Los desmayos. No es mucho imaginar, en su reparto estarán estrellas de la talla de José Luis López Vázquez y Juan Luis Galiardo. La Rioja otorga 72.000 euros para gastos de producción y David Trueba será uno de sus guionistas. Un lujazo.

Esta esperpéntica noticia sobre un director mediocre que sigue trabajando y consigue financiar películas que no ve ni Cristo, me sirve para hablarles de un buen reportaje para El País publicado ayer. En él, Javier Martín maneja unos datos sobre el cine español muy escalofriantes. A PRISA ya no la reconoce ni la madre que la parió. Lean unos extractos:

Quizá para explicar el fenómeno de tanta película española que no se proyecta o que atrae a menos de 100 personas hay que recordar el sistema de ayudas oficiales a la industria del cine. Ayuda del Gobierno central, ayuda de los Gobiernos autónomos, ayuda, por obligación legal, de la televisión pública estatal, de las autonómicas y de las privadas... Así hasta tener la sensación de que igual se hace cine como se cultivaba el lino, para recaudar subvenciones, aunque luego ni se recoja el lino ni se proyecten los filmes.

Cualquier rodaje en España, al margen de su calidad, tiene derecho a que la Administración central le dé (previa justificación) el 15% de la taquilla (con límite de un millón de euros) y el 33% de la inversión del productor, aparte ayudas autonómicas y de televisiones (203 millones en 2008).

Siempre ha habido ayudas al cine, pero las de las televisiones no se implantaron por ley hasta 1999. Pronto se vieron los frutos: de producir 65 títulos en 1998 a 106 en 2001. Pero el incremento de títulos no repercutió en el taquillaje. Hoy, pese al aumento de la población en cinco millones, hay cuatro millones menos de espectadores y 108 películas más, una sinrazón. Otra, Cataluña produjo el año pasado más filmes que el Reino Unido (77 contra 66), al margen de coproducciones.

Año tras año, alrededor del 20% de la producción nacional no llega al cine o reúne a menos de 100 espectadores. ¿Qué pasa con el fracaso económico? En teoría más de una productora debería quebrar cada año, pero no. El pasado año, según Cultura, se rodaron 173 largometrajes. De todos ellos, 24 tuvieron menos de 100 espectadores; otras 46 aún no se han estrenado, lo que, a mes de mayo, no presagia nada bueno. De las películas rodadas en 2007, 20 continúan sin estrenarse. Se rueda demasiado, según los productores; pero ése es sólo el segundo problema, el primero es que los españoles no van a ver películas españolas. La cuota de cine autóctono no encuentra parangón en el mundo. No hay país con tan poco aprecio a su propio cine.

jueves, mayo 21, 2009

LA SOMBRA DEL PODER

Una rareza. Cine maduro, un thriller trepidante, algo efectistas pero bien escrito y magníficamente interpretado. Me arrepiento de haberme metido con Russel Crowe. Un tío que ha sabido elegir proyectos como L.A Confidencial, El dilema, Master and Commander, Cinderella Man o American Gangster merece todos mis respetos. En este film hasta Ben Affleck está bien, no les digo más. Merece la pena. Puedes leer más en MI BLOG DE CINE.

martes, mayo 19, 2009

Reverte y Marsé

Si hay algo que envidio de Arturo Pérez Reverte es que no se debe a ningún pesebre, no necesita la aprobación de un grupo mediático (Vocento en su caso) o la palmadita de un editor para trabajar porque, sencillamente, podría no trabajar. Está forrado gracias a sus novelas, y eso le hace más libre que otros colegas. Pero ojo: es libre en sus artículos, no en sus novelas, descaradamente comerciales.

Es curioso el nivel de conciencia al que Reverte pretende, y no logra, llegar en sus artículos. Lo comentaba hace unas noches con NAPALM: Reverte a veces no se conforma con la puya golfa o con el lenguaje bodeguero, y muchos domingos ondea la bandera del vaya-puta-mierda-de-país-de-hijos-de-puta-en-el-que-vivimos. Y teclea con ardor guerrero sobre la cosa de la honra, el honor, el coraje, el orgullo, el valor, la autenticidad, la verdad… Y contra los fariseos, los pelotas, los trepas, los aduladores del poder y el dinero…

El domingo pasado, Reverte publicó un artículo titulado ‘Marsé vestido de pingüino’. En él hablaba del reciente Premio Cervantes, galardón al que Reverte, pingüino de la RAE, tira unos cuantos kilos de mierda. Uno se divierte al leer lo que escribe sobre González Sinde (que habla de “lectores y lectoras” y tutea a Marsé como si jugase con él al tute todos los findes) y aprende cosas ante su defensa del ex ministro Molina, alias el “fumigado”.

