lunes, octubre 15, 2007

Cuanto más tengas, más tienes

Hoy en el curro he tenido que escribir el guión de una telepromoción para un programa de humor con mucha audiencia. No os lo comentaría si el anuncio fuese de un colchón, os lo ilustro porque lo que anunciábamos era una ONG.

Hoy me he dado asco por ver que una ONG y unos niños necesitados forman parte de la cartera de clientes entre detergentes, cremas depiladotas, coches e hipotecas milagro. Hoy me he dado asco por formar parte de esto. Hay días de esos, qué le vamos a hacer.

Afortunadamente, y de forma visionaria, Clot me ha mandado esta mañana un artículo de Antonio Garrigues Walker. Se titula ‘Dinero, belleza, salud, sexo, longevidad’ y dice:

“Hay que decirlo y aceptarlo con toda firmeza. El sistema nos ha cercado. Para no angustiarnos en exceso, la cerca que nos rodea y aprisiona es invisible e impalpable, pero no hay escapatoria alguna. Estamos dirigidos y dominados por un ansia siempre creciente y siempre -claro está- insatisfecha”.

¿Cómo puede alguien vivir dignamente si a la gente se le enseña a ignorar qué es la dignidad o a olvidarla si la conocen? ¿Cómo puede alguien vivir dignamente si nosotros mismos renunciamos a ser dignos por tener una supuesta vida digna? ¿Qué cojones es eso de una vida digna? ¿Currar (más) y gastar (más)? ¿Perpetrar toda esta inmensa mierda? Sigo con Garrigues Walker:

“Las empresas, las instituciones, todos los grupos de poder están dispuestos y perfectamente capacitados para manipular y explotar una a una todas nuestras apetencias, querencias y adicciones, ya sean naturales o inducidas, y también para generar cualesquiera otras según se vayan agotando las existentes. Se lo advierto a todos los lectores. No nos darán respiro alguno. No habrá un solo momento de calma, y aún menos de paz. (…) El único lema filosófico válido será muy simple: «Cuanto más tengas, más tienes». Y por ende, la aspiración más lógica será la de alcanzar aceleradamente la ya noble condición de nuevo rico, olvidando para siempre aquel refrán ruso, muy poco delicado, que afirmaba que «el hombre que hace su fortuna en un año debería haber sido ahorcado doce meses antes»”.

Qué gran verdad. Y que tiempos más oscuros.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo.
Cuanto menos tengas vivirás mejor.

No creo en la confabulación universal para convertirnos en borregos. Todos tenemos elementos de juicio, todos tenemos algún referente moral, como tu ahora: eres capaz de criticar.

El caso es que no nos callemos. Ahí está la gracia y la verdadera riqueza. No seremos luz, pero por lo menos somos capaces de señalar la oscuridad.

Anónimo dijo...

Na se trata de confabulaciones, Israel. Si tú fueras realmente capaz de señalar la oscuridad no hubieras estado ayer por la noche dedicando tu tiempo a ir de Blog en Blog para pasar el rato. Como dice Garrigues Sky Walker: "Puede ser cierto que un mínimo porcentaje de la ciudadanía de este mundo rico, cada vez más rico y cada vez más torpe, aún mantenga aspiraciones que puedan calificarse de nobles y que se esfuerce en comportarse éticamente o luche con buena fe por cambiar situaciones injustas. Pero la gran mayoría, pongamos para no exagerar el 99 por ciento -una mayoría además creciente, en la que usted, dicho sea con todo respeto, y yo nos encontramos- pasa de estas delicadezas y sensibilidades".


Se trata del olvido, de la cantidad de cosas que hay que olvidar a diario para fingir que somos felices. Es un in crescendo. Te olvidas de lo que soñaste, un olvido que podríamos llamar -seguro que con poco rigor, pero qué coño, estamos en un blog-"individual": Iván se olvida de que un día soñó que escribía películas (eh, no jodas Ivanchu, que aún hay tiempo). Luego viene un nivel de olvido que se me ocurre llamar "social": olvidamos que tres cuartas partes de los hombres (y hombras) son lo que Víctor Hugo llamaba miserables. Pero olvido individual y social necesitan un olvido de base: olvidar que somos seres para la muerte; que el miedo por los tiempos tan oscuros, la solidaridad, la felicidad, no sé, el amor... todo, va al final a parar al fondo de "un pozo seco en una finca malvendida".

Otis Driftwood dijo...

