martes, septiembre 30, 2008

SALVEMOS A PURI

A cuenta de la polémica de las croquetas de Puri, que van a acabar siendo más famosas que las empanadillas de Móstoles, SOITU se hace estas preguntas:


¿Es Puri víctima del sexismo porque las croquetas le salen de chuparse los dedos?
¿A cuento de qué Bibiana Aído se compromete a retirar una campaña que no es de su ministerio y que ni siquiera ha escuchado?
¿Son las senadoras del PP un ejemplo de lucha en pro de la liberación de la mujer?
¿Es esta campaña ofensiva por su sexismo o porque desde el punto de vista creativo es de lo peor?

Puedes leer el arículo AQUÍ.


ACTUALIZACIÓN:

“En un régimen de libertades como el español sobrevive una forma de censura, que permite retirar anuncios, anular campañas publicitarias y perder el dinero gastado, simplemente porque una señora impone sin debate ni derecho a apelación que hay sexismo en un contenido”.

“Eres sexista si hablas de los vestidos de Teresa de la Vega, pero no de los abdominales de Aznar. Y comienza a ser peligroso ensalzar el atractivo de una dama, porque te pueden denunciar por acoso o sabe Dios qué delito. Por ello digo: calma, señoras; calma, Bibiana; calma, lobby femenino”.

-Fernando Onega-

De un artículo de La voz de Galicia.
Encontrado en el blog de mi amigo Israel.
FOTO 1 : MILLÁN SALCEDO.
FOTO 2: BARRIO SÉXAMO.

La Esperanza de Garci

Si alguien espera leer aquí una crítica de la nueva de José Luis Garci, va apañado. Si he dejado de ver pelis de Woody Allen, imagínense las de Garci. Aun así, hablaré de él porque el ‘ABC de las artes y las letras’ de este fin de semana me lo ha opuesto a huevo. Resulta que el diario le obsequió al director con dos páginas para escribir sobre su Dos de Mayo fílmico, basado en textos de Galdós. Y ojo, no me parece mal porque siempre he dicho que Garci escribe mejor que rueda.

El problema viene cuando leo lo que leo en el ABC. En un alarde de sinceridad, Garci escribe: “La Comunidad de Madrid me ofreció la posibilidad de enfrentarme cinematográficamente a tan polémico hecho”. Párrafos más adelante escribe: “Jamás se lo agradeceré suficientemente a Esperanza Aguirre. Porque ella no supo que me obsequió, a la vez, con el regalo que recibí y no recibí de niño: el Fort Comanche de madera y la media docena de soldados y pieles rojas de goma, que me regalaron mis padres unas Navidades, y la bicicleta Orbea que nunca pudieron comprarme”. Saquen ya los pañuelos.

Está bonito esos de los indios y los vaqueros, pero lo que no explica el ABC es que Esperanza Aguirre ha dilapidado 15 millones de euros enfocados principalmente a UN solo proyecto, que por supuesto es de un amigo ideológico: recordemos a Garci en la vergonzosa boda de la hija de Aznar, su íntima amistad con el señorito Álvarez Cascos o sus colaboraciones en el programa de Dragó, en TeleEspe, digo Telemadrid.

Nos pasamos media vida indignados por los trincadores profesionales de la progresía sociata y resulta que el trinque es también bipartidista. Cada uno hace con sus presupuestos culturales lo que le viene en gana. Y antes que subvencionar a un rojales o un joven que empieza, se subvenciona a Garci, que ha demostrado lealtad y es un señorito que rueda “con gusto”, y además es un hombre “serio”, que diría Rajoy.



Uniéndose a este magno y carísimo acontecimiento cultural que hará las delicias de las señoras del visón, el ABC dejó a Luis Alberto de Cuenca, Secretario de Estado de Cultura en el gobierno de Aznar, para hacer un panegírico de Garci, amigo gracias al cual colaboró como contertulio en su programa aquelarre Qué grande es el cine.

La verdad es que hay que reconocer que, como Garci con Esperanza, Luis Alberto es un tío agradecido. No guarden los pañuelos. Dice De Cuenca en el ABC:
“Si exceptuamos al maestro Berlanga, creo firmemente que no ha habido hasta la fecha ningún director cinematográfico en España con el talento de Garci. El director de Canción de cuna nació dotado de unas extraordinarias aptitudes para contar buenas historias mediante fotogramas. Garci es una figura de primera línea en la historia del cine español, y uno de los mejores y más originales cineastas europeos de todos los tiempos. Afirmaciones semejantes figuran desde hace tiempo en las enciclopedias y seguirán formulándose sine díe”.

Si con esto ya me bastó para que se me atragantase el vermú a carcajada limpia, había más. Decía Luis Alberto que la arcaica El abuelo es una “espléndida adaptación”, que la ridícula Tiovivo 1950 es “una joya coral de asombrosa perfección clásica”, que la bochornosa Ninette es “una alegría plástica en la que Miura y Garci adquieren niveles homéricos de complicidad creativa” y que la olvidable Luz de domingo contaba con “una armonía y una elegancia paradigmáticas”. Límpiense las lágrimas. Seguimos.

Este fin de semana, tomando el vermú, sentí vergüenza. Vergüenza porque se despilfarren millones de euros del dinero público en un amigo, que también la derecha, los supuestos liberales, los del libre mercado, se dedique al trinque subvencionado y que el ABC, diario al que respeto, al igual que a la mayoría de sus firmas, se haya rebajado en este homenaje promocional dedicado a Garci y a Esperanza.



En este país no se salva ni Dios.



Escrito el sábado 27 de septiembre de 2008

DE CAMPAMENTO

Los actores como Bardem recogen merecidos premios a su carrera recordando al sufrido pueblo saharaui; pero no pronuncian nunca jamás la palabra ETA. Los saharauis y los marroquies están lejos; hablar bien y mal de unos y otros, respectivamente, otorga una pátina de progresía tan bien recompensada en el llamado mundo progre-civilizado. Ni siquiera les pasa factura frente al gobierno de Zapatero que ha roto el tradicional apoyo de España al cumplimiento de la resolución de Naciones Unidas respecto de la autodeterminación del Sahara; porque la familia "progre" del cine español visita los campamentos en los que los saharauis se sienten traicionados por el Gobierno socialista a la vez que firman manifiestos de apoyo electoral a ese mismo gobierno. Es una actitud de compromiso ante los débiles que no sólo resulta gratis: es retribuida por el poder.

(Rosa Díez, Portavoz de UPyD)

lunes, septiembre 29, 2008

Senadoras contra Puris

Anuncio del tesoro Público. Una voz femenina dice: "Cómo psicóloga te digo que deberías dejar ese trabajo y olvidarte de tu mujer, que te absorbe toda la energía positiva". A continuación, una voz masculina responde: "¿Dejar a mi Puri? pero ¡tú estás loca!, ¡si mi Puri es lo más grande! Cómo se nota que no has probado las croquetas de mi Puri".

El anuncio acaba con una voz en off: "Si tu vida es como tú eliges que sea, ¿tu inversión no debería ser igual? Compra letras del Tesoro. Tesoro Público. Gobierno de España".

Bien. Para la vicepresidenta segunda de la Comisión de Igualdad del Senado, María Jesús Sáinz García, del PP, este anuncio es un "escándalo" además de "sexista y machista", un anuncio en línea "con los estereotipos más discriminatorios y alejados de una sociedad democrática". Tracatrá.

Bibiana Aído, ministra fistra de Igualdad, ha apoyado a la senadora y se va a poner a “trabajar” para lograr la retirada "inmediata" de este spot del Ministerio de Economía y Hacienda (de su colega Solbes).

Yo creo que Bibiana sí ha logrado algo en su cargo: igualdad en el nulo sentido del humor y en la bobería de nuestras representantas. Ahora va a resultar que todas las Puris que hacen deliciosas croquetas en España, como mi madre, "atentan contra los valores éticos y morales", son “propias de un país en el que las mujeres ocupan un papel subordinado" y no ayudan a lograr “una sociedad más justa, libre e igual". Tracatrá.

Todas estas imbecilidades, repartidas igualitariamente por el PP y el PSOE, se han dicho hoy en el Senado español, donde sus señorías, que no harán croquetas pero tampoco nada útil, han insultado a las Puris y a mi madre, que le hace a mi padre unas croquetas cojonudas.

Y de “subordinada” nada.