Ahí es donde Reverte está bien: cuando es incisivo, cuando divierte, cuando pule la anécdota… pero no cuando suelta la homilía y decora su batallador personaje con la medallita del referente moral. Escribía Reverte que no va a la cosa del Cervantes porque se ahorra “estrechar ciertas manos”. Y habla de
“expertos en mamadas profesionales, oportunistas y cantamañanas de guardia”.

Y es entonces cuando me viene el tufo de un Reverte que se ve a sí mismo como un escritor sin tacha, insobornable y fiel a sus sólidos principios, y me da un poco de grima. Yo, que tengo algunos años, no olvido la telebasura y la radiobasura que protagonizó Reverte (él mismo lo reconoció), y tampoco olvido, al leer sus ingeniosos artículos, que como novelista es anodino. Opino lo que él opina de Umbral (“Como novelista era inexistente”), aunque ya le gustaría al papá de esa cosa llamada La tabla de Flandes parecerse al autor de Las ninfas.

Podría Reverte rebajar la mala uva, guardar su Kalashnikov un tiempo y ser un poco más coherente. Ejemplos de digna coherencia todavía los hay, y se disfrutan por lo extraño del fenómeno. El propio Juan Marsé, sin ir más lejos, repartió estopa contra todos los que han adaptado al cine sus novelas, y se quedó tan pancho el viejo, y se le aplaude por ello, por raro, por único.

Reverte es autor de novelas mediocres que se han convertido en mediocres películas. Lo que perpetró Polanski en La novela puerta es de juzgado de guardia y lo que hizo Díaz Yanes con Alatriste es sencillamente malo. Y sólo son dos ejemplos de una filmografía de llorar de pena. No recuerdo disconformidad alguna por parte de Reverte, amigo de productores patrios, ante muchas de sus adaptaciones.
El nivel de conciencia al que parece querer llegar en sus artículos no existe en estos casos, y hasta se le puede ver sonriente, enrollado y muy cómplice en las ruedas de prensa de los peliculeros. Y de los políticos y de las políticas.

Las hemerotecas y los archivos sonoros y visuales no mienten y uno debe andar con cuidado al dar caña a otros cuando uno mismo ha sido cómplice de prosaicos chiringuitos comerciales y de cierta propaganda.

Escrito el domingo 17 de mayo de 2009

MIS DIBUS


GRANDES PENSADORAS

La Ley del aborto "garantiza el derecho sexual y reproductivo", porque "previene embarazos no deseados" y busca permitir disfrutar de la sexualidad "de forma segura".

(Leire Pajín)

"Un feto de trece semanas es un ser vivo, claro, lo que no podemos hablar es de ser humano porque eso no tiene ninguna base científica. No se legisla sobre la confianza, las emociones o los sentimientos. Son cuestiones que llevan a encrucijadas morales, pero al Gobierno no le compete el ámbito de los sentimientos".

(Bibiana Aído)

lunes, mayo 18, 2009

ZPromesa

Mientras me pegaba la paliza que supuso mi nueva mudanza, escuché parte del debate sobre el estado de la “nación” por la radio. Me resultó acojonante palpar lo que se cocía en el congreso. No podía creer que un presidente tan patrañero e inepto, el más inepto de nuestra democracia, y con la terrible situación de su país, saliese airoso y ganase el rifirrafe con Rajoy, alias “Don sentido común”.

No sé a qué espera el ingenioso mamporrero Losantos para llamarle “Marianico el corto”, y no por bobo, que no lo es, sino por político pequeño, diminuto, insignificante. El mayor partido de la oposición la diñó porque se ciñó a la cosa económica, que la entienden cuatro y Aznar, que nos podría sacar del abismo según dice en uno de sus mesiánicos libros. En sus broncas intervenciones, Rajoy obvió actuales temas sociales, éticos, religiosos y morales. Que luego le llaman fascista, ¡a ver qué va a ser esto!

