La intérprete

Este fin de semana fui a ver La intérprete, el último Sidney Pollack, un tipo al que tengo en gran estima. La película tiene un arranque cojonudo y un ritmo muy bien construido. Nicole Kidman se ha currado un acento tipo sudafricano excelente y Sean Penn ha vuelto a demostrar que es un gran creador de tipos duros pero rotos a la vieja usanza.
La película ha contado con el beneplácito de la ONU para rodar en sus instalaciones (cosa que Hitchcock no logró en Con la muerte en los talones) y eso se nota en el excelente acabado de producción. Dicen que Bill Clinton y Kofi Annan le ayudaron a salvar todas las trabas burocráticas. Y en Universal como locos, claro. Sobre Annan ha dicho Pollack:

“Le dejé muy claro que no sería una película promocional para la ONU, sino una película de ficción situada en un mundo ficticio. También le expliqué que la protagonista es una mujer totalmente entregada a los principios que rigen la ONU, que había crecido en un mundo muy violento, pero había escogido el camino de la diplomacia. Le dije que era una historia en la que se contrarrestaba los disparos con palabras. Fue una reunión bastante larga”.

Una pena que al final La intérprete se desinfle y tenga un remate algo forzado y falso, pero aun así pasas un muy buen rato con ella, que es mucho en los tiempos que corren. No es el mejor Pollack (algo necesitado de una joya como las que sabe hacer), pero se deja ver muy bien. Habrá que esperar a sus futuras intenciones. Según me dice Izas, una nueva comedia y un film sobre los entresijos del Hollywood actual.