PAUL NEWMAN HA MUERTO

-Dedicado a Frid-

Cuando escribo obituarios suelo titular “Adiós menganito”. Nótese la diferencia entre ese titular y el que han leído. Saber que Newman ya no está entre nosotros es suficientemente triste como para no seguir tecleando. Bastaría con escribir esas cuatro palabras, poner una foto suya al lado y tomarse un pelotazo.

Pero voy a intentarlo. En los ochenta arrasó esa canción que hablaba de los ojos de Bette Davis, pero nadie compuso una hablando de los de Newman, que en 1958 se juntaron con la mirada violeta de la Taylor en La gata sobre el tejado de zink. La de dios. Sobre Newman, el autor de esta inmensa obra, Tennessee Williams, dijo: “Es extraordinario. Le cuesta mucho entrar en un papel, pero cuando por fin lo consigue, es maravilloso”.

Es cierto que le costó. Newman estuvo muy lejos de parecerse a actores metódicos y camaleones como Brando o Dean, que deslumbraron desde su primera película, pero ni falta que le hizo. Newman, que también venía de la escuela del método, tenía una presencia en pantalla honesta, sin trampa ni cartón, sin zarandajas interpretativas, pero a la vez era una star como la copa de un pino. Hay estrellas y hay actores y hay estrellas que milagrosamente son actores, como Newman.

Y no lo tuvo fácil, tuvo que demostrarlo constantemente. Tras trabajos magníficos como Marcado por el odio, El buscavidas, El largo y cálido verano, Dulce pájaro de juventud, Hud o La leyenda del indomable, tras las gloriosas Dos hombres y un destino o El golpe, la estrella de Newman menguó. Cuando en los setenta, en pleno auge de las películas catastrofistas, protagonizó El coloso en llamas, su carrera estaba en un brete. La industria cambiaba, el cine se volvía más inmaduro, nuevos valores eran mejor considerados y muchos pensaban que Newman vivía en el crepúsculo de su carrera.

En los ochenta Sidney Lumet pensó en él para interpretar a Frank Galvin, un abogado alcohólico que encuentra la redención en un caso de negligencia médica. Si hubiera una sola razón para adorar a Newman, pondría esta película como ejemplo. Este trabajo, este personaje. Su mejor película. Desde que lo vemos jugando a una máquina de pinball, en el primer plano del film, toda la tremenda humanidad de Newman, toda la carga que lleva detrás, se apodera del film. Años más tarde, volvió a surgir el milagro en un film no tan inmenso pero brillante: Ni un pelo de tonto, de Robert Benton.

Lumet, que gozó trabajando, conviviendo con él, lo definió así: “Sube las escaleras lentamente, con todo el peso del mundo sobre sus hombros, se pone gotas en los ojos y hace un chiste malo. Luego abre su guión y empieza a estudiarlo. Paul lleva una de las vidas más honradas y desinteresadas que he visto nunca. Ha creado marcas de palomitas y aderezos varios para ensaladas, entre otros productos, cuyos beneficios destina a obras de caridad, que ayudan a personas a veces ignoradas por otras instituciones benéficas. Con eso y su trabajo en el cine tiene su día ocupado. Pero llega a todo y nunca parece sometido a presión”.

La faceta benéfica de Newman nunca sonó a pega, a lavado de imagen. Era, sencillamente, un buen tío y un profesional. Cualquiera que repase libros de memorias o extras de dvd´s lo puede confirmar en boca de quienes los conocieron o compartieron plató con él.

Pumares también me habló en una ocasión de la profesionalidad de Newman. Carlos cubría para Antena 3 la entrega de los Oscar y tuvo la suerte de que le dejasen entrara a ver los ensayos de la gala. Entre jóvenes caras conocidas y estrellas fugaces, descubrió a Paul Newman y a Liz Taylor sentados amigablemente, ensayando su guión, muy formalitos, muy profesionales. A Pumares le sorprendió su absoluta falta de divismo, de jactancia. Le llamó la atención verlos como unos más entre bastidores. Intuyo que así fue Paul Newman.

Con él se va un estilo de hacer cine. Tuvo la inmensa suerte de trabajar con grandes como Lumet, Brooks, Hitchcock, Roy Hill, Penn, Rossen o Scorsese. Y viceversa, claro. Ya no hay gente como Newman. Ni en el cine, ni en la calle. Hoy se hace cine sólo para hacer dinero y en ese proceso sólo por casualidad nacen algunas películas y algunos grandes actores. El cine la palma y mejor que Newman no esté aquí para vivirlo.

Me voy a poner un gintonic y, por enésima vez, Veredicto final.

Post data: Coincidieron en El largo y cálido verano. Cincuenta años juntos. De ella dijo: “¿Adulterio? ¿Para qué querría una hamburguesa fuera si tengo un solomillo en casa?”. Si hoy siento pena por alguien, es por Joanne Woodward.

Escrito la madrugada del sábado 27 de septiembre de 2008.

viernes, septiembre 26, 2008

Futuro / Pasado

Este video me lo ha enseñado Clot esta mañana. Y me ha revuelto el estómago. Hace falta ser muy pero que muy bicho, muy mala gente, muy bruja para utilizar una escuela y a colegiales para mangonear, confundir y engañar con propaganda de la más baja estopa.

Este video da mucho miedo y demuestra en manos de quién está este país.

“No he dado ningún mitin a niños menores, no es verdad. Es falso”, dijo la muy fresca.

Qué asco me da usted, señora Vicepresidenta.

jueves, septiembre 25, 2008

Adíos Masó

Pocos, para hacer cine en este país de castas y familias "del cine", empezaron como él, a la americana: de botones a productor. Con dos cojones, sin familia, amigos y chanchullos políticos.

"Después de 40 años en el cine no le debo un duro a nadie y muchos me deben a mí, en cambio. Todo lo que tengo, además, lo he reinvertido en películas, en el puto cine, no tengo viñedos, ni tierras, ni fincas, lo único que me queda son mis negativos".

"Uno juega a lo más difícil, que es hacer reír, no al intelectualoide, eso es lo fácil”.


Estas frases se las dedicó Pedro Masó a los lectores de El País. Hace cinco años. A este guionista, director y productor de raza le he dedicado mi último post, en mi blog de cine.

Puedes leerlo AQUÍ.

GRANDES PENSADORES


«Nosotros no hemos negado nunca la crisis».
(Pedro Solbes)

miércoles, septiembre 24, 2008

Savater contra Rosales

«Es algo que nunca se había hecho antes, y espero que nunca se vuelva a hacer».
«Tiro en la cabeza es un filme democrático, porque aburrirá tanto a partidarios como a detractores de ETA, una tortura para todos. Y por cierto, ¿por qué en estas películas que quieren reflejar la cotidianidad de la vida real no sale nunca nadie cagando?». (Qué grande)

LA NECESIDAD DE PEPE SANCHO

Aunque Santiago González se me adelantó en su blog, tengo que hablar de él. Pepe Sancho es un españolazo de manual. Lo conocimos trabuco en mano, dando caña a los gabachos, triunfó en las tablas como Don Juan o alcalde de Zalamea y ahora, a sus 64 años, pone fin a su trabajo en Cuéntame, esa cosa ñoña, acartonada y cursi que les ha funcionado a los de la pública, la que pagamos todos aunque no la veamos. Remata sus memorias.

Antes de dejar de ver la tele, uno de los episodios catódicos que recuerdo con más placer fue aquel encontronazo de Sancho con los carroñeros de las alcachofas. Su “¡A mamarla!”, antes de entrar en un taxi, es un clásico. Y valiente su furia ante los últimos responsables de la telebasura: los de arriba. Los consejeros delegados.

Había que ver a Pepe posando para la foto que le hizo El Mundo para su contraportada del sábado. Lejos del actor teatral que ha arrasado en Mérida, parece un putero altanero, con reloj sumergible y llaves del BMW en la misma manaza donde brotan pelos blancos. Aun conserva un buen cabello y deja asomar por su gabardina sport una mata de canas del pecho, como un legionario.

Eso, a vista de foto, de Antonio Heredia. Lo mejor son las respuestas a la entrevista de Rafael J. Álvarez. Y si no, lean un extracto:

¿El gobierno tiene actores de reparto?

