jueves, septiembre 30, 2010

El último, que apague la luz

Texto reeditado y retocado. Aun recuerdo, cuando era más pimpollo, a Arturo Pérez Reverte sentado en el carísimo bar del hotel Maria Cristina, fumando un pitillo, bebiendo un pelotazo bien mezclado por el barman Adolfo y observando al personal mientras charlaba con algún colega peliculero.

En 2008 Reverte le hizo un bonito homenaje a ese rincón y al cine que se fue. Sí señores, que se fue y algunos aun se empecinan en no reconocerlo. Allá ellos. La magia del cine, escribió Reverte, “terminó hace tiempo”. Para el escritor el cine ya no es grande, mágico, mítico. “El cine ya no es así. Tampoco los espectadores son los mimos. Los nuevos mitos vienen de otros sitios, no del cine. O a penas de él”.

Reverte hablaba también en su artículo de la perplejidad que le causó ver en persona a Meryl Streep como una señora más, discreta, desapercibida, sentada sin que nadie le hiciese caso en ese mítico rincón. Al leer su descripción, recordé una anécdota casi idéntica que me pasó hace ya demasiados años. Yo estaba sentado cerca del rincón de Reverte. Entonces miré hacia la barra y vi, fascinado, al director de cine Arthur Penn, que acaba de morir a los 88 años.

El director de Bonnie & Clyde, la soberbia película que en los sesenta puso a Hollywood patas arriba, estaba tomándose una copa solito, nadie tenía ni puta idea de quién era. Recordé, observando al viejo Penn, La jauría humana, Pequeño gran hombre y La noche se mueve. En ese momento, un griterío de quinceañeras me devolvió a la realidad. Asenjo Saunas, de la serie ‘A la salida del gimnasio’, había hecho aparición y había revolucionado los salones del hotel. Críticos, realizadores, distribuidores, agentes de prensa, periodistas, camareros y cotillas varios se fijaron en él mientras Penn disfrutaba de su copa sin enterarse de nada.

Reverte, en su texto, recordó las palabras de un compañero de mesa y cubata, un productor: “Esto se ha terminado, colega. El último, que apague la luz”. Esta última frase fue el título que alguien me propuso para mi libro sobre el fin del cine y nunca logré publicar. Resultó demasiado deprimente.

miércoles, septiembre 29, 2010

Grandes pensadores

"Lo enunciaré de forma sencilla pero ambiciosa: la próxima legislatura lograremos el pleno empleo en España. No lo quiero con carácter coyuntural, lo quiero definitivo".
"España está totalmente a salvo de la crisis financiera".
"La crisis es una falacia, puro catastrofismo. Estamos creciendo por encima del 3%. Aunque mañana crezcamos al 3% o al 2,8%, que es un crecimiento bueno, vamos a seguir creando empleo y teniendo superávit".
"Los 130.000 no son parados, sino que son personas que se han apuntado al paro".
"Prometo crear 2 millones de nuevos empleos".
"España está en condiciones para llegar al pleno empleo".

martes, septiembre 28, 2010

Chikilihuelga

Mañana huelga. Que no pienso seguir. UGT y CCOO han sido cómplices de las políticas que nos han arrastrado a un callejón sin salida. La huelga se organiza mal (los servicios mínimos propuestos son de risa y se creó a tres meses vista, no vaya a jodernos las vacaciones), es inapropiada (una huelga general jamás se ha hecho en tiempo de crisis), se hace tarde (los sindicatos han hecho de palmeros de ZP durante casi dos legislaturas) y se explica groseramente (con vídeos del Chikilicuatre).

Cuando hace años la gente se endeudaba de manera demencial, cuando los obreros compraban segunda casa, dos coches y vacaciones en Punta Cana, muchos vimos la que nos vendría encima. A aquel delirio general lo llamaron burbuja. Ahora mucha de esa gente burbujeante señala enfadada a los bancos y al poder, que ha despilfarrado (en nuevos funcionarios entre otras cosas) a manos llenas con sus votos. Y los daiquiris se pagan, amigos. Tras 30 años cotizando para jubilarnos a los 65, tendremos que retirarnos a los 67. Y la pensión es un derecho, pero no su cuantía. No lo digo yo, lo ha dicho un tal Fidalgo, que de huelgas sabe un rato.

