lunes, noviembre 16, 2009

Grandes pensadores: Guerra y paz

Da igual el cargo, el bando o la secta. Comportarse o hablar como un cretino no tiene que ver con las ideologías. Pongamos dos ejemplos de la semana pasada. El primero habla de la guerra, el segundo de la paz. El primero es chancero de la derecha más casposa, el segundo es máximo representante de la izquierda vacía.

La guerra, según Alfonso Rojo: “Después del secuestro del Alakrana, hay que bombardear y dejar como una era Somalia”. Lo dijo en Intereconomía.

La paz, según Zapatero: “La caída del Muro de Berlín cambió la historia y es una de las páginas más relevantes de la historia contemporánea. Debemos recordar, porque es muy bueno para la historia, que todo fue pacífico, y que a veces la lucha pacífica por la libertad, la democracia, es el mejor camino para que los cambios sean pacíficos”. Lo dijo en Berlín.

viernes, noviembre 13, 2009

Celda 211

En la foto el Resines de antidistrubios. Y toda la pelis así. Imaginen. Si bien es cierto que técnicamente la peli es resultona para un director que ha perpetrado bazofias como La caja Kovak, El robo más grande jamás contado y El corazón del guerrero, el guión, obra de Monzón y su amigote Jorge Guerricaechevarría, es de un maniqueo y un inverosímil de morirse. Pero ¿qué podemos esperar de Guerricaechevarría, firmante de obras maestras como Los crímenes de Oxford, Crimen ferpecto o Muertos de risa?

Pasen y lean MI BLOG DE CINE, que lo tenía al pobre muy abandonado.

jueves, noviembre 12, 2009

Otra vez Chinatown

Polanski, regenerador del cine europeo y después del de Hollywood, se enfrenta, anciano, a una larga pena de prisión. Su abogado ha dicho que está abatido, cansado, desanimado. Llevamos décadas leyendo sobre “El caso Polanski”, aunque deberíamos hablar de “los casos”: superviviente del holocausto nazi en Polonia, asesinato de su esposa con su hijo no nato en su vientre y posterior juicio contra la familia Manson, supuesta violación de una menor en la casa de Jack Nicholson y detención por ese delito en nuestros días. Una vida movidita, digna de cualquiera de sus nada corrientes personajes.

El complejo caso Polanski sigue desatando una tremenda controversia en todo el mundo y en diferentes sectores de la sociedad como el judicial, el periodístico o el intelectual. Cada uno con sus razones, cada uno con sus defensas o reprimendas, pero con una cruda realidad judicial de fondo: los cargos contra él eran de violación, sodomía, abuso de menores y dar drogas a una cría.

En los “felices” setenta esto suponía una pena de 50 años en la trena. Dudo, y es una suposición, que esto tenga una base legal firme, pero lo cierto es que Polanski huyó -qué gilipollez tras otra- después de cometer un supuesto delito, no cumplió sentencia y ahora su pasado lo atrapa. Como diría Jack Nicholson en su famoso clásico, donde el personaje de John Huston violaba a una menor y compraba a todos para taparlo, “Otra vez Chinatown”.

No seré yo quien juzgue a Roman, pero hay hechos que me mosquean de este caso: frente a decenas de peticiones de indulto por parte de famosos, políticos incluidos, el citado Nicholson no ha dicho NI PAPA al respecto. En esa época, Jack compartía matrimonio y mansión con Anjelica Huston, que fue única testigo del caso.

Y mientras Jack y Anjelica, dueños de aquella casa, siguen sin decir ni pío, directores como Martin Scorsese, Pedro Almodóvar, David Lynch o Woody Allen han clamado por la liberación de su colega de profesión. Y uno piensa que ni unos ni otros dan una. Ni los ultras que claman venganza y la pena más alta, ni los colegas que piden clemencia por los años transcurridos y por el “perdón” de la víctima.

Yo, y es una suposición, no creo que Polanski violase a nadie. Violar es forzar, usar la violencia. Tampoco vi nada indecente en ese Woody Allen pillado sacando fotos picantes a su actual mujer, entonces menor e hija adoptiva de su esposa Mia Farrow. Y no creo que aquella joven, hoy una señora, otorgase ningún “perdón”. Y menos a cambio de medio millón de dólares que le dieron los abogados de Roman a condición de expresar ese “perdón” públicamente.

