domingo, enero 31, 2010

Aquel joven Hopper

Actor secundario, individuo caótico, paranoico, drogadicto, alcohólico, amiguete de farra de James Dean, castigador de novias pijas, excelente fotógrafo y eterno aspirante a director, Dennis Hopper estaba acabado al comienzo de los sesenta. Se le negaba el curro por haber llegado casi a las manos con el director Henry Hathaway. En las fiestas de Hollywood se acercaba a los productores hasta arriba de todo y les gritaba: “¡Van a rodar cabezas, el viejo orden va a caer y todos vosotros vais a morir, dinosaurios!”.

Y no le faltó razón al macarra de Hopper. Rodaron cabezas aunque el viejo orden, el que hoy vuelve a campar triunfante con sus bazofias infantiles y sus gafitas 3-D, sólo estuvo en coma una década. En el nuevo régimen, Hopper fue uno de sus ministros gracias a una película que en un principio iba a llamarse The Loners. Una madrugada, a su amigo Peter Fonda se le ocurrió rodar un western moderno con moteros y lo llamó excitado por teléfono. Así lo relata Peter Biskind en su excelente libro ‘Moteros tranquilos, toros salvajes’:

- Oye, Hopper, escucha bien lo que voy a contarte…
- Vaya, es una historia estupenda. ¿Qué piensas hacer?
- Bueno, creo que la dirigirás tú, yo seré el productor, la escribimos entre los dos y nos quedamos con los protagonistas. Podríamos hacer un poco de dinero.

Tras una preproducción enfermiza, un rodaje anárquico, un montaje agotador y un atronador éxito en Cannes, hicieron dinero. MUCHO dinero. Tanto, que lograron que el viejo orden se desquebrajarse. Como Biskind retrata, empezó entonces “la época en que hacer cine en Hollywood fue realmente emocionante, la última vez que la gente pudo estar, y con razón, orgullosa de las películas que hacía, la última vez que una comunidad alentó el trabajo bien hecho, la última vez que hubo público capaz de sostenerlo”. En ese libro también se recogen unas declaraciones de aquel joven Hopper: "Quiero hacer películas que hablen de gente como nosotros. Queremos hacer películas modestas, personales, sinceras”.

El productor Bert Schneider, el director Bob Rafelson (socios en la BBS), Hopper y Fonda lograron llevar adelante algo tan raro entonces como Easy Rider y desmantelaron, junto a otros cineastas, las estructuras industriales de Hollywood, un negocio cimentado en el miedo y que no supo qué hacer ante las recaudaciones de un film tan honesto y sencillo. Pero la megalomanía, el capricho, el endiosamiento, demasiado dinero y demasiada droga acabaron con el sueño de aquella década. Y como le dice Fonda a Hopper en Easy Rider, “la cagaron”.

Hopper compartió generación airada, ese Nuevo Hollywood, con William Friedkin, Hal Ashby, Paul Schrader, Terrence Malick, Michael Cimino, Robert Altman, John Cassavetes, Roman Polanski, Martin Scorsese o Francis Coppola. Y a pesar de la cantidad de bazofias en las que ha participado Hopper sólo por dinero, a pesar de casi la totalidad de su errática carrera, a pesar de reírse de sí mismo en un infame anuncio para la empresa Ford que parodiaba su personaje en Easy Rider, le debemos buenos momentos de cine en otras pelis como Apocalypse Now, La ley de la calle o Terciopelo Azul.

He leído que Hopper tiene cáncer. De próstata. Terminal. The End. Paradojas de la vida: te metes de todo durante décadas, estás a un paso de la muerte por tus pasotes, te haces formal, te vendes en el mercado, llegas a ser viejo y respetable y vas y la diñas por la próstata. Una muerte conservadora. Una última forma de cagarla.

Escrito el domingo 31 de enero de 2010.

viernes, enero 29, 2010

La foto

Todavía hoy, y gracias al talento conservador de mi madre, tengo esta foto de Salinger pegada en el armario de la habitación donde crecí. Incluí la instantánea de Salinger (enfrentándose a un fotógrafo a la salida de un supermercado) junto a otras de mis ídolos del cine o la música. Vista hoy, esta foto no ha perdido su enorme significado, la del hombre que se quiso borrar y lo logró.

