jueves, julio 24, 2008

Me las piro

Mañana es fiesta, el lunes voy a montar a Barcelona y el jueves otra vez Santoña. Así que... ¡HASTA OTRA!

¡COSAS!

“Cosas papá, cosas. ¡Tú sólo me has dado cosas!”, gritaba Paul Newman a Burl Ives en La gata sobre el tejado de zinc, de Richard Brooks. Nosotros podríamos berrear lo mismo ante la gran máquina (enterremos la desfasada palabra sistema). “Cosas. Sólo me das cosas, hija de perra”.

Desde hace ya casi un año, he optado por cavernicolizarme, voy hacia atrás en la evolución humana. Mientras la peña anda ciega comprando la nueva pantalla de ectoPLASMA, el nuevo juego de la PLAY-Stastonto, el último IPeDo, el super necesario BLUEtufo, el rutilante eMepe 3 o el eMePe sus muertos, yo decidí quitar cosas, papá, cosas, de mi anónima existencia.

Cuando se me jodió la cadena de música, metí los discos en el cacharraco de DVD. Y tan amigos. Cuando Timofónica me estafó a golpe de teleoperador, adiós ADSL, tiro con un peneDRIVE de esos para guardar esto que leen y tan amigos. Ni e-mails, ni cojones. ¿Teléfono? Móvil de troglodita generación y tan amigos. Ah. Y sin contrato, off course.

Cuando me instalé en mi pequeño estudio en Capitán Haya, tenía una tele que servía de reproductor de CeDeses y DeuVeDeses, pero no tenía los canales sintonizados. Sólo se veía Telecinco, el resto con niebla o directamente ni se veía.

Una noche invité a NAPALM a cenar a mi cueva para que la conociera. NAPALM es, más o menos, un manitas en la cosa electrónica, así que se lo comenté. Él, tras sorber un poco más de Rioja y darle una calada a su Chester, me miró y respondió:

- Friend… ¿Estás completamente seguro?
- ¿De qué?
- ¿Quieres tener sintonizado el televisor?



Enseguida vi por dónde iba el muy cabrón. Lo pensé unos segundos y le dije que no, que se olvidase. Me levanté y fui a preparar los solomillos mientras en el cacharraco de DVD sonaba el viejo Cole Porter.

Desde ese día, pertenezco a esos extraños ermitaños intelectualoides acabados que no ven la televisión en casa pero, paradójicamente, trabajan en la tele. Sí, yo soy de esos que dice que NO VE LA TELE y lo dice DE VERDAD, ¡y encima curra para ella! La de Dios.

Los extraños ermitaños intelectualoides acabados no nos llevamos curro a casa. La cadena para la que trabajo tiene una web estupenda con muchos vídeos.

Y los extraños ermitaños intelectualoides acabados leemos más, y escribimos más y mejor, y pensamos y soñamos, y lloramos y nos descojonamos solos más y mejor. Y escuchamos a Sinatra, y fumamos un piti, y vemos, desde un octavo, golondrinas sobre el cartel del hotel Meliá Castilla, o pasar los aviones que despegan en Barajas. Y tan amigos.

Este verano, en casa mis padres, he podido dar un breve repaso a la programación televisiva. ¿Y? Lo de siempre. Cosas, cosas, cosas, cosas, papá. ¡Cosas!

Fotos: Mi tele “encendida”, escupiendo a Sinatra.

Niño muerde a perro

En primero de periodismo me dijeron que no es noticia que un perro muerda a un niño, sino que un niño muerda un perro. Nunca leí noticia igual... hasta hoy:

Un niño brasileño de 11 años salvó su propia vida al morder a un perro de la raza pibull que lo atacó y que ya tenía encajado sus colmillos en el brazo del menor, informó hoy la televisión brasileña MGTV.

