No sé si fue él quien dijo que no importa si la botella está medio llena o medio vacía, lo que importa es si contiene agua o ginebra. Igual no, pero últimamente estoy gozando del mejor humor de Perich. De sus mejores diálogos, de sus mejores aforismos. Perich fue un genio, una rareza en su gremio. Sobre el alcohol escribió frases y diálogos gloriosos:
¿Cómo no beber si nos ha tocado vivir en una sociedad capaz de hacernos consumir bebidas alcohólicas sin alcohol?
Beber es superior a comer porque mientras comer es una exigencia del cuerpo, beber es una exigencia del alma.
La iglesia te come el coco y el alcohol el hígado. Que cada uno decida el órgano que prefiere conservar.
- … Y gané un campeonato de tenis y me dieron una copa.
- ¿De whisky?
- ¡De plata!
- Jamás entenderé a los deportistas.
- Y le dije: ¿Quieres tomar un whisky? Y me contestó: no gracias, no tengo sed.
- No es posible…
- Total que le volví a subir las bragas y a la calle.
- ¡Claro!
- ¡Hay cosas y cosas!
miércoles, junio 02, 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Hay toda una cultura del alcohol. Yo le doy al alpiste que da gusto, pero siempre por placer y porque quiero. Detesto a los talibanes de la salud pública. Dentro de poco, Ley Antitabaco que no permitirá fumar ni en los parques. El alcohol es el siguiente totem a derribar.
Por cierto, yo no fumo.
Strafford: Yo es ver a la Trini por la tele y darle, de la misma, al bebercio y al tabaco. Esa tía es malísima para mi salud.
Un puto genio el Perich, desde luego.
Núnca suficientemente reivindicado en este país de cainitas.
Brindo por ello.
Sergio: Muy pero que muy superior a capos como Forges o Mingote. Brindo contigo.
Publicar un comentario