"Me gusta escribir, pero sólo escribo para mí, por placer". Lo dijo Salinger, que acaba de morir a los 91. Olvidado en mi biblioteca, porque no es uno de mis escritores favoritos, siempre estuvo presente en mis conversaciones con NAPALM. De vez en cuando reaparecía. Y no su obra, sino su apuesta por desaparecer, no exponerse. Siempre lo comparábamos con Kubrick, perdido en la campiña inglesa.

Salinger, como Kubrick, tomó su decisión una vez logrados fama y dinero. En la tercera edición de ‘El guardián’, con cuarenta y tantos, mandó eliminar su foto de la cubierta del libro. Decidió que públicos sólo serían sus libros y se recluyó para siempre en un pueblecito de New Hampshire donde los vecinos le ayudaron a protegerse de admiradores y periodistas.

No hay ejemplo, lección, moraleja o aprendizaje detrás de Salinger. Fue un maravilloso radical, un glorioso extremista. No quiso saber nada de la gente y de los medios, no quiso vender, prestar o regalar su imagen a nadie. Eso, a mediados del siglo XX, fue un acto revolucionario. En el XXI un acto suicida.

jueves, enero 28, 2010

POR ESPERAR

Ciertos oficios poseen una leyenda que no se ajusta a la realidad. Ejemplo: un rodaje. Cuando los que leen páginas del corazón y ven a un famoso en un rodaje tomando café embutido en un plumífero, lo imaginan en plena aventura creativa, rodeado de un flujo humano de arte y talento. Cuando le he dicho a alguien que estaba en un rodaje, ya sea de un corto, peli o spot, ese alguien me soltaba: “Qué guay, ¿no?”. (…) No. Un rodaje es una de las cosas más soporíferas que ha inventado el ser humano.

Rodando hay que esperar para todo: para que los eléctricos estén listos con sus focos, para que los de maquillaje acaben con sus potingues, para que los de atrezzo tengan todos sus cachivaches listos, para que el fotógrafo y el director vean el plano correcto, para que el operador haya ensayado el movimiento de cámara, para que las vías del travelling estén engrasadas, para que la Steadycam esté correctamente instalada, para que los de efectos especiales tengan lista la máquina de niebla, para que la figuración esté en su sitio, para que los de sonido no vean problemas con los aviones...

Cada vez que alguien me habla de un rodaje, recuerdo al grandioso Pepe Isbert. Don Pepe venía del teatro, oficio que se resume en salir a escena, hacer tu curro e irte pa casa. Un día, en un rodaje, cuando don Pepe ya era una leyenda, se le acercó un humilde actor de reparto quejándose de las horas que llevaba esperando para que le llamasen e interpretar, por fin, su ridículo papelito. Ni corto ni perezoso, Don Pepe le contestó: “Tú relájate, que aquí nos pagan por esperar”.

DELCO EN LA SALA EL SOL

Se llaman Delco. Son bastante buenos. Debutaron con Beautiness, un disco cojonudo, uno de los 20 mejores discos de 2006 según la revista Rockdelux, que de estas cosas saben. La canción ‘Stopped Clocks’, uno de los temazos de Beautiness, fue utilizada para una campaña publicitaria del diario El Pais.

En septiembre del año pasado Delco publicó Sophomore y hasta presentaron sus nuevas canciones en el South by Southwest (Austin, Texas). He leído que Delco es country-rock, rock melódico, post rock, que son alguien en la escena underground de este país... Y tal. No sé, yo de esto no controlo. En fin, que me gustan.

Sólo por haber compuesto temas como ‘When You Think I'm Gone’ o ‘Pamela’, Delco es hoy uno de mis grupos. Personalmente, no me pienso perder el concierto que van a ofrecer el próximo jueves 4 de febrero en la sala Sol de Madrid. Será de entada gratuita: a salida cada uno daremos como entrada la pasta que nos venga en gana, la que nos parezca justa o la que llevemos a mano.

Si tenéis la oportunidad de ir a escucharlos, no la perdáis. Más sobre Delco: AQUÍ.

miércoles, enero 27, 2010

FEBRERO

Lo han vuelto a hacer. Frid y Fede ya tienen listo el mes de febrero de nuestro calendario de series ochenteras. Esta vez las protas son Shara (la rubia), Vero (la castaña) y Ro (la morena).

martes, enero 26, 2010

La pérdida imposible

Los niños de hoy poseen y codician miles de soportes digitales donde lo guardan todo: canciones, juegos, películas, series, sonidos, fotos y vídeos propios, programas para comunicarse con otros… hoy el papel pinta cada vez menos, igual que el plástico. Tienen mala fama, no son sostenibles.

