Viendo Indiana Jones IV parece como si a David Koepp le hubiesen asesorado Iker Jiménez o J. J. Benitez esta vez. Una cosa es entrar en los códigos fantasiosos de Indiana Jones y otra hacer el ridículo, cargarse la película, de forma escandalosamente apresurada, en su tramo final. Y lo que es peor: ser previsible desde el minuto diez. Y lo que ya es delito: que Indiana hable quechua porque lo aprendió “con Pancho Villa”.
En las tres anteriores entregas, Indiana se enfrentaba a lo sobrenatural, pero todos esos peligros, tesoros y misterios ancestrales estaban reforzados por un logrado sentido de lo mitológico, sobre todo en la uno y la tres, es decir: en las que aparecen los nazis.
Aquí los alemanes son sustituidos por los soviéticos, que se mueven a sus anchas por Nevada como si nada y están liderados por una señora muy mala y medio bruja llamada Irina, una Cate Blanchett a años luz de villanos tan aterradores, interesantes o cómicos como los de En busca del arca perdida.
En las tres anteriores entregas, sobre todo en la uno y la dos, las relaciones entre los personajes (guerra de sexos, de niños y mayores o de padres e hijos) estaban más trabajadas y se fusionaban bien con el impulso narrativo que caracteriza a Spielberg, que sigue rodando escenas de acción como nadie y con poca ayuda de la cosa pixelada.
Pero nos ha engañado en sus declaraciones de “ser fiel a estilo” Jones. No en exceso, pero hay píxel. Y en algunos momentos de forma absolutamente estúpida e innecesaria, como cuando vemos a Shia LaBeouf de liana en liana, en plan NeoTarzán.
Y no sólo de esta película chupan Koepp y Spielberg, reconocido vampiro. En su primera visión he descubierto homenajes a Cuando ruge la marabunta, Tierra de faraones, las de espadachines… y algunos más que no cito para no joder a nadie la proyección (hay que verla en cine).
Lo mejor del ‘Indie-team’ es Harrison Ford, viril, cómico, estupendo, Karen Allen, muy bien rescatada, Shia LaBeouf, a la altura del reto, los secundarios John Hurt y Jim Broadbent y el fotógrafo Janusz Kaminski. Lo peor John Williams, con la peor banda sonora, con diferencia, de la serie.
Indiana Jones IV va como un tiro en su primera hora y funciona como espectáculo grandilocuente de acción y humor ligero hasta la última media hora, donde cae. Se la pega. Y Pumares tenía razón: “El problema de la película es el siglo donde estamos, y aunque pasan miles de cosas ya no emociona”.
Ahora lo único que se puede pedir, casi implorar, es que no hagan la V, por favor, que guarden a Indiana para siempre, bien escondido, como el arca en aquel Almacen 51.
De lo contrario, vamos a acabar como los Hombres G, cantando aquello de “Indiana, Indiana, me tienes hasta la banana”.
11 comentarios:
Iván, tiene razón Tarantino cuando dice que la mejor escuela de cine que existe es hacer una película sin dinero. En Indiana Jones IV, se nota más presupuesto que en el resto, pero no se, falla algo...
Un saludo
Anónimo: no se puede hacer INDIANA JONES sin dinero, pero no es perdonable que se haga sin imaginación.
¿Qué le falta? ALMA.
IVÁN: "Aquí los alemanes son sustituidos por los soviéticos, que se mueven a sus anchas por Nevada como si nada".
Y yo digo: ¿qué pasa en el Arca Perdida, con los nazis paseándose como si nada por lo que en los años 30 era UNA COLONIA BRITÁNICA? :P.
Juzgar negativa o positivamente las pelis de Indy en base a su rigor histórico es una estupidez. Se ha de juzgar si la peli divierte o no, como buena peli palomitera de Spielberg. Y puede que sí, que divierta y tal, aunque sea a ratos, pero da la impresión de que ni por asomo es lo que fueron las otras tres, lo cual convierte este Indy IV en un patético intento para seguir exprimiendo un poco más la ya seca teta del cine, como pasó con la "Prelogía" de StarWarras. La desidia se nota hasta en el curro de John Williams, que para Spielberg suele esmerarse.
Vamos, que lo que buscaban era currar lo menos posible (la peli se hizo a toda prisa) y acto seguido pasar la gorra ;-).
ANÓNIMO: Las pelis de Indy no fueron precisamente de bajo presupuesto en su momento. Spielberg lo sabía muy bien, que tras el fiasco de 1941 tenía todo el rato a Lucas tras su cogote, vigilando cómo se gastaba la pasta. Por si acaso ;-).
Soy de la opinión que hay pelis como esta en concreto o como la trilogia de la guerra de las galaxias que se deberían dejar como están. Para mí son intocables. Pero es pasta fácil...es lo de siempre.
Una pena.
...como guardaba Chicho Ibáñez Serrador la caja del "Un, dos, tres".
Aaaaay, qué pena mas grande, xiquet, cogía a Lucas por el pescuezo (porque seguro que la culpa es suya) y no lo soltaba, GRGRGRGR!!
Por cierto, Leo, por tres gallifantes, ¿qué rey de marcado carácter filonazi ostentaba el trono inglés en el año 1936 hasta que abdicó para casarse con un palo vestido de mujer?
XD
Mks.
AWAKE: ¿Eduardo VIII? :p.
Cierto que a este señor la swastika y la estétika machomen ariel ultra resultante le ponían mil. Tal vez sea por eso que se casó con un personaje al que las malas lenguas acusaban de ser prácticamente un tío (no es coña). Aun así, el entorno histórico en que se mueve el Arca Perdida resulta, cuanto menos, poco creíble. Y eso siendo benévolos.
De todas formas a mí ese "detallito" me importa un cojón. Es como si alguien dijera que Star Wars es una puta mierda porque se ven lásers y hay transmisión de sonidos en el espacio. Lo que sí me importa es que el Arca es una de las mejores cintas de aventuras de la historia del cine, he dicho. De hecho es tan buena que hasta el entorno histórico te lo acabas creyendo ;-).
No te piques ivan, joer.
Jon.
Por favor.
A ver, Leo, claro que conocía esos rumores. Lo que yo pretendía, aprovechando que el Ebro pasa por Vladivostok, era recordar cuán poco antinazi fue la pérfida Albión hasta que las bombas cayeron en Londres, :-) , difícilmente me puedo creer el entorno histórico cuando precisamente soy licenciada en Historia, ¿no crees? :-)
Mks.
Eduardo octavo!
Jon.
P.D. Hablando de Harrison Ford y la 2GM en Inglaterra, hay una pequeña película que (a mí me) resulta bastante agradable de ver, "Hanover Street" , sobre todo por los diálogos.
Mks.
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