Hay muchos actores progobierno. Estoy harto de la gente comprometida. ¿Comprometida con los que mandan, los que mandaron, los que mandarán, caducan los compromisos? Llevo años esperando que los actores se manifiesten por los principiantes, que cobran dos euros en contratos denunciables.

¿Con qué pie se levantan las ideas?

En mi casa lo de ‘derecha’ no se usaba. Y mi abuelo y mi padre en la cárcel. Valencia republicana… Carod al lado de la bandera republicana me da tanto asco que me he olvidado de la República. En mi mundo, la derecha sólo apoya a ‘izquierdosos’. Mire a quién dan las medallas Camps, Gallardón y Aguirre.

¿Por qué lo llaman Transición cuando quieren decir Punto final?

La Transición no será definitiva mientras queden represores como Martín Villa. Teresa Fernández de la Vega es un ejemplo de dictador democrático: esto es así o es así.

Estudiante, ¿cómo anda España de Educación para la Ciudadanía?

Mal. ¿Es que no éramos ciudadanos los de ates? Me lleva a los 50, con el ‘Cara al sol’ en la pizarra. Que nos eduquen para ser ciudadanos no lo hubiera hecho ni Napoleón.

¿Qué le revuelve la panza, querido Sancho?

El poco adiestramiento de los que gestionan la cultura. La censura de Franco era prohibir a Alberti y la de ahora no dar paso a Pemán.

Hay muy pocos como él, muy pocos tienen en este país los santos huevos de decir -con la libertad que dan los años y una golosa cuenta corriente- verdades como estas. Un tío “de la cultura” con dos dedos de frente. Un tío necesario.

AÑOS DE EVOLUCIÓN


martes, septiembre 23, 2008

Woody y el master en 'Identidad catalana'

Ya he comentado en este blog que no pienso ir a ver esa cosa que ha rodado Woody Allen en Barcelona y Asturias. Para mí Allen es un autor en dique seco. Afortunadamente, Santiago González, logra que me reafirme al leerle:

Según confesión del director, él vino a rodar a Barcelona porque su mujer y sus hijos tenían ganas de conocer la ciudad, asunto sin duda emotivo, pero que no funciona como motivación artística. Las instituciones incentivaron a Allen como mejor saben: el Ayuntamiento de Barcelona le ofreció un millón de dólares y la Generalitat, otro medio.

Según comentó en su día el diario e-noticies, Vicky, el personaje que interpreta Rebecca Hall, era en el guión una estudiante norteamericana de cocina, pero "las instituciones públicas" pidieron al cineasta neoyorquino que considerase la posibilidad de cambiar el guión para que una de las muchachas se encontrara en Barcelona para estudiar catalán y no cocina.

El resultado es que, preguntada por la razón de su estancia en la ciudad, Vicky explique:
- Estoy haciendo un master en 'Identidad catalana'.
Se lo juro. Luego le preguntan para qué sirve eso y ella responde (aquí no hay manera de saber si se trata de una sutil venganza de Allen por la imposición o se lo han inspirado sus patrocinadores):
- Para dar clases o dirigir un museo.

¿Se puede caer más bajo, Woody?

En la foto (impagable): Jaime Roures (Mediapro), Carmen Calvo (Mediopensionista) y Woody (Medianía).
Otro texto en este blog sobre la caída de Woody AQUÍ.

JAIME EL PACIFICADOR

"En una película nunca pasa nada, donde pasan las cosas es en el corazón y la cabeza del espectador".
"Huyo de la verdad filtrada por la moral".
“Soy un cineasta filósofo”.
“Suelo estar fuera mirando hacia dentro. Intento ver el alma y la psicología humana”.
“La vida me viene grande. La vida me emociona y me conmueve”.


Cuánta intensidad, ¿verdad amigos míos? Todas estas frases rematadamente cursis -y que no dicen absolutamente nada- las ha soltado Jaime Rosales. Dicen algunos que es director de cine y tal.

Rosales, uno de los tantos cineastas cantamañanas que nos toca sufrir, se ha sumado al insigne enredador Julio Medem en el intento de buscar otro camino “por difícil que sea", para el tema etarra.

Es que no falla. Estos hijos de puta de la ETA siguen poniéndonos unos pepinazos de órdago y aun así aparecen los artistas reflexivos, pacifistas y dialogantes. La madre que los parió a todos.

Más perlas de Rosales, en este caso en San Sebastián:
“Soy un profundo demócrata y pienso que la democracia no ha agotado todas sus vías".
"Tengo muy buenos amigos en el PSOE, en el PP, en HB, en IU. Y a todos nos gusta lo mismo, las cañas, las mujeres…".
"La solución definitiva al conflicto vasco no puede ser satisfactoria para todos. El problema pasa por tener en cuenta a todos los implicados".


Es terrible. Otro cultureta dándonos clases de paz y convivencia, dando alas a los asesinos y a sus cómplices políticos. Y lo peor es que lo dice un supuesto intelectual. Y lo dice en un festival internacional...

Mí único consuelo es que la nueva de Rosales no la vea ni el tato. De momento, en Donosti se la han follado. Aunque El Mundo y ABC la han puesto por las nubes, hoy Alberto Moreno titula en SOITU que su Tiro en la cabeza ha causado "
una desbandada general esta mañana. Pero el público se ha largado más que por motivos ideológicos por no entender nada: es una película ininteligible”. Rosales se ha justificado así: "He tenido que hacer una película ininteligible para que no fuera de fácil adhesión ideológica". Toma castaña.

Puedes leer otro artículo que dediqué a este menda AQUÍ.

lunes, septiembre 22, 2008

BIBLIOTECA MARIANO RAJOY (Glubs)

¿Influye el tipo de libros que lee un Presidente del Gobierno o el líder de la oposición que pretende serlo? Yo cero que algo sí debe influir. No es lo mismo que el presi lea ‘El niño del pijama de rayas’ y una de Pablo Coelho o las memorias de Churchil (como decía hacer Aznar) y ‘Guerra y paz’. Se supone que esta gente viene leída de casa y que escribe sus discursos, y de ellos depende la gestión cultural del una nación. Este fin de semana El Mundo publicaba una larga entrevista tipo “el lado humano del candidato” a Mariano Rajoy. Mercedes Ibaibarriaga preguntaba y perfilaba a don Mariano en sus dominios, en su “modesta” casa a las afueras de Madrid.

Entre las perlas de este hombre que ha perdido las elecciones generales dos veces y que no ha sabido enfrentarse con éxito al aparato marketiniano de esa calamidad llamada Zapatero, destaca la de confesarse un tío “decente y de provincias. Es clave en la vida: ser decente y de provincias”. Lo de decente lo puedo entender, aunque el adjetivo es interpretable, pero el valor de ser “de provincias” se me escapa. Y más cuando la periodista le recuerda que ZP también es de provincias y él responde: “Huuuuummm, pero de provincias equivocadas a lo mejor”. Festival del humor. Otra de las perlas para la posteridad de don Mariano es: “Lo único serio en la vida es eso, ser serio”. Este hombre es la alegría de la huerta murciana.

Para colmo, Rajoy se reconoce admirador de ese bicho ultraderechista llamado Sarah Palin, posible vice del conservador McCain: “Me gusta su discurso. Ella no está para satisfacer a los listos, sino para resolver los problemas de la inmensa mayoría. Esa es mi política”. Glubs.

En la entrevista, Rajoy ataca a ZP diciendo que “no ha leído a Aristóteles en su vida”. Y la periodista entra en la cosa literaria. Lecturas: “Tengo libros de invierno y de verano” (Glubs). En los meses de frío leo ensayos: Ortega y Gasset, Kart Popper, Azaña, Julián Marías, Umbral… En verano intento desintoxicarme con algo más ligero. Estas vacaciones he leído ‘Los hombres que no amaban a las mujeres’, ‘Perdona si te llamo amor’ y ‘La elegancia del erizo’”. “Desintoxicarse”. La palabra me deja turulato. Y más aun eso de la literatura de temporada “inverno o verano”, ya en El corte inglés. La película de su vida no es Ciudadano Kane, La diligencia o El padrino, es Kramer contra Kramer (Glubs).

Pero lo más alarmante de este perfil no es lo textual, sino lo fotográfico. Ricardo Cases le saca una foto a Rajoy en su despacho. Justo detrás del candidato vemos los tomos que forman parte de su biblioteca. Aunque sólo podemos juzgar los lomos, pocos pertenecen a alguna de las decenas de grandes editoriales que tiene este país. Es más, entre sus tomos destacan ‘El códice secreto’ y también un best seller de Margaret George y otro de ¡¡Rosamunde Pilcher!! Glubs.
Escrito la tarde del 21 de septiembre de 2008.

