martes, septiembre 06, 2005

GASSMAN Y GIAMATTI

Mea culpa: Siempre me he decantado por los actores norteamericanos. Ya se sabe: Brando, Clift, Pacino, Tracy, y tal. Ayer un tipo que es un jodido genio me dio una lección para recordar. Vi a Vittorio Gassman en su plenitud en una joya italiana llamada El éxito. El film, dirigido brillantemente por un tipo del que nada conocía (Mauro Moráis, fallecido en accidente de tráfico en 1966 tras rodar sólo cuatro películas), es una brutal y muy actual sátira sobre el triunfo rápido y sin escrúpulos con la especulación inmobiliaria de fondo.

Gassman es el que lleva toda la película a sus espaldas y lo hace de una forma que yo no he visto hacer a NADIE. Me explico: Gassman consigue meterse en la piel de un auténtico trepador con una mezcla de simpatía, cinismo, histrionismo y dramatismo contenido que me parece milagroso. Su personaje, escrito magistralmente por Ruggero Maccari y Ettore Scola, es una compleja mezcla de nihilista que se ríe de la absurda, alienante y cobarde vida del funcionario y de la estupidez de los muy ricos pero a la vez empieza a obsesionarse por el dinero y por acabar siendo eso que llaman un “perdedor”.

En su eminente trabajo, lo secundan eficaces actores como Anouk Aimée o Jean-Louis Trintignant y la música la pone un gigante por todos conocido: Ennio Morricone. En tareas de dirección no acreditadas otro grande: Dino Risi.

Los sesenta fueron un gran periodo para la tragicomedia italiana, pico de creatividad de grandiosos guionistas, directores y actores como Gassman que supieron rebuscar en la basura de la llamada modernidad y ese resbaladizo concepto del “perdedor”.

A propósito de esta palabreja que un servidor ha utilizado erróneamente en más de una ocasión, el maravilloso actor Paul Giamatti dijo lo siguiente cuando un periodista de Nueva York le preguntó si estaba especializado en “perdedores”:

“La verdad es que nunca había pensado en mis personajes desde ese punto de vista. No creo que lo sean, son simplemente tipos normales. En EEUU quizás se les vea como perdedores porque no son héroes, pero eso es una peculiaridad de nuestra cultura”.

Poco más puedo yo añadir.

lunes, septiembre 05, 2005

ELEFANTE

Ayer sufrí una de las películas más planas, huecas y absurdas que he visto en años. Y no exagero nada. Venía respaldada nada menos que con la Palma de Oro de Cannes y el premio al mejor director del evento. También por el premio a la mejor película del año por la Asociación de Críticos Franceses (qué orgía...).

Les hablo de Elephant, un bodrio -producido por Diane Keaton- inenarrable y aburrido sobre la matanza (que sólo acontece en los últimos e interminables minutos del film) del instituto Columbine, aquel que Michael Moore tan bien retrató en su primer documental-blockbuster.
La cosa va de la vida rutinaria de los chicos (todos ellos están como un queso, no debía haber feos en el lugar) del insti y sus vidas y conversaciones coñazo.

Gus Van Sant, su director, ha debido olvidar definitivamente lo que otros llamamos construcción de personajes. Ejemplo: los dos asesinos reciben una escopeta por correo para montarla parda. En la tele se ve un documental sobre Hitler.

- Hay sitios donde se pueden comprar banderas nazis.
- Si estás chalado sí.
- ¿Ese es Hitler?
- Sí.


Y ala, a matar a la gente.

Van Sant, que desde Will Hunting no estrena otra cosa que no sea mierda, dice que lo del título de Elephant viene de una parábola oriental y que no hubo guión en el rodaje, que todo fue improvisado por chavales no profesionales acompañados por actores olvidados como Timothy Bottoms.

Mal anda el mundo de los entendidos para que un jurado que esté en sus cabales dé el premio del festival más importante del mundo a semejante desatino fílmico.

Da asco.

Morriña

Aquí me tienen ustedes, queridos y queridas fans. Por fin me llega una de las fotos que me hizo JR en la piragua. De fondo se puede ver el puerto de Laredo (zona de El puntal) y más al fondo Santoña y El Brusco, la hermosa montaña que se aprecia claramente. En esta zona el Apa, que no quiere ver piraguas ni en diapositivas, casi se nos ahoga en una ocasión. Pero, como diría el camarero de Irma la dulce, eso... es otra historia.

Me ha entrado una gran morriña al verlas porque tenía pensado volver a la piragua en la segunda quincena de septiembre, pero he decidido ir (con Bosco y Frid) al festival de cine de San Sebastián, que hace cuatro años que no me paso por allí y tengo ganas de volver.

Gracias JR por las fotos y por tu amistad.

viernes, septiembre 02, 2005

UN DÍA DE FURIA

Hoy estoy de muy mala leche. Estoy harto. Con rechinar de dientes y mirada amargada. Y no por alguien, sino por algo, no por gente, sino por cosas. ¡COSAS! Qué desdichado te pueden hacer...

Se me ha jodido el ordenador de casa, se me ha jodido el móvil (LO HAN jodido en la empresa donde lo compré con la “obsolescencia planificada”), el ordenador de la oficina ha petado (escribo desde el del jefe) y el dvd de la sala hace unos ruidos que parece que en cualquier momento va a despegar y a encontrarse con el Satélite Meteosat.

Las cosas están para hacerte la vida más fácil, pero de repente, casualmente, extrañamente... TODAS ellas se joden y hacen de tu vida un infierno. Y te la desgracian, porque TE HAS ACOSTUMBRADO a ellas. ¿Qué hago yo hoy sin móvil? ¿Qué hago sin dvd? ¡¿Cómo voy a volver a las desfasadas y antiestéticas cintas de video?! ¡¡Y el ordenador!! ¡OLVÍDATE de tu antigua vida sin un jodido ordenador y su ADSL!

Sé que esto parecerá una rabieta, una vomitona de bilis pasajera, pero créanme que me deja hecho polvo saberme dependiente de todas estas historias tecnológicas que están hechas MAL adrede.

Me explico sabiendo que algunos creerán que estoy pallá: el que inventa el programa, crea su virus, el que confecciona el móvil diseña su obsolescencia, el que vende el dvd sabe que volverás pronto a por otro mejorado y que no levite.

Y luego está la neolengua (término del 1984 de Orwell) comercial. Ejemplo:

-Hola, venía a arreglar mi ordenador.
-¿Qué tiene?
-Vengo a arreglarlo, si lo supiera se lo diría.

A los dos días me llaman por teléfono:

-Tiene muchos virus tipo X, Y y Z. De haber entrado en páginas “no seguras”. Formatearlo le costaría 80 euros. Recuperar sus documentos 200 euros.
-Pues... va a ser lo de 80.

A los 3 días me llaman otra vez:

-Necesitamos sus “drivers” y el programa “XP Profesional SP 2 de Windows”.
- ¿Qué... es... eso?
- ¿Cómo?
- Que qué es... eso.

Y así sigo. Me han hecho una copia del XP, pero tenía que saber su nosequé number. Al ir a una web para buscarlo, se me ha metido (dice el ordenador) un “troyano”. Llamo ignorante y desangelado:

-¿Qué es exactamente... un troyano?
- Una cosa muy seria.
- No puedo navegar... no puedo entrar a leer... nada.

Y esta tarde me toca buscar un móvil. Me JODE ir a una de las tres compañías (¡no hay más!) que han sido DENUNCIADAS por la Asociación de Consumidores por cobrar de más a todo el país ganando miles de euros por la puta patilla.

Esto que estoy viviendo se parece a una peli de Stephen King que se llama MAXIMUN OVERDRIVE pero tengo miedo... porque igual acabo en plan Michael Douglas en UN DÍA DE FURIA.

De momento, esta mañana me consuelo viendo esta maravillosa foto de unas brochetas asadas sobre una CPU destrozada.

jueves, septiembre 01, 2005

Enciende y bésame el culo

Por asuntos que no detallaré, llego a una web de Tele 5 sobre una campaña que se llama “Apaga y bésame” y que dirige Mercedes Milá, una mujer que cada vez está más mayor. Dicen sus chicos amantes de la salud, el amor y la amistad:

“¿Quién ha dicho que fumar es sexy o cool? Lo sexy es no fumar. Deja de fumar y compruébalo. Disfruta de un organismo fresco, limpio, sano, atractivo y que sabe delicioso. Y, además, mientras besas ¡no puedes fumar! Así que, quien bien te quiere te va a ayudar. Quien bien te quiere te va a besar”.

Pura poesía, ¿eh? Atención al remate: “Encuentra a tu Gran Hermano que te ayude y consíguelo. Y si no fumas, elige a quién ayudar y conviértete tú en su Gran Hermano”.

Voy al estanco. Hasta mañana.

miércoles, agosto 31, 2005

Sabor a gloria


Volví a ver Entre copas. Supera la prueba del segundo visionado. Es maravillosa. En la escena del porche entre Miles y Maya... lloré como un gilipollas. Para mí ya es un clásico.