Woody se libró tras un juicio agotador, pero todo pinta mal para Roman. Por gilipollas. Porque su cine se parece escalofriantemente a su vida. Y todo el que lo conozca sabe cómo acaban casi todas las pelis de Polanski. Mal. “Otra vez Chinatown”.

Escrito el domingo 8 de noviembre de 2009.

miércoles, noviembre 11, 2009

Veteranos

Preguntaban en el Chat de El Mundo al octogenario Christopher Lee: Señor Lee, un actor con una carrera tan dilatada como la suya ha podido ver la evolución del cine comercial desde los años 40 hasta nuestros días. ¿Cree que la calidad global (directores, guiones, actores, productores) ha aumentado o, por el contrario, ha disminuido? ¿Y el nivel de "exigencia" de los espectadores? Muchas gracias y enhorabuena por su excelente trabajo.

Respuesta de Mr. Lee: "Empecé en la época dorada del cine, en los años 40. EL cine ha cambiado muchísimo. Lo que más ha cambiado es sin duda la forma de los productores de afrontar las películas. Antes se hacían películas para todos los públicos fantásticas. Ahora todos apuestan a una audiencia muy joven, con actores muy jóvenes. Da la impresión de que nadie quiere aprender. Las películas son carísimas, los sueldos de los actores altísimos y todo depende de que la película tenga muchísimo éxito nada más estrenarse. El negocio, que debería ser sólo una parte del cine, se lo ha comido todo. Todo es negocio".

El colega Borja Crespo recuerda en su blog unas palabras de otra octogenaria: Lauren Bacall. Dice así: “Mi nieta me hizo ver Crepúsculo porque, según ella, era la mejor película de vampiros de la historia. Cuando el filme acabó, me dieron ganas de cruzarle la cara con uno de mis zapatos. En vez de eso, le regalé un DVD con Nosferatu, la obra maestra de Murnau, y le dije: ¡Esto sí que es una película de vampiros!”.

¿Nos hacemos unas pajillas?


Que levantes muros, que cierren las fronteras, que preparen las alambradas, que en este país no cabe un tonto más.

martes, noviembre 10, 2009

GRANDES PENSADORES

"Hablar de comunismo no sólo no está pasado, sino que es presente y futuro. Reivindiquemos el pasado heroico, no hay nada de que avergonzarse. Que no nos cambien la historia de Europa, que no confundan a los verdugos, los fascistas, con las víctimas, que fuimos los comunistas". (Ideas viejas de José Luis Centella, nuevo secretario general del PCE)

El amigo Sempere

Sempere, Antonio, me citó el sábado en sus columnas. Y yo sin enterarme, refugiado del granizo y el viento en mi chimenea, en Cantabria.

Antonio es de los pocos que ha leído ‘THE END, El último suspiro del cine’, mi libro fantasma, aún sin editor, invisible. Él es asiduo a mi blog, seco, acre. Yo suelo repasar las muchas fotos y breves textos del suyo, festivo, festivalero. Sempere, que sabe lo jodido que es editar en España, siempre se ha portado bien conmigo y con los míos. Este es otro caso. Un saludo, Antonio.

Se puede leer la columna en LA REGIÓN o en DIARO DE SEVILLA.

viernes, noviembre 06, 2009

El pelele

Muchos nos hemos hecho la misma pregunta: ¿De qué vive esa productora que estrena películas que no dan un euro en taquilla? Hernán Migoya nos ha sacado de dudas relatando, con extraña valentía en el cine español, su propia experiencia, una odisea que no es una excepción.

Hace unos días se presentó Soy un pelele, film dirigido y escrito por Migoya. Al pase acudieron cuatro gatos. Los responsables financieros no habían convocado a nadie. Les daba igual si se veía la película o no, ya estaba rentabilizada con el trinque de las ayudas o las teles. La empresa productora, Iris Star, lleva “estrenados” ocho títulos que nadie conoce pero se enorgullece de doblar sus pelis para que den el pego como catalanas y así poder sacar hasta 200.000 euros por “catalanidad”.

Según El Mundo, Iris Star anunció que Soy un pelele se rodaría en ocho semanas y costaría 1,2 millones de euros. El diario supone, y supone bien, cifras infladas hasta un 200% para incrementar las subvenciones. Migoya supone, y supondrá bien, que el presupuesto real podría ser de menos de 600.000 euros. Y mientras estos piratas cuadraban sus cuentas, pagaron a Migoya la miseria de 6.000 euros por el guión y 6.000 por la dirección. Y pagaron al equipo cuando y como les dio la gana. Además, quisieron imponerle un rodaje de 15 días, algo que para un largo es un suicidio.