No he conocido a un sindicalista en mi vida, nunca me han representado. Sí he conocido a empresarios, algunos hijos de puta y otros decentes. Ante esta crisis, ni unos ni otros han aportado nada y debería dimitir Díaz Ferrán, gran patrono, y también Totxo y Méndez, pareja bufa, supuestos contrapoderes que han silenciado los engaños del bribón de Moncloa. La izquierda está de liquidaciones y la derecha se ha hecho con unos satélites mediáticos que diariamente meten caña contra los sindicatos, contra la izquierda de liquidaciones y contra todo el que cuestione el “libre mercado”. Y los currantes en medio. Hartos, solos, confusos, manipulados, dormidos.

Esta huelga no se monta para proponer un modo de vida menos desquiciado, para evitar con inteligencia que se siga explotando a la gente, contra el abuso de los bancos, para que los reinos de taifas no sigan saqueando al país, para que el coste de la vida no sea obsceno o para que tener una casa no sea algo pornográfico. La huelga general forma parte del sistema, el sistema la consiente. Y ese sistema se ha ido de madre. Y esta huelga, que no va a ser general, va a estar muy lejos de aquel 14 de diciembre del 88, cuando la pantalla de TVE fundió a negro. ¡Qué tiempos!

Respeto el papel de los sindicatos y el derecho democrático a hacer huelga, faltaría plus, pero no participaré en ella. No con ellos. Y no lo digo con superioridad porque esto es un dramón… que nos lo ha tenido que explicar el Chikilicuatre. Escrito el sábado 25 y domingo 26 de septiembre de 2010.

lunes, septiembre 27, 2010

Pillastres

Hace un tiempo, Almudena Grandes escribió: “Mi oficio consiste en pasar horas y horas delante de un cuaderno durante una jornada laboral semejante a la de los trabajadores de cualquier otro sector, aunque a veces, al final de una novela, puede llegar hasta diez, once horas diarias”. Al leer esta mierda cité a Bukowski: “Un escritor que conozco está llamando a la gente y diciendo que teclea cinco horas todas las noches. Y supongo que nos tenemos que maravillar por ello. Lo que importa son LAS COSAS que estás tecleando”.

Hace unos días volví a ver a Almudena Grandes en la tele. Decía el autor de la entrevista (José María Calleja) que esta mujer se enfrenta a una serie de libros sobre la posguerra española, tema originalísimo, que “pueden convertirse en los episodios nacionales del siglo XXI”. La sentencia de Calleja fue tan ampulosa como los auténticos Episodios nacionales, un coñazo. En esta entrevista, Almudena Grandes volvió a recordarnos machaconamente que escribe seis horas diarias, que bebe mucho té y que su novela iba a formar parte de unos “nuevos Episodios nacionales”, aunque no los llamó así “porque la palabra nacional está desvirtuada”. Sí, han leído bien.

Después de dejar divagar a esta mujer sobre la pederastia en la iglesia o la ultraderecha en internet, Calleja se atrevió a preguntar si hoy en día existe un repliegue de la izquierda, a lo que respondió tajante: “Estamos viviendo un cambio de ciclo por una crisis de especuladores financieros que han salido reforzados. Y en esta situación tan confusa estamos perdiendo derechos. Conquistas sociales que han tardado siglos se van, nuestros hijos tendrán menos derechos”. En toda la larga entrevista no hubo ni una sola palabra sobre Zapatero. Ni a favor, ni en contra. NI UNA.

A veces Almudena Grandes, entre esas muchas horas que le dedica a la creatividad, tiene tiempo para leer manifiestos y apuntarse a manifas. Hace pocos días participó en una puesta en escena curiosa. Los de la ceja, los del “No nos falles”, los del “Vivir la alegría”, los de la plataforma PAZ (Plataforma en Apoyo a Zapatero), se juntaron para apoyar la huelga general montada, supuestamente, contra Zapatero.