Le tuvieron que dar cuatro puntos en el brazo por el mordisco del perro. "Yo lo agarré por el cuelo y lo mordí", afirmó el menor, que en la pelea terminó perdiendo un diente y que tuvo que ser llevado a un centro médico en donde le cosieron la herida en el brazo con cuatro puntos. "Los dos estaban prácticamente en una lucha corporal: el niño y el perro.

Cuando los vimos, saltamos el muro para intentar ayudarlo. Conseguimos separarlos con dificultades", relató el obrero Gilberto Pereira, que trabajaba en obras en una casa vecina y fue el primero en socorrer a la víctima. (Fuente: 20 Minutos)

miércoles, julio 23, 2008

Yo fui un creativo publicitario

Mi amigo Pabluco abandona la pedazo de agencia donde trabajaba y donde ganó mucha pasta. Bueno, más bien abandona el curro, la publicidad, su piso, su moto, Madrid y el país.

Cuando su jefe le preguntó la razón y si podría hacer algo por él, pabluco le respiondió que se largaba nueve meses a recorrer el Sudeste Asiático con un amigo y una mochila y que con el finiquito se las apañaba.

Bueno, a él (y a Pedruco, el de la izquierda en la foto, su camarada de viaje) va dirigido este gran cachondeo sobre el delirante mundo publicitario de los chicos de Muchachada:




Suerte y buena vida, chicos. Y cuidado con hacer el chorra, que eso no es Santoña y me he visto un par de veces El expreso de medianoche.

Gracias, JAIME, por el vídeo.

martes, julio 22, 2008

Y hablando de animales...

A todo cerdo le llega su San Martín
Otto Adolf Eichmann

Radovan Karadzic

Esta mirada

No se me ocurre peor manera de empezar a currar tras la primera tanda de vacaciones. Y no lo digo por el curro o por el bajón postvacacional. Hace unos minutos, Clot me ha llamado para ver algo en el jardín que tenemos cerca de la oficina. Y ese algo es este gato callejero con las patas traseras destrozadas, paralizadas. Seguramente por un atropello.

Hemos intentado acercarnos a él, pero ha sido imposible. Aun arrastrándose con las patas delanteras, el animal, aterrado y viéndose impotente, no se dejaba ayudar. También le he sacado leche en un cazo. Y nada.

Me encantan los gatos. Es mi animal preferido por su increíble belleza, por lo limpios que son y sobre todo por su independencia. Es mi animal. No me cabe la menor duda. Los egipcios sabía lo que se hacían. Lo que más impacta del gato es cómo su mirada, normalmente llena de vivacidad, se transforma en algo demoledoramente triste cuando está enfermo, herido o moribundo. Imagino que pasará con muchos animales que no conozco.

Los de la Perrera Municipal, una pareja de veterinarios encantadora que ha tardado en llegar menos de una hora tras mi llamada, han tratado fenomenal al gato, que al principio se resistía como podía. Primero lo han dormido. Adormecido más bien. Luego han palpado su esqueleto y han visto que tenía la vejiga hinchada de no poder mear y sangre en el riñón. Llevaba días sufriendo. Por la dentadura han intuido que tenía más de cuatro años. Estaba hecho un cristo.

Después ha venido el pinchazo letal. En pocos segundos se ha ido. Los ojos del precioso gato ya no decían nada. Nada de nada. Antes de proceder, la veterinaria comprobó que era un gato callejero. Si hubisese tenido dueño, un chip identificativo, puede que hubiese sobrevivido tras una operación posiblemente muy cara.


Ver irse a un animal, preferentemente a un mamífero por nuestra empatía con ellos, es doloroso pero hay que verlo. Clot, cuyo padre es veterinario, me ha contado lo que sitió cuando vio irse a un enorme mastín tras un pinchazo rápido. Lo que le impactó.

A mí se me han revuelto las tripas durante todo el día y he sentido muchísima pena.

