jueves, marzo 18, 2010

Brando al desnudo

- La fama es la primera de todas las vergüenzas.
- ¿Por qué?
- Porque Dios ya sabe quién eres.


Lo dijo Al Pacino, un inmenso actor que, al contrario que otros colegas, ha sabido proteger su intimidad. El diálogo lo citó en el libro de entrevistas que le hizo Lawrence Grobel, de quien también podemos encontrar en las librerías ‘Yo confieso, Brando al desnudo’. En este libro, también de entrevistas, Grobel intentó, pretenciosamente, “desnudar” al actor de actores. No lo logró. Era una tarea casi imposible después de lo escarmentado que quedó Brando por culpa del despiadado y magistral perfil que hizo de él Truman Capote, del que Grobel también hizo un libro de entrevistas. El libro de Grobel sobre Brando es interesante por lo brillante que es Brando, no por lo brillante que es Grobel.

Entrevistar a un actor no tiene gran trascendencia, pero ya no se fabrican actores como Pacino o Brando, que no sólo nos mostró interpretaciones colosales como actor. También como hombre fue un tipo fascinante, a veces patético, otras veces extraordinario, casi siempre excesivo. Rod Steiger dijo de él que tenía “una combinación perfecta: inmenso talento, atractivo sexual y rechazaba transigir. Se convirtió en el líder de una especie de verdad y realismo en la interpretación que nunca hubiera existido sin él”.

Tras tildar a Chaplin, con el que trabajó en La condesa de Hong Kong, de auténtico sádico, tras arrastrar por los suelos a Bob Hope por su entreguismo a los criminales que perpetraron la invasión de Vietnam y tras despotricar contra la fama y los Oscar, Brando se relaja, se pone cómodo y entra en arena política. Y lo hace con astucia, valentía y argumentos. Sólo entonces el libro se eleva.

Me llama la atención lo que Brando dice de la crítica: “Se aprende una barbaridad con los críticos y sus críticas. De un buen crítico. De los malos no se puede aprender nada. Pero Pauline Kael (crítica de referencia en los 60, 70 y 80) escribe con pasión, y para ella es una experiencia importante. Sin importar lo que les guste o no, los críticos se revelan a si mismos, como cualquier artista”. Quizás hoy Brando se retractase. Tampoco se fabrican críticos como los de antes.
Escrito el domingo 14 de marzo de 2010.
Post relacionado: BRANDO SEGÚN TRUMAN.

1 comentario:

Vicente Fernández dijo...

Es una bestia de la interpretación y ha marcado momentos en el cine que durarán siempre.