Afortunadamente, hay quien hace mejor su trabajo, como Rosa Díez. UPyD ha pedido al gobierno respuestas sobre los gastos que, en tiempo de crisis, supone ese invento propagandístico llamado Ministerio de Igualdad. Y han tenido que responder. Y estas son las cifras: sólo la adaptación de la sede costará 750.000 euros, los ordenadores 100.000, los carteles 30.000. Sólo en el logotipo se han fundido 3.000 euros. Sólo este año el ministerio de Bibiana Aído nos va a costar 883.000 euracos.

Y todo ello sin contar, ojo, con lo que costará el personal que aun no ha sido contratado para fines igualitarios. Aído ha trabajado hasta ahora con gente de su confianza y con personal del Ministerio de Trabajo y de Medio Ambiente (¿?). Según recogía El Mundo, Rosa Díez ha dicho que estos gastos son “criticables, pero de manera especial en situaciones de crisis económica o de déficit público”, y no le falta razón.

Cada ocurrencia de ZPromesa nos sale por un pico a todos, cada una de sus ofrendas presupone un “grupo de trabajo”, un presupuesto, gastos y gastadores, dietas, logotipos, campañas de imagen… Y mientras, el país a punto de irse por el retrete. Pero, ay amigos, las encuestas le favorecen. La máquina todavía funciona a la perfección. Así que, además de estar en el precipicio, vamos a tirar de la cadena.

Escrito el sábado 16 de mayo de 2009.

MATEO


Nació el sábado 16 a las 4 de la tarde. Felicidades Ana y Jose. Y a sus tíos Jon y Vero.

jueves, mayo 14, 2009

Dos cursis: Amenábar y Millás

Ayer mi amigo William me preguntó si había leído el reportaje de Juan José Millas sobre Alejando Amenábar publicado en El País Semanal. Le dije que no, que ni ganas, y él respondió que no tenía desperdicio alguno. Por lo ridículo. Esta mañana me he topado con el texto en la red. Y es demasié. Cuánta razón tenía mi amigo.

¿Qué te ha pasado, Millás? Cuentas que Ágora, la nueva película de ‘Alejandro el grande’ (así lo aclamaban en la portada del dominguero suplemento), film de época y sobre religión y astrología, nació en un viaje a Ibiza en el que el director de esa horterada llamada Mar Adentro “descubrió la Vía Láctea”. Atención a uno de tus primeros párrafos: “Una noche, tumbado en la cubierta de un barco en el que se dirigía a Ibiza, Alejandro descubrió de súbito, en medio de la oscuridad, la Vía Láctea. Y aunque la galaxia se encontraba a miles de años luz, en el hondo cielo, le causó la misma impresión que si la hubiera descubierto dentro de sí. (…) Dijo que si miras hacia arriba y logras sentirte bañado, hundido, empapado por ese puré de estrellas que es la Vía Láctea, como le ocurrió a él en aquel barco, no tienes más remedio que aceptar la existencia de otras vidas más allá de los confines de la Tierra”.

Quién te ha leído y quién te lee, Millás, con lo que me gustabas hace años… Te pones profundo, como tu entrevistado, inventas a tu manera el personaje de Amenábar y lo inventas mal. Y llegas a escribir, con cuatro pobres recursos, que “hasta hace cuatro días” el director “continuaba compartiendo piso con un par de amigos de la época de la facultad, en plan estudiante, pidiendo pizzas para cenar”. Hay que tenerlos cuadrados.

Cuentas, Millás, que Alejandro es un desarraigado. ¿Razón? ¿Justificación de su tesis? Porque siendo joven “empieza a compartir pisos con distintos amigos”. Poco después llegas al despotorro: “Durante aquella época se movió por varios pisos del centro de Madrid (más desarraigos) y a veces tenía que dormir en el suelo de las habitaciones que le prestaban. Hace poco Amenábar decidió independizarse (¿un desarraigo más?). En la actualidad (por primera vez en su vida) vive solo, lo que no le resulta fácil, pues es miedoso. Aunque algunos de sus amigos le han propuesto volver a compartir piso, ha decidido que no, que se va a enfrentar a la soledad y a las turbaciones que comporta. A ver si puede”.