Mi infancia, como la de unos cuantos que seguirán este blog, olía a pegamento de colección de cromos, a merienda saturada en grasas, a la saliva para pegar la calcomanía, a Plastilina, a Blandiblú, a la pólvora de los pistones de las pistolas que imitaban a las de tus ídolos de la tele, al repugnante regaliz de palo, al Drácula de Frigo, a Flash, a Tigretón…

Si a alguien le suena esto y quiere pegarse un chute nostálgico de primer orden, lo que se dice droga dura y nada adulterada, háganse con los dos volúmenes (a falta de un tercero por llegar) de ‘Papel y plástico’, de Astiberri Ediciones. Los libros, maravillosamente maquetados y diseñados, los firma Óscar Lombana, uno de esos treintañeros que han compartido infinidad de historias privadas con los Click de Famobil, Mazinger Z, los Madelman, los Montaplex, los Airgam Boys, el Auto-cross, el Ibertrén...

‘Papel y plástico’ se gestó en 2006. Lombana se puso a apuntar todas las cosas que le transportaban a su infancia. A la mía. Una vez apuntado, se dispuso a buscar todo aquello. Una tarea titánica. Le ayudaron, entre otros, la Librería Totem de Bilbao y el Museo de los Juguetes de Sant Feliu de Guíxols. Lombana ha dicho que espera que el proyecto sirva “para transmitir la gratitud de nuestra generación a todos aquellos autores, muchas veces anónimos, que formaron parte de nuestra vida.” GRACIAS.

En el prólogo del segundo tomo de ‘Papel y plástico’, escribe Nacho Vigalondo: “Los más jóvenes ya no tendrán la oportunidad de reencontrarse, porque la pérdida se vuelve imposible. La sintonía de Pocoyó nunca desaparecerá de Youtube. Los tebeos están escaneados. Los juguetes, catalogados de forma infalible. Los videojuegos se pueden descargar una y otra vez. Las nuevas generaciones no tendrán su ‘Papel y plástico’. Somos nosotros, treintañeros que vimos Blade Runner en Sábado Cine, los últimos en poder ejecutar el ritual de redescubrimiento, para nuestro disfrute o vergüenza”.

lunes, enero 25, 2010

SE VENDE

¿Si un artista no está contento con su trabajo (algo de lo más normal aunque a muchos les parezca raro) tiene que engañar? ¿Por qué no se conoce a alguien con valentía que diga en la tele: “Mira, no, el rodaje ha sido un infierno y me ha salido una película muy floja”? ¿Se imaginan? Pues aunque a algunos les parezca imposible, eso ha pasado. Una de los más conocidos atentados terroristas contra la publicidad y el marketing es el perpetrado por el director francés Maurice Pialat, que “promocionaba” en España su film Loulou a principios de los ochenta. La peli se estrenó a la vez que una de Truffaut llamada La mujer de al lado. Al periodista se le ocurrió comparar las dos películas y esto es lo que sucedió:

- "¿Cree que la diferencia entre usted y Truffaut se refleja en la diferencia que hay entre La mujer de al lado y Loulou?
- Bueno, considero que se trata de dos malas películas. No estoy de acuerdo, Loulou es mucho mejor.
- ¿La de Truffaut es peor película que la suya pero las dos son malas?
-Loulou es el film menos sincero que he hecho hasta la fecha y la película de Truffaut es insincera, convencional y conformista".


Esto hoy es un atentado terrorista. “Hay que saber venderse” es una frase hecha que fluye a diario por redacciones, productoras o editoriales. En el cine ha llegado a ser más importante que escribir o rodar una película el venderla. Entre las cláusulas de los contratos de muchos cantantes, actores, directores y escritores hay una que especifica cuánto tiempo y hasta dónde debe vender el artista el producto calentito.