Entre los presentes estaba un señor al que hace años tuve que soportar en un debate en TVE de desabrido recuerdo. Se llama Jorge Bosso y defiende el pomposo cargo de secretario general de la Unión de Actores. En esta nueva merienda de los de la ceja, Bosso dijo: “No es una huelga contra un partido político, sino contra cómo se están haciendo las cosas en todos los gobiernos, sobre todo en Madrid”. Sí, han leído bien. Y ni una sola palabra sobre Zapatero. Ni a favor, ni en contra. NI UNA. Pillastres. Escrito el domingo 26 de septiembre de 2010.

viernes, septiembre 24, 2010

Veo la democracia

Esta semana he visto en la tele a un sonriente director de periódico, famoso por sus tirantes, moderar una tertulia política en SU televisión. Él regaña, él maneja el cotarro, él es la polla, mírenlo, el tío controla. Y los políticos invitados y sus asalariados a callar. Él es la democracia activa, el cuarto poder.

En el mismo canal, y minutos después del democrático debate, veo a una furcia que ofrece chicas a la audiencia hambrienta. Y le llaman a millares. Otras cadenas comprometidas con la verdad y el rigor informativo hacen igual con otras chupapollas, o con adivinas, o con brujos, o con meretrices que preguntan de qué color es el caballo blanco de Santiago, o con vendedores de trituradoras, o con comerciales de máquinas de hacer gimnasia.

¡Es la democracia, idiotas! Adivinos chorizos, tertulianos comprados, periodistas deportivos oligofrénicos, putas, políticos corruptos, chaperos, propaganda, proxenetas, teleseries basura, teletienda, teletimo, telemierda. El género está vendido. El género humano, entiéndanme.
Escrito la noche del sábado 18 de septiembre de 2010.

miércoles, septiembre 22, 2010

Agosto y septiembre


Perdonad el retraso, pero los marrones laborales de Fede el diseñador nos han impedido disfrutar del calendario ochentero de la Compañía Creativa Santas Pascuas. Espero que lo acaben. Espero que la gente se enrolle, que si no frid no lo acaba, coño ya.

11 consejos para escritores principiantes

No me gusta especialmente Juan Carlos Onetti, pero sí sus consejos para escritores principiantes:

I. No busquen ser originales. El ser distinto es inevitable cuando uno no se preocupa de serlo.
II. No intenten deslumbrar al burgués. Ya no resulta. Éste sólo se asusta cuando le amenazan el bolsillo.
III. No traten de complicar al lector, ni buscar ni reclamar su ayuda.
IV. No escriban jamás pensando en la crítica, en los amigos o parientes, en la dulce novia o esposa. Ni siquiera en el lector hipotético.
V. No sacrifiquen la sinceridad literaria a nada. Ni a la política ni al triunfo. Escriban siempre para ese otro, silencioso e implacable, que llevamos dentro y no es posible engañar.
VI. No sigan modas, abjuren del maestro sagrado antes del tercer canto del gallo.
VII. No se limiten a leer los libros ya consagrados. Proust y Joyce fueron despreciados cuando asomaron la nariz, hoy son genios.
VIII. No olviden la frase, justamente famosa: 2 más 2 son cuatro; pero ¿y si fueran 5?
IX. No desdeñen temas con extraña narrativa, cualquiera sea su origen. Roben si es necesario.
X. Mientan siempre.
XI. No olviden que Hemingway escribió: "Incluso di lecturas de los trozos ya listos de mi novela, que viene a ser lo más bajo en que un escritor puede caer."

martes, septiembre 21, 2010

¿A que no parece una peli española?

Es lo nuevo de Vigalondo. El diseño, cojonudo, es de Koldo Serra.

lunes, septiembre 20, 2010

No hay preguntas

Cuando veo en la tele a un político dando su barrila, me suelo fijar en los periodistas que asisten a su rueda de prensa. En sus caretos aburridos, en sus pintas de sobrevivir con un café de máquina en el estómago, un pequeño portátil en la cartera y consignas y miedo en el cerebro. Parecen colegiales que han pegado el estirón demasiado pronto. Y a ver si De La Vega acaba su matraca y así nos vamos al recreo, que para lo que va a decir...