"Un buen vino es como una buena película: dura un instante y te deja en la boca un sabor a gloria; es nuevo en cada sorbo y, como ocurre con las películas, nace y renace en cada saboreador".
(Federico Fellini)

Joder, qué resaca tengo.

lunes, agosto 29, 2005

LIBRE

Sábado. Seis de la mañana. Apa y yo, cargaditos de cubatas y tras una larga y fructífera conversación sobre la vigencia de 1984 y el Gran Hermano sobre diferentes barras (así de raritos somos, oiga) pedimos un taxi a la altura de Tribunal. Vemos uno con el cartelito de “libre”. Nos para un tipo de unos 50 años, canoso, de cara larga y seria.

Taxista: ¿A dónde?
Apa: A ver… Vamos a Tetuán y a Pio XII. ¿Qué viene bien primero?
T: Tetuán.
Yo: Venga, pues Tetuán.

El tipo baja la bandera y se dirige a mi barrio. De fondo, en la radio, escuchamos a una locutora que está describiendo el mundo de la adopción de niños del tercer mundo. Su voz es tan sumamente empalagosa y falsa (con un tonillo beato insufrible) que empezamos a descojonarnos de ella. Yo, muerto de risa pero algo preocupado por poder ofender al conductor, miro al susodicho de vez en cuando por el espejo del taxi. Nada, impasible. Apa, en cambio, se apoltrona y lo flipa con lo que escucha.

Locutora: El milagro de la adopción, la mirada de un niño, con ojos que buscan amor verdadero, una llama de cariño…
A: ¿De donde habrá salido esta tiparraca?
Yo: A saber…

De repente, a los cinco minutos, el taxista silencioso suelta:

Taxista: Si es que es para matarla... ¡Es absolutamente insufrible la jodida!

Los dos, sorprendidos, nos partimos de risa otra vez.

A: Y que lo diga, jefe.
Yo: Es de lo peor que he oído en la vida. Es como del Opus…
T: ¡Es que además es tonta, una ignorante profunda!

Llegamos a Tetuán, me despido y me bajo. Al llegar a casa, casi entrando en la cama, me llama Apa. Al principio me asusto.

Yo: ¿Qué pasa?
A: Tronco… No sabes lo que ha pasado…
Yo (todavía asustado): ¿¿Qué??
A: Que el tío ha seguido despotricando y ha acabado parando el taxi.
Yo: ¿Qué me dices?
A: Lo que oyes. Ha aparcado, ha parado el taxímetro, se ha dado la vuelta y me ha dado la mano diciendo: “¡Llevo días escuchando a esta hija de puta y la gente a la que llevo no me decía nada, les parecía normal! Vosotros sois dos tipos que merece la pena llevar. He utilizado el programa para probar a la gente, pero a todos les parecía uno más, algo escuchable… Gracias, de verdad”.
Yo: Ay mi madre.

El hombre se sentía libre de decir en voz alta lo que se había reprimido durante días y días en su extraña y particular prueba sociológica.

A: Estamos acabados, Iván. El mundo está fatal.

Las carcajadas duraron casi dos minutos de reloj. Cuando colgamos, pensé en este heredero del nihilista Travis de Taxi Driver y me dije una vez más que coger taxis en Madrid a ciertas horas es una experiencia trascendental. Sólo por que ocurra, merece la pena salir.

Tengo que informarte...

Nuevo mail de rechazo:
Estimado Iván, el departamento de edición de nuestra editorial ha estado considerando la posibilidad de editar el proyecto que me enviaste sobre Carlos Pumares y tengo que informarte de que finalmente no se va a realizar. Te quiero agradecer la confianza en nosotros y desearte suerte. GRACIAS. (M-R Ediciones)

jueves, agosto 25, 2005

Las cenizas de Ángela

Ayer disfruté sorprendido de Las cenizas de Ángela, en La Dos. La película, no muy bien acogida por público y crítica, se me pasó en su tiempo (1999) y eso que no me pierdo nada de Alan Parker, director capaz de maravillarme a veces (Fama, Los Commitments, El muro o Arde Mississippi) y horrorizarme otras (Evita).

Las cenizas de Ángela es un brutal retrato realista de la hambruna irlandesa de principios de siglo basada en la muy conocida novela de Frank McCourt. El guión adaptado de Parker y Laura Jones es un retrato lleno de dolor, crueldad pero también de vitalidad y esperanza que tiene mucho en común con otros territorios de perdedores que Parker tan bien sabe llevar a su cine.

Hambre (de verdad, no la metafórica), un padre mentiroso y cobarde, una madre valiente pero perdida, niños hombre, una iglesia corrupta, profunda religiosidad, desequilibrio social y de clase...

Los trabajos de Emily Watson, Robert Carlyle, Joe Breen, Ciaran Owens y Michael Legge (estos tres últimos con un mismo personaje) son admirables, conmovedores, sensacionales. La producción del inmenso productor Scott Rudin (El show de Truman o Las horas) es brillante, la música de John Willimas -nominasdo al Oscar por este film, ¿hace falta presentarlo?- perfecta y la canción Three Babies, de Sinéad O´Connor, preciosa.

Una gozada que recuperaré cuando pueda en DVD y que os recomiendo a todos.

martes, agosto 23, 2005

Conan... el español.



Ay qué risa, tía Felisa. La picaresca nacional no descansa ni en verano. Resulta que esta mañana me despejo con una noticia que me deja turulato: “El cine español ha logrado una cuota de mercado del 14,60% (frete a un 63% del cine norteamericano) en el primer semestre de 2005, según datos facilitados por el Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales (ICAA), dependiente del Ministerio de Cultura”. ¿El 14?, me pregunto, ¿con lo pírrico que va el año en taquilla y estrenos patrios?

Sigo leyendo: “El número de filmes españoles exhibidos en los seis primeros meses de este año fueron 213, frente a las 851 películas extranjeras que se proyectaron”. ¿Cómo es posible, si casi nunca hemos llegado a los 200 títulos anuales? O eso me enseñaron a mí en la Escuela de Cine…

Cuando llego al porqué me empieza a entrar una risa floja que se transforma en carcajada: “La lista de las películas españolas con mayor recaudación la encabeza "El reino de los cielos", de Ridley Scott, que contó con parte de producción española”.

Y siguen, los muy cachondos: “En tercer lugar, con casi tres millones y medio, se sitúa "Sáhara", filme protagonizado por Penélope Cruz y Matthew McConaughey, que también contó con parte de producción española”.

¡Qué gran noticia! Indiana Jones, Doctor Zhivago o Conan el bárbaro, rodadas "con parte de producción española", son de aquí. ¿Para cuándo el Premio Nacional de Cinematografía para John Milius? Hay que tener mucha caradura para escribir esto y mandárselo a las agencias para que los difundan como una noticia que se resume falsamente con un esperanzador España 14, USA 63.

lunes, agosto 22, 2005

CUIDADO CON LA LUNA

Deuvedeclub del barrio. Nueve de la noche. No tardo un minuto en ir a la estantería de pelis viejas y pillo Un hombre lobo americano en Londres. El monstruo que más me ha acojonado siempre, desde crío, ha sido el hombre lobo. Ni vampiros, ni momias, ni gaitas.

Cuando le doy a Toñi, la encargada, la carátula me dice: “Qué buena, no ha habido mejor trasformación de hombre lobo”. Y yo, claro, le doy toda la razón porque es una verdad como un templo. Rick Baker, el genio del maquillaje (Oscar por esa peli) hizo algo increíble y dejó en pañales no sólo a los efectos fotográficos mediante encadenados del clásico de Universal, también a las posteriores virguerías poco creíbles con efectos digitales (ver Un hombre lobo americano en París). A Baker también le debemos sus increíbles trabajos en El planeta de los simios (la de Burton), The Ring, Men in Black I y II, Lobo, Greystoke, Thriller (el video de Michael Jackson), Star Wars (secuencia de la cantina) y el King Kong de los setenta. Seis Oscar de la Academia. ¡Casi nada!

Volví a disfrutar en casa de este extraño clásico de John Landis. La película es muy valiente porque está entre la astracanada de Desmadre a la americana y el terror más brutal y sangriento. En un film de terror rodado por un comediante, y eso le da al film una aureola de rareza maravillosa.

Para el recuerdo: la descomposición de Griffin Dunne, la primera transformación, el ataque del hombre lobo en el metro de Londres y la carnicería en Piccadilly Circus. Y, claro, el mítico tema Blue Moon, que tanto ponía Pumares en su programa.
Una pena que John Landis no volviera a recuperar el pulso demostrado en esta peli como en las geniales Desmadre a la americana, Blues Brothers o Entre pillos anda el juego.

domingo, agosto 21, 2005

LUZ

Acabo de mandarle a Luis la enésima versión del guión en el que estamos trabajando juntos hace ya unos años. Luis es director de cine (con largometraje estrenado, no se vayan a creer) y ahora trabaja en Barcelona, en publicidad.

Nos conocimos en el Festival de cine de Las Palmas, él llevaba una peli y yo un libro. Hicimos migas enseguida. Allí conocimos a la fauna predecible en este tipo de eventos sociales: periodistas gorrones, chupópteros de la subvención, muchos realizadores mediocres e ignorantes mezclados con tipos de la talla de Paul Schrader, alcohólicos, farloperos y conocidos actores de televisión. Gracias a la mediación de uno de los que controlaban el cotarro, amigo común, nos relacionamos con jóvenes promesas de la pantalla. Escuchándoles, observándoles… pensamos y surgió una primera idea. ¿Quién podría, hoy, dar una lección de vida a este tipo de triunfadores?

