Esta mañana he visto (por curro, no por placer) una película española que se estrenará en unos meses. Puede que sea una de las películas más infectas, despreciables, infames y repugnantes que haya visto en mi vida. Las habrá peores, pero no creo que sean muchas. Es difícil. Al verla he pensado en la cantidad de esfuerzo, dinero, energía, trabajo y tiempo que han dedicado en la labor. El film era otra nueva bazofia dirigida por un inepto, respaldada por un productor trapichero, subvencionada por un ministerio despilfarrador, interpretada por comicastros que salen en series famosas.
Toda relación con el cine y esa película es pura coincidencia, es un extraño accidente. El film es otra aberración del cine funcionarial de la vieja guardia, otro trabajo alimenticio para las decenas de personas que hayan currado de mala gana (se nota en cada fotograma) en ella.
Al verla he imaginado que este cine, algún luminoso y no muy lejano día, perecerá, desaparecerá. Al verla he pesado en Truffaut, que un día dijo algo maravilloso: “Las películas del mañana no serán realizadas por funcionarios de la cámara, sino por artistas para quienes el rodaje de una película constituye una aventura formidable. Las películas del mañana se parecerán a quien las haya rodado y el número de espectadores será proporcional al número de amigos que posea el cineasta. Las películas del mañana serán actos amor”.
Escrito la noche del 15 de junio de 2010.
miércoles, junio 16, 2010
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3 comentarios:
Te entiendo y te compadezco. No hay cosa que mas me enfade y me entristezca que tragarme una basura fílmica a la fuerza.
Ahora solo falta que cuando esa cosa se estrene nos des pistas para que ni nos molestemos.
Parece que Don François estaba pensando en Shortbus.
No sé cuándo Truffaut dijo eso.
Desde entonces, fuera cuando fuese, la ventaja principal del mañana sigue siendo la misma: que nunca llega.
Strafford: Sabiendo que es una peli española, casi que no hacen falta más pistas ;-).
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