Nota: Por favor, si te pasa algo parecido, si ves sufrir a un animal de esta manera, llama a la perrera municipal de tu cuidad o a EL REFUGIO. Gracias.

lunes, julio 14, 2008

ROSAS ROJAS Y AMARILLAS

Son las 0.22 de la noche del 12 de julio de 2008. Hoy ha caído un mojito en Remi y unos blancos con Pablo y Javi. He quedado con mi padre frente al bar La Dorada y me ha dicho, por enésima vez, que baje la dosis de tabaco. Me lo lleva diciendo desde los 17 y no se cansa el hombre. En el transcurso del viaje hacia Treto, me ha contado una historia.

Resulta que, pocas horas antes, mi aita estaba podando sus hortensias cuando una vecina le ha llamado. La mujer es de Portugalete, Vizcaya. Cuando mi padre se ha acercado a su jardín, la señora le ha recibido con un ramo de rosas rojas y amarillas. Mi padre, al verlas, ha exclamado: “¡Qué bonitas!” Luego las ha olido y ha alabado su aroma. Enseguida, la mujer le ha dicho: “Sí, pero qué colores más inapropiados”. Mi padre ha entendido enseguida por dónde iba la mujer. Y así ha seguido ella la conversación:

- Rojo y amarillo, mala combinación.
- No, es una combinación perfecta que lucirá muy bien en un jarrón, en casa.
- Porque estamos en Cantabria, Txema (así se llama mi padre). ¿Te has fijado que en las flores que adornan Bilbao jamás se da esta combinación?
- Me he fijado, Mariluz (así se llama nuestra vecina).


Mi padre ha cogido el ramo de rosas rojas y amarillas con suma delicadeza para llevárselas a mi madre. Mariluz tenía ganas de palique.

- Pues eso, Txema. Pero hay algo peor.
- ¿Qué?


Mi padre se impacientaba, le esperaba mi madre para la cena.

- Que hace dos días llevé estas mismas flores a mi padre, que está en una residencia. Demencia senil.
- ¿Qué pasó?
- Que le gustaron los colores, y sobre todo su aroma. Y también a su enfermera, hasta que matizó: qué pena de colores.

jueves, julio 10, 2008

VACATAS

Señores y señoras, damas y caballeros, miembros y miembras, hoy me pillo la primera parte de mis vacaciones. The summer wind came blowin' in, From across the sea, que diría Sinatra.

No abandonaré el blog en estos días, pero no prometo una actualización como la habitual. Que de todo hay que descansar, digo yo.

Hasta el día 21 me espera la playa, la piragua, la buena comida, las buenas siestas, los vinucos con los amigos, la familia, las barbacoas y todo lo demás. Que sean muy felices.

miércoles, julio 09, 2008

In the Wee Small Hours of the Morning



In the wee small hours of the morning
While the whole wide world is fast asleep
You lie awake and think about the girl
And never ever think of counting sheep

When your lonely heart has learned its lesson
Youd be hers if only she would call
In the wee small hours of the morning
Thats the time you miss her most of all


En las primeras horas de la mañana
Cuando todo el mundo duerme profundamente
Tú permaneces despierto y piensas en ella
Y nunca, nunca te planteas contar ovejas

Cuando tu corazón solitario ha aprendido su lección
Serías de ella con sólo una llamada
En las horas tempranas de la mañana
Es cuando más la echas de menos

Y la verdad es que la señora Carly Simon tampoco lo hizo nada mal...

Triste, triste, triste

Martha acaba de tener un lío con un jovencito invitado a tomar unas copas junto a su novia.
El joven trabaja en la misma universidad de su marido, George. Martha descubre que George ha desaparecido en la oscuridad de la noche. Él sabe perfectamente lo que ha hecho Martha. Ella se acerca a una ventana mientras confiesa al jovencito que, a pesar de las peleas, las infidelidades, el alcohol y la violencia, George es el amor de su vida. El joven la escucha asombrado, sin entender nada.