"Te parecerá una tontería", añade 'Alejandro el grande', "pero después de aquel viaje a Ibiza y del descubrimiento de la Vía Láctea me resultaba muy reconfortante irme a la cama todas las noches pensando que estaba rodeado de vida". Lo dicho: demasié.

miércoles, mayo 13, 2009

Descuidos de Pedro Pérez

La enmienda parlamentaria que ha presentado recientemente el PP, y que al gobierno ZP le ha parecido razonable, propone algo que hace años lleva pregonando el amigo Carlos Pumares: que el 5% que están obligadadas las televisiones a invertir en cine español se pueda invertir en las series o tv movies de las cadenas. Aunque sean una castaña, que los son, estos productos son la verdadera industria audiovisual del país y dan de comer a decenas de miles de profesionales.

Puedes leer más sobre el tema en MI BLOG DE CINE.

ME MUDO

En el mismo edificio.

Lo viejo:





Lo nuevo:



Estoy ilusionado. Aunque menuda riñonada...

martes, mayo 12, 2009

Bibi y Trini, gobernantas

Reacciones adversas:

Náuseas, dolor hipogástrico; fatiga; cefalea; sangrado no relacionado con menstruación. Implante: depresión, modificaciones del estado de animo y libido; migrañas; palpitaciones, dolor torácico; HTA, venas varicosas; disnea; molestias abdominales; acné, dermatitis de contacto, alopecia, hipertricosis, exantema, prurito, cambios de pigmentación; síntomas urinarios; vaginitis, quistes ováricos, nódulos mamarios benignos, secreción mamaria; picor en lugar de inserción, dolor de espalda, pérdida de peso.

(No las producen estas dos, sino la píldora del día después, que gracias a ellas se va a poner a disposición de las adolescentes sin exámenes y sin explicaciones de ningún tipo)

Fusilado del blog de Santiago González, que ha dicho lo que muchos pensamos:

“Nos está gobernando una cuadrilla que es capaz de cualquier cosa, por incongruente, aberrante o estúpida que parezca”.

lunes, mayo 11, 2009

Eso será otra cosa

El fin del cine como lo conocimos… ¿A alguien le importa este tema a estas alturas? No me extraña que las editoriales me den calabazas cuando les mando mi último libro, que de eso trata, el pobre… Comencemos citando a Woody Allen: “Daba gusto ir al cine y eso ya no pasa. Las generaciones más jóvenes carecen de cultura cinematográfica y de una relación familiar con el gran cine. El cine que les gusta no me interesa”.

Sigamos con Alex Faundez, de la revista Imágenes. Decía así en su última crónica: “Las encuestas previas al estreno de La sombra del poder demostraron que el público ya no tiene interés alguno en dramas adultos, algo obvio si se echa una mirada a la taquilla de este año, que muestra un asqueroso interés de las audiencias por comedias estúpidas y malas películas en general”.

“Los ejecutivos de Universal Pictures, conscientes de que los más de 60 millones de dólares que han invertido en La sombra del poder serán muy difíciles de recuperar, indicaron a ‘Los Angeles Times’ que cada vez será más complicado para un director o productor convencer a un estudio para que financie cine inteligente y adulto. Y la culpa no es de Hollywood, sino de su público. Que quede bien claro”.

Tiene razón Faundez, pero yo iría más allá: la culpa del fin del último gran Hollywood (años 70) fue de la industria, que quería más Tiburones y menos Toros salvajes, ¡pero al menos Tiburón era magistral! Hoy la industria sólo existe para ese público nada exigente. Es su niñera o es su dealer.

Nos quejamos de la falta de talentos y de la falta de talento de los que deben descubrir talentos, pero poco se habla del público. Poco se estudia la importancia que tiene para las decisiones empresariales esas legiones que abarrotan las salas para ver los blockbusters de turno, sus efectos digitales y esos personajes y tramas con la complejidad de un sacapuntas.