En estos casos recuerdo a Kubrick. De él casi no existen imágenes grabadas. Concedió escasísimas entrevistas en vida. ¡Qué gran publicista! Lo dijo su biógrafo John Baxter:

“Había un narcisismo en la timidez de Kubrick, una tendencia a escoger el acto de retirada que atrajese la atención sobre él de la manera más estridente. Al esconderse en un enclave secreto en el campo inglés, se estaba exhibiendo tanto como si hubiera estado representando Hamlet en Broadway".
Texto recortado y reeditado.

viernes, enero 22, 2010

Y no me dirija la palabra

Empiezo a estar hasta los mismísimos de aguatar la diarrea mental de muchos taxistas madrileños. Alguien debería estudiar el daño que hacen las tertulias cavernícolas a los de este gremio. Fin de año. Tras tomarme unos vinos con mi amigo NAPALM, entro en un taxi cerca de la Puerta del sol, atiborrada de guiris con pelucas absurdas. El taxista advierte: me cobrará un “suplemento de nochevieja”. 6 euros. Acepto el robo, aunque sólo son las diez de la noche.

Sin que le dé pie y con la peregrina excusa del gran despliegue policial que observamos desde el taxi, el conductor, de mi edad, empieza a hablar de terrorismo y de “los moros”. “Hay que pararlos”, concluye. Me calienta, aunque ya voy calentito de vinos. Contesto: “Cuando se refiere a los moros, ¿se refiere a los musulmanes?” Responde con un sí categórico. “¿A qué musulmanes se refiere, a los estadounidenses, a los ingleses, españoles, a los de los Emiratos árabes? ¿O sólo a los marroquíes”.

Sonrisa cínica. Silencio sepulcral. Pisa el acelerador. Pasado Colón hacia Capitán Haya, me explica su solución: “Pararlos en las costas, como hacen otro países, que es que ya está bien, que se ríen de nosotros”. Contesto: “Pararlos ¿cómo? ¿A cañonazos, con gases, ametralladoras, bombas, misiles contra las pateras?”. “Lo que sea, lo que haga falta”, responde.

Nuestra “tertulia”, digna de los del canal Intereconomía, podría haber dado para un costoso viaje hasta Toledo. Lo curioso del tema es que el taxista acabó reconociéndome que él mismo era inmigrante. Y es que no hay nada peor que el reaccionario converso. Y de esos hay a patadas conduciendo taxis en Madrid. A centenares y con gratuito “suplemento político”.

Cada vez que me encuentro a uno de estos deficientes mentales, recuerdo una memorable noche de borrachera, hace ya siglos. Eran las mil y un grupo de amigos estábamos muy perjudicados. Uno de los nuestros, un colega bastante primario y siempre directo, llamó a un taxi. Al entrar, ya todos sentados, medio sobados en el respaldo, dijo: “Tire para Argüelles. Y no me dirija la palabra”. Sus palabras nos sonaron a música celestial. Obra maestra. Una pena que no tenga los huevos de mi amigo para imitarlo cada vez que entro en un taxi y las veo venir.

El viaje de Sol a mi casa normalmente cuesta 10 euros. Me cobró 20. Debo reconocer que el taxista inmigrante se había integrado perfectamente en la cultura española.
Escrito el domingo 10 de enero de 2010.

GRANDES PENSADORES

El número de personas pobres en España ha descendido ligeramente a pesar de que en estos dos últimos años hemos tenido una situación de crisis económica y que ha aumentado el número de personas desempleadas. Ha descendido ligeramente el número de personas que están en situación de pobreza y de exclusión".

(Trinidad Jiménez, Ministerio de la Verdad)

jueves, enero 21, 2010

Sintonizando con ésos

Ignacio Escolar se hace eco de una nada concluyente encuesta interna del Partido Socialista de Madrid que asegura que si hoy se celebrasen unas elecciones, el PP perdería la mayoría absoluta en Madrid por el ascenso de UPyD. Según la encuesta del partido que lidera ese desastre llamado Tomás Gómez, UPyD entraría en la Asamblea de Madrid con entre 5 y 7 escaños, con lo que se convertiría en la bisagra capaz de decantar el color del Gobierno regional. Y escribe lo siguiente:

“Esperanza Aguirre ha sido capaz de crear un discurso regionalista de diseño que mitifica el 2 de mayo mientras demoniza a Cataluña. Aguirre estaba sola en esa vía, imposible de transitar para un PSOE que gobierna con ERC en Barcelona mientras que en Madrid paga como en pocos sitios el éxito de ese hit de la derecha, ese que canta que España se rompe (tralará). Hasta ahora. Rosa Díez también está sintonizando con ésos. ¿Qué haría UPyD ante esa foto? ¿A quién querría más?, ¿a papá o a mamá? ¿A la izquierda, en la que teóricamente se coloca, o a la derecha, a la que está unida por su discurso nacionalista español?”.