Martha:
George, que está ahí en algún lugar de la oscuridad.
Él, que es bueno conmigo. A quien trato abusivamente.
Que aprende rápido los juegos a medida que yo los cambio.
Que puede hacerme feliz y no deseo ser feliz.
Sí… deseo ser feliz.
George y Martha. Triste, triste, triste.
A quien no perdonaré por haber parado.
Por haberme visto y haber dicho: “Sí, con esto es bastante”.
Que ha cometido el atroz, el doloroso, el insultante error de amarme.
Y debe ser castigado por ello.
George y Martha. Triste, triste, triste.
Algún día, alguna noche, alguna noche de alcohol, iré demasiado lejos.
Le romperé la espalda o haré que se vaya para siempre…

Y me lo merezco.

(Diálogo de ¿Quién teme a Virginia Woolf?)

martes, julio 08, 2008

La RosaVogue

Esta foto da miedo, pero no sólo porque Rosa Díez parece un figurante de El resplandor, sino porque la instantánea se hizo en la fiesta organizada por la revista de moda Vogue para celebrar en Madrid sus 20 años en el quiosco. Mira tú qué acontecimiento.

Vogue para mí no sólo representa un gran tema de Madonna cuando me interesaba Madonna, también simboliza el recuerdo de aquella otra foto de la ViceVogue y sus ministras mariachis, lógicamente criticadas por el ridículo de aquella imagen en la que muchos empezamos a intuir que este gobierno sería más de papel cuché que de BOE.

Lo más desacertado no es el look de Rosa Díez, es el lugar donde se hizo. La diputada, que según El País, “lució una larga melena que nacía de un abultado moño” y “vistió un traje de volantes negro y blanco con detalles en gasa”, se está paseando por algunos saraos elitistas que nada tienen que ver con el proyecto UPyD, un proyecto ciudadano comprometido a alejarse de los grandes grupos y lugares de poder, un proyecto que apoyé ilusionado.

Hace uno días ya me preocupó ver a la Díez en los estirados premios-pajarita Mariano de Cavia. Ahora veo esta foto y leo la información que explica que Rosa ha desfilado en “la misma pasarela por la que antes pasaron Laetitia Casta, Claudia Schiffer y Esther Cañadas”.

¿Por qué una mujer tan lista cae en esta estupidez, en esta vanidad? ¿Estamos gilipollas o qué pasa? Me gustaría saber cuánto vale el espantoso traje que se calzó Rosa y el ágape de aquella noche mientras pienso en los mileuristas ilusionados que, como afiliados, donan 20 euros mensuales a su partido.

Las del Mariano de Cavia y Vogue no dejan de ser fotos, pero fotos que dicen mucho. O más bien poco de Rosa Díez. No se puede ir de buzo a dar un mitin al Retiro y luego disfrazarse para asistir a fiestas de señoritos o estilistas que no representa ni al 1% de los ciudadanos españoles.

Ojo Rosa con los delirios de grandeza y las tontadas de diseño, porque así lo vas a llevar crudo conmigo y con unos cuantos como yo.

lunes, julio 07, 2008

Y LOS HAY


Esto que ven arriba es algo que le sirven a un desgraciado en un restaurante fetén hoy en día. Dice el crítico gastronómico al respecto: “De impacto las sardinas que elabora Ricardo Sanz en Kabuki Wellington: lomos de sardinas con pan con tomate, aceite, soja y aceite de la primera presión de la anchoa en salazón”. Guau. Yo sirvo esto en un asador de Santoña, de los de toda la puta vida, y me tiran a la marisma de la misma. Para que este insulto exista, hace falta un memo para pagarlo y tragárselo. Y los hay.



Esto que ven es una caña de pescar diseñada por un sinvergüenza que se hace llamar “diseñador de complementos”. La ha creado un tan Karl Lagerfeld para una empresa llamada Chanel. El complemento es la caña… de pescar. No sé si el sedal irá a parte, si también los diseñará, al igual que la cesta, los anzuelos o los gusanos para la carnaza, marca de los viveros Lagerfield. Para que este ultraje exista, hace falta un rematado idiota con pasta para pagarlo. Y los hay.