Pero los colegiales pueden hacer preguntas a su profesora y los periodistas de hoy ya no pueden preguntar nada. Sólo cogen apuntes. Recogen declaraciones. Recolectan frases diseñadas. “¡No hay preguntas, señores! Gracias”. No admiten preguntas, votos, sí, como dibujó Martín Morales en marzo del año pasado. Y en vez de plantarse ante el político de turno y mandarlo a tomar por el culo, se piran a darle a la tecla, que por la noche los tertulianos de la TDT leerán sus redacciones y desentramarán con ellas el país. Y veremos, una noche más, sus caretos cínicos y sus pintas de sobrevivir con un pelotazo en el estómago, una retribución por tertulia en la cartera y consignas y miedo en el cerebro.

Ser periodista debe ser una desgracia. Ya no hay romanticismo. Ya no hay preguntas. Ya no hay periodistas. Hay que tragarse a pelo la retórica de Aídos, Bonos, Pajines, Pepiños, Cospedales y Trinis. Por Dios, ¿se han fijado en la sonrisa de esta tipa que nos va a prohibir darle al pitillo en nuestra barra de toda la vida? ¿Y qué me dicen del duelo aséptico entre el vividor Tomás Gómez y ‘Trini Puede’? ¿Debate televisado entre los dos para saber qué ofrecen a Madrid? ¡No hace falta! Vale con las fotos y las arengas sin preguntas. Ya tenemos sus sonrisas y sus eslóganes manufacturados por la agencia publicitaria La Señora Ramona.
Escrito la noche del viernes 3 de septiembre d 2010.

viernes, septiembre 17, 2010

jueves, septiembre 16, 2010

Agitar y servir

NAPALM, en honor a Buñuel, se ha aficionado a hacer Dry Martinis. Cuando quedamos en su estudio siempre lo prepara, y le sale de puta madre. Lo considero una bebida demasiado seca y no podría coger un pedete lúcido a base de Drymartinis, eso tiene que ser algo horrorosamente empalagoso. Buñuel explicó así su afición:

“Mi bebida preferida es el Dry Martini. Dado el papel primordial que ha desempeñado el Dry Martini en esta vida que estoy contando, debo consagrarle una o dos páginas (…) Básicamente se compone de gin y unas gotas de vermouth, preferentemente ‘Noilly-Prat’. Permítaseme dar mi fórmula personal, fruto de larga experiencia, con la que siempre obtengo un éxito bastante halagüeño. Pongo en la heladera todo lo necesario, copas, ginebra y coctelera, la víspera del día en que espero invitados. Tengo un termómetro que me permite comprobar que el hielo está a unos veinte grados bajo cero”.

“Al día siguiente, cuando llegan los amigos saco todo lo que necesito. Primeramente, sobre el hielo bien duro echo unas gotas de vermouth y media cucharadita de Angostura, lo agito bien y tiro el líquido, conservando únicamente el hielo que ha quedado, levemente perfumado por los dos ingredientes. Sobre ese hielo vierto el gin puro, agito y sirvo. Esto es todo, y resulta insuperable.”

Pero NAPALM y Buñuel no son lo únicos aficionados al Dry Martini. James Bond lo toma “agitado, no removido” en Dr. No. El borrachín W. C. Fields empezaba el día con uno, desayunaba algo y luego se tomaba otro. Lo llamó “leche de ángel”. Y dicen que las últimas palabras de Humphrey Bogart fueron “Diablos, nunca debí cambiar el escocés por los martinis”.

miércoles, septiembre 15, 2010

¡Mangas verdes!

Cuando Aznar recibió la medalla de honor de la Academia del Vino de Castillo y León, criticó el prohibicionismo del gobierno de ZP. Se cebó Aznar con la Ley contra el vino (cuyo anteproyecto acabó afortunadamente retirado) y se atrevió con las campañas de la Dirección General de Tráfico. Sus palabras ya son todo un hit: "¿Y quién te ha dicho que quiero que conduzcas por mí? Déjame que beba tranquilamente; no pongo en riesgo a nadie ni hago daño a los demás. A mí no me gusta que me digan ‘no puede ir usted a más de tanta velocidad, no puede usted comer hamburguesas de tanto, debe usted evitar esto y además a usted le prohíbo beber vino’. ¿Quién te ha dicho a ti que quiero que conduzcas por mí? Las copas de vino que yo tengo o no tengo que beber déjame que las beba tranquilamente".