Barajamos todo tipo de tratamientos, muchos horrendos o increíbles, pero al final nos decantamos por una isla, un ensayo teatral, unos electricistas, un viejo pintor y su chica, un niño salvaje, un extraño marchante de arte…
El peso de las hormigas, nombre algo pomposo, pedante si se quiere, pasó a llamarse LUZ, su título final.

Ahora, tras la nueva paliza de retocar, repasar, tachar, meditar, tras nuevas secuencias y diálogos (en donde, creo, siempre me he desenvuelto mejor) NO TENGO NI IDEA de lo que le puede parecer LUZ al resto de los mortales. ¿Una pedantería? ¿Una joya? ¿Una mierda absoluta? ¿Una peli entretenida, pasable a secas? ¿Una rareza improducible? Esto último casi seguro, pero tengo muchas esperanzas en que Luis, con ayuda, pueda levantar el proyecto, que es bonito y al menos distinto de lo que se rueda en este país.

Por lo menos sé que estoy aprendiendo. Estamos aprendido juntos. Luis me ha enseñado a pulir, a no conformarme, a hacer mil preguntas, a no ser discursivo, a pensar en imágenes, a sobrevolar el texto para verlo desde arriba, en pequeño. A ser más sincero y menos tópico. Crucemos los dedos.

Nota: Si alguien que lea esto está interesado en producir o coproducir LUZ, ya sabe dónde encontrarme.

viernes, agosto 19, 2005

PORNO ARTÍSTICO



Ayer sufrí en DVD una película que me perdí en las salas y que había causado cierta polémica en los festivales a los que acudió. Nine Songs contenía, decían, escenas explícitas de sexo entre la pareja protagonista y alguna lumbrera de la crítica la definió como el primer “porno dogma” de la historia.

Lo primero que hay que aclarar a alguien que cometa el error de alquilarla es que se trata de una de las películas más horrendas que se han rodado en lo que va de década. No tiene historia ni personajes, está torpemente rodada y sus interpretaciones (sólo intuidas entre casquete y casquete) carecen de alma. La “aportación” de este nuevo bodrio de Michael Winterbottom (y van…) es que el actor Kieran O’brién y la actriz Margo Stiller practican el sexo frente a la cámara de su director, es decir: follan una y otra vez, él le lame suavemente el coño a ella y ella le chupa con empuje la polla a él.

El dilema moral y creativo que plantea Nine Songs es la necesidad o no de que en una película de contenido sexual se obligue (o proponga) follar a los actores. Por una parte, se supone que rodar polvos verdaderos aporta mayor realismo al film y a la interpretación, pero por otra se corre el peligro de llegar a lo que llega el porno en general: a lo meramente genital.

El sexo en films no pornográficos no es nada nuevo en la historia del cine. Ahí está la leyenda de que Jack Nicholson y Jessica Lange se lo hicieron de verdad en El cartero siempre llama dos veces y que Kubrick, obsesionado por revitalizar y engrandecer los géneros cinematográficos, se planteó hacer Blue Movie, la primera película “pornográfica artística”, una obra maestra donde veríamos a los intérpretes jodiendo… quizá con Strauss de fondo.

Hay una anécdota curiosa del rodaje de Marathon Man. En una de las secuencias, Lawrence Olivier tortura a un sudoroso y destrozado Dustin Hoffman. Resulta que para preparar su personaje, Hoffman corrió por algunas manzanas de la ciudad de Nueva York para llegar totalmente roto al set de rodaje. Cuando Olivier lo observó, se acercó a él y le dijo: “Joven, ¿no podría limitarse a actuar?”. Lo mismo le diría yo a un director que quiere ver follar a sus actores o a un actor que quiere follar para ser mejor intérprete.

miércoles, agosto 17, 2005

Quita, quita...










Como todos los años antes de un viaje, nos planteamos sencillamente “ir para Asturias”, lo que significa no tener ni pajolera idea de dónde nos detendríamos. Sólo había una idea clara (la prueba está en las fotos): queríamos ver la estatua dedicada a Woddy Allen en Oviedo. Utensilios: Cintas de casete (JR no tiene CD en el coche y Apa suele hacer la selección), una nevera de plástico con hielo, birras y dos inconmensurables botellas de Rioja del 82, bañadores, toallas, algo de ropa y cámaras de fotos. Poco más.

Empezamos en Cantabria, en San Vicente de la Barquera, pueblo donde Bustamante (me juego algo a que tenían un póster del triunfito hasta en la comisaría de policía) es más importante que cualquiera de sus santos y mitos locales. Un puente precioso, un puerto bien grande y un castillo y una iglesia que JR estudiaba con deleite y Apa y yo más bien con rutinaria pose turista recorre piedras.

Ya en Asturias, comimos en Llanes, precioso pueblo con buena comida y mucho pijoveraneante. En el camino a Oviedo, paramos en la pequeña playa de Barro y nos dimos un baño relajante mientras nos cagábamos en el metro de Madrid en hora punta. Llegamos a Oviedo para dormir en una pensión de mala muerte pero con una encargada muy simpática. Esa noche salimos de copas, nos emborrachamos y yo me metí a saco con un italiano (“macarroooogggniiiii, “dorddddeliniiiii””). También me ofrecieron coca en plena calle, pero dije que no. Antes de pillar eso (a saber) me meto tiza por la napia.











Al día siguiente disfrutamos de la bellísima y armoniosa ciudad de Oviedo, nos hicimos las fotos con Woody, comimos mediocremente en un sitio de menú a 7 euros y marchamos hacia Cudillero, un pueblo fotogénico que fue seleccionado este verano por El Mundo como uno de los 50 pueblos más bonitos de España. No dormimos allí (aunque quizá deberíamos haberlo hecho) y acabamos en Tapia, donde nos cobraron por dos habitaciones claramente de más en un cuchitril de una estrella. Al menos Apa y yo disfrutamos de uno de los Riojas en su habitación hasta que empezó a roncar y me largué escopetado.

También vimos Rivadeo, Figueras, Castropol y Ribadesella y de regreso volvimos a Llanes para la “última cena”.
Como todos los años, hemos llevado a la práctica nuestra máxima del turista cómodo: Que haya siempre camas, buena comida, vino y marcha nocturna si la hay. Que a nosotros eso del camping o el saco de dormir se nos iba a dar como el culo. Quita, quita…

martes, agosto 16, 2005

SPIELBERG NO AUTORIZADO (I)



En esta primera mitad de mis vacaciones he leído una biografía que nunca pensé que devoraría con pasión y sorpresa casi continua. Me refiero a la de Steven Spielberg, director, productor, magnate y filántropo. Lo primero que llama la atención de su no autorizada biografía, escrita en 1996 por John Baxter -del que también leí su brillante ensayo sobre Kubrick-, es que más que de cine se habla de pasta gansa: sueldazos, porcentajes de taquilla, puntos de beneficios en los contratos, ingresos de taquilla, acciones, presupuestos que se desorbitan, merchandising, campañas publicitarias... ¡Hablamos del Rey Midas de Hollywood, no de Godard!

Era conveniente, me dije, quitarse los prejuicios (“¿Qué hay de interesante en ese tipo?”, me recriminó más de uno durante las vacaciones) antes de ponerse a leer sobre la vida de uno de los pilares de lo que hoy conocemos como cine -malo, regular, bueno o genial- de entretenimiento.

Spielberg, como el resto de los llamados “Movie Prats” (mocosos del cine) fue una calamidad en el colegio. Baxter recuerda que “un estudio que se publicó en los años noventa, que analizaba a las doce personalidades más influyentes de los medios de comunicación, descubrió que más de la mitad nunca terminó sus estudios, y tres de ellos, incluyendo a Ted Turner, eran disléxicos".

Lo suyo no fueron los libros sino las pelis de serie B, los seriales televisivos y las viñetas. En aquella época, cada uno de ellos escogió un referente que más tarde apreciaríamos claramente en pantalla. De Palma a Hitchcock, Scorsese a Fuller y Nicholas Ray y Spielberg a Ford y a Capra. Los primeros amigos cinematográficos del joven y ambicioso Steven fueron los elegidos estudiantes de cine en la UCLA o la USC, entre ellos Randal Kleiser (Greace y El lago azul), Walter Murch (montador de Apocalypse Now), John Carpenter (La noche de Halloween y La cosa), Basil Poledouris (compositor de Conan el bárbaro y Robocop) y David S. Ward (guionista de El golpe).

Lo primero que destaca Baxter en negativo son sus aires de trepa: Por las noches veía el preestreno que se pasaba en la sala de proyección de Universal. Al día siguiente, llamaba a los actores, a los directores y a los productores para felicitarles. William Link lo recuerda en el libro como “un gran diplomático”. “Ya entonces todos sabíamos que un día acabaríamos trabajando para él”.