El productor, un tal Doménech, confesó a Migoya una práctica habitual en nuestro cine: había comprado entradas de todas sus películas para asegurarse las ayudas (Cultura exige una recaudación mínima). También le contó que todas eran óperas primas (Cultura da hasta 500.000 euros por largo) y que se planteó buscar un cine de pueblo, pagar un pase y dar la película por estrenada. Así cobraba los derechos de emisión por las teles.

Podríamos decirle a Migoya que no debería haberse metido en semejante tinglado si, desde el principio, tan flagrante era la rapacería, pero también hay que valorar su denuncia y recordar que todo este despropósito no es ninguna rareza. Las subvenciones, ayudas, becas o mecenazgos son necesarios para quien empieza. Lo malo es quién se aprovecha de todo ello a costa de los creadores y trabajadores y evidenciar que todavía nadie controla este golferío. Y Migoya ha denunciado una estafa, pero aquí no va a pasar nada.

Acabo de cumplir el...

Larga vida a este blog.

jueves, noviembre 05, 2009

En toa la boca

Carta que Carmen y Ana Mª Mantecón Carrasco enviaron a la dirección de El País y de la que se hicieron eco Libertad Digital y El Mundo: "En el ejemplar de su diario del viernes 30 de octubre de 2009, página 40, hemos comprobado, con sorpresa, que bajo el título Los barrancos de la memoria, aparece ilustrado con una fotografía de nuestro padre, don Faustino Mantecón Cepedano, un artículo en el que se hace referencia al documental realizado por José Luis Peñafuerte Los caminos de la memoria,estrenado en la Seminci de Valladolid el 29 de octubre; artículo en el que se incluyen frases como la siguiente: "Un recuento del empeño de devolver la dignidad de los represaliados del franquismo". Pues bien, nuestro padre, don Faustino Mantecón Cepedano, no fue uno de los represaliados del franquismo, sino que fue asesinado en Madrid, el día 11 de noviembre de 1936, por milicianos del Gobierno de la República. De hecho, las fotografías de nuestro padre que ilustran el mencionado artículo proceden de los Archivos de la Dirección General de Seguridad del Gobierno de la República."

miércoles, noviembre 04, 2009

Hablemos del minimalismo

El de la foto es un tal Nacho Criado y ha ganado hoy el Premio Nacional de Artes Plásticas 2009. 30.000 euracos. Lo hace, atención, por "su papel fundamental en la ampliación de los límites de realización de la obra artística, la composición de un extenso universo poético y su contribución a un pensamiento estético inédito".

Dice el periódico lo que le dicta la agencia (EP), que a su vez copiapega lo que le habrá dicho algún entendido: "Es el percusor del minimalismo en España y su trabajo se dirigen hacia una ampliación y liberación de lenguaje que le permita adecuar de manera abierta y precisa la idea y su materialización dando con ello prioridad a aspectos tales como la experiencia del tiempo, la identidad y la condición híbrida de la práctica artística". Acabáramos.

Los que sabían

No soy actor, pero creo que una de las cosas más difíciles de hacer es de borracho estando sobrio. Canta soleares el que lo finge mal. De hecho, hay muchos actores que se maman de verdad para interpretar a alcohólicos.

Para hacer bien de borracho hay que saber beber. Hubo un tiempo, ay, en el que destacó en Hollywood un club formado por los que sabían. Hace unas noches volví a ver Los mejores años de nuestra vida. Es acojonante que tras todo el cine que he visto, muchas obras maestras, pueda decir que esta película sea una de mis cinco favoritas. William Wyler logró con el guionista Robert E. Sherwood una de las más grandes y perfectas películas que se hayan hecho jamás. Los dos se basaron en una novela de MacKinlay Kantor, que años más tarde ganaría el Pulitzer.

Alguien clave en esta obra fue Fredric March, que logró por este film el Oscar al mejor actor en 1947. Ya había ganado la estatuilla por El hombre y el monstruo y en 1954 incluso presentó la 26ª edición de la ceremonia.

March, cuyo personaje se pasa la peli borracho, es de esos que sabían. Su trabajo en Los mejores años de nuestra vida es de una madurez, humor, ironía, humanidad y destreza gestual verdaderamente pasmosa. Un hito.