El insolvente cine español siempre ha ido a remolque del yanqui, con truños tipo REC o Los crímenes de Oxford. Acabamos de vivir dos nuevos ejemplos del nivel al que ha llegado nuestro público y su cine: Mentiras y gordas y Fuga de cerebros. Dos taquillazos. Dos películas de mierda.

Dicen los que saben de tendencias de mercado que hacia eso vamos, igual que los yanquis: hacia un cine más manso, más infantil. Creativamente indigente. ¿¡Todavía más?! Pero dicen mal, porque eso ya no será cine. Eso será otra cosa.

GRANDES PENSADORES


“Lamentamos comprobar que importantes compañías discográficas y artistas de prestigio se apunten a dar credibilidad a una propuesta degradante por arañar, respectivamente, un dinero facilón y unos minutos de prime time. Exigimos el reconocimiento de la música como un bien cultural y no sólo como un objeto de rentabilidad inmediata”.

(Fragmento del manifiesto "Otro timo No", firmado en 2002 por, entre otros, Ramoncín. Ahora este “cantante” se sienta cada semana en el jurado del reality de Telecinco)

jueves, mayo 07, 2009

Conversaciones con Woody Allen (y II)

Uno de los mayores logros personales y profesionales de Woody Allen fue mostrar una absoluta indiferencia hacia el éxito y, “desgraciadamente, hacia la vida en general”. Al rechazar la fama y sus premios, logró un milagro en Hollywood: trabajar sin interferencias creativas, aunque sí con algunas trabas económicas. El sacrificio mereció la pena.

En una ocasión, un ejecutivo se plantó delante de él explicándole “lo que funcionaría” en una de sus obras. Su respuesta fue: “A lo largo de mi vida he ganado más de un millón de dólares sin necesidad de escuchar a hombres vestidos con traje azul”. En otra ocasión, un tipo interesado en financiar uno de sus proyectos le pidió una sinopsis de cinco páginas. Respuesta: “Yo no escribo sinopsis de cinco páginas ni para mí”.

Desde que dejó aquellos tronchantes films setenteros para pasarse al cine más “serio”, Woody fue atacado por aquellos que no entendían que perdiese el tiempo con ese tipo de cine. En estos casos, Woody siempre respondía “Supongo que estás en lo cierto” para, posteriormente, seguir haciendo lo que se le ponía en el clarinete. Y lo gracioso es que volvió a esas comedias ligeras y entonces la gente le preguntó: “¿Por qué te ha dado por hacer comedias ligeras?”

En fin, como dice él, “hay que hace lo que a uno le pide el cuerpo, y si a la gente le gusta, tienes suerte”. Y cuando no tienes suerte te odian, pero no pasa nada. “Si tu trabajo no tiene éxito o no gusta, te van a odiar y no tienes ningún derecho a esperar que no lo hagan. La gente tiene todo el derecho del mundo a odiarte”.

En un discreto estreno de Otra mujer, en 1987, Woody se sienta con la gente en el patio de butacas, entre ellos setenta y cinco técnicos del film. Woody los señala y dice: “Hay más gente aquí de la que verá la película”. Es una anécdota real. Hay pocos artistas como él, pocos que se estrujen tanto la cabeza para saber si su historia gustará y que, paradójicamente, piense menos en el público.

“Richard Schickel escribió en una ocasión un ensayo muy bueno sobre mí en el que decía que mi público me abandonó. Pensé que eso era lo único en que se había equivocado, pues fui yo el que los abandoné a ellos, y no ellos a mí. Resulta irónico que haga películas con fines de evasión, pero no es el público quien se evade, sino yo. A veces cuando me miro en el espejo y me veo reflejado en él me digo: ‘Eres Allan Konigsberg, de Brooklyn. ¿No deberías estar comiendo en el sótano?’” (Ríe)

Tenemos derecho a odiar al Woody actual, pero hay que reconocer que ha trabajado como un jabato y que ha sabido aprovechar su suerte. Como él mismo reconoce, los juegos de magia que estudió al dedillo en su infancia le han funcionado, porque en una casa de putas como Hollywood ha dado el pego durante décadas, sus trucos han colado y ha seguido haciendo lo que le ha dado la real gana. ¡Abracadabra!