Es curioso que cuando el monopolio de la izquierda corre serio peligro para el PSOE, sus aliados mediáticos se preocupen enseguida en proclamar que UPyD sintoniza con la derecha y que es “nacionalista español”. Y lo triste es que alguien se lo tragará. Tralará.

Mis dibus


miércoles, enero 20, 2010

El hijo del trapero

Hace unos días leí una absurda noticia sobre la cantidad de polvos que echó en sus años de picha brava Warren Beatty. Puede que Kirk Douglas no llegase a su record follador, pero estuvo cerca. Saco a Douglas Senior a colación porque acabo de terminar sus memorias: ‘El hijo del trapero’. Hace siglos NAPALM me las recomendó.

Sexo, sexo, sexo. Gran parte del libro huele a sexo rápido, ocasional, furtivo. Cuenta el viejo Kirk, hoy un respetable anciano casi centenario, que fue a visitar a un psiquiatra para contarle, deprimido, que había tenido un gatillazo. El doctor le dijo: “Me dice que ha hecho el amor 29 noches seguidas con distintas chicas. Me dice que la noche número 30 es impotente. Como sabrá, hasta Dios descansó al séptimo día”.

Con humor, habla Douglas de una fan con la que compartió flujos: “Los dos nos enamoramos… de mí”. Y es honesto diciendo esto o cosas peores, retratándose a veces como un auténtico hijo de puta. Una noche triste en la que no ganó el Oscar al que estaba nominado, recibió en su hotel un paquete. Dentro había un Oscar de pega con una nota firmada por sus hijos y su mujer animándole. Tras leerla, volvió a la cama. A follarse a la zorrita de turno.

Kirk Douglas -Issur Danielovitch es su nombre real- fue hijo de un mal padre, el trapero, y como padre él también fue un desastre. Muchos años más tarde, Kirk y Michael Douglas se juntaron en un restaurante. Michael acababa de estrenar Atracción fatal. “Michael, ¿qué tal he sido como padre?”. “Mira, Dad, eras un chalado que saltaba de una película a otra. Siempre estabas ocupado”. Kirk observa a Michael. “Las arrugas de fatiga alrededor de los ojos, la tensión en su mandíbula. Solté una carcajada”. Michael le miró fijamente, mosqueado. “¿Dónde está la gracia?”. Respuesta de Dad: “Debía trajinar tanto como tú ahora”.

El hijo del trapero quizás sea la última gran estrella viva de aquel Hollywood. Y es él el más duro con la fábrica de fracasos: “Consigue lo peor, y no lo mejor, de la gente. La gente de Hollywood quiere estar relacionada con el éxito. Si alguien va cuesta abajo, se apartan”. Especialmente brillante es la descripción que hace de uno de los amos de aquel Hollywood: “El hogar de Jack Warner en Angelo Drive era otro castillo en lo alto de una colina. Este tenía la mierda de caballo amontonada dentro. Miré a mi alrededor. En la pared vi dos telas de Dalí. Había una pintura de Jack Warner, completamente meloso: pelo aceitoso, cara brillante, sonrisa falsa, un clavel en el ojal. Superficial, chato. Me pregunté si comprenderían lo que había querido expresar Dalí. Era terrible”.

Stanley Kubrick, Burt Lancaster, Lawren Bacall, Joan Crawford, Rita Hayworth, Gene Tierney, Raoul Walsh, Edward Dimitryk, Walt Disney, John Wayne, Dalton Trumbo, John Frankenheimer y muchos otros más desfilan por este libro que es el repaso de una vida vertiginosa, la de un actor y productor brillante que sólo por El ídolo de barro, Retorno al pasado, Senderos de gloria, El loco de el pelo rojo, Espartaco, Duelo de titanes o Siete días de mayo merecerá siempre todos mis respetos. Y no, no me gusta El gran carnaval.
Escrito el domingo 10 de enero de 2010. Foto: Michael y Kirk.

martes, enero 19, 2010

10 parecidos entre Ramoncín y la Coca-cola

1. Ambos basan su fama en una fórmula de hace siglos.
2. Ambos van de rojos, pero son capitalistas.
3. Ambos empiezan muy fuertes, pero se desbravan.
4. Ambos son excitantes: una excita el organismo, y el otro, los ánimos.
5. Ambos son únicos: la Coca-cola es inimitable. Ramoncín es inimitado.
6. Nadie conoce la receta de la Coca-cola; nadie conoce la música de Ramoncín.
7. Se vende Coca-cola Zero. Y Ramoncín también vende cero.
8. La Coca-cola es gas. Ramoncín, SGAE.
9. Si se mezclan con vino, de los dos surge un peleón.
10. Y corre la leyenda urbana de que ambos contienen cocaína.