Cuando asistió a la recepción organizada por el embajador de México, otro ex presidente, Felipe González, dijo que la solución para acabar con el narcotráfico es legalizar su consumo a nivel internacional. Nos ha dado otro hit: "México está poniendo los muertos mientras que el dinero que genera el narcotráfico, 350.000 ó 360.000 millones de dólares, están en la otra parte. De ahí vienen las armas. Ese desequilibrio hay que cambiarlo. Puede ser una opción celebrar una conferencia internacional sobre este asunto, si bien es difícil que se vaya a producir. Debemos volver la vista atrás y pensar en la criminalidad organizada en Estados Unidos, con miles de muertos, y que dependía de la ilegalización del alcohol, que terminó cuando se acabó la prohibición y el negocio se hizo legal".

¿Por qué dicen todo esto ya retirados? ¿Por qué no lo dijeron cuando estaban en el poder? ¡A buenas horas…!
Escrito el martes 14 de septiembre de 2010.

martes, septiembre 14, 2010

Dos tontos muy tontos

Fernando Sánchez Dragó: “No sabes lo que te perdiste al no hacer la mili. A mí me encantó. Yo era un niñito del barrio de Salamanca, del colegio del Pilar, y gracias a la mili entré en contacto con gente de clases sociales ajenas a mi círculo. Te curtías, comías chuscos y garbanzos con tocino rancio, sufrías los sabañones. Yo soy partidario de volver a poner la mili obligatoria para poner firmes a los niñitos del Estado del bienestar y enseñarles lo que es la vida”.
Albert Boadella: “Estoy contigo en que ha sido un error suprimir la mili, mucho más en el momento actual, con esos reinos de taifas autonómicos que padecemos”.

Extracto de 'Nacidos para provocar', próximo libro de estos dos señoritos.

lunes, septiembre 13, 2010

Chabrol (1930-2010)

"Hay mucha que gente que vive como un imbécil, una vida idiota, aunque el cine, a veces, puede servir para que la gente sea menos imbécil. No soy paranoico, pero en la sociedad hay una conspiración para que la gente viva una vida idiota".

“La tontería es infinitamente más fascinante que la inteligencia. La inteligencia tiene sus límites, la tontería no”.

Nota: Recomendación para aquel que quiera adentrase en el proceso de hacer cine de una forma sencillísima, casi insultantemente básica: ‘Cómo se hace una película’, librito de Chabrol.

SEMOH LOH MEJOREH

El otro día les hablaba de la incapacidad de ejercer la autocrítica por parte de “los del cine”. A este defecto se le suma otro del que no hablé: una enorme soberbia y un patético gremialismo. No soy fan de las listas, ni soy fan de Javier Marías, pero esta vez ha escrito sobre una de esas listas y ha dado en el clavo. El texto lo publicó el 5 de septiembre y hablaba de las listas que publicó el dominical de El País con las cien películas y los cien actores que “cambiaron la vida” de cien profesionales “hispanoamericanos” del cine. Les dejo con el texto casi en su totalidad porque no tiene desperdicio:

“En estas votaciones “hispanoamericanas” ha habido un elemento en verdad preocupante, y es el desaforado nacionalismo o chauvinismo o patrioterismo que desprendían, no ya rayano en el ridículo, sino del todo inmerso en él. (...) Entre las cien películas de la historia había siete italianas (con apoteosis del sobrevalorado y mal envejecido Fellini y ninguna de Rossellini, dicho sea de paso), cuatro suecas (todas de Bergman), cuatro británicas (una dirigida por un francés, Renoir, y otra por un mediocre llamado Anthony Harvey), tres japonesas, tres cabalmente francesas, dos más o menos alemanas (ninguna de Fritz Lang, por cierto), dos de cineastas daneses… ¡y dieciséis españolas o de directores españoles –es decir, de Buñuel–!”.