El que luego sería conocido en el oficio como un despiadado negociador que escatimaba a los actores hasta el último dólar y como un adicto al trabajo sin una destacable o más bien oculta vida privada, empezó a ser considerado el mejor artífice para cambiar la faz de Hollywood y convertirlo en lo que es hoy: películas acontecimiento, marketing agresivo, estreno en centenares de salas a la vez, grandes sumas el primer fin de semana, productos derivados… Y ahí estaba Spielberg (y Zanuck, entre otros astutos productores y empresarios) para aprovecharlo. No sin poca coña, Tom Hanks, en alusión al público presente en la entrega del premio del American Film Institute, dijo: “De nuevo Spielberg está rodeado de tiburones y dinosaurios”.

La crítica de cine murió con Spielberg y compañía. Baxter, que define lo spilbergiano como “cine de consenso” (sin ofender a nadie, siempre en la línea de lo correcto), lo explica: “Los films de Spielberg fueron un instrumento para transformar el cine de argumento y personajes en uno de sensaciones. Se hicieron obsoletas las opiniones, para cuando la crítica impresa sobre el film salía publicada, su juicio era irrelevante. Igual que hoy en día.

Aun con todo, hacia la mitad de mi lectura, en un día tonto y nublado, me fui al cine con la familia, a una de Bruckheimer. De vuelta, en la parte de atrás del coche, mi hermano y yo empezamos a recordar con sincera añoranza grandes películas vistas con la familia en una sala oscura de Bilbao. Lo que más me llamo la atención es que casi todos los films citados (E.T., Gremlins, Indiana Jones, Los Goonies, El chip Prodigioso, Poltergeist…) estaban relacionadas con Spielberg. Y eso, con perdón para los maduros puristas y se diga lo que se diga en biografías sin permiso, es un envidiable legado.

viernes, julio 29, 2005

VACATAS



Con esta foto me despido por unos días de vosotros. Pertenece a mi viaje a Malasia, desgraciadamente hace ya tiempo. Ahora el cuerpo me pide una escapada así, como la que se va a hacer Miguel, el gallego impasible. ¡A Tailandia ni más ni menos!

Pero bueno, de momento no hay pasta. Habrá que ahorrar.
Como cada verano, me voy a Cantabria, a disfrutrar de la playa y de la buena comida en el porche con la familia, de la piragua con JR...

En unos días volveremos a vernos desde otro ordenador. Feliz entrada en Agosto a todos y todas.

jueves, julio 28, 2005

TOMA ALIANZA DE CIVILIZACIONES


Periodista Digital: "Eran gays, eran adolescentes y eran iraníes. El resultado: la horca. Dos jóvenes han sido colgados en Irán ante la indiferencia de los medios internacionales, que salvo alguna excepción, ni han reparado en ello. La Corte Suprema de Irán encontró culpable de abuso sexual de un menor de edad a ambos jóvenes gay, según el periódico londinense Times. Sin embargo, todo apunta, y así lo recogen otros medios, a que fueron ejecutados por ser homosexuales".

miércoles, julio 27, 2005

CINE PSICOFÓNICO


Cuando uno tiene una edad y se ha visto montones de películas, se supone que ya ha perdido la inocencia para acojonarse ante una de terror. Hay también casos frustrantes, una prueba del algodón que no engaña: las pelis que daban miedito y hoy dan penita.

Eso, afortunadamente no le pasa a Al final de la escalera. La vi ayer por segunda vez -la primera, con Apa, no abrí la boca hasta los créditos del acojone- y os puedo asegurar que sentí unos escalofríos que no sentía hace mucho, pero que mucho tiempo.

¿Qué pasaba en los setenta, que sacaban tan buen partido de los fenómenos para anormales -dominio del Jiménez del Oso- como los fantasmas, los poltergeist, los exorcismos o los UFOs? Vendita pseudociencia que dio títulos tan cojonudos para el cine de género, entre ellos este aterrador film de Peter Medak, realizador principalmente de televisión que logró unir a los magníficos George C. Scott y Melvyn Douglas.

Es uno de los mejores films de terror que he visto en mi vida, y si hiciera una lista de las 10 mejores películas de este género, como le gusta hacer a Garci, Al final de la escalera estaría seguro entre las primeras.

Vista ya por segunda vez, me pregunté cuáles eran esas virtudes que la hacen tan única. La genial utilización de música y sonidos, el fantástico pero creíble y bien construido guión de William Gray y Diana Maddox, la puesta en escena del director, la casa como perfecto decorado central, la eficaz utilización de los objetos…

Estoy seguro que Alejando -recorta y pega- Amenazar la tiene bien destacadita en su deuvedeteca… Como deberíamos hacer todos.

jueves, julio 21, 2005

EL CAZATÓPICOS


Primera entrega de tópicos cinematográficos, sacados de mi correo electrónico, un recorte de prensa y lo que se me ha ocurrido sobre la marcha. Si podéis ayudarme os lo agradecería.

Mandadme vuestro tópico a: ivanreguera@hotmail.com.

Ahí van:

1.Cuando tengas que parar un taxi, saca un billete al azar de la cartera sin mirarlo. Siempre será la tarifa exacta.

2.Cuando llevas prisa, aparcar frente al edificio de las Naciones Unidas no resulta en absoluto complicado.

3.Cuando marques el teléfono no tendrás que esperar: aquel al que llamas se pondrá inmediatamente.

4.Para escapar de unos terroristas o hacer espionaje lo mejor son los conductos del aire, que te llevarán a cualquier lugar del edificio donde se desarrolla la acción.

5.Tras el sexo siempre un cigarrito y las sábanas tapando las tetas, pero sólo las de ella.

6.A los soldados, vaqueros, polis, gangsters o ladrones siempre les hará caso la camarera o el barman, vayan al bar que vayan.

7.Si estás en un bar viendo la tele, ten por seguro que están a punto de emitir una noticia que te atañe personalmente.

8.Cualquier puerta se puede abrir en un tris con una tarjeta de crédito o un clip, a nos ser que el edificio se queme y haya un niño dentro.

9.En todas las gasolineras de EEUU los empleados llevan un pañuelo rojo colgado del bolsillo trasero del pantalón.

10.Si te da por ponerte a bailar en la calle, todo el mundo conocerá la coreografía y bailará contigo.

11.En toda fiesta juvenil que se precie habrá no menos de un representante de cada tribu urbana.

12.Si quieres hacerte pasar por un soldado alemán, no es necesario que hables alemán, el español con acento alemán bastará.

13.Si un policía cumple su último día antes de jubilarse, tiene todas las papeletas para morir en acción, especialmente si su familia le tiene preparada una fiesta sorpresa.

14.En cualquier investigación policial es imprescindible visitar al menos un local de striptease.

15.Si una mujer está sola en una casa y decide investigar un ruido, procurará llevar puesta la ropa interior más insinuante de su ajuar.

16.Todas las bombas llevan incorporado una pantalla con grandes números rojos, para que sepas con exactitud cuándo va a estallar.

17.Para desactivar una bomba tendrás que elegir entre el cable verde o el rojo.

18.Los rayos y los truenos los escucharás a la vez, no como en la vida real: primero rayo, luego trueno.

19.En Méjico hay pasión por los toros y en España es normal llevar sombrero de mariachi.

20.En Francia, estés en la ventana que estés, siempre podrás contemplar la Torre Eiffel. Igual sucede con la Giralda en Sevilla o el Big Ben en Londres.

21.Para plasmar un cúmulo de noticias verás portadas de periódicos… que giran en una rotación de 360.

miércoles, julio 20, 2005

CINE ZARZUELERO


Tengo que entonar un mea culpa. Hace años, cuando por mis venas corría pura sangre de cinéfilo fundamentalista, despreciaba todo lo relacionado con eso que llaman “la españolada”. A saber: Los Ozores, Alfredo Landa, Conchita Velasco, Pajares y Esteso, Gracita Morales, Florinda Chico… y las suecas.

En mi estúpido prejuicio, engordado en los cursos de cine de la Universidad de Valladolid o en la Escuela de cine, todo lo que no fuese Berlanga, Buñuel o similares era directamente una puta mierda, cine casposo que empezaba en la época de CIFESA, seguía en el desarrollismo sesentero y acababa con Santiago Segura, Chiquito de la Calzada y Jesús Bonilla.

Con los años uno va dejando de ser tan substancial y va viendo, sorprendido, que no sólo se puede echar unas risas con el gran Paco Martínez Soria, sino que, además, no es un cine tan mal hecho como yo y otros listos cacareábamos. Carlos Pumares me lo recordó en una ocasión con bastante acierto: en el cine de Ozores se palpa mejor su realidad social (las estanqueras, las chachas, los señoritos, los obreros, las pilinguis, las extranjeras, los guardias urbanos, los caseros, los serenos…) que en el cine de muchos realizadores actuales y supuestamente “realistas”.

Este verano, en uno de esos cursos que se organizan para salvar el cine y el mundo en general, José Luis Borau ha dicho lo siguiente: “Los jóvenes de antes pretendíamos excluirnos de una industria que detestábamos y que yo llamaba ‘Sevilla filmes’, y queríamos otro país y otra cultura que leíamos en los libros". Hasta ahí, bien. Una pena que el discurso siguiese por estos derroteros: “Antes existía una industria, pero basada en un producto ramplón y zarzuelero, y la prueba la tenemos en el programa Cine de barrio, las películas en general eran horrorosas".