En 1973 March estaba enfermo de cáncer de próstata. Terminal. Aun así, quiso morir con las botas puestas trabajando en un papel de, cómo no, alcohólico. Fue en The Iceman Cometh. Volvió a bordarlo.

martes, noviembre 03, 2009

The Last Hurrah

Foto del funeral de John Ford, en 1973. La que recoge la bandera es su madre. Al fondo un roto John Wayne.

Niñerías

Sigo los escritos de Pau Brunet, centrados en la industria del cine y la taquilla, muy bien documentados y argumentados. Hasta hace poco ha colaborado con el desaparecido diario SOITU y sigue con su propia web, de referencia en su segmento, en su temática. Uno de sus últimos análisis coincide con otros colegas y conmigo: el cine adulto tiene sus días contados. La tendencia del cine para críos y de inmorales presupuestos ha arrasado con todo y no nos va a dejar ni brotes verdes para ver un cine americano decente.

Brunet llega a una conclusión desalentadora: Al centrarse en el perfil infantil, por primera vez “algunas grandes compañías se verán carentes de productos de prestigio”. No va nada mal encaminado. Los Oscar han llegado a regalar 11 de sus premios a una tercera parte, la del El señor de los anillos. Los títulos de los grandes estudios ya no logran prestigio como antaño, cuando Disney trabajaba con Dalí, Paramount apadrinaba el mejor talento extranjero, Warner hacía el mejor cine social, Metro tenía más estrellas que en el cielo y Fox adaptaba a Steinbeck. Había productores, artistas y público para esos exitazos adultos, pero eso se acabó.

Aunque, como recuerda Brunet, muchas grandes compañías tienen submarcas para distribuir productos “de presigio” (Paramount Vintage, Sony Pictures Classic, Fox Searchlight o Miramax), el público de salas reduce su edad y sus exigencias cinematográficas de manera vertiginosa. Hasta hace poco los estudios pensaban en el público adulto, pero la crisis ha hecho que todo proyecto se centre en el público familiar. Y si ya era patético que Hollywood se entregase a un público de entre 10 a 20 años, ahora se infantiliza más todavía. El espectador de entre 10 y 15 años, el consumidor de juguetes, videojuegos, internet y televisión a la carta es el que va mandar en el futuro. El resto sobraremos.

Transformers 1 y 2, Hancock, Lobezno o Iron Man están hechas para ellos, para los que consiguen que la industria del videojuego genere más de 21.000 millones. Por algo Disney compra Marvel. Por algo ya nos amenazan con He-Man, un nuevo e innecesario Conan, Thor o más Transformers. Por algo Spielberg, dueño de Dreamworks y productor de Transformers, ha abandonado Paramount para distribuir con Disney. En 2009, sólo películas como Transformers 2, la nueva Star Trek, Lobezno, G.I.Joe o G-Force han recaudado 2.100 millones de dólares en todo el mundo.

Nos vamos a hartar de superhéroes, juguetes y remakes. Prepárense. Paramount, Disney, Universal, Sony, Fox y Warner cocinan un cine mucho más caro, más grande, más niño y más rentable en parques temáticos, juegos y juguetes.

lunes, noviembre 02, 2009

Adiós a López Vázquez

Si hubiese nacido en Dakota del Norte tendría los dos Oscar de Jack Lemon, otro “tipo del montón” como él. George Cukor, admirador de su talento, intentó llevárselo a Hollywood y él prefirió quedarse en su país.

Gracias, Señor López Vázquez, por quedarse y por sus curros en Novio a la vista, Los jueves milagro, El pisito, El cochecito, Plácido, Usted puede ser un asesino, Atraco a las tres, La gran familia, Los Palomos, Un Millón en la Basura, El bosque del lobo, Mi querida señorita, Viajes con mi tía, La Cabina, La escopeta nacional, Patrimonio nacional, Esquilache y Todos a la cárcel.

¡En pie, famélica legión!

viernes, octubre 30, 2009

El desencantado

Anthony Burgess, autor de La naranja mecánica, dijo de ella que “perdurará en todos aquellos que tengan la inmensa fortuna de leerla por primera vez”. He sentido esa fortuna. La novela, siguiendo la filosofía de su autor, es de filo cortante, pero nunca oímos el sonido del hacha al afilarse.