“Para mí ha sido una revelación: según estos patrioteros o quizá gremialistas individuos votantes, el cine hecho por españoles es, con diferencia, el más memorable del globo después del norteamericano. Visto lo cual no entiendo, la verdad, cómo es que nuestra filmografía no es universalmente conocida, cómo es que en todos los países no se han disputado el concurso de nuestros directores y actores, o cómo es que fuera de aquí casi nadie sabe quién es Berlanga, cuyo El verdugo es muy buena, sí, pero no creo que en ningún otro sitio esté considerada la cuarta película de la historia del cine, cincuenta puestos por delante –es un ejemplo– de la más “impresionante” de John Ford. Tampoco me parece probable que haya muchos extranjeros dispuestos a suscribir que La niña de tus ojos, de Trueba, deja más huella que Dublineses, de Huston, por mencionar un caso sangrante”.

“En cuanto a la lista de actores, más de lo mismo: entre los cien intérpretes que más han “marcado” a los votantes, nada menos que dieciséis españoles, gente, como se sabe, nacida para actuar. Fernán-Gómez es mucho más admirable que James Stewart y Charles Laughton; López Vázquez, Luis Tosar, Rabal y Carmen Maura están muy por encima de John Wayne, Bogart, Caine, Marilyn Monroe, Orson Welles y Audrey Hepburn, cómo me va usted a comparar; y no digamos de Gary Cooper, Robert Mitchum y Henry Fonda, esos tres no les llegan ni a la suela del zapato; Ángela Molina conmueve más que Sordi, Gabin y Clark Gable; y Javier Cámara, Rosa María Sardá y Juan Diego les dan unas cuantas vueltas a Marlene Dietrich, Buster Keaton y William Holden”.

“Los profesionales de nuestro cine, ¿a quién pretenden engañar? ¿Qué pretenden al votarse entre sí y a la raquítica industria nacional? ¿Tal vez convencer al Ministerio de Cultura de que esa industria es añeja y sólida y ha dado más obras maestras que la de cualquier otro país a lo largo de un siglo (los Estados Unidos aparte), y que por ello hay que cuidarla, favorecerla y subvencionarla? ¿Tal vez convencer de lo mismo a los lectores, para que vayan a ver cine nacional?".

"Si así fuera (y no el mero pataleo acomplejado de “semoh loh mejoreh”), hay algo en lo que no han reparado: si nuestros cineastas tienen una ignorancia supina y desconocen a Ophuls, Rossellini, Lang, Renoir, Preminger, Griffith y tantos más de los que no destacaban una sola cinta; si su gusto es tan dudoso como para considerar El día de la bestia –lo siento, es un ejemplo– más memorable que Perdición, La diligencia, El hombre que mató a Liberty Valance, El hombre tranquilo y Johnny Guitar; si además juzgan que la ridícula y cursi Bailar en la oscuridad, de Von Trier, merece estar entre las cien películas que “cambiaron su vida”, ¿qué aficionado con dos dedos de frente y una mínima formación cinematográfica va a ir a ver las creaciones de estos individuos? Francamente, queridos, así no prometéis nada bueno”.

Gracias, Marías. Y gracias, Frid, por pasarme el texto.

viernes, septiembre 10, 2010

Primera entrevista: Carlos Pumares

Ahí lo tienen. Nos volvemos a encontrar. Aunque a veces lo matarías y otras le tengas mucho cariño, Pumares tiene algo, nunca te deja indiferente. El número cero de mi revista de cine estuvo dedicado a él. Una de las primeras entrevistas que hice en Madrid se la hice a Pumares. Carlos fue el protagonista del primer libro que escribí junto a NAPALM y él es el primer entrevistado del documental sobre el mundo del cine (no diré más por ahora) que estamos grabando juntos. ¿Tiene toda esta secuencia temporal algún sentido? Seguro.

Elegimos para la grabación el hotel Emperador gracias al buen ojo de NAPALM, que descubrió que fue allí donde se rodó una secuencia -con magníficas vista a la Gran Vía- de El Crack II. La sesión fue extraña, tirando a surrealista. Para empezar, Pumares llegó una hora tarde. Al menos llegó. Su excusa fue que “se había olvidado de la cita”. La madre que lo parió.

En la tensa espera, aguardando a que llegase en taxi, fui a recepción para avisar del retraso a Luis (producción). Mientras, NAPALM chequeaba el plano y la posición de entrevistador y entrevistado. Imaginen ahora la escena: mirando por el visor, NAPALM descubre, alucinado, que Pedro Erquicia, con traje y una barba digna de Papá Pitufo, se acaba de sentar en el sofá destinado a Pumares. Los dos se miran, inquietos, en un silencio cortante. NAPALM observa a Erquicia pensando que el veterano presentador de Documentos TV está de cachondeo… ¿O no?