Ánimo Santoña.

Esta madrugada ETA ha colocado un coche bomba y ha matado a Luis Conde, militar de 46 años que estaba de vacaciones en el Patronato Militar de Santoña. Podría haber sido una masacre espantosa.

Tengo amigos que trabajan en el patronato. A ellos y a otros santoñeses que hayan sufrido por esto, espero que no se calienten demasiado y vuelvan a la normalidad cuanto antes.

A los perros rabiosos sólo les queda la rabia y morder. No pueden soportar las condenas contra 21 miembros de esa panda de maleantes llamada Gestoras Pro Amnistía. También les ha tocado de lleno la ilegalización (tardía) de Acción Nacionalista Vasca (ANV) y del Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK-PCTV).

Quisiera también recordar a los perros, a sus cómplices y a sus simpatizantes (alguno de ellos veraneantes en Cantabria, por cierto) que Santoña es conocida por sus anchoas, por su bonito y por sus carnavales, pero también por un magnífico penal (el de El Dueso) donde muchos de los suyos se pudren de asco.

Pensarlo me reconforta esta mañana.

viernes, septiembre 19, 2008

Nuevos títulos de la biblioteca César Vidal

Chindasvinto era de derechas
Las checas de Chueca
Sacristantes que cambiaron el mundo
Adolfo Hitler era progre
El lobby maricón
Los libros que debes leer, empezando por los míos
A ver si nos enteramos: La guerra la ganó Franco
El enigma Iscariote
Progresía y Morería
La manicura de Cleopatra
César Vidal entrevista a César Vidal
El barbero de Amenofis II
Gandhi fue masón
Jhon Q, el vaquero del Vietcong
El cabalista albino
Un yanomami en la corte de Luis XV
Los evangelios subrepticios
Liberticidas: de Rasputín a Bardem
A Kennedy lo mató Jimi Hendrix

miércoles, septiembre 17, 2008

REVILLA DE PUTAS

Mi querida Cantabria es una de las regiones más olvidadas de España. Su escasa población, su renta per cápita y su nulo protagonismo en la merendola autonómica son algunas de las razones de su ostracismo.

Tras las autonómicas de 2003, ganadas por el PP, los regionalistas pactaron con el PSOE un gobierno de coalición. El PRC sólo había logrado 8 escaños, pero los 13 del PSC-PSOE le dieron la presidencia a Miguel Ángel Revilla sumando 21 escaños.

Revilla es un señor que, al parecer, hace mucha gracia en Buenafuente y visita a ZP en taxi (¿?), cargadito de anchoas y bonito de Santoña. También le gusta dar sermones en un cutre canal local cántabro y a veces se excede un poco con el orujo lebaniego.

Este ex responsable comarcal del sindicato vertical franquista, es lo que algunos llaman “un campechano”, hombre sencillo y natural, como el pueblo al que representa. En realidad es sólo un charlatán.

En Cantabria ya es una tradición escuchar: “¿Te has enterado de la última del Revilla?” Y la última ha sido confesar, en Antruño 3, haber
«mojado por primera vez a los 18 y pagando».
La respuesta inmediata de la oposición (PP) ha sido pedir que deje de hacer el mamarracho en la tele.

Lamentablemente, una señora llamada Tamara González, acompañada por todas las parlamentarias del PP, ha declarado también que Revilla hace «apología de la prostitución» ya que «induce» a los jóvenes «a tener su primera experiencia sexual pagando», una visión «extemporánea, paleta y rancia de machismo trasnochado».

Hombre, señoras, como bien dice hoy Santiago González en su maravilloso blog, esto de Revilla no es una apología, es una confesión. No es una cuestión de género, sino una confesión chabacana, digna de un hombre ramplón, bravucón y parraplas, de un txikitero que se expresa ante la parroquia libremente, con todo lo que eso conlleva.

Y es que, como dijo el gran Perich, gracias a la libertad de expresión “hoy ya es posible decir que un gobernante es un inútil sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco”.

EPÍLOGO:

Revilla fue profesor de Estructura Económica en la Escuela Superior de Dirección de Empresas de Santander y profesor de Política Económica y Hacienda Pública en la Universidad de Cantabria. Aquí pueden disfrutar de una de sus clases magistrales, en Buenafuente:


GRANDES PENSADORES


"Mientras se desploman los sistemas financieros en EEUU y en Europa, el nuestro está robusto".

(PEPE, PEPIÑO, JOSÉ BLANCO)
Otra gran frase del genio AQUÍ.

‘Carlos Pumares. Un grito en la noche’

Daniel González, amigo bloguero, nos ha dedicado una reseña (sin que yo se la haya pedido) al libro que le hicimos a Pumares NAPLM y yo.

Dice de él que es “un intento poco comercial e instalado en los llamados “Worst Sellers” de los que habla Reguera en su blog”. Para ser sincero, yo creí que funcionaría bien en las librerías, pero la falta de respaldo mediático y una editorial que no pertenece a las grandes y abusonas es lo que tiene.

También comenta González que “hace reflexionar (¡y cuánto!) sobre los mensajes, los medios y el medio como mensaje en general”.

Gracias, Daniel.

Puedes leer la reseña completa AQUÍ.
Puedes leer otra interesante reseña AQUÍ.
Puedes saber más sobre nuestro libro AQUÍ.
Pumares pone a parir al festival de San Sebastián AQUÍ.

Woody Blues & Swing

NAPALM en vez de hacer cosas rentables, pragmáticas y social o económicamente útiles para él o su comunidad, se pasa horas y horas diseñando sus propios cd´s temáticos. Y se lo pasa pipa, y le salen de puta madre. El tío se curra la portada, la contraportada y hasta la pegatinita redonda del cd.

Ya me ha pasado uno especial carretera, otro especial soul y ahora “Woody Blues & Swing”, música de o inspirada en pelis de Woody Allen.

En este último aparece un tema que siempre me ha fascinado y que compuso el gran Marvin Hamlisch para Bananas, ese despotorro de película sobre las dictaduras bananeras y el encanto del guerrillero izquierdista.

Hamlisch compuso, entre otras muchas, las bandas sonoras de El nadador, Toma el dinero y corre, Tal como éramos, Gente corriente, Dinero caído del cielo, La decisión de Sophie y D.A.R.Y.L.

"Quiero una noche, quiero, quiero una noche de amooooor…"

martes, septiembre 16, 2008

¿Banderas Premio Donostia?

Cada día perdemos más los papeles en este país. Leo, anonadado, que este año el (antes) prestigioso Premio Donostia, un gran invento de Diego Galán para reflotar el Festival de San Sebastián, es para Meryl Streep y… ¡Antonio Banderas!

Lo de la Streep no tiene discusión. Es una de las más grandes. Pero… ¿Banderas? ¿Nos hemos vuelto todos locos? ¿Qué les pasaba por la cabeza a Mikel Olaciregui y a los suyos para dar a Banderas un premio que se concedió a Gregory Peck, Bette Davis, Robert Mitchum, Warren Beatty, Michael Caine, Anthony Hopkins, Woody Allen, De Niro o Al Pacino? ¿Estamos de rebajas, de saldos, ya no sabemos qué hacer para llamar la atención mediática? ¿El Premio Donosita se consigue por “triunfar” o por aportar algo realmente grande al cine?

A mí Banderas me ha parecido, de toda la vida, un actor muy limitado, con tres recursos, con una peligrosa tendencia al histrionismo y, en general, un tipo bastante horterilla. Repasemos su carrera. Tras debutar en Pestañas postizas, destaca ya en la ridícula Matador, con Almodóvar. Le sigue la aburridísima 27 horas, de Armendáriz. Está muy bien, otra vez con el manchego, en La ley del deseo, correcto en Mujeres al borde de un ataque de nervios y muy convincente en ¡Átame!. Sin duda su mejor trabajo.