Leído en EL JUEVES. Dibujo: Pedro Vera.

lunes, enero 18, 2010

La pegata

¿Recuerdan esta fea pegata? Se la pusieron muchos “del cine” en una gala de los Goya que pareció una orgía cíngara en vez de una entrega de premios. Hoy la guerra sigue, pero ya nadie la menciona. Ir a la guerra se llama ir en misión de paz. Y Carme Chacón es una ministra pacifista, que es como un carnicero vegetariano. Y los militares no ocupan países, sino que reconstruyen, como Adría decronstruye comida.

Ahora estamos en Afganistán porque ahí están los malos. Los enemigos de la democracia. El terror internacional. A los británicos les dieron pal pelo en Afganistán, a los rusos también. Ahora les darán a los americanos y nos darán a nosotros. El Gobierno de ZP va a solicitar en febrero, cuando se celebran los Goya, una autorización al Congreso para mandar a Afganistán 511 militares más, doblando con ello nuestros efectivos.

Estados Unidos invadió Afganistán, derrocó a los talibanes (a los que financió para cargarse al gobierno pro-soviético afgano) e instaló un régimen liderado por un muñeco corrupto. Es una ocupación que nosotros amparamos y que nos cuesta, en plena crisis, un millón de euros AL DÍA, que nos ha costado la vida de 90 soldados. De momento, los medios de comunicación y las tertulias están ayudando a justificar esta nueva guerra. Algo tan viejo como la pana, o como Vietnam, ¿recuerdan?

No sabemos nada de esta matanza, de lo que allí sucede realmente. Al parecer los afganos están felices por haberse librado de los malos, encantados de ver cómo lo marines se pasean por sus calles, resignados a que se pierdan cientos de vidas humanas por culpa de los ataques aéreos. Les gustan los toques de queda, los checkpoints, los registros, los interrogatorios y los escuadrones de la muerte. Tras ocho años de brutal despilfarro militar, el presidente de los USA, Premio Nobel de la paz, ha mandado más soldados a la zona. Y Obama ya no cita a Osama. ¿Lo recuerdan?

“Los del cine” tienen, en la noche de los Goya, la grandiosa oportunidad de desempolvar la pegata para pedir que nos marchemos de allí, que no pintamos nada. Pero no caerá esa breva.
Escrito el sábado 16 de enero de 2010.

viernes, enero 15, 2010

¡ZPINGLIS PITINGLIS!



Repetimos: The last time of the government every day, all day, bonsáis. La última vez del gobierno todos los días, todo el día bonsáis.

¡En cinco años no ha aprendido nada! Recordemos aquel mítico encuentro con la prensa en Downing Street…


jueves, enero 14, 2010

Condena a Periodista Digital

Nueva fechoría de un diario del que salí por patas. Periodista Digital, que comanda Alfonso Rojo, fusiló hace meses una historia publicada en un blog de El Correo, que dijo en su momento: "El portal se ha apropiado de la información, la ha firmado como Redacción y si te he visto no me acuerdo. Una bonita lección de ética periodística, que merecería la atención televisiva en otros tiempos de mi admirado Juanjo de la Iglesia y que, encima, se ve completada con una penosa redacción".

Hoy leo: Condena de 3100 €uros a Periodista Digital por el plagio al bloguero Samuel Parra. A veces, pocas, no ganan los malos. Hermoso día. Puedes leer más sobre el tema en el blog Magonia.

miércoles, enero 13, 2010

Las pelis de la década

No soy de listas, pero al leer las sandeces que se están escribiendo sobre “las mejores películas de la década” me he calentado y he escrito la mía. Y me lo he pasado bien, debo reconocerlo. No ha sido una década para echar cohetes, pero algo se salva.

Visitad MI BLOG DE CINE. Y a ver qué os parece.

