lunes, abril 20, 2009

‘El capitán salió a comer y los marineros tomaron el barco’

Un escritor que conozco está llamando a la gente y diciendo que teclea 5 horas todas las noches. Y supongo que nos tenemos que maravillar por ello. Lo que importa son LAS COSAS que estás tecleando. Conocí a un tipo una vez que me dijo: ‘Follamos toda la noche’. No es el mismo que teclea 5 horas todas las noches. Pero se conocen. A lo mejor deberían turnarse, desconectar. El tipo que haya tecleado durante 5 horas folla toda la noche, y el que haya follado toda la noche teclea durante 5 horas. O quizá se puedan follar mutuamente mientras otro teclea”.

Estas frases son del libro ‘El capitán salió a comer y los marineros tomaron el barco’, de Charles Bukowski y con ilustraciones de gran Robert Crumb. Ya lo había leído hacía años, pero lo perdí y quería volver a comprarlo y reencontrarme con él. Ha sido abrirlo y no parar hasta acabarlo. No me ha exigido ningún esfuerzo. Miento: exige un peaje, que es el de su amargura. Sigue siendo triste y sincero.

Cuando el mundo aun no te ha pisoteado del todo y sigues pululando por él, haciendo que le engañas, que cumples, que eres un chico formal, el tipo de escritorcillo que pretendes ser por las noches no tiene nada que ver con lo que hizo Bukowski, que tuvo que cumplir los 51 para poder pagarse el alquiler con lo que escribía. La vida le pasó por encima y entonces empezó lo bueno.

Hay quien te cuenta que para escribir hay que salir a la calle, viajar, leer, estudiar… ¡Piden otro nuevo curro! Cuando Bukowski ha llegado a cierta edad, su Mac es un refugio, no un castigo. Se nota. “Ya tengo bastante arcilla con la que jugar. La gente me vacía. Es raro conocer a una persona inusual o interesante. Es más que mortificante; es un puto espanto constante”. Pero, ay amigos, ante ese pavor la escritura siempre merece la pena. “El mundo puede vivir mucho mejor sin escritura que sin fontanería. Claro que yo preferiría vivir sin fontanería, pero yo estoy enfermo”.

‘El capitán salió a comer y los marineros tomaron el barco’ se lee mejor que ayer y se leerá aun mejor en el futuro, porque el futuro será aun peor. Ya no hay referentes. Todo, en literatura, cine o música, es blandito, cobarde, no pasa de lo correcto. “Algunos de los nuevos creadores, algunos de los nuevos famosos… Los miro, los escucho, y pienso: ¿es esto todo lo que hay? Quiero decir, parecen encontrarse cómodos… se quejan… pero parecen encontrarse CÓMODOS. No hay ferocidad”.

Antes del final de su última obra, Bukowski, que moriría poco después, imagina con sorna un mundo sin él: “Ahí está el mundo, siguiendo con sus cosas. Y yo no estoy allí. (…) Se hará una película sobre mi vida. Me pintarán mucho más valiente de lo que soy, y con mucho más talento del que tengo. Será como para hacer vomitar a los dioses. La especie humana lo exagera todo: a sus héroes, a sus enemigos, su importancia”.


He publicado más sobre Bukowski AQUÍ y AQUÍ.

Escrito la noche del 19 de abril de 2009.


2 comentarios:

Dani dijo...

El traductor de este libro es otra figura a reivindicar: Roger Wolfe, poeta, diarista,... que tiene un par de libros realmente bueno. En mi blog colgué un texto de él a propósito de Carver:

http://danielgonzalezirala.blogspot.com/2008/09/un-poema-de-roger-wolfe.html

francisco arroyo dijo...

Quién dude de la autenticidad de los cínicos que tire la primera piedra.

Y quién dude de la blandenguería de los nihilistas que tire la segunda.

Y el que mire con paz su obra, su casa, su familia -como dice ese tipo tan bueno de Zamora- que se mee en las dos piedras.