Sobre la película Sideways, dice una crítica de cine en internet: "No creo que fuera la intención de su autor, ni mucho menos, compensar todas esas décadas, todavía no superadas, en las que el cine ha sido ávido reflejo y plataforma de toda la misoginia y el machismo más recalcitrantes. (...) Le ha salido una película llena de argumentos para detestar el género masculino por completo". ¿¡Ein!?
Bueno, he escrito a esta tipa y le he preguntado por sus traumas. Respuesta: "Pasando al tema que nos ocupa, le enumeraré una lista de mis principales traumas personales, en los que parece estar tan interesado:
- No sé hacer tortilla de patatas
- Tengo los pies muy feos (herencia de mi padre)
- Me dan miedo las bombonas de butano, las ollas exprés y Julie Andrews
- Siempre he querido ser bombero
Como una cabra, así está la crítica y esta crítica en particular.
Menos mal que ha llegado esto a mi e-mail: "Hola. Soy de Cantabria, y tu comentario de la película Entre copas ha llegado a mí por casualidad, puede que por ser de Cantabria, puede que por lo que escribí en un foro sobre la misma película, pero ha sido una gran suerte leerlo porque me ha conmovido hasta las lágrimas. Mi más sincero agradecimiento".
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