CONVERSACIONES CON WOODY ALLEN (I)

Escrito la noche del miércoles 6 de mayo de 2009.

miércoles, mayo 06, 2009

Conversaciones con Woody Allen (I)

En este blog me he ocupado de Woody Allen. A veces para darle caña por su decadencia creativa, otras para recordar lo grande que fue. Aquí hablé de Manhattan, de la que se cumplen ahora 30 años. En ella Woody se olvidó mencionar, en su famosa “lista de cosas por las que merece la pena vivir”, al hijo de su personaje. Woody reconoce este descuido en el libro ‘Conversaciones con Woody Allen’, de Eric Lax, obligado para el interesado por el buen cine y por los mecanismos de la comedia, por los trucos de magia de uno de sus grandes brujos.
¿Qué saca uno en claro del libro además de lo que ya sabía sobre este hombre? Que le importa más su vida privada y su familia que la fama y el dinero, que vive por y para su trabajo y que hacer comedia no es escribir e interpretar a un tipo patoso e hipocondríaco una y otra vez. Hacer comedia, básicamente, es PENSAR. Conozco a gente con el don para la comedia. Y son personas tan raritas que, como Woody, se dedican más a pensar que a “hacer”, algo que la sociedad siempre exige.

Woody es de esos: dando un paseo, sentado en un banco, bajo la ducha, tumbado en la cama… piensa hasta que se decide por una de las muchas ideas que tiene en mente. Así lo explica: “La labor del guionista es en gran parte muy dura. Incluso mis hijas pequeñas, que tienen cinco y seis años, dicen (pone una voz infantil): 'Papá se va a la habitación a pensar'. Y yo digo: '¿Y cuando vosotras vayáis al circo, qué voy a hacer yo?'. (Poniendo de nuevo voz infantil): 'Vas a pensar'”.

Es un currante del cine a película por año, no para nunca. De hecho, desde que empezó no ha parado jamás, ni en los momentos más duros, como aquel escandaloso y mediático divorcio con Mia Farrow. Woody se mantiene siempre ocupado: tiene sobre la mesa ideas para rodar un film en Barcelona, otro en París, otro en Nueva York y otro en Londres. Si no se da un rápido OK a alguno de los guiones, puede escribir una obra teatral, un artículo para The New Yorker o sus memorias, que no las descarta. Lo de escribir novela sí, no se cree válido: “La literatura es algo ajeno a mí”.

Por lo general, localiza, rueda, monta, estrena, escribe y vuelve a localizar sin pausa. Y a veces, en esa velocidad, surgen obras maestras como Maridos y mujeres o tonterías como Scoop. Depende de la racha y de la inspiración. Woody se lo curra, sabe lo que es sudar la gota gorda desde que trabajaba en la tele, no sabe engatusar a musas y “moja la pluma en sangre”, como decía su admirado Tolstói. “Me veo como un profesional del cine que ha optado por la vía de estar constantemente en activo en lugar de convertir mis películas en un acto especial de alfombra roja cada tres años. No soy ningún cínico y disto mucho de ser un artista. Soy un trabajador con suerte”.

En un libro sobre Woody Allen (y este abarca entrevistas realizadas durante toda su carrera) no puede faltar la religión, tomada en broma o en serio en decenas de sus obras. Sobre ella, dice: “Tenemos que aceptar que vivimos en un universo sin Dios y que la vida carece de sentido y que a menudo es una experiencia terrible, brutal y sin esperanza, y que las relaciones amorosas son durísimas, y que aun así tenemos que encontrar la manera, no sólo de hacer frente, sino de llevar una vida decente y moral. La gente religiosa no quiere reconocer la realidad que contradice sus cuentos de hadas. Y si vivimos en un universo sin Dios (ríe), ellos se quedan fuera del negocio. Por falta de liquidez”.

Artículos relacionados: 15 RAZONES y EL ROSTRO DE TRACY

CONVERSACIONES CON WOODY ALLEN (II)

Escrito el domingo 3 de mayo de 2009.

lunes, mayo 04, 2009

Rosa tiene una pregunta

Presidente de TVE: “Tengo una pregunta para usted” no es un programa parlamentario ni de cuota.

Rosa Diez: A lo mejor es que si piensan que yo voy a ir a ese programa va a bajar la audiencia. No hay criterio profesional, hay sectarismo.