Los que odian a George W. Bush y creen que su "calvario" terminará el 20 de enero de 2008, cuando el actual presidente de Estados Unidos, en virtud de lo dispuesto por la 22 enmienda de la Constitución, tenga que abandonar el poder para no volver a ocupar nunca más ese cargo, podrían llevarse una sorpresa muy desagradable si, como parece más que probable, el próximo presidente del imperio americano también es un Bush, esta vez su hermano Jeb, el "listo" de la familia, actual gobernador republicano de Florida.
Si un nuevo Bush asume la presidencia, con lo que ya serían tres, el Padre y sus dos hijos, el primero de los decepcionados tal vez fuera el cieneasta Michael Moore, enemigo acérrimo del actual presidente y autor de Farhenheit 9/11, que fue el primero en consolar a sus seguidores de izquierda cuando, tras ser derrotados el pasado 2 de noviembre, dijo: "lo único bueno es que dentro de cuatro años Bush no será presidente".
Sin embargo, Moore tal vez se equivoque si, como parece probable, Jeb Bush acepta ser el candidato republicano a las próximas elecciones. Oficialmente, Jeb no ha dado todavía su consentimiento, pero el día que diga "sí" se convertirá, instantáneamente, en el candidato favorito para suceder a su hermano George.
Sus ventajas son enormes: es más listo que George y, contrariamente a su hermano, fue un buen estudiante que, desde pequeño, soñaba con ser presidente, mientras que George sólo jugaba al basseball; está casado con una mexicana y es adorado por los hispanos, la minoría que más crece y cuyo poder es decisivo en el mapa electoral de Estados Unidos; es católico, como los hispanos, y gusta mucho a las bases religiosas de su partido, que son las que han aupado a su hermano George hasta el poder en las últimas elecciones.
Pero quizás la mejor baza de Jeb es que ha gobernado Florida con pericia y con la destreza de un ideológodo de la nueva derecha republicana: ha recortado los impuestos, ha agilizado la administración, ha mejorado las escuelas públicas y subvencionado las privadas, ofrendo a los padres la posibilidad de elegir entre una y otra; ha adelgazado notablemente el aparato público y ha nombrado un juez especial antiaborto en la corte suprema de Florida, entre otros "logros".
Los hispanos han votado históricamente a los demócratas y, gracias a ese factor, los democrátas han conquistado en ocasiones la Casa Blanca en el pasado, pero, si el sentido de ese voto hispano cambia y se inclina hacia los republicanos, algo que ya ocurrió parcialmente con George W. Bush y que podría consolidarse con Jeb, ese partido tendrá asegurado el dominio teórico del poder por úchas décadas, algo que aterra a los demócratas y a los que creen que la alternancia en el poder es una condición clave para que exista una democracia auténtica.
Finalmente, Jeb Bush es un hombre del sur, condición indispensable para ganar en Estados Unidos, y domina un estado (Florida) que es vital para ganar las elecciones, como quedó demostrado en las últimas dos contiendas.Tiene tantas ventajas como candidato que su mayor obstáculo es su apellido "Bush", ya que, como dicen los expertos, dos Bush en la Casa Blanca ya son demasiados y un tercero, sin espacio intermedio alguno con respecto al segundo, sería casi un milagro.Si dice "sí", Jeb deberá enfrentarse, probablemente, a la demócrata Hilary, esposa del expresidente Clinton, primera mujer con posibilidades de llegar a la Casa Blanca.
Pero, si Jeb dijera "no" o fuera derrotado, que no canten victoria todavía los enemigos del actual presidente cowboy, porque existe un "cuarto" Bush preparado para tomar el relevo en la saga y luchar. Se trata de su hijo de 30 años, que también se llama George, como su abuelo y su tío presidentes, un mestizo hispano-gringo perfectamente educado para el poder, toda una innovación y una atrayente oferta multiracial y multicultural para el país que mejor integra en el mundo a sus inmigrantes.
Leído en : http://www.votoenblanco.com/bitacora/2005/04/hay-bush-para-rato.html
martes, mayo 03, 2005
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1 comentario:
La verdad es que ser "más listo que George Bush" no es en absoluto difícil. ¿podría hacerlo mejor un Jeb Bush presidente que el actual inquilino de la Casa Blanca?. Seguro que sí.... ;). La cuestión es si nos viene bien tanto conservadurismo en EE UU: 12 años con esta gente gobernando, teniendo en cuenta cual es su talante ultraconservador y ultraliberal, podría sernos muy perjudicial a todos. Ahí está, sin ir más lejos, el tema de la escalada del os precios del petroleo, que yo siempre he pensado que ha sido fomentado "en la sombra" por los Bush, a base de utilizar el poder que les otorga ser los amos del mundo. No se si me explico...
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