Y esto que ven es una rata. Sí, una rata embutida en una correa para pasearla por Central Park. Si no teníamos suficiente con los hijos de puta que llevan a su perro o gato a peluquerías de lujo o que los visten con ropitas de marca que ya quisiera un crío del arrabal, nos llega ahora la correa de lujo para tu rata favorita. Para que esta obscena locura exista, hace falta un subnormal para pagarlo y pasear a su roedor con una correa tan cool. Y los hay.

El otro día lo comentaba almorzando con Clot y Otis: el fin de todo, el Apocalipsis final, no llegará con un crack financiero o con un meteorito. Ya hemos llegado al Apocalipsis. O como me dijo Rafa Fernández, "no 'nos vamos' a la mierda. Ya nos hemos ido… y no nos hemos dado cuenta". Para que esto ocurra, hace falta gente como esta. “Creadores” y compradores. Y los hay. A patadas.

viernes, julio 04, 2008

El viejo Bob


Me voy a ver a este señor a Jaén. Que ustedes lo pasen bien este fin de semana. Hasta el lunes.

Esa puta entrada

A veces uno no tiene conciencia del grandísimo hijo de puta que puede llegar a ser. No la tiene hasta que se encuentra cara a cara con los destrozos causados. Algunos irreparables, otros no tanto. Todos humanos, demasiado humanos. Por eso escribo esta entrada. Son las once y media de la noche del 3 de julio.

Esta noche, disfrutando del último disco de Bob Dylan en mi terracita después del trabajo, he recibido un mensaje en mi móvil. Al leerlo me he quedado de piedra. Era de un viejo, muy viejo amigo con el que había tenido serias rencillas, ruidosas movidas que poco a poco iban cicatrizando. O eso parecía. Mi colega, para resumir, me mandaba a la mierda para siempre en aquel mensaje tras haber leído una entrada en este blog.

Intrigado, alucinado, he empezado a pensar en qué entrada le habría ofendido. Nada que había escrito en los últimos días o semanas tenía nada que ver con él. Le he contestado que no sabía de qué hablaba, aunque poco a poco he empezado a sospechar la razón.

Él se ha encargado de confirmar mis sospechas. Hacía unos meses, yo había hablado de él describiéndolo de una manera bastante hija de puta. En aquellos momentos yo me creía Bukowski y me dejé llevar por el goce de las teclas, haciendo de los amigos, que son personas, personajes cabronazos y por eso atractivos.

En ese momento, me sentí satisfecho por lo escrito. Nada había que reprocharme, volvía a teclear el jovenzuelo apocalíptico de pluma inspirada. Pero ese gilipollas no pensaba que las palabras las carga el diablo.


Una hemeroteca no la lee ni Dios, pero los blogs viven, perduran, son revisados o visitados por primera vez. Y resulta que aquella deshonesta entrada fue descubierta por una persona cercana a mi amigo, y se ofendió y le dolió, y le jodió, y me mandó a tomar por el culo por ello. Con razón.

La lección de este suceso, si hay alguna, es que cuando escribes sobre gente viva y con nombre, esa gente tiene novia, familia, amigos y trabajo. ¡Qué cosa tan prosaica, Iván! Y algo inconveniente que escribas con toda tu libertad puede hacer un daño tremendo y a veces irreparable, sobre todo si te lo estás inventando para crear un personaje que a ti te conviene y te mola cantidad.

La libertad, amigos. De eso se trata. En todo. Y hay una libertad que te salva, un arma de destrucción masiva con la que evitas a gente indigesta. Les dices lo que piensas o escribes sobre ellos con libertad absoluta y te niegan. Bien, adiós. Pues que te den. Pero cuando, en el ejercicio de tu libertad, usas a una persona cercana para construir una narración, puedes hacer mucho, mucho daño.