Gracias a Pedro, Banderas cruza el charco y desde ese momento, hace ya 15 años, no ha dejado de hacer mediocridades, malas o espantosas películas. NI UNA buena. La lista es aterradora: La casa de los espíritus, Philadelphia, De amor y de sombras, Entrevista con vampiro, Desperado, Four Rooms, Asesinos, Two Much, Evita, La mascara del Zorro, El guerrero número 13, The body, Spy Kids, Femme Fatale, Spy Kids 2, Frida, Spy Kids 3, Imagining Argentina, La leyenda del Zorro… Sólo es una muestra. Y evito las españoladas por pudor.

¿Merece esta carrera el Premio Donosita? Propongo a Bud Spencer y Terence Hill o a Juan Diego Boto para la próxima edición.

Escrito la mañana del 15 de septiembre de 2008.

lunes, septiembre 15, 2008

La moral de los inmorales de Wilder

Reedición corregida
En su día los críticos, entre ellos la prestigiosa y brillante Pauline Kael, acusaron a Primera plana de chabacana, vulgar y desmedida. Años más tarde, Wilder reconoció a Kael algunos excesos y errores. También se la comparó, para peor, con Luna nueva (basa en la misma obra, de Ben Hecht y Charles MacArthur) y con El gran carnaval, uno de los fracasos de taquilla en la modélica carrera de Wilder.

En el primer caso, creo que es injusta la comparación, yo siempre he preferido la versión de Wilder a la de Hawks, aunque me parezcan las dos monumentales. En el segundo caso, se ha dicho de ella que, como El gran carnaval, es una de las más brutales críticas al oficio del periodista, pero aunque El gran carnaval sí me parece un film despiadado con los chicos de la prensa, Primera plana es menos enfática, más ambigua y muy rica en lo que se refiere a la descripción del oficio.

Para empezar, El gran carnaval, ambientada en los cincuenta, plasma de forma increíblemente visionaria el hoy extendido reality show y el reporterismo carroñero que sufrimos. Primera plana, en cambio, presenta la vida de unos inmorales plumillas de los años veinte. Nada que ver un tipo de periodista con otro. Los currelas de Primera plana son carne de Underwood y teléfono. El Kirk Douglas de El gran carnaval es sencillamente un arribista sin escrúpulos (uno más en la galería wilderiana), un aprovechado que, a diferencia de otros personajes “inmorales” de Wilder, no cae bien.

Y no es que Primera plana sea una oda al periodismo. Todo lo contrario: Walter Burns (Walter Matthau, alias “Al demonio el terremoto en Nicaragua”) es un director de periódico sin escrúpulos y todos los corresponsales en la prisión donde se desarrolla la trama (la ejecución del desdichado rojillo Earl Williams) son mentirosos, jugadores, vagos y hasta violentos. Putas del oficio. Así los define, precisamente, la prostituta que interpreta Carol Burnett: “Embusteros, chulos, caballeros de la prensa”.

Más tarde, el personaje de Jack Lemmon (el periodista a punto de hacerse publicista Hildy Jonson) remata los piropos de la puta (que, como en otras grandes fulanas de Wilder, tiene mucha más nobleza que la gente “respetable”) diciendo que no es su intención trabajar “robando a las madres fotos de las hijas violadas” o haciendo reportajes “que sirven para envolver un periquito muerto”. “Yo no quiero acabar como acabaréis vosotros, corrigiendo pruebas”. Qué diálogos…

Pero Primera plana no se queda en ese nivel de crítica. El film es exquisito porque reconoce también el valor de un periodista veterano, el olfato, la pasión por las grandes exclusivas, el azote a ese poder político que, como el alcalde Hornet, se corta un puro con una de las puntas de la estrella del sheriff. ¡Qué pedazo de guión de I.A.L Diamond y Wilder!

En otra escena dura con el poder, el corrupto sheriff Hartman comienza en la sala de prensa una arenga contra el comunismo y la patria norteamericana que sólo recoge, libreta en mano, el novato que sustituye a Lemmon. El resto sigue jugando a las cartas: no hay una noticia porque sólo es política. Hoy, en cambio, casi todo lo que escupa un político es la única noticia en sus medios afines.

A pesar de que veamos que en la sala de prensa nadie dé a sus redacciones una versión de lo que sucede ligeramente real, a pesar de la irónica cabecera del sensacionalista Examiner (“La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad”), a pesar de inducir a la prostituta a tirarse por la ventana, a pesar de todo esto, Primera plana es una declaración de amor al periodismo, o más bien a los periodistas de raza, de calle, tan alejados de los apalancados currantes de hoy, de esos explotados becarios copia-pega.

A Lemmon, un tipo con olfato que llega a meterse en el armario de las fregonas para sonsacar a una mujer de la limpieza, le tira el oficio, le llama la noticia aunque sea a costa de su novia (Susan Sarandon):

Lemmon: “Esto es lo más grande que me ha pasado en la vida”.
Saradon: “Creí que era yo”.


Como diría Pumares, ¡OooooBRA MAESssssTRA!
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Paul Auster, necesitas unas vacaciones

Auster es una de esas figuras literarias que ha caído en la decadencia creativa, algo que las listas de ventas ni intuyen. Desde hace años, Auster es una máquina de hacer libros sin fondo, poco pensados, sin sustancia, sin imaginación, aburridos, que se olvidan completamente una vez consumidos.

Auster, que ya calza los 61, fue un gigante, pero ahora es un enano, pequeñito, casi invisible, como uno de esos personajes suyos que desaparecen, se desintegran o descubren otra dimensión o un doble que los transtorna y los hace más desabridos aun. El tomarse demasiado en serio puede que sea la razón de esta decadencia. Quién sabe.

En nuestro entorno, el declive del escritor de Newark me recuerda a la de Juanjo Millás. Los dos innovaron la novela con originales travesuras literarias, con ricos análisis sobre la esencia de los hombres y sus objetos cotidianos, con sus reformulaciones kafkianas y beckettianas, pero se han agotado. Se repiten.

Auster, del que me apasionan La habitación cerrada, Fantasmas y El país de las últimas cosas, no deja de decepcionarme, lo encuentro agotado, autocomplaciente, acabado. A salto de mata (1997) era aburrido, Tombuctú (1999) olvidable, El libro de las ilusiones (2002) caótico, La noche del oráculo (2004) mediocre, Brookyn Follies (2005) sólo pasable. No leí Viajes por el Scriptorium (2006). No me lo recomendaron.
Tampoco recomienda su última novela (Un hombre en la oscuridad) el Blog literario Las vacaciones de Holden:
“Toda la novela desprende regusto a improvisación y a falta de elaboración. Es prácticamente imposible hacer congeniar la integridad como autor con el ritmo de escritura que ha sostenido Paul Auster en los últimos años (…) ya va siendo hora de que se tome un descanso”.

Miguel ángel Muñoz, en su blog El síndrome de Chéjov, comenta que la novela de Auster está escrita “a la pata la llana, con un pasotismo ilustrado evidente, conforme al escritor le surge la historia, (…) sin pensar lo más mínimo en lo que está escribiendo”.

También Juan Manuel De Prada ha escrito de Auster que parece que “sus ideaciones hubiesen contraído una anemia galopante, una suerte de desdén fabulador”. Dice también que “se ha tornado mecánico, previsible, incluso derivativo (de sí mismo)”, que adolece
“de inconsistencia, de vaguedad, de diletantismo”.

Es una lástima ser testigo del declive de un gran narrador, un brutal fabulador, un notable novelista. Otro que se une a la lista de debacles, no sólo literarias, que vivimos hoy en día.

viernes, septiembre 12, 2008

El trip de Volpini

En el diario SOITU hay un señor que se llama Federico Volpini. Dicen que es crítico de cine. O algo así. Leo que empezó en RNE en 1977 y luego mandó algo en la casa. También que es “autor de guiones para cine y televisión y de varios libros de narraciones”. En el IMDB sólo leo que escribió un corto con El Gran Wyoming llamado Interior/Noche (1996).

Este fin de semana este Volpini se ha encargado de “reseñar” la película española El rey de la montaña, un thriller. Atención, queridos míos, a su “análisis cinematográfico”:

“¿Qué gracia tiene hacer daño a las cosas? Reconforta al principio. Romper vajilla. Quemar coches. Volar un oleoducto. Pero luego uno empieza a echar de menos un poco de emoción. Hacer daño a la gente. Para eso hay dos problemas: la conciencia (tiene mucho que ver con ponerse en el lugar del otro) y la pena, que te pillen y te funda la Justicia (tiene mucho que ver con ponerse en el lugar de uno). La solución a lo primero viene dada por la solución a lo segundo: la impunidad es cosificadora. El otro ya no puede ser uno ¡y sin embargo es otro!: siente, padece y ahí nos llega. Nos sacude un delicioso escalofrío. Si el mal es concebible eso prueba que existe, como dicen que el que sea concebible prueba la existencia de Dios. Que va a acabar con todos”.