Lo peor de este tipo de declaraciones es que las realiza alguien que tiene un currículo cinematográfico, que se puede repasar su filmografía. Y entonces uno se pregunta si un bodrio consumado como Niño Nadie no es mucho peor que la estupenda La ciudad no es para mí por el mero hecho de ser zarzuelera.

El director de las excelentes Furtivos o Leo arremete contra un programa que sí, suele ser muy casposo, pero que es muy popular y a veces ofrece films de mero entretenimiento bastante bien hechos e interpretados y que son un reflejo casi antropológico de lo que era España.

Pero lo más grave de todo es que Borau diga que “antes” el producto era ramplón y zarzuelero. ¿Y ahora? ¿Cómo debemos definir entonces a los Torrentes, Borjamari y Pocholo, Mortadelo y Filemón, El oro de Moscú o Desde que amanece, apetece? ¿Cómo sutil y cuidado cine de arte y ensayo?

Remate de Borau: “Existe una preparación profesional, técnica y, sobre todo, cultural. Los actores están mejor preparados y el público es mejor y más culto. La de ahora es una cultura diferente, más audiovisual, pero le falta un peso cultural, incluso respecto a la historia del cine español, y ese desconocimiento nos devuelve a la incultura de los zarzueleros".

O sea: que Manolo Morán, Saza, López Vázquez o José Bódalo estaban menos preparados que los actores de hoy y el público de los megaplex o multisalas tiene una cultura que a mí se me escapa tanto como al distribuidor González Macho, que soltó en el mismo curso que el público en España “es un sujeto pasivo, conservador e infiel”. Su colega, Fernando Trueba, en otra clase magistral de verano, también regaló esta perla a su audiencia: “A veces el público se despierta (sic) y acaba convirtiendo en éxito algo que no estaba previsto".

El problema de este país no es que el público sea culto, se duerma o ponga los cuernos a su cine, sino que hay dos bandos: el del asiduo al cine comercial y el de aquel que ve más “realidad social” en un film de Irán que en una gamberrada de los Ozores.
Es fundamental que cada uno vea el cine que le dé la gana, pero sin menospreciar al contrario para justificar no se sabe qué criterios culturetas, sabiendo que se puede disfrutar de Cine de barrio como de Iván Zulueta sin que uno tenga que pedir disculpas.

lunes, julio 18, 2005

Exhibición bloguera (puede que primera parte)


Mientras veo por la tele cómo España parece un cenicero desde el satélite por los salvajes incendios de verano, tengo un mosqueo por culpa de esto del “mundo blog” -o como se quiera llamar en nuestra rica lengua castellana- que no me deja en paz.

Todo invento, y esto del blog es un trasto maravilloso, ¿puede tener su mala utilización o su uso erróneo? No, cada uno puede usarlo como le de la real gana. Como propaganda o publicidad de su chiringuito, como escaparate de pornografía física o mental (que la hay y mucha), como arma política, como consulta médica, como álbum de fotos chorras…

Por eso tengo que definir (y ya era hora) lo que yo entiendo por MI BLOG, que ególatra pero transparentemente lleva mi nombre, no tiene ningún apodo o seudónimo.

¿Qué no es para mí un blog?

1. Un diario. Porque los diarios son personales e intransferibles, no se enseñan a la gente a no ser que seas un adolescente gilipollas y atacado por el acné. Las cosas privadas son eso, privadas, y esto de la blogosfera es algo demasiado popular. Con ella la plaza pública del pueblo se convierte en algo inmenso e inabarcable por la cantidad de chismosos, cotillas o exhibicionistas en general que se pueden unir al corralillo globalizado. Pongo un ejemplo:

MARIANO: Estoy mal esta mañana, me he cortado afeitándome, mi coche no arranca y mi mujer se ha liado con un negro que tiene la polla como la manguera que usa para trabajar en el cuerpo de bomberos.
COMENTARIOS:
Pili (que no conoce DE NADA a Mariano): Ánimo Mariano, la vida es bella.
Paco (que conoce poco y mal al susodicho): La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar, Mariano.
Y así.

2. Un pequeño medio de comunicación. Porque para que un medio se pueda llamar así, debe tener un editor, un director y unos redactores que VIVEN de eso y que en escasas ocasiones son bien pagados para dedicarse a seguir una información tarden el tiempo que tarden. Ejemplo: los chicos de Pedro Jota (nos guste o no este personaje) en El Mundo. Copiar, pegar y cortar una información de diario o agencia y comentarlo o engordarlo no es crear un mini medio “libre e independiente”, sino sencillamente opinar con menor o mayor acierto.

3. Un consultorio. Reconozco que me he dejado llevar por la entretenida tentación de comentar muchos de los comentarios que se hacen de mis textos, los de mis amigotes o los de otros blogs. Error, porque se desvirtúa el contenido de lo que está escrito, supuestamente un discurso cerrado y para que la gente lo masque o se limpie el culo con él. Última vez que se comenta algo en plan foro en este blog. El que quiera, que me responda con todo amor u odio (como ya hacen algunos) en ivanreguera@hotmail.com. Allí les daré o recordaré mi dirección de correo para mandarme cartas o para saber su correo y enviralas yo feliz de la vida. En mi blog el único exhibicionismo que tolero es el mío y no me agradan los foros y guiños entre opinantes. Para eso NO ESTÁ ESTE BLOG. Y otra cosa importante: esto no es un medio democrático (como he leído), no nos confundamos, esto es principalmente LO QUE A MÍ ME DÉ LA GANA QUE SEA.

4. Una comunidad. La gente que dice eso de la comunidad de la blogosfera me da miedito. En esa supuesta comunidad nadie sabe de nadie por mucho que se aplaudan, abracen, besen y se pajeen virtualmente. Para comunidades las de vecinos y las autónomas.

¿Qué es entonces para mí mi blog?

1.Un sitio donde editar (a falta de interesados que me los paguen) mis dibujos humorísticos.
2.Un lugar donde publicar textos, fotos o dibujos de mis amigos de confianza.
3.Un lugar donde, en pleno ejercicio de exhibicionismo, opinar sobre lo que me rodea y, a veces, hablar de mi experiencia. Y sin abusar demasiado, que tampoco es tan interesante.


Última pregunta: ¿Qué me interesa de los blogs de los demás?

Que tenga la sensación de que no me escatiman nada cuando se ponen maravillosamente serios, que me entretienen, me divierten o me aportan información que yo desconocía.

Nada más. A partir de ahora, vosotros mismos.

viernes, julio 15, 2005

Vídeo instalación


Ayer fue con Apa a ver la magnífica exposición de Juan Gris que ha organizado el museo Reina Sofía. Soy un ignorante en lo que se refiere a la pintura, y me resultó una gozada para los sentidos mucho, casi todo lo que allí pude contemplar.

Gris, según él, partía de la geometría para crear una nueva forma en sus objetos predilectos: el vino, el tabaco, los periódicos, vasos, copas, pipas… Las figuras humanas las convertía en objetos y los objetos en algo con vida propia. Fabuloso. Irónico. Brutal a veces.

Pero de lo que quería hablar en este post no es tanto de Gris sino del mundo de la vídeo instalación. Cosa curiosa. En el Reina Sofía había una salita en donde se proyectaba una parida grabada por una señora en un estadio de hockey sobre hielo. No recuerdo su nombre ni me importa. El caso es que para ver el vídeo la gente (imagínense al típico gafapastoso, pelo rapado y zurrón pop) se sentaba ¡en el suelo! Calladitos, en pose trascendental. Y yo me dije: ¿Pero es que si se ponen sillas para ver esto “comprendes” menos a la artista?

Ay, cuánto gilipollas suelto…

jueves, julio 14, 2005

EL DISCRETO ENCANTO DE LO BANANERO


Hace unos días discutía con un buen amigo sobre Cuba. L, mi interlocutor en esa ocasión, es una persona sensible, ingeniosa, inteligente y culta, pero cuál sería mi sorpresa cuando al hablar de Fidel y llamarlo hijo de la gran puta me saltó con esto: “Cuba es diferente… es algo que muchos españoles no entendéis”.

Me quedé de piedra. “¿Y los refugiados que vienen a España y nos cuentan lo que allí sucede, lo de sus cárceles, el hambre, el descarado turismo sexual con cánticos a la revolución de fondo?”. “Por Dios”, dije, “Castro es un dictador y NADA se puede defender o justificar desde ese punto de partida”.

L cambió de tema y a mí me pareció una buena idea, pero me quedé con la mosca: se justifica a ese cabrón. Desde cierta progresía (y hasta desde Moncloa, cosa más peligrosa) se justifica a este rey bananero que machaca las libertades de “su” gente y que se enorgullece de no necesitar ayuda “ni de USA, ni de Europa” ante la llegada de un huracán devastador a la isla. Ya se sabe: sería una ayuda ensuciada de capitalismo…

Qué interesante es el tema de los progres bananófilos como García Márquez o Silvio Rodríguez, siempre dispuestos a hacerse la foto con el que hizo universal el término mariconzón.

Una pena que aun no haya leído un ensayo o artículo contra ellos y que no roce o hasta sobrepase la peligrosa línea de lo directamente facha.

