Así tituló Rafael Sánchez
Ferlosio un artículo en 1984. Un cuarto de siglo después, con la segunda
victoria del PP, intelectuales ligados al PSOE clamaron por que no desapareciera el
Ministerio de Cultura (un rumor) porque para ellos el Estado siempre ha sido
igual a industria cultural. En el fondo, en ese grito de alarma se escondía la
necesidad de salvar un status quo diseñado por ellos mismos y amparado durante
décadas.
Un ensayo muy comentado en la
red es el libro colectivo ‘CT o la Cultura de la Transición’ (2012). La CT es un término acuñado por Guillem Martínez para nombrar la cultura
hegemónica en España en los últimos 35 años. Su tesis: en los setenta, el país
vive la adhesión sin aristas de la izquierda al nuevo poder surgido de la
transición, es testigo de la creación de un mundo cultural pautado, un tapón
cultural que ha convertido a miles de artistas en marginales y a unos pocos en
oficiales.
La relación es la siguiente:
la cultura no se mete en política salvo para dar la razón al Estado y éste no
se mete en cultura salvo para subvencionarla, premiarla y darle honores. El
resto es lo problemático, lo marginal. Lo que está cerca de la CT (y sus festivales, museos, universidades, revistas,
televisiones, emisoras, productoras o editoriales) es aceptado porque es DE LOS
SUYOS. Lo que está lejos NO ES CULTURA, no hay que tomarlo EN SERIO.
Así, el Estado es el motor de
la cultura, que es vertical y no horizontal. Así, la cultura forma parte del
proyecto político del Estado o de los reyezuelos de las taifas autonómicas
(véase las CT vasca, catalana, gallega, andaluza o valenciana, de las que casi nada
se habla en el libro). El gusto cultural y lo culturalmente correcto lo decide
el Estado, que genera una cultura servil. El éxito en España, como escribe
Guillemo Zapata, es un mecanismo en el que las esferas de la empresa, la
cultura, la política y los medios se entremezclan. Y se crean para ello lugares
de éxito: portada de El País, película con todos los Goya, la gira musical del
año…
Este ensayo tiene muy pocos
referentes porque pocos se han atrevido a indagar hasta la fecha en el asunto.
Y ha sido o por miedo o por rechazo, porque muchos creerán que no hay tal CT.
Puede que el mejor referente sea Sánchez Ferlosio, de los primeros en denunciar
una cultura domada por el Estado. La desactivación de la cultura fue especialmente
escandalosa en el referéndum de la OTAN, donde pocos intelectuales cuestionaron el bandazo ideológico
de Felipe González, aquel presidente enrollado que invitaba a la bodeguilla a
Umbral, a Miguel Ángel Aguilar, a Javier Pradera, a Coll, a Aute, a Teddy
Bautista y a Ramoncín. Ellos fueron los cruzados de la CT y a ellos se les unieron Caro Baroja, Chillida,
Antonio López, Semprún, Juan Cueto, Marsé, Goytisolo, Pombo, De Villena, Sancho
Gracia, Panero…
Fueron los años en los que a
Javier Krahe, del que también se olvidan en el libro, le cortaron el micrófono
EN DIRECTO mientras cantaba la canción anti-Felipe Cuervo Ingenuo. “Tú actuar radicalmente, Tú detener por
diez días, En negras comisarías, Donde mal trato es frecuente”. Pocos en esa época fueron tan osados y pocos como él
fueron tan marginados. Loquillo sufrió algo análogo aunque menos feroz con Ojos vendados, un tema censurado que
también denunciaba torturas en comisarías. España era una fiesta, y quien la
aguara lo pagaba caro.
Puede que hoy la
globalización y la red (esa red que la Ley Sinde, que es pura CT, quiso amputar) estén logrando, poco a poco, que la
cultura cambie de vertical a horizontal. Al menos lo deseo. Revistas, libros,
discos o películas CT han dejado de venderse, de influir, de tener legitimidad.
Puede que el capitalismo global se haya cargado la aberrante excepción española.
No comparto todas sus tesis,
pero ‘CT o la Cultura de la Transición’ es un libro que hay que leer. Es un trabajo
demasiado ambicioso y pretencioso, pero necesario por lo que se plantea. Se
equivoca en algunas salidas de tiesto (como comparar España con Corea del
Norte) y en dar al 15 M una importancia que no tiene, pero el suyo es un
debate que muchos echábamos en falta. Gracias. Escrito el sábado 17 de agosto de 2013.
2 comentarios:
Comparto!
Buen artículo. Al leerlo me he acordado de aquel debate de "La tuerka" titulado "El mundo de la cultura ¿Vendidos o comprometidos?"
Link aquí: http://www.youtube.com/watch?v=pEWWcr-TjTk
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