“Hay que jugar a Dios: como "jugar a fútbol", pero correctamente escrito en castellano”.

“Empiezan a disparar contra ti. ¿Quién? ¿Por qué? ¿Tú qué has hecho? Aunque la verdadera pregunta sea: ¿qué tipo de persona es capaz de hacer esto? O, también, ¿qué hace nadie, para merecer nada? ¿Qué relevancia tiene aquello que uno hace, o que no hace?”

Me gustaría saber quién le pasa lo que le pasa a Volpini porque parece una mierda cojonuda.

Madre mía, cómo está la profesión…

jueves, septiembre 11, 2008

Zapatero, aventura en la montaña

ZP: “Soy admirador del espíritu montañero, porque creo que en él se concentran cualidades muy admirables”.

Sherpa: “Que se vea que el presidente es duro. (…) Cogemos la tormenta con talante… Era una broma, ¿eh?”.

ZP: “No, precisamente el talante es eso”.

ZP: “El caso es arriesgarse, ¿no? Bueno, la vida es un continuo riesgo”.

Vean esto...

¡SENSACIONAL!

Lo adelantaba hace poco en mi comentario sobre ese bluf llamado El caballero oscuro: ¿Qué está ocurriendo en la crítica “autorizada” y en un público cada día más conformista para que ciertas películas, que antes sólo eran tontadas con efectos especiales para la chavalería, empiecen a tener categoría de clásicos? ¿A alguien se le hubiese pasado por la cabeza en los setenta que una aburrida nimiedad como la tercera entrega de El señor de los anillos llegase a tener prestigio crítico y el Oscar de Hollywood?

‘La verdadera historia de Hollywood’ es un interesantísimo ensayo escrito por David Thomson. El libro viene muy a cuento con todo esto. Thomson, colaborador habitual del ‘New York Times’ -con el que es bastante crítico- es una de esas valientes firmas veteranas que, con bastante arrojo, reta a los de su profesión diciendo “basta ya, dejemos de hablar de todas estas películas vacías y efectistas actuales que no merecen ni una línea de análisis en un periódico que se quiera llamar así”.

Habla este crítico sobre sus colegas y sobre las vacías películas-sensación de hoy en día poniendo como ejemplo la ya lejana La guerra de las galaxias:
“Yo no tengo nada que decir contra ella. Yo escribo sobre cine porque algunas películas presentan suficientes dosis de arte (o de intento de arte) para justificar el esfuerzo, la emoción que he sentido en la oscuridad. Sobre La guerra de las galaxias no hay nada que decir, porque no tiene arte bastante: la respuesta más elocuente es un ¡guau!, o pulsar la tecla de repetición. La guerra de las galaxias es, para bien o para mal, una película sensacional. Y a mí me gustan las sensaciones, como el agua caliente sobre mi espalda o la sal en mi lengua. Pero en los últimos tiempos están apareciendo demasiadas películas que no merecen el espacio del papel que consumiría escribir sobre ellas, y no digamos el esfuerzo. Que desafían cualquier respuesta crítica o indagación verbal. Que están más allá del análisis”.

Ahí está el meollo, en la película-sensación y en la total inutilidad del análisis. Todo es sensación desocupada, olvidable, y a otra cosa. ¿A quién le importa ya el análisis? Guau, chachi, buf, mola, qué efectos, qué explosiones, qué espectáculo… Casi todo es así hoy. Sigue Thomson arremetiendo contra sus inútiles colegas:
“Entiendo la actitud de los críticos que son requeridos para elegir las diez mejores películas de cualquier año determinado, esos que dicen ‘¿Diez?, ¡Eso es mucho!’, o a esos espíritus más generosos, cuyos pulgares han crecido tanto como la nariz de Pinocho de tanto sobrevalorar películas”.

Vivimos tiempos enrarecidos en los que las películas han perdido su poder de antaño. El poder de permanencia en el subconsciente colectivo, films que realmente aporten algo a sus espectadores aparte del guau, chachi, buf, mola, qué efectos, qué explosiones, qué espectáculo. Y lo más dramático es que los propios medios están en el ajo, publicando a bombo y platillo (como ocurrió con la nueva de Batman) las grandes recaudaciones, el nuevo record, hablando de hitos (financieros) del cine y de quién sabe cuántas más paridas. Así lo denuncia Thomson:

“Nuestros periódicos publican cifras de taquilla como si pretendieran que nos las creyéramos, o que pensáramos que el cine está mejor que nunca. Algunos periódicos, claro, pertenecen a la corporación que controla la industria, y la mayoría de los periódicos no podrían salir adelante sin publicidad cinematográfica. Ha llegado el momento de que la comunidad repare en el compromiso que supone el hecho de que todos los años un periódico como ‘Times’ gane más de 85 millones en ingresos de publicidad cinematográfica. Porque esta publicidad es la auténtica noticia, más importante que las propias críticas, porque los anuncios dan la medida del impacto de una película. Y eso es a lo único a lo que aspiran muchas de ellas”.

Antes este panorama, donde no sólo discrepas con la máquina de hacer dinero o con la crítica, sino con tu gente más cercana, ¿qué le queda a uno? Pues, para empezar, dejar de ir al cine y decir, sin temor a ser rechazado, que la ha diñado. “No ha muerto, aun hay cine que ver”, te dirán. Pues será lo que yo entiendo por cine lo que la ha palmado, les respondes. Thomson entra también en este dilema: “Antes el cine hacía que los espectadores creyeran que las películas les pertenecían a ellos; no a una industria arrogante. Lo que yo llamo cine está muerto tal vez a estas alturas, o ha quedado en el pasado”.

No me gusta un mundo donde El señor de los anillos 3, La jungla de cristal 4 o Batman 6 son buenas películas. Que paren el chiringuito que me bajo, que soy de otra época y muy orgulloso de ello, oigan ustedes.

No es tanto que el cine haya muerto como que, como dice Thomson, “la historia le ha tomado la delantera”. Y lo ha arrasado.

Escrito la noche del 9 de septiembre de 2008.

miércoles, septiembre 10, 2008

Sarah Palin

Hoy Elvira Lindo escribe en El País sobre ese bicho peligrosísimo llamado Sarah Palin. Y lo hace muy bien. Dice sosas como está:

"En esa lista recién publicada de los libros que la gobernadora quiso retirar (y no pudo) de la biblioteca de Wasilla, el pueblo del que fue alcaldesa, brillaban obras de Faulkner, Arthur Miller, Salinger, Shakespeare y hasta esa novela ejemplar, Matar un ruiseñor, que sigue enseñando a los niños americanos que la justicia debe estar por encima de los sentimientos irracionales".

"Los deseos censores de Palin suponen una alegría para los que nos dedicamos al oficio literario porque, mientras tantas voces auguran la muerte de la novela, hay una mujer (...) que aún cree que la literatura puede tener un efecto crucial (a sus ojos devastador) en la vida de los ciudadanos".

El artículo completo AQUÍ.

ALEGRÍA EN LOS OJOS

¿Qué hacían los buenos escritores? ¿Cómo empezaron? ¿Cuándo y por qué dijeron ahora o nunca? ¿Cuándo prendió en ellos la llama y no paró hasta su muerte, en la mayoría de los casos? A menudo me hago estas preguntas, pero son tan absurdas como leer biografías de los grandes para que te ayuden a escribir.

Hoy no les voy a hablar de lecciones de grandes literatos, sino de todo lo contrario. Paulo Coelho es uno de esos peligrosos cantamañanas que llenan estanterías, abarrotan ferias, cuyos libros devoran unos cuantos pasajeros del metro.

El pasado fin de semana, el amigo Coelho tuvo los santos huevos de publicar un artículo titulado ‘El acto de escribir’. En él, y con su cháchara minimalista habitual, nos regalaba, caritativo él, sus “reflexiones sobre algunos elementos importantes en el proceso de creación de un texto”. Intrigado por lo que vomitaría el gurú de la nada, me dispuse a leer en mi bañera. Decía Coelho que el que escribe debe fijarse en las “personas que transforman el mundo, y que, después de muchos errores, logran algún acierto que revoluciona para bien la vida de su comunidad”.