Lo sigo intentando y con muchas ganas. Si alguno me puede dar una pista, se lo agradeceré enormemente.

miércoles, julio 13, 2005

SER MUJER


Ya estamos otra vez con la señora Lucía Etxebarría soltando sandeces feministas. La última ganadora del chanchullero premio Planeta ha declarado sin sonrojo: "Si fuese hombre ya estaría en la Real Academia de la Lengua Española". Lo que hay que leer.

Pero no se ha quedado ahí, no. Hay más. La escritora vizcaína dijo que "probablemente sea la escritora con peores críticas de España, ya que el ambiente intelectual español es muy machista".

¿Por qué confunde el ser mujer con ser una escritora mediocre si no patética? ¿Por qué tanto interés en instituciones tan supuestamente caducas como la crítica o la Academia por parte de alguien que se ha vendido como una rompedora no-me-callo-nada?

Qué barato, qué fácil, que poco ético y que cutre es meter mano SIEMPRE de tu condición de mujer para vender más (horribles) libros y hacer causa común con las que no tienen otro argumento que el aburrido tema del machismo o la misoginia para autodefinirse como autoras literarias.

¡Qué rollo!

martes, julio 12, 2005

NEKANES



Mírenlas bien. Me dice Ana al mirar esta foto, que vaya pintas de vascas que tienen estas dos (las chicas del PCTV). Y yo le digo que cómo que de “vascas”, que a ver si la Igartiburu o la Arteta tienen estas pintas…

Cosa curiosa esta de los looks batasunos. Miren sus caras, miren sus pelos, la pigmentación de su piel, sus cejas, miren sus miradas (siempre poco relajadas, retadoras), sus adornos, los colores de sus ropas…

Las conozco como si las hubiese parido porque he convivido con ellas (y ellos) en Euskadi durante muchos años hasta que emigré por propia voluntad y sin presiones de ningún tipo. Más que nada por aburrimiento.

No nos engañemos: hablamos de uniformes raciales, no de estéticas naturales, accidentales, culturales o étnicas. Y afortunadamente hay otras vascas y vascos… con otras “pintas”.

COCHECITOS


Esta mañana me ha tocado hacer unos anuncios de cochecitos de niño en la oficina y me ha venido a la cabeza una rara imagen de mi infancia que creía borrada. Qué cosas.

En la casa en la que viví hasta los veintitantos, una urbanización setentera de tres portales, generoso garaje y azulejo blanco, había un almacén para bicicletas, triciclos, sillas y coches de bebé. El olor del lugar era curioso, apestaba a cerrado y a la grasa de las cadenas de las decenas de ruedas que allí se guardaban. Muchas de las bicicletas estaban colgadas en garfios como jamones, la mayoría con las ruedas desinfladas o pinchadas.

Lo que más me inquietaba, eso sí, eran los coches de niño. Algunos volcados, otros de pie contra la pared, la mayoría imprimiendo un espectáculo extraño, como un desguace aparentemente eventual, por aquello de “quien sabe si viene otro crío o alguien de la familia lo puede necesitar”. Pero acababan por no necesitarlo, porque los trastos avanzaban en diseño, seguridad y comodidades -como los de mi anuncio- y no era cuestión de llevar a tu chiquillo en el coche de La semilla del diablo.

En el fondo, algunas vecinas adineradas SABÍAN que esos coches no se iban a reciclar, pero guardaban obsesivamente sus lujosos coches (había que ver alguno nacarado y con incrustaciones doradas) en aquel almacén para que otras vecinas más humildes vieran en qué tipo de vehículos habían sido transportados los cuerpecitos de sus bebés.

Cuestión de clases.

lunes, julio 11, 2005

MIRANDO A LA PARED CON HITCHCOCK

La semana pasada nos dejó uno de los guionistas más respetados e ingeniosos del Hollywood de mediados del siglo XX: Ernest Lehman.
Tras curtirse en radionovelas, artículos cotillas y publicidad para Broadway, Paramount fue la primera en darse cuenta de su potencial y le contrató con un cheque de muchos ceros para alguien aun muy joven. Más tarde, en 1954, aceptó una oferta de la Metro.

La primera vez que supe un poco más de lo común sobre él fue cuando devoré apasionadamente el libro “Nuevas aventuras de un guionista en Hollywood”, de William Goldman. En él, Goldman, siempre irónico, explica la relación entre Lehman y Hitchcock, maestro que el guionista conoció gracias al compositor Bernard Herrmann.

Imagínense el escenario: Hotel céntrico de Los Ángeles. Interior Día. Alfred y Ernest hablan sobre el nuevo proyecto del maestro del suspense. La mitad del guión ya está escrita, pero queda mucho camino aun. A continuación las palabras reales -más o menos como fueron pronunciadas- que Goldman reproduce en su libro:

“Hitch: Siempre he querido hacer una persecución por la cara del monte Rushmore. ¿Y sabes también lo que siempre he querido rodar?
Ernest: ¿El qué?
H: Una escena en la que un hombre está solo. Totalmente solo. Apuntes donde apuntes la cámara, trescientos sesenta grados a su alrededor, nada. Y luego los malos intentan matarlo.
E: ¿Cómo?
H: Con un tornado.
E (sufriendo): Hitch, ¿cómo consigues que un tornado lo mate en ese momento?
Hitchcock refunfuña algo, se queda callado. Lehman también. Más silencio. Estaban acostumbrados a eso. Se quedaban sentados durante aquellos silencios increíblemente largos, mirando a la pared. Luego Ernest dice:
E: Quizás un avión, un avión fumigador”.

Así se gestó una de las secuencias más legendarias e icónicas del cine, con lo tremendamente difícil que debe ser lograrlo. Goldman, eso sí, no puede evitar rematar el relato con uno de sus venenosos dardos: “La próxima vez que algún profesor frustrado saque algún libro explicando con todo detalle el uso simbólico del catolicismo que hace Hitchcock en la escena del fumigador, no se les ocurra comprarlo. Pero podrían leer el glosario. Apuesto a que el nombre de Ernie Lehman no aparece por ninguna parte”.

¡Qué gran verdad! El propio Lehman explicó la infravaloración de su oficio y quién mandaba de verdad, tuviese quien tuviese las ideas fundamentales: “Supongo que Hitchcock se sintió seguro conmigo porque pensó que no era una amenaza; con él uno sólo podía adoptar el papel de Siéntate a los pies del amo". Servidumbres aparte, el viejo Ernie fue un guionista tan riguroso que llegó nada menos que a escalar el monte Rushmore antes de escribir para saber lo que debían sentir sus personajes.

Años más tarde, Ernest volvió a trabajar con Alfred en La trama (1974), pero ya no miraron la pared con los resultados de los tiempos dorados. Así lo explicó el propio Lehman: "Habíamos creado Con la muerte en los talones, de modo que podíamos hacerlo de nuevo. Sin embargo, antes de que pasara mucho tiempo me di cuenta de que la relación era completamente distinta. Habían pasado muchos años y los dos éramos otras personas. Hitch era lento, testarudo y apenas le quedaba nada de su antiguo nervio. Malgastamos mucho tiempo los dos".

Pero Lehman no sólo fue guionista de Hitchcock aunque eso sea lo que se ha subrayado en su obituario. Ahí están para demostrarlo los libretos de Sabrina, El rey y yo, West Side Story, Sonrisas y lágrimas, Chantaje en Broadway o esa joya y proyecto personal que fue ¿Quién teme a Virginia Woolf?, de la que también fue productor.

Aunque nunca alcanzó la fama y la calidad de guionistas-dioses como Ben Hecth, Nunnanly Johnson o I.A.L. Diamond, Lehman dio lustre al duro y nada agradecido oficio del guionista. Estas, sin ir más lejos, fueron sus palabras cuando le dieron un merecido Oscar honorífico: "Acepto este honor en homenaje a todos los guionistas de Hollywood, que tantas veces hemos sufrido el anonimato". Por usted y por todos ellos, thanks, Mr. Lehman.

miércoles, julio 06, 2005

Maitane, maitea

El tema de conversación favorito de Maitane cuando estaba chispa con unos kalis de más era el amor. El nombre de mi ex compañera de piso era como una prolongación, perfeccionamiento o pleonasmo del de Maite, que significa amor o amar en euskera. Me contaba historias aburridísimas sobre los novios que la hicieron sufrir en el pasado. También explicaba sus habilidades en el cortejo amatorio y la importancia del condón en sus escarceos. A sus treinta y pico, había sido una chica promiscua y parafraseando el anuncio de compresas, a Maitane le gustaba ser mujer. Le gusta tanto, que cada tres meses se empapuzaba a pastillas y había que estar alerta.

A veces la escuchaba cuando tenía visitas masculinas. Maitane gemía con una profesionalidad indescriptible, era una artista, era la María Calas del coito, creedme. Sus arrumacos verbales y gritos de placer contaban con la gama y los matices del color blanco para un esquimal. Parecía como si en cada polvo, Maitane sacase a una zorra que nadie conocía, una guarra que no tenía nada que ver con la cerebral y austera chica que leía Best Sellers y devoraba cada capítulo de Friends en el salón.