El embrollo se soluciona enseguida: Erquicia ha quedado en el hotel para una entrevista y ha creído que éramos nosotros sus entrevistadores. Pocos minutos después, aparece Pumares acompañado por Luis y vestido de forma bastante informal para lo pinturero que suele ser él. Nos damos la mano, hacemos unas coñas y ala, rápido, vamos a acabar esta puta pierda cuanto antes.

Me siento frete a él. Otra vez. Volvemos al desafío de las sesiones para armar su libro. NAPALM supervisa el plano y el sonido. Luis nos ayuda con un difusor de luz. No hay demasiada. Tengo miedo de que Carlos se vaya por la tangente. Quiero que se centre en el tema del documental y que no vuelva a sus lugares comunes. No lo consigo. Logramos un material decente, pero no consigo que se centre, que entienda, que le interese lo nuestro más allá de lo correcto, lo necesario. Pero, como siempre, es demoledoramente sincero. Y divertido.

Pumares se nos vuelve a mostrar, y eso nos sirve, como el crítico pegado la calle, al espectador medio, sin poses académicas, sin tostones intelectuales. Y eso ya vale. Vale mucho todavía. No ha estado nada mal para arrancar.
Escrito la noche del 8 de septiembre de 2010.

jueves, septiembre 09, 2010

Un verdadero periodista

Es dificilísimo ver a un periodista en la tele. Cuando digo periodista me refiero a un señor que no es un tertuliano incendiario, un patriota barato, un sectario de mierda, una marioneta de partido, un holgazán o un robot patrocinado. Dificilísimo, sí, pero no imposible. Vicente Valles, del que ya he hablado en este blog, sigue siendo un grandísimo periodista que presenta el programa ‘La noche en 24 horas’ de TVE.

Vallés curraba hace años por la mañana, presentaba ‘La mirada crítica’ en Telecinco. El gran capo Vasile decidió despedirlo para contratar a una “gran periodista” llamada Maria Teresa Campos. Vasile se ha adaptado bien a nosotros al hacer algo muy español: prescindir de un tío brillante por alguien mediocre. La chapuza habitual, la que llevamos en ese ADN que nos hace estar siempre rodeados de grises.

Vallés dejó la cadena de Fuencarral y fichó por TVE y ha logrado levantar un programa informativo y de debate alejado del grito, la basura y el sectarismo. Alucinante. Ahora ha regresado de sus vacaciones. Ayer volví a verlo en su salsa. Entrevistaba a una desconcertada Elena Valenciano, vasalla de Zapatrero que acaba de visitar La Habana junto a la eminente Leire Pajín. Allí olvidó a los disidentes e hizo la pelota de la manera más arrastrada al hermano del dictador y a sus embalsamados secuaces. Puro PSOE.

Sobre todo ello preguntó Vallés a Valenciano. No sólo sobre Cuba, también sobre el apoyo de Valenciano a Yes We Trini y el efecto Borrel que se cierne sobre su partido. A la mujer se le notó cabreada, sorprendida, tensa y aturdida ante las rápidas, brillantes y libres preguntas de un VERDADERO periodista.
Escrito el martes 7 de septiembre de 2010.

miércoles, septiembre 08, 2010

No nos van a dar ninguna pena

El cine español ha llegado a un 8 % de cuota de pantalla. Sólo la estupidez Que se mueran los feos ha superado este año el millón de espectadores. Un batacazo histórico. Y aunque el cine español está en crisis desde su nacimiento, esta vez no se avecina tormenta, se avecina tsunami. Y, claro, es tiempo de echar la culpa a todos (a la piratería, a la Mula, al público inculto, a Hollywood…) menos a los verdaderos culpables: a los que dicen hacer cine en España.