Es decir: el objetivo de escribir es cambiar el mundo y a tu comunidad, como si en vez de narrar, debieras inventar la penicilina. Coelho no nos anima a interiorizar, a ser valientes explorándonos o potenciando nuestra imaginación, sino a hacer un vulgar trato con nuestra “comunidad”, sea lo que eso sea. Nos anima Coelho a encontrar un “valor” curativo, chamanismo en nuestras frases, que es lo más lejano a la auténtica literatura.

No satisfecho con eso, este enredador continúa escupiendo su poesía barata: “Únete a los que nunca dijeron: ‘Hasta aquí he llegado, no puedo seguir’. Porque de la misma manera que al invierno le sigue la primavera, nada puede parar”. Estamos, amigos, ante un tordo del tamaño de Cuenca, diez párrafos de artículo de mierda que no significan absolutamente nada. Como todo lo que ha escrito Coelho.

Remata el escritor-nigromante con un salmo a la “felicidad” al más puro estilo libro de autoayuda: “Únete a los que cantan, cuentan historias, disfrutan de la vida, y tienen alegría en los ojos. Porque la alegría es contagiosa”. Aquí ya me entró la risa. ¿Alegría en los ojos? ¿Desde cuándo se ha sacado algo de “los que disfrutan de la vida”? Miren, no sé si la alegría es contagiosa, pero la estupidez sí. Y se propaga en los suplementos dominicales.

Escrito la noche del 7 de septiembre de 2008.

lunes, septiembre 08, 2008

¿Berria la mejor playa? Noooo...

Leo en 20 Minutos:
La playa de Berria (Cantabria) es la mejor playa de España, según han decidido nuestros lectores al votar en la lista de La mejor playa española de 2008.
20minutos.es
hizo una selección de playas organizadas en diez listas, según las comunidades autónomas. En cada lista había diez. Por tanto, de un total de 100 playas, los lectores hicieron una selección final en la que votaron las mejores playas.

En segundo lugar, detrás de la de Berria, se situó la playa de la Concha (San Sebastián) con 8.957 votos. Por detrás de esta se situaron la playa de Rodas (Pontevedra) en tercer lugar, la playa de Oyambre (Cantabria) en cuarto, y la playa de Bolonia (Cádiz) en quinto lugar.

Bien, pues se confunden los lectores de 20 Minutos. Para el que no la conozca, la playa de Berra es una mierda, no merece la pena que vayan ustedes ni a visitarla.

Buf, no se lo recomiendo en absoluto. Su mar es desagradable, con terribles resacas, hace viento, huele mal, está mal saneada, hay demasiada gente apelotonada... No van a disfrutar allí.

No vayan. Ni se les ocurra...

Reverte y las lenguas "comunes"

"De cumplirse el propósito nacionalista, quien dentro de un par de generaciones pretenda moverse en instancias oficiales por todo el territorio español, deberá apañárselas en cuatro idiomas como mínimo. Eso es un disparate. Según la Constitución, que está por encima de estatutos y de pasteleos, cualquier español tiene derecho a usar la lengua que desee, pero sólo está obligado a conocer una: el castellano. Lengua común por una razón práctica: en España la hablamos todos. Las otras, no. Son respetabilísimas, pero no comunes. Serán sólo locales, autonómicas o como queramos llamarlas, mientras los países o naciones que las hablan no consigan su independencia. Cuando eso ocurra, cualquier español tendrá la obligación, la necesidad y el gusto, supongo, de conocerlas si viaja o se instala allí. En el extranjero. Pero todavía no es el caso".

Qué grande, señor Reverte.

Las decisiones de Millán

Llegaba del cajero automático. Acababa de cenar en Malasaña con NAPALM y le había dicho que tirase ‘pal’ Parnasillo, que yo iba enseguida. Al entrar en este veterano cafetín que tanto nos gusta, me encontré con NAPALM hablando amigablemente con un icono de mi infancia y parte de la adolescencia: nada menos que con Millán Salcedo, ex Martes y trece.

Camisa hawaiana, pantalón corto, mariconera y sombrero de paja sobre la barra, parecía un guiri aterrizado en Madrid. Pero no lo era. Su cutis molido y su mirada empachada de halagos delataban su estancia en las barras del Madrid más canalla, allí donde se cocieron los tres Martes y trece, luego dos y al final uno, él, con la esencia del humor primigenio, aunque ya agónico.

Nos sorprendió que Millán se abriese como lo hizo, que soltase tanta prenda desde el principio y que estuviese tan a gusto con nosotros. Días más tarde, NAPALM me decía: “Qué cosa rara, un famosos que escucha, que habla, que dialoga de verdad…”. Puede que esa reacción se debiese a que en ningún momento le doramos la píldora y que obviamos darle el coñazo con la puta empanadilla o las campanadas para hablar, sencillamente, de lo que estaba pasando con el humor en este país, con lo que había representado la cosa humorística en estos parajes.

Yo abrí fuego con lo actual, con Muchachada Nui. Respondió que eran buenos, pero que los chavales no estaban centrados: “Necesitan a alguien que les centre, que les junte, no puede ser que uno esté en la cuatro, otro en la cinco, otro en la seis y todos en las dos. En definitiva: hacer equipo, no dispersarse tanto por la pasta". Nos pareció bastante razonable. Millán, como servidor, prefiere La hora Chanante a Muchachada Nui. Y sobre todo aquel irregular conjunto, a Joaquín Reyes.

Con Chiquito -“grande, ¿dónde está?, que vuelva”- todo fueron buenas palabras, igual que con Gomaespuma o con su compañero Josema. No fue tan piadoso, aunque siempre amable, con Cruz y Raya o Los Morancos. De ahí no tardamos demasiado en pasar al primer plato: el cine. Brooks, los Python, la cantera del Saturday Night Live y Woody Allen, del que dijo: “Me encanta, pero jamás como actor, esa forma de mover las manitas, ay…”.

A eso de las once, NAPALM nos tuvo que dejar y yo me quedé con Millán hasta las cuatro de la mañana. Gracias a la fluida conversación, ni nos dimos cuenta del transcurso de las horas. Poco a poco, y tras espantar a algunos moscones muy maleducados, Millán fue entrando en arena. Me confesó, entre otras jugosas anécdotas que me reservo, que en la época de González, su era dorada en el Ente sociata, se había sentido un mero animador para aquella camarilla agasajada por la modista Elena Benarroch, amigota también de Zapatero. “Me querían de bufón”, me dijo con mirada impúdica.

Con mi tercer gintonic, Millán me confesó que había hecho dos cosas bien en su carrera: una empezar y otra acabar. “Si ‘la empanadilla’ -gag improvisado para más de 20 millones de personas- no hubiese salido como salió, si hubiese sido un desastre, olvídate de Martes y trece”. Igualmente, “una de las cosas que mejor he hecho en mi vida es dejarlo a tiempo. Martes y trece no daba para más y supimos retirarnos cuando más alto estábamos, algo nada sencillo”.

Martes y trece podían haber acabado como Esteso y Pajares. De hecho, Fernando Trueba fue a visitarlo en nombre del “padrino” Andrés Vicente Gómez para hacer Muertos de risa con él y Josema. La película acabó siendo esa basura llamada Muertos de risa, con Santiago Segura y El Gran Wyoming, y dirigidos los dos por Álex de la Iglesia. El cine español, ya saben, esa misma “industria” que perpetró, bajo la batuta del incapaz Álvaro Sáenz de Heredia, las infumables películas de Martes y trece.

Y bien entrada la madrugada, con el Parnasilo chapando, Millán fue fiel a sus palabras: hay que saber dejarlo a tiempo. Nos fuimos sin más jerigonzas. Un taxi y hasta nunca.

Escrito la noche del 5 de septiembre de 2008.

viernes, septiembre 05, 2008

CONSIGNAS

Antonio del Real no es un genio del cine, pero tampoco es un progre de la secta. Este fin de semana estrena La conjura de El Escorial, una de folleteos y venganzas palaciegas que le ha costado cuatro años de su vida y problemas de salud. Quién sabe si financieros si la cosa no arranca en taquilla.

En una entrevista que publica hoy el ABC, ha demostrado un par hablando de las ‘familias’ de cine español. No se ha cortado un pelo y eso le honra. Aquí va un extracto:

-¿Le han preguntado si ésta es una película patriótica?