Adiós a Iván Zulueta

Entre fastos de fin de año y redacciones anoréxicas, pocos se hicieron eco de la muerte de Zulueta, uno de de los pocos directores auténticamente malditos de la historia del cine español. Maldito hasta para su obituario, Zulueta fue famoso por ser el autor de Arrebato. Aunque sigue siendo provocadora, la última vez que la vi me pareció vieja.

Hasta su muerte, de causas que desconozco aunque imagino, Zulueta malvivía en San Sebastián. Niño pijo, hijo de Antonio Zulueta, (director del Festival de cine de san Sebastián entre 1957 y 1960) estudió decoración en Nueva York, donde conoció a los pijos del New American Cinema. De vuelta en Madrid, se matriculó en la pija Escuela Oficial de Cinematografía, donde lo suspendieron. No repitió curso, no culminó sus estudios.

A cambio, logró que su profesor José Luis Borau le produjese, en 1969, Un dos tres… al escondite ingles. Vista hoy, la película es más vieja aún que Arrebato. Largometrajes a parte, sus cortos en Super 8, formato que usaría con ingenio en Arrebato, son fascinantes. Entre ellos destaca Leo es pardo, abucheado en el Festival de Berlín.

Zulueta cayó en la heroína, droga muy presente en Arrebato, que también es una apología del suicidio y del cine como droga dura, un cine a años luz de la posterior corrección de íntimos suyos como Almodóvar, que puso la voz a uno de los personajes del film. Quizás algún día se escriba algo potente sobre la relación entre él y Almodóvar, para quien Zulueta diseñó muchos carteles de sus películas.

La producción de Arrabato fue un tormento digno de su director. La mitad del equipo abandonó el rodaje. Se quedaron sin pasta y tuvieron que improvisar en La Mata, finca de Jaime Chavarri, otro pijo con más suerte y cabeza que Zulueta. Aunque el film se estrenó sin pena ni gloria y no duró ni una semana en cartel, los cines Alphaville de Madrid apostaron por ella y miles de personas acudieron, seducidas y en plena efervescencia de La movida, a disfrutar de sus raras imágenes.

Veintitrés años después de su estreno, Arrebato fue reestrenada con respeto académico, pero sus espectadores ya no tenían nada que ver con aquellos chicos de La movida. Eran otros tiempos, lejos de esos años drogatas en los que brilló fugazmente un tipo valiente y egoísta. Iván Zulueta.

martes, enero 12, 2010

lunes, enero 11, 2010

Derechos fundamentales

En una reciente entrevista a EFE, Ángeles González-Sinde hacía hincapié en la palabra blog. Qué cosa más rara, me dije. Lo hacía, pensé, preocupada por desligar a este medio de expresión de la futura persecución a la que serán sometidos sitios “piratas”. Lo curioso es que empezaba bien la ministra, diciendo que se perseguirá a páginas “que se lucran y perjudican a alguien porque EXPLOTAN un producto para el que no tienen licencia ni contrato de ningún tipo y eso no tiene nada que ver con un blog que cita un fragmento o pone un videoclip de una canción”.

Tiene razón. Es de recibo que gente que SE LUCRA por el morro gracias al TRABAJO AJENO sea perseguida. Otro cantar son las prisas con las que se está orquestando esta persecución. Sobre este tema, González-Sinde ha dicho: “La Audiencia Nacional y el juez no pueden demorarse. Están en juego derechos fundamentales”. Es escandaloso que González-Sinde se jacte de que el proceso de actuación judicial sea tan rápido, porque cuando se vulneren otros derechos mucho más importantes que los de un autor o productor el proceso seguirá siendo eterno. Digno del tercer mundo.

Hace unos días, el diario ABC le permitía al empresario Enrique Cerezo poner ‘Los puntos sobre las íes’. Así titulaba el ex patrono de González-Sinde en La buena estrella su articulito, en el que decía que el cine patrio “no puede sobrevivir debido al latrocinio permanente al que se ve sometido en nombre de la libertad”. Como lo leen. Mal empezaba Cerezo, uniéndose al grupito que llama amigos de lo ajeno a los que compartimos archivos igual que antaño grabábamos pelis de la tele en una VHS o el disco de un colega en una casete.

