Conozco a Alex de la Iglesia desde que firmaba unos tebeos underground. Creo recordar que su personaje principal era un monstruo mutante que vivía en la entonces fétida ría de Bilbao, su ciudad natal. Ese joven dibujante pasó a ser conocido gracias a un corto en blanco y negro en el que Alex Angulo masacraba a los clientes de un bar. Mirindas Asesinas.
El corto fue como un tiro y le valió de pasaporte para que Almodóvar le produjera Acción Mutante, un film irregular pero valiente y que dejó al cine español patas arriba. Fue en plena irrupción del nuevo cine español hecho por vascos de principios de los noventa. Tras esta gamberrada, llegó su consagración con El día de la bestia, un film cachondo y magníficamente rodado que planteaba que el diablo se había mudado del edificio Dakota de La semilla del diablo a las madrileñas Torres KIO. Y arrasó con razón.
Muy pronto llegó la decadencia. Tras este arranque, De la Iglesia no dejó de hacer películas infantiles, mediocres, carentes de alma, sainetescas, pobres, malas. Una detrás de otra. ¡Cómo es Los crímenes de Oxford, dios mío! ¡Y esa serie del espacio!
Ahora ese joven fanzinero, Don Alex de la Iglesia, es el flamante Presidente de la Academia de Cine de España, un cargo que lleva a cuestas aceptando el boato que le caracteriza. Y ahora ese escandalizador, ese amante de la violencia gratuita y el chiste grueso a costa del poder ha sido recibido por el Rey de España. Y se ha acercado a Su Majestad para pedirle, por favor, que vea cine español, que está muy bien. Y ha sentenciado que el cine español es un “activo estratégico para el país” (¿?). También le ha regalado un Goya como de mentiras. En fin.
No obvió que sus colegas se están devorando entre ellos a costa de la “nueva” Ley de Cine, a la que acusó de “poner en serio peligro la propia existencia de nuestro cine en un plazo muy breve”. El apocalipsis. De la Iglesia, supuesto provocador en sus inicios, ha acabado siendo otro lechuguino oficial.
viernes, noviembre 27, 2009
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6 comentarios:
Juan Manuel de Prada en un artículo del Semanal, no paraba de soltar grandezas sobre este hombre del que personalmente sólo me gusta "El día de la bestia"; creo que va siendo hora de que (si merece la pena) se recupere la vida de un auténtico outsider en el fantástico español, y es Paul Naschy (de quién asombrosamente y por no estar en el establishment, nuestro amigo Plaza y Balagueró, tanto reniegan, ellos que lo han visto todo, y saben más que nadie)
Es una trayectoria común. Lo raro es lo contrario: en la juventud saludar al rey y en la vejez coser fanzines. Es cierto que esos tipos de vuelta -Ridruejo, por ejemplo- acaban siendo más interesantes. Pero lo de este orondo fulano es de brisca.
¿Qué se supone que debe hacer alguien que es Presidente de la Academia de Cine de España, decir que nadie vaya a verlo? :DDD
¿Activo estratégico? ¡Ja ja! Esto me recuaerda demasiado a otra época, los años 50 cuando el sueño de un empresario era que su actividad fuese reconocida como estratégica o de interés nacional y así conseguía estar bajo la protección del Estado y del Caudillo.
Sin duda Alex de la Iglesia no se ha enterado de que ahora el jefe del Estado ya no es Franco (aunque tenga al Jefe de Estado actual delante).
Las pelis de Alex de la Iglesia no tienen gracia. Creo que sus guiones son muy malos. Tipo tele. Yo creo que Maribel Verdú va a ser presindenta de la academia tb.
Dani: Conocí a Naschy en Bilbao. A él le hice una de mis primeras entrevistas. Esta cascado por un infarto. Y no sé si Paco y Jaume reniegarán de él, pero desde luego sus pelis eran más entretenidas y menos pretenciosas. Eso sí: los truños que ha rodado no se los quita nadie.
Francisco: Lo de ser borroka de joven y carca de mayor es la norma, pero me quedo con la rarísima evolución a la contra.
Explorador: se supone que lo que debe hacer alguien que es Presidente de la Academia de Cine de España es NO MENTIR: “Hacemos bien nuestro trabajo, pero vamos a hacerlo mucho mejor".
Weidner: Alguien le habrá chivao eso del 'activo' y el hombre se nos ha emocionado, en plan Saza en La escopeta nacional.
Natxoman: Un capítulo de Cuestión de sexo o Aída tiene más gracia que las películas de este señor.
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