-Ni patriótica ni leches, lo que he querido es poner las cosas en su sitio, porque los ingleses hacen de sus piratas grandes héroes, cuando eran asesinos en serie; mientras que aquí creemos en la leyenda negra de Felipe II. Prejuicios.

-Cosa mala para el hígado.

-El día del homenaje a Fernado Fernan-Gómez me presentaron a Zapatero. Le dije al presidente que estrenaba la película y me comentó que era buena fecha y que «vamos a intentar ir». Dos señoras muy conocidas nos interrumpieron para hablarle.

-¿Pilló algo?

-Supe que le dijeron que no había apoyado el «no a la guerra» y hace poco me anunciaron que Zapatero no vendría al estreno. Quiero creer que no habrá sido por aquello. No estoy a favor de ninguna guerra, no soy un insensato. Otra cosa es montar mítines en los Goya y seguir consignas, como la de ahora al no protestar por nada.

Más claro, agua.

Estereotipos publicitarios

Ya hemos tratado aquí el fabuloso y a la vez aberrante mundo de los creativos publicitarios. Sigamos con él, que tiene su miga.

Puede que alguno de vosotros ya haya gozado de este vídeo, un spot para los prestigiosos premios publicitarios SOL, pero no puedo evitar ponerlo. Me parece gracioso.

Lo mejor es su metalenguaje, que diría un profesor coñazo: cómo el spot cae en el estereotipo del “creativo” usando, precisamente, estereotipos del ‘creata’ gafapasta.

Me he descojonado cuando el ‘creata’ habla de los libros que le inspiran a crear y el final, muy spielbergiano.

Lo más paradójico del tema es que para que exista este anuncio ha hecho falta un ‘creata’ que se sepa reír de los ‘creatas’.

Y no se crean que esto que van a ver es demasiado estereotipado o surrealista. En un mundo donde pensar un anuncio se llama “crear”, donde se le llama “creativo” al que lo hace y donde llaman al resultado “película”, todo puede suceder.

jueves, septiembre 04, 2008

Quien ríe el último no ríe mejor

Me pregunto qué coño sucede, que se dice que la nueva de Batman es “una obra maestra”, la mejor de superhéroes de todos los tiempos. ¿Qué películas ve la gente que opina como ese prestigioso idiota llamado Andrew Sarris, crítico ya bastante gagá? ¿Es que nadie ve que no es serio hacer una de Batman como si fuese… Heat? ¿Qué pasa? ¿Por qué a la gente se le hace el culo Pepsicola con esta nadería aburrida, larga, un film mal explicado, en el que te pierdes y que no termina nunca?

En El caballero oscuro Christian Bale, a la altura interpretativa de Victor Mature, sigue estando penoso, con esa voz ronca que da grimita oírlo. Batman, un pijo inmaduro de mierda, cae mal, es un mostrenco.

La base del conflicto Batman contra Joker se basa en que los dos son unos freaks, unos inadaptados sociales. Y esto en El caballero oscuro ni se intuye, aunque se verbalice, que es la cosa más anticinematográfica del mundo. Bla, bla, bla, cháchara que no significa nada y una filosofía tan barata que haría enrojecer al mismísimo Paulo Coello.

Pongamos unos ejemplos de frasecitas vacías pero que quedan muy molonas y se la ponen dura a Andrew Sarris o al IMDB:

La noche es más oscura justo antes del amanecer. Os lo prometo. No tardará en amanecer.
O mueres como un héroe, o vives lo suficiente para verte convertido en el villano.
A veces, la verdad no es suficientemente buena. A veces, la gente merece más. A veces la gente merece ser premiada por su fe.
Él es el héroe que Gotham merece, pero no el que necesita ahora... así que lo cazaremos... porque el puede soportarlo... porque el no es un héroe... el es un guardián silencioso, un protector observador... un caballero oscuro.

Qué profundo, ¿eh?


Uno de los mayores insultos de este film es el retrato del Joker que han perpetrado los hermanitos Nolan junto a ese “actor”. Desde John Goodman en Los Picapiedra no veía a un señor hacer el ridículo de forma tan flagrante en pantalla.

¿Por qué la elegancia asesina del Joker se sustituye por un tío con el pelo grasiento, la cara desmaquillada y un traje mugriento? ¿Por qué el Joker tiene que ser el jodido Kurt Cobain? ¿Y por qué este personaje tiene un trauma tan lamentable y pobretón?

Ojo: no pretendo discrepar. Discrepar es de mierdas. Pretendo cagarme en lo que estos señores han hecho con este glorioso personaje. El Joker en cine siempre será Nicholson, un señor, un actor, una risa, una mueca, una ceja, una estrella que nada tiene que ver con este meteorito al que pretenden ahora canonizar.

El Joker de Nicholson/Burton tenía un discurso original: era el artista de la muerte, hacía arte cuando alguien la palmaba. ¿Es que ya nadie recuerda el discurso sobre la belleza y la felicidad (la sonrisa en los cadáveres) que había en el primer Batman? ¿Qué hacen en el nuevo Batman con el Joker? Mamarrachadas, anarquía barata, discursitos endebles y repetitivos, suciedad, cutrez, fuegos de artificio, como toda la película en su conjunto.

En toda la gratuita y confusa trama de El caballero oscuro no se desarrolla con humanidad la dualidad Bruce Wayne/Batman, tampoco hay humanidad en el Joker. Es un garabato mal hecho. Y da igual la trama del dinero, de la mafia, de los negratas o del tinglado que lleva a Batman hasta Asia (¿?). Todo es malo y aburrido.

¿Dónde está la ciudad de Gotham en esta película? ¿Qué han hecho con ella? ¿Dónde está su irrealidad, su negrura, su barroquismo? ¿Cómo es posible que la conviertan en el escenario de una de Misión Imposible o de James Bond y no haya reacción alguna al respecto?

¡La historia no se entiende! Los giros del film son gratuitos y chapuceros. El comisario Gordon se muere y no se muere, Joker aparece y desaparece ahí donde lo vemos porqué sí. Todo en El caballero oscuro es PORQUE SÍ.

Y, amigos, la escena en la que el Joker (¡vestido de enfermera!) convence a Harvey Dent para unirse a él es ya para mear y no echar gota. No hay quien se la crea, es absurda. Inconsistente.

¿Qué hemos hecho para que la gente vibre con algo tan plano? ¿Demasiados videojuegos? ¿Sobredosis de series televisivas? ¿Hace mucho que no vemos una buena película como las de antes?


Escrito el 2 de septiembre de 2008

miércoles, septiembre 03, 2008

GRANDES PENSADORES

“Los españoles viven mejor que nunca, aunque alguno tiene algún problema".

(Pepiño Blanco)

Esa cosa de Woody Allen

¿Alguien ha tenido la desdicha de ver el trailer de la nueva película de Woody Allen? Dios, entran escalofríos…

La mejor revista de cine que tenemos en España es Imágenes. Nada que ver con la superficial y aburrida Fotogramas o esa basura llamada Cinemanía. En Imágenes escribe su corresponsal en Hollywood, Alex Faundez, un tío muy libre con el que a veces discrepo, pero con el que me informo. De él me suelo fiar.

Desde allí, desde la meca de cine, Faundez ha escrito sobre la nueva de Woody Allen:

“Vicky Cristina de Barcelona, esa cosa de Woody Allen que carece de pies y cabeza, nuestra una Barcelona de bohemios pijos y postal turística que poco tiene que ver con los moros de las Ramblas o los grafitis que hay hasta en las murallas romanas, y que confirma, una vez más, que Scarlett Johnasson es la actriz más aburrida de la historia del cine”.

Confío más en el incisivo estilo ametralladora de Faundez que de la muerta crítica actual, tan acabada como el propio Woody Allen. Hablando con Javier Krahe en una barra, me dijo que no me metiese con Woody. Habando en otra barra con Millán, de Martes y Trece, me dio la razón: efectivamente, Allen estaba acabadito.

Tras ver Scoop, me dije que esa iba a ser la última película de Allen por la que pagaba una entrada de cine. Tras ver esa mierda llamada El sueño de Casandra, me pregunté si esa sería la última película que vería de él. A secas.

Desde luego, y tras lo leído, esta de Barcelona la va a ver Rita.