Conozco a algunos. Leo a otros. Gente que lloriquea porque las salas de cine pasan de ellos, porque las teles públicas ya no compran cine, porque los bancos ya no prestan, porque la ecuación del trinque ya no cuadra. Pero ¿va a dejar de haber cine o cineastas por eso? ¡Ni mucho menos! Lo que va a dejar de haber es tantísimo profesional del trinque como antes. Los “profesionales” gimotean, pero no hacen su trabajo, que sería buscar nuevos modelos de negocio. Unos pocos se han puesto las pilas: cotizadas estrellas del cine patrio de los ochenta y noventa se han visto obligadas a protagonizar teleseries de chichinabo o infames telefilmes de las privadas. Prestigiosos directores se han puesto a dirigir tvmovies sobre folclóricas lesbianas. Grandes “autores” no hacen ascos a rodar anuncios. El resto al INEM. Así están las cosas.

Fernando Lara, ex director del festival de Valladolid y ex alto cargo del gobierno de Zapatero, publicó en agosto un quejumbroso artículo en El Mundo titulado ‘Tormenta perfecta sobre el cine español’. En él denunciaba lo siguiente: “Las televisiones privadas sólo producen, hasta donde les exige la ley, con las empresas vinculadas a ellas y bajo su estricto control. La televisión pública ‘no sabe no contesta’ alegando limitaciones presupuestarias. Desaparecen los encargos más o menos institucionales que afectan, sobre todo, al campo del documental. Apoyarse en las subvenciones estatales y autonómicas está llegando a su fin. Existe, además, la desafección del público, derivada de distribución y exhibición”.

A Lara, que hace seis años, cuando Carmen Calvo le hizo director del ICAA, le parecía que el cine español iba viento en popa, le parece ahora denunciable que una empresa televisiva privada -obligada por ley a invertir en un sector que no es el suyo y que es deficitario- “controle” su producto. Ve escandaloso que una cadena pública ruinosa -y que pagamos todos- cierre el grifo. Para el pobre Lara hacer un documental sin “encargos institucionales” es inviable. Y lo más tremendo: la “desafección del público” viene de las salas y los distribuidores, no de la castaña de películas que se hacen en España y que a nadie importan.

Sus palabras sólo demuestran ignorancia y que es un pillastre. Y lo que es peor: que “los del cine” siguen ciegos y no tienen la más mínima autocrítica que plantear. Y que están muy lejos de ser como la gente nueva, valiente, sin padrinos, sin familia, muy lejos de la que no está apalancadada trincando desde hace décadas. Un tsunami va a ser poco para lo que les viene encima. Y no nos van a dar ninguna pena.
Escrito la noche del 2 de septiembre de 2010.

lunes, septiembre 06, 2010

Un atraco legalizado

Muchos siguen preguntándose dónde están los intelectuales de izquierdas cuando nuestras tropas siguen en una guerra como la de Afganistán, cuando el PSOE justifica al régimen de Rabat mientras dejan la cara de unos pacíficos activistas españoles como el mapa de la Rioja o cuando un gobierno que se dice socialista y obrero sigue desmantelando derechos sociales hasta ahora intocables. Pero no son todos los que callan con complicidad repulsiva. Hay gente con cojones todavía. Este verano Enrique San Francisco, que ya calza 55 castañas, estaba en Santander haciendo unos bolos en un hotel. Su familia es de Comillas y, como a mí, lo que más le gusta de España es la costa cántabra. Y, entre caña y caña, Enrique soltó estas perlucas a un periodista:

“Yo he vivido con Franco, con Suárez, con Felipe González y nunca he tenido tan poca libertad como ahora. Desgraciadamente tengo que vivir con esta panda de individuos que dicen ser la gente libertaria y son la puta nueva derecha”.

“Ellos tienen un idioma que consiste en eludirlo todo. No hablan, hacen frases. Felipe González era el rey de esto. Un político que no sepa hacer frases está abocado al fracaso. El pueblo no exige nada, lo acepta todo, y yo no lo entiendo”.

“No creo en nada colectivo que luego sirva para lo individual. Y estos cabronazos lo están haciendo todo colectivo con unas lavadas de coco impresionantes. Y nos roban en la legalidad. Esto es el atraco legalizado”.

Escrito la noche del lunes 2 de septiembre de 2010. Fuente: El Mundo de Cantabria.

viernes, septiembre 03, 2010