¡Qué dualidad! En el internet de los cojones usamos apodos para referirnos a personas y a la vez yo uso mi verdadero nombre como título de este blog para que quede claro quién es el responsable de cada una de sus líneas. Por eso, y por mucho más, uno debe tragarse estos sapos y lo que eres: una mezcla de libertad, temperamento, pasión, inconsciencia, inmadurez y estupidez. Quizás sea la mejor autodefinición que me haga en mucho tiempo.

Que otro se hubiese ofendido por lo leído en esa puta entrada me hubiese importado un huevo, pero en este caso no. Me importa, y por eso la he borrado. Adiós muy buenas, esto sólo es un blog.

Lo siento, amigo.

jueves, julio 03, 2008

En el Central

El pasado 25 de junio fui a ver al amigo Javier Krahe al Café Central.

Me acompañaron José Luis, hermano de mi buen amigo Rodrigo, mi compadre NAPALM y Sotero, amigo de su curro y un tío de puta madre.

Krahe vino cascado, con alergia y a veces lo pasó mal para rematar alguna canción.

Los años no pasan el balde, pero sigue viviendo y cantando a su manera.

Lo peor del concierto fue tener que aguantar a dos retrasadas mentales de unos 40 años que estaban delante de mí y que no paraban de hacer gestitos con las manos, como diciendo “nos las sabemos todas”.
Parecía que estaban en un recital de Amaral, las muy lechonas.
Al final, en el tercer gintonic, me hincharon las pelotas y empecé a ridiculizarlas, imitando sus gestitos y causando el descojono de mis acompañantes y de algún otro miembro del público.
Creo que Javier no se enteró, afortunadamente estaba a lo suyo.

Y lo suyo sigue siendo genial.

TEXTOS RELACIONADOS:

NO TODO VA A SER FOLLAR.

SEÑOR JUEZ (POLÉMICA DEL CRISTO AL ORNO)

DIOS NECESITA DINERO (POLÉMICA DEL CRISTO AL ORNO II)

miércoles, julio 02, 2008

Worst Sellers

El año pasado, más o menos por estas mismas fechas, NAPALM y un servidor estuvimos firmando libros en la Feria del libro de Madrid junto a Carlos Pumares a cuenta del libro que le dedicamos. Este año ni me acerqué a la feria -por mi pereza genética y el mal tiempo- y a NAPALM le preguntaron en el curro: “¿Este año no vas a firmar libros a la feria?” Y mi colega turulato, claro, porque la peña cree que escribir un libro es como meter un barco en una botella de cristal y ponerle el corcho, o como ir a las barracas a por la Chochona.

Clot y Frid sí se animaron a pasar por la feria y me hicieron breves comentarios al respecto: masas sudorosas caminando como podían y esperando en colas interminables para que les firmase Claudia Etxeberrieta, Kevin Muermez, Ken Folletín, J.J. Cuentistez, Javier Motosierra, Esputo Fraile o Aída de Verdi, salida de la telerealidad.

Tampoco faltaron grandes títulos como ‘El orinal templario’, ‘La capilla necrófaga’, ‘El signo Zurbarán’, ‘Como hacerse millonario en el puente del Pilar’, ‘Yo vi a Dios y me fui de tapas con él’ o ‘El clan Neardental’.

Un tan Ken Folletín firmó 2050 libros en las horas que estuvo en su caseta, observado y fotografiado como si fuese Copito de Nieve, el gorila albino. ¿Qué tipo de dedicatoria “personal” puede ser la número 2045 del amigo Folletín? ¿Es posible que un tío se vaya a casa feliz porque Folletín le ha “dedicado personalmente” el tochamen?