‘El desencantado’ es obra de un viejo amigo de este blog y al que perdimos este verano: Budd Schulberg. Su historia: un joven guionista es contratado por un estudio de Hollywood para escribir un estúpido guión comercial junto a una gloria literaria en decadencia. Y esa gloria es, aunque se le cambie el nombre en la novela, Scott Fitzgerald.

Retrata ‘El desencantado’ a plumillas, aduladores, siervos, arribistas y trepas de una forma pasmosamente veraz. Los productores son aquí mentirosos, cobardes, ignorantes, prepotentes y rapaces sexuales que se acuestan con jovencitas con las que comparten más de lo que parece. Sobre todo una pasión: el dinero. Ellos, los amos, son los peor parados, aunque en realidad nadie sale bien parado en la novela. Escribe Schulberg sobre el pez gordo, el gran jefe:

“No había nada que decir. Había dejado bien claro que aquella no era una conversación de igual a igual. Iba de buen tío. Lo único que hacía allí era asistir a una interpretación. Se preguntó que sabía aquel alquimista impetuoso. Se comentaba que la única forma de literatura con la que estaba familiarizado era la sinopsis. Sin embargo, poseía la capacidad camaleónica de adoptar la colaboración intelectual de cualquier idea que le entrara en la cabeza. Era un hábil ladrón de ideas, capaz de penetrar a hurtadillas en los pastos intelectuales de los demás para cuidar de sus ideas y, rápidamente, registrarlas y venderlas como propias”.

Fitzgerald, apodado Halliday en la novela, intenta superar su adicción al alcohol y ve el mundo con una mezcla de romanticismo y cinismo que a uno le suena, ay, muy familiar. Halliday, cantamañanas a veces y genial otras, no es ni liberal, ni conservador, ni radicar. Es, sencillamente, el desencantado, el superviviente de los locos veinte, los años de ‘La tierra baldía’, ‘Manhattan Transfer’ o ‘El gran Gatsby’. Halliday es alguien que triunfa demasiado pronto, se lo cree y bebe hasta que lo echan del local. Del paraíso.

Escribe Schulberg que sólo los aristócratas y los vagabundos se permiten el lujo de ser groseros. También que para ser un verdadero escritor hay que ser un chulo al que le importe un huevo la crítica, el mercado y el público. Chín, chín.

Textos relacionados:
ADIÓS A BUDD SCHULBERG
¿POR QUÉ CORRE SAMMY?
MEMORIAS DE UN PRÍNCIPE EN HOLLLYWOOD

jueves, octubre 29, 2009

Noviembre

Ahora que llega el jalogüin ese, nada mejor que mostraros la penúltima entrega del calendario peliculero de Frid y Fede. La que posa, y de maravilla, es nuestra editora Lorena. No hace falta decir de qué personaje o de qué película hablamos. Pinchad en la foto y que os guste.

miércoles, octubre 28, 2009

Chapar

Cero sectarismo, un punto de vista diferente y nada casposo, una participación real de los lectores y una maquetación excelente no fueron suficientes para SOITU. Han durado 22 meses y ahora todos al paro. Seguramente porque no hay sitio para nada que no sean consignas, amarillismo, copiapega, encuetras chorras, cabras montesas que circulan en motocicleta, publicidad encubierta… ya saben.

La crisis publicitaria no perdona, y tampoco ha perdonado el BBVA, patrocinador del diario que dirigía Gumersindo Lafuente. Se le acabó la paciencia al banco. Y es que si no eres un medio realmente independiente, que no depende de la financiación de los de siempre, es lo que toca.

A partir de las 18 horas, sus hacedores estarán en la calle Cochabamba 11 de Madrid. Dicen que podemos ir a darles el pésame. Aunque el cierre de un diario decente es para darlo, no estaré allí, no estoy roto de dolor. Pero desde aquí va todo mi ánimo.

GRANDES PENSADORAS (Programa doble)

“No me gusta el tipo de programas de Jorge Javier Vázquez pero es un buen presentador. Y se merece el Ondas. Diferencio el contenido de los programas con la profesionalidad de quien los hace”.

(Trinidad Jiménez, ministra bipolar teorizando sobre temas que afectan a la sanidad pública.)

“Mis detractores son fachas. Y como yo soy la antifacha, pues me encanta”.
(Mercedes Milá. La basura es de izquierdas.)