Garrigues WALKER, amigo Iván, no WALTER. Y antes de que me odies por putolistillocorrector, he de decir que no tengo nada más que decir, pues el tema que planteas es demasiado profundo para estas horas de la mañana, si bien te remito a la página web del Movimiento por la Extinción Voluntaria de la Humanidad: www.vhemt.org.

IVAN REGUERA dijo...

Otis: Gracias por la corrección. Y por el link. Qué cosa más rara...

Israel: Hablo de dignidad. No sé si la palabra para explicar lo que vivimos es "confabulación", pero sí que poco a poco vamos perdiendo la conciencia de lo que es digno y lo que no lo es.

Clot: Gracias por el texto y por entender bien esto. Aunque, joder, qué tenebroso te has puesto, cabrón. Me has jodido el café.

Anónimo dijo...

Otis, ya es tarde: los que te conocemos ya te odiamos por putolistillocorrector.

Otis Driftwood dijo...

"Hemos caído tan bajo que atreverse a proclamar lo obvio se ha convertido en el deber primordial de todo hombre inteligente" (George Orwell).

Como bien dice Clot, un hombre inteligente al que soy incapaz de concebir sin su apego a las terceras de ABC, vivimos en un mundo virtual en el que lo obvio está eclipsado por los mensajes salvadores de políticos y publicistas, a los que hemos dejado hacer por nuestra incapacidad e impotencia para plantear otras opciones.

De lo que estamos hablando, amigos, es del dolor de la lucidez. Como ¿consuelo?, este extracto del guión de "Lugares comunes", de Aristaráin: "La lucidez es dolor, y el único placer que uno puede conocer, lo único que se parecerá remotamente a la alegría, será el placer de ser consciente de la propia lucidez".

Ahora bien: “El despertar de la lucidez puede no suceder nunca, pero cuando llega, si llega, no hay modo de evitarlo. Y cuando llega, se queda para siempre. Cuando se percibe el absurdo, el sinsentido de la vida, se percibe también que no hay metas y que no hay progreso. Se entiende, aunque no se lo quiera aceptar, que la vida nace con la muerte adosada, que la vida y la muerte no son consecutivas, sino simultáneas e inseparables. Si uno puede conservar la cordura y cumplir con normas y rutinas en las que no cree es porque la lucidez nos hace ver que la vida es tan banal que no se puede vivir como una tragedia”.

La solución, quizá, radique en la Educación, materia en la que España se encuentra en el más absoluto subdesarrollo, con sucesivos gobiernos más empeñados en cambiar leyes y sistemas de los anteriores que en hacer de colegios y universidades lugares donde, por acabar con la mencionada película, "despierten en sus alumnos el dolor de la lucidez. Sin límites. Sin piedad".

Y dejad de plantear temas tan interesantes que no pego ni chapa en el curro.

IVAN REGUERA dijo...

Otis: con el cierre de tu blog la red a perdido a un gran tipo, pero yo he ganado un gran comentarista. He puesto la cita de 'Lugares comunes' en la portada del blog. Buena jornada a pesar de estas distracciones.

IVAN REGUERA dijo...

Otis: No, prefiero poner en portada la de Orwell. Es mucho más contundente.

Anónimo dijo...

Es que muchas ONGs se han convertido en empresas, cómo no se van a anunciar. Hay personas que trabajan en algunas de esas organizaciones, los oenegetas, que tienen unos sueldos que para sí quisieran muchos españolitos de a pie, que no tienen la suerte (o desgracia) de ser tan solidarios.
Eso en los casos menos sangrantes. En los peores son mafias como otra cualquiera. Anesvad e Intervida, dos de las más pujantes, están envueltas en el escándalo últimamente. En el caso de ésta , parece ser que desviaban sus cuantiosos fondos, no para socorrer al necesitado, sino para proyectos inmobiliarios y construcción de colegios de élite para gente rica en Sudamérica. Estamos hablando de una minucia, 45 millones de euros. Fondos que se nutren de personas solidarias (y estafadas), pero también, no lo olvidemos, de subvenciones públicas.

Unknown dijo...

Clot: no sé por qué cree usted que paso el rato yendo de blog en blog. Esa actitud de superioridad es la que crea enfrentamientos. Tal vez de noche es cuando puedo, ahora, visitar la red. Y tal vez lo haga buscando textos como el de Iván para poder comentar algo.

Que le cunda.

Anónimo dijo...

Ok, Israel. No te enfades, no quería ofenderte, de verdad. Te pido disculpas. Saludos.