Entre los asistentes al evento, pude encontrarme a viejos amigos como Pabluco (otro hombre fregona con gorro-palangana con la marca de chino donde lo compró) o como Juanmi (Epi con pose de gemela de El resplandor), acompañados en la foto de un señor con barba, gafas Don Johnson y toca de bufón que no tengo ni puta idea de quién es.
También me topé con el hijo pequeño de Los Monsters, viejo camarada de barbacoas santoñesas, con el que hablé de cine independiente y al que le di la tabarra con mi visión apocalíptica y melancólica del séptimo arte. Todo ello antes de irme sin despedirme de nadie, a escondidas, traicioneramente, saturadito de tanta gente guay, tanto buen rollo y tanto eterno adolescente. Y es que yo nací viejo, y por algo me llamaban en la cuadrilla “La bomba de humo”.
4 comentarios:
"saturadito de tanta gente guay, tanto buen rollo y tanto eterno adolescente. Y es que yo nací viejo"
No tienes ni idea...
de lo bien que me ha venido leer(te) este post, en serio, :-D
Mks.
A mi me decían que tenía un mundo muy pequeño porque también me iba a la francesa de reuniones etílicas y de otro tipo.
Esas cosicas nos las llaman con cariño, no te preocupes :)
Pues ya semos tres, porque a mí lo de las "reuniones sociales" me pone nervioso de forma directamente proporcional a la cantidad de gente presente en el evento, y bien que lo sabéis vosotros. Nada como una reunión en casa, con un par de colegas a lo sumo, y viendo tranquilamente una peli bien empapados de alcohol. Qué le voy a hacer si soy un paranóico terminal con una sociabilidad detestable, como decía Tito Clint (Eastwood) en "En la línea de fuego).
Y ya puestos a hablar de temas un poco menos filosóficos, lo que me extraña es que tu colega haya regresado, porque la mayoría de gente que conozco que ha salido de este país el tiempo suficiente para saber lo que se cuece fuera de él (o sea, no en plan turismo) no desea en absoluto volver :p.
muy bueno lo tuyo
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