En su articulito, Cerezo seguía llamándonos chorizos: “No se puede justificar el robo en nombre de la libertad. Por favor ¡detengamos esto ya! (las melodramáticas exclamaciones son suyas) El mundo de la cultura ya ha esperado suficientes años una solución”.

Y esa solución se la dará Don Corleone.

Escrito el domingo 10 de enero de 2010.

GRANDES PENSADORES

“España ofrece a Europa una identidad de la cultura europea para fomentar el crecimiento económico sostenible”.

(Ángeles González-Sinde)

viernes, enero 08, 2010

Las pelis de 2009

Vamos con la primera. Se estrenó el 13 de febrero. Está basada en una interesante pero no redonda novela de Bernhard Schlink llamada El lector. Aunque su tema de fondo es el holocausto nazi, habla de cómo amamos y cómo juzgamos. Fuera y dentro de un tribunal. Leo que en su día Schlink fue criticado por su suave descripción de los horrores nazis, por una falsificación de la historia. Curioso reproche a un hombre que es profesor de historia. Con guión de David Hare y dirección de Stephen Daldry, se pensó en Nicole Kidman para interpretar el papel que, afortunadamente, acabó bordando Kate Winslet, que no dudó en mostrar un desnudo, un rostro y una mirada que aportó al film kilos de autenticidad. El joven David Kross y el gran Ralph Fiennes la secundaron en un film con un giro argumental arriesgado pero logrado y con el mejor final que he visto en 2009.

La otra es El luchador, ganadora del León de Oro de Venecia, estrenada en España el 20 de febrero y dirigida por el habitualmente intenso Darren Aronofsky. En ella Mickey Rourke, antaño antihéroe coppoliano, regresó de su tumba profesional para dar vida a alguien que es él, o lo que es lo mismo: Randy Robinson. Es decir: un perdedor de cara demacrada, físico masacrado y voz rota, un ser que a Bukowski, viejo conocido de Rourke, le hubiese gustado ver en una pantalla mientras le daba al vino de una botella envuelta en una bolsa de papel. Aronofsky apostó por las escenas de lucha libre reales, sin especialistas y ante público real. Y lo que logró con Rourke fue una película durísima, tremendamente triste, brillante, aterradora, acongojante, inolvidable. Parezco Carlos Boyero con tanto adjetivo.

jueves, enero 07, 2010

ENERO

Al ver ENERO mi hermano me dijo: "No, si al final el que no tiene vergüenza en esta familia vas a ser tú". Cuánta verdad. Y qué bien me lo he pasado…

Tras el calendario cinematográfico de 2009, llega el calendario dedicado a series de los ochenta. Y yo, estrella fulgurante de los calendarios Santas Pascuas, lo estreno. La cosa promete.

martes, enero 05, 2010

Pocahontas contra los marines

Ayer fui a ver Avatar a un cine de pueblo con la famlia, por la cosa navideña y tal. 4 eurines la entrada. Gafitas de 3D yo no me pongo y este cine no las ofrecía. Nada más empezar, me entró pánico al hacerme a la idea de tener que soportar dos horas y media de NADA, del vacío más absoluto. Avatar es muy mala, es muy aburrida. Su tono new age parece sacado de las letras de una canción de Enya, sus pseudofilosofía de las de un libro de Coelho y su ecologismo de las de un discuro de Al Gore.

Avatar no tiene ni una línea de guión decente, ni un personaje digno. Está asexuada, no tiene ni una pizca de humor y es una película hecha con la mentalidad de un niño de siete años que, además, tiene muy poca imaginación. Avatar es Pocahontas, las tribus indias en Little Big Horn, Bailando con lobos, la leyenda de San Jorge, algo de peli de Vietnam… Todo ajeno y mal mezclado, nada nuevo. Todo cursi y horroroso.

En las pocas críticas que he leído sobre este megatruño dicen que Avatar es “una experiencia sensorial”. Y tienen razón: sólo ofrece sensaciones. Y todas muy horteras o viciadas por el universo del juego de ordenador. Eso sí, que sepan que a la salida del cine de pueblo un chaval dijo a sus compañeros: “Mola”. Con los 500 millones de dólares (sí, 500, han leído bien) que ha costado esta mierda, FOX podría haber producido decenas de películas más entretenidas, humanas, inteligentes y dignas, pero de eso trata todo esto, de ese público, de ese “mola”, de esa sensación.

Bueno, luego no me digan que no les he avisado. Felices Reyes.