Menos mal que en la prensa aun queda gente sensata, o suicida, y que no se deja cegar por el obligado comentario del superventas de turno. Uno de esos tipos es Félix Romeo, que en el excelente suplemento literario del ABC publicó un artículo titulado ‘Los menos vendidos’. En él, Romeo preguntaba, caseta a caseta, a los editores. La pregunta, más o menos, era: ¿Cuál es ese libro que es tu niña bonita pero que a nadie ha interesado, ese patito feo que es un cisne en potencia?



Ahí va la lista, por si a alguien le interesa leerlos:

‘De la elegancia mientras se duerme’, del Vizconde de Lascano Tegui.
‘El reloj’, de Carlo Levi.
‘El sargento en la nieve’, de Mario Rigoni Stern.
‘Veritas’, de Rita Monaldi y Francesco Sorti.
‘Agárrate a mi pecho en llamas’, de Possidónio Cachapa.
‘Personajes secundarios’, de Joyce Jonson.
‘El mundo sin nosotros’, de Alain Weisman.
‘Voces de humo’, de Pablo Andrés Escapa.
‘Los principios activos’, de Julio Fajardo.
‘Imago’, de Carl Spitteler.
‘Cuentos inverosímiles’, de José López Rubio.
‘Sin flores ni coronas’, de Odette Elina
‘La noche quedó atrás’, Jan Valtin.
‘Zoli’, de Colum McCann.

A todos ellos nadie les hizo ni puto caso, como pasó con el libro de Pumares, nuestro patito feo.

Sé que habrá lectores de este blog que pensarán o dirán que esta entrada está escrita desde la envidia. A ellos sólo puedo responderles como Javier Krahe:
“Me parece estupendo, gracias canción”.

martes, julio 01, 2008

HORTERAS

Según Ignacio Camacho, la fiesta de ayer en Colón olía “a entusiasmo, a optimismo, a una felicidad vaporosa y embriagada. A victoria”. No, Camacho. Olía a Choni, a sobaco mal lavado, a Pachuli y a kalimotxo. Estuve allí con NAPALM y mi cámara de fotos y tuve tal dosis de poligoneros y Juanis (“mama hija, dime a qué hora voy pá casa, que toy en la Zona Cuatro”) que mi cupo de pasión roja ya ha culminado. Tenía que verlo, fue emocionante ver el bus y los aviones sobrevolando La Castellana, pero ya. Basta.

Lo de la Eurocopa ha sido impresionante, somo los mejores y tal, pero a día de hoy la cosa ya cansa. Ayer, en general, la celebración dio bastante grima. Igual que hemos tenido que aprender de los grandes del fútbol para acabar siendo grandes ‘tiquitacas’, tenemos que aprender de los yanquis u otros países, como Brasil, que saben montar espectáculos de masas y que nosotros aun ni intuimos.

¿Carlos Latre como maestro de ceremonias? ¿Torrente? ¿El Fari? ¿Manolo Escobar? ¿Los Manolos? Por Dios, ¿es que cuando se celebra algo tan grande es obligatorio unir a todos en la chabacanería? ¿La democracia en lo festivo tiene que ser TAN hortera?

¿Por qué a los campeones se les dejó hacer de todo en el escenario? ¿Qué saben hacer estos chavales en un escenario además de beber, botar o gritar ‘lorololololooooo’?


Bueno y qué decir del insufrible Pepe Reina, que parecía un predicador de Luisiana y aburrió a la vacas tanto en el set principal como en el de Cuatro, convertido en un rústico quiosco de fiestas patronales. Fue patético.


Lo más flipante del día, eso sí, fue escuchar el extraño cántico “Sooooooy españoooooool”. Ay, cuanto complejo nos queda por limar. O como bien ha escrito hoy Otis: "Una pena el país que se entera de que lo es sólo gracias al fútbol".



Y desde hoy, amigos, no olviden guardar las camisetas y la palabra ‘español’ o ‘España’ en un armario. Que eso seguirá siendo cosa de fascistas.