Un día tonto, revisando el correo, observé entre el montón de cartas un pequeño paquete destinado a Maitane y con el remite más ridículo que había leído en años: “De tu poeta perdido”. Inmediato remolino estomacal. No sólo detesto la falsedad de cortejadores baratos, también me aburre la poesía, no la entiendo. Como diría el amigo Fante, “La poesía es amor y dolor, rimas tontas, sentimientos cursis”. Y eso, precisamente, es lo que debía contener ese paquete bomba, más perjudicial que el amonal o el gas Sarín.

Maitane esperaba ese paquete. Esperaba, más que nada, reafirmar que todavía era una tía deseable, una necesidad para el incauto poeta aburrido, quizá un petardo que estudiaba Audiovisuales o un aficionado con ínfulas que curraba en el Santander.

El caso es que, por no sé qué perverso mecanismo interno, por una de mis disfunciones, me llevé el paquete al bolsillo de mi bata y me lo llevé a mi habitación. Allí encendí un pitillo, lo abrí y descubrí, como había sospechado al toquetearlo disimuladamente, que guardaba unas hojas de papel escritas a mano (¡la poesía!, me dije) y una cinta de audio. Puse el casete en mi desfasado aparato de música y escuché al poeta.

Recitaba versos acompañados a la guitarra. Cantaba Maitane, una canción expresamente escrita para ella. El muy desgraciado ni sabía cantar, ni sabía rimar. Se creía con derecho a aporrear el instrumento y a hacer pasar sus gorgoritos por notas, tonos y estrofas inspiradas. El hijo puta daba asco.

Hoy Maitane ya no está en esa casa ni yo tampoco, pero guardo esa cinta porque creo que ha sido uno de los mejores actos cívicos que he realizado para la comunidad y para ella. Porque aunque haya robado correspondencia privada y haya usurpado a Maitane su libertad para elegir entre este idiota u otros peores, he abortado una historia de amor. Y me siento bien por ello, ¡me siento el Robin Hood de los desesperados de corazón!

Si algún día lees esto, Maitane, maitea, perdóname. Sigo siendo un mierda y mi vida está escrita en prosa.

martes, julio 05, 2005

MUCHA MIERDA



Uno no gana para disgustos. Llevo años intentando publicar un libro sobre Carlos Pumares que en esta mi comunidad ya es conocido, pretendo con Apa hacer de su legado algo a destacar y recordar, separarlo de su imagen actual.

Sé que hay que comer (yo también lo hago), pero cada vez que alguien me dice aquello de “¿sabes lo del Pumares?” me pongo a temblar.
La última es esta: Juan José Alonso estrena en el teatro Fígaro de Madrid una obra de teatro con Máximo Valverde (!!), Vania Millán (!!!!!!) y Carlos Pumares (!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!).

La obra teatral está ambientada en mayo de 2004, los días previos al enlace real entre Doña Letizia Ortiz y Don Felipe de Borbón. Sinopsis: “Una familia humilde alquila a un monárquico empedernido un balcón desde el que puede ver la boda en primera fila”. Atención al remate: “Sólo que el monárquico es, en realidad, un asesino”.

El reparto también aparecen “figuras del humor” como Arévalo (el de los chistes de gangosos y mariquitas) o Marisol Ayuso, quien interpretará a la mujer de Carlos Pumares.

Pumares me dijo una vez que publicitaría una peli suya diciendo “vengan a ver la mierda que ha hecho este que pone a parir todo”. Que se aplique el cuento el ex crítico…

Y suerte, o mejor mucha mierda, Carlos.

domingo, julio 03, 2005

Spielberg sigue en racha



Fue el propio Steven Spielberg el que inventó, junto a George Lucas, el blockbuster basado en hacer un film de serie B pero con presupuesto A. Todo empezó con Tiburón y Star Wars y ha continuado con films dignos o subproductos infumables en las últimas décadas. La guerra de los mundos es también un film A pero en el fondo B sin otras ambiciones que las narrativas y con un dominio de la puesta en escena absolutamente alucinante.

Spielberg lleva en racha desde Inteligencia Artificial y lo vuelve a demostrar ahora con una capacidad de producción -este film se ha acabado en el tiempo record de siete meses- envidiable para sus colegas del negocio de la cosa de la superproducción.
Cuando el director de ET se pone serio, nos los pone de corbata. Ahí está la extraordinaria Tiburón para demostrarlo y sólo partes sueltas de películas como El diablo sobre ruedas, Encuentros en la tercera fase, Parque Jurásico o Minority Report.

Esta vez, el tildado de cursi y blandengue se nos marca una de invasiones extraterrestres (palabra que, curiosamente, no se escucha en el film) que le mantiene a uno incrustado a la butaca durante la mayor parte del metraje de La guerra de los mundos, cuyo gran acierto es hacer prota a un tío de la calle, un vulgar currante en vez de al estereotipo habitual. A saber: el presidente del los Estados Unidos, científicos con el arma definitiva, decididos militarles o el resabidillo héroe anónimo que acaba salvando a la humanidad. No hay nada de esto en La guerra de los mundos, que afortunadamente se distancia de ridiculeces patrioteras tipo Independence Day.

Tom Cruise, que esta vez hace un trabajo magnífico, es otro componente de la galería spilbergiana de cónyuges con problemas de pareja (véase Encuentros, ET, Hook, IA, Minority Report o Atrápame si puedes), un tipo desastre pero que tiene los redaños de proteger en el infierno a su escasa familia. Así, La guerra de los mundos es un film que tiene una sola mirada, que es la de los tres personajes centrales (padre y dos hijos).

Con esta sabia decisión de Spielberg y su guionista (David Koepp, autor también de las dos primeras partes de Parque Jurásico), el terror se acrecienta mucho más en la platea. La mirada alucinada de cualquiera de ellos ante lo que se avecina en el cielo, vale por treinta mil litros de gasolina o un millón de píxeles de esos para efectos especiales. Por algo esa es una de las bases del terror bien hecho: lo que no se ve (rostros, ecos, fogonazos, gritos…). Lo que está fuera de campo pero se intuye con la luz o los sonidos siempre acojona mucho más que lo que se ve a la primera y de forma obscena. O sea: el cine fantástico al que estamos acostumbrados hoy.

Y esto no quiere decir, ojo, que La guerra de los mundos no tenga efectos visuales, que los tiene y absolutamente impactantes y necesarios, para nada gratuitos. Ahí están para demostrarlo la tormenta eléctrica, la iglesia partida en dos, la llegada de la primea nave-trípode, el tren en llamas que surca un paso a nivel, el vuelco del ferry, la bíblica lluvia de sangre…

Junto a estas apabullantes secuencias, Spielberg, también hay que reconocerlo, nos ofrece partes de terror más intimista tan logrado como el antes citado. Ejemplos de ello son la larga secuencia en el destartalado sótano donde se refugia el chiflado personaje de Tim Robbins (que recuerda un poco al trabajo de su alumno aventajado M.N. Shyamalan en Señales) o la visión de la pequeña Rachel (absolutamente perfecta Dakota Fanning) de una marea de cadáveres que flotan sobre un apocalíptico río.

La guerra de los mundos no es, eso sí, un film redondo. Para seguir la tradición del propio Spielberg, que como dicen ciertas crónicas taurinas “emociona pero no remata”, la película tiene uno de los finales más torpes, decepcionantes, tontos, precipitados y cursis que haya visto en años. Lástima… una vez más. Por poco no se logra lo redondo.

De todas maneras, estamos ante uno de los mejores films del director de Cincinnati, un espectáculo de primera categoría, un gran cuento de terror y un impecable trabajo de fotografía (Janusz Kaminski), música (John Williams), decorados (Rick Carter) y FX (Pablo Helman y Denis Muren). Háganse un favor y vayan a pasarlo mal al cine.

martes, junio 28, 2005

MARLON SEGÚN TRUMAN

Hace ya unos cuantos meses, el dominical de El País publicó un reportaje de Lawrence Grobel sobre los diez días que pasó con Marlon Brando en su legendaria isla de Tahití. Yo, que también he sido fetichista y coleccionista de todo lo que pillaba sobre el actor, recorté y guardé el reportaje que justo este fin de semana he recuperado.

Aunque ya en su día no me pareció ninguna joya del periodismo, lo que más me ha llamado la atención al releerlo es lo complaciente que es con el actor y lo vagamente descriptivo y atmosférico que resulta todo el trabajo. Entonces me ha venido el nombre: Capote.
El relato que Truman Capote le hizo a Brando en 1956.

Pero vayamos por partes. Grobel, que es “llevado” en plan Willard en Apocalypse Now al refugio del actor, parece que escucha admirado pero sin juzgar, y lo malo es que el lector despierto lo acaba juzgando a él: por dejar que el divo diga sandeces en plena (¿falsa?) pose nihilista sin que en su trabajo se atisbe una gota de ironía o maliciosa descripción de ambientes. Pongo ejemplos. Brando: “Si tuvieras una pajarita de aluminio de más de 10 metros y quisieras aspirar una naranja, sólo llegaría a 9,90 metros. Eso es todo lo que puede succionar una bomba de vacío”. Cometario del periodista: “Después se estira boca abajo y mira al agua”.

Poco más. Líneas más tarde, Brando le pregunta a Grobel: “¿Crees que podrías construir el puente de Brooklyn con todos los tapones de botella del mundo?” Y el tipo va y responde que sí. Y uno al leerlo se pregunta si el mayor actor del mundo, como dijo Elia Kazan, era una auténtico majadero o es que este señor privilegiado por penetrar en los dominios del duque (como tituló Capote su texto sobre Brando) no supo cómo explicar que era un ser único y especial.

Vayamos a Capote. Otro periodista, mismo entrevistado aunque algo más joven. Un dato importante antes de empezar con él: Cuando Capote publicó sus polémicos y certeros retratos, se convirtió en persona non grata entre la gente guapa de Nueva York. Brando, lleno de ira, jamás le perdonó su nada deferente retrato. Capote, que entrevista a Brando en una habitación de hotel en Japón, no se amilana ante él.

Ojo a su primera descripción: “No parecía dispuesto a utilizar los armarios que había en la suite, ocultos tras puertas correderas de papel. Todo lo que poseía estaba en exposición, (…) colgaba por todas partes como el vestuario de un espantapájaros desmantelado. Aquí y allá había pedazos de fruta a medio comer. Y libros, una selección de libros profundos, pero ninguna novela, porque Brando no lee novelas”. Sobre su pedantería, Capote dispara: “En su primera conferencia de prensa en Tokio les dijo a los reporteros que estaba contento de estar en Japón porque tendría oportunidad de ‘investigar la influencia del budismo en el pensamiento japonés, en tanto que factor cultural determinante’ ”.

Unas líneas antes, Capote ataca así: “Después de decirse 'tengo que perder unos kilos', pidió sopa, un bistec con guarnición de patatas fritas y tres verduras, un plato de fideos, bollos y mantequilla, una botella de sake, ensalada y queso con galletitas”.

Más tarde, Capote define sin pudor su gigantesco egocentrismo: “La voz siguió hablando, como si sólo tratara de escucharse a sí misma. Como la de tantas personas intensamente absorbidas por su yo, su conversación es un monólogo”. Brando “estaba entregado a su costumbre de no escuchar”, escribe Capote en otro pasaje. Sobre su inestabilidad emocional, subraya una de sus frases: “Siempre me entusiasmo por alguna cosa, pero no me dura más de siete minutos. Ése es mi límite. Nunca sé ni siquiera por qué me levanto por la mañana”.

Pero no va siempre a degüello. Capote también llega a ser amable y tierno con Brando: “Con los niños estaba cómodo. Parecía contemporáneo suyo en el terreno de las emociones, un compañero conspirador”. Y el toque final: “A veces pienso que Marlon es un huérfano que en una época posterior de su vida trata de compensar su condición convirtiéndose en cabeza bondadosa de un inmenso orfanato”.

lunes, junio 27, 2005

¡AaaaaaLEXxxxx!



Este fin de semana por fin me decidí a darme de alta en un videoclub, hoy dvdclub, de barrio (que no cuenten conmigo los Blockbuster y similar carroña). Loli -más de cuarenta, pelo rizado, tinte rubio, vestido floreado- se llama la dependienta y es muy maja, aunque cuando vio mi recibo del piso -clave para ser aceptado en el club- me preguntó que a ver si era gilipollas, que menuda burrada que pagaba al mes. Razón no le faltaba, pero le expliqué a Loli que yo en hipotecas y en casas de por vida no me meto, que mi trabajo es bueno pero está cogido con hilos, que no me van las responsabilidades de ningún tipo y que hay una palabra a la que le tengo mucho respeto: libertad. Loli rió y lo entendió a medias.

Me dirigí a la estantería de los estrenos. Me dijo Loli: “Crimen Ferpecto, esta es muy buena. La verdad es que el cine español que se hace ahora es muy bueno y no tiene nada que envidiar al extranjero”. El caso es que seguí su consejo y me llevé la peli de Alex de la Iglesia a casa.

En mala hora, claro. ¡Por algo no la sufrí en cine!
Vuelve a confirmarse algo ALUCINANTE en el gremio del cine. “Estoy currando en la nueva de ALEX”, me dijo un tipo hace ya meses. Decía lo de ALEX como si le hubiesen contratado para trabajar con el mismísimo John Huston. ¡AaaaaaLEXxxxx!

¿Cuántas películas tiene que hacer este pueril señor y su aburrido rollito freak-camiseta negra-gafapastoso para que se diga en alto y a las claras que es un NEGAO en su oficio? “Hay que ver qué bien rueda y planifica el tío…”. ¡Oiga, que el cine no es sólo planificar, que eso lo hacen muy bien los del Opus con sus familias! Hay que saber escribir si usted firma el guión, hay que saber dirigir actores fuera del pastiche, contar una historia y no un chiste largo hasta el sopor…

“Crimen Ferpecto” es otro quiero y no puedo (y van…) en la ya larga filmografía del director de Bilbao. Reconozco que tiene un arranque cojonudo (digamos generosamente 20 minutos de excelente presentación de personajes y una puesta en escena apabullante), pero luego todo eso no vale para nada, se desinfla, se desintegra, hace aguas por todas partes. Y, claro, como pasaba en La comunidad o en 800 Balas, se convierte en un espectáculo de gratuita violencia e infantiloide que no hay cristiano que lo aguante. ¡Como no me gusta la sociedad de consumo, quemo unos grandes almacenes! B.A.R.A.T.O. Crimen ferpecto aburre, decepciona, cansa y te pone de mala uva. En definitiva: un truño con todas las letras.

“La verdad es que el cine español que se hace ahora es muy bueno y no tiene nada que envidia al extranjero”. Loli… cállese y cóbreme, haga el favor. No tuve huevos…

sábado, junio 25, 2005

BASADO EN DESECHOS REALES

SMS, fotos y vídeos en el móvil, webcam, Mail, messenger, chat, foro, blog… andamos locos con todos estos anglicismos o tecnicismos algo absurdos. Llegó la gran revolución tecnológica a nuestras vidas, nada es imposible en la era de la comunicación. Pues sí que hay unas cuantas cosas imposibles: escribir o leer una carta como antes (a diferentes bolígrafos, con manchas de café y dibujos) o narrar cosas verdaderamente profundas y valientes en Internet, tener una relación cara a cara, ojos a ojos con muchas de las personas que enseguida bautizamos como los “amigos de Internet”. Comunicaciones sofisticadas -tengo mal las amígdalas y lo saben vía Messenger, foro, Chat, SMS o blog- frente a relaciones basura, que tan bien se suman a la comida basura, el trabajo basura, la tele basura, la literatura basura y, en general, la vida basura.

¿Saben lo que nos han marcado a fuego como a las vacas y no nos hemos empapado? El tiempo. Para una conversación auténtica, para una comida de verdad, para un carta sincera y trabajada, para una pintura, para un trabajo artesano y con mimo NO HAY TIEMPO, pero todos estos inventos y las relaciones que conllevan marcan el concepto tiempo: en X segundos te llega mi mensaje y lo lees de la misma, en Y segundos te hago una foto y está en un ordenador de Tasmania. En Z minutos tienes la lasaña lista para comer.

Me preguntaba alguien “vía” una de estas puñetas por qué no escribía relatos basados en mi vida diaria o en lo que me sugiere esa vida además de lo que lee en mi blog: curiosidades cercanas, mis dibujos y la actualidad. La primera respuesta es por pereza, la segunda por respeto (a ese duro y fino tipo de literatura) y la tercera porque no tengo huevos ni ganas de quedarme sin amigos. Tengo claro que si me atreviese a escribir sobre mi vida actual o pasada sería amable y amoroso con muchos, pero al mismo tiempo no tendría piedad con aspectos suyos que me llamasen la atención por su necedad. Y ojo: me refiero a TODO el que me rodea. Somos abogados y fiscales de los nuestros (y de nosotros mismos) y ser sólo abogados es mentirse o mentirles, pero así son las cosas.

Un ejemplo. Estoy leyendo Catedral, de mi adorado Raymond Carver. En uno de sus realistas relatos escribe:

“-¿Qué vas a hacer?- le pregunté.

Pero no me importaba. Si en aquel momento se hubiese muerto de una ataque al corazón, no me hubiese creado impresión alguna”.

¡Qué huevos! Imaginaos a alguien que se sienta retratado en ese relato y lea esto. ¡Pum! Le hubiera dado en plena línea de flotación. Imaginaos leer esto en un blog (que los hay, aunque contados). ¡Qué chute de verdad!

Asco de tiempo pegajoso. No me encuentro bien, estoy débil. Igual es anemia o algo. Voy a publicar esto en mi blog y me voy a tumbar.

jueves, junio 23, 2005

Me importa un bledo



¡Qué cansina es la gente de ciertas redacciones! ¿¡Es que todas las semanas tenemos que tener una lista chorra sobre los aspectos más tontos del mundo del cine?! ¡Parece que no hay remedio!

La última parida es una lista confeccionada por “un grupo de 1.500 críticos, profesionales del cine e historiadores” y cuyo título es "Cien años... cien frases". Atención a la conclusión: Según el Instituto Americano del Cine, la película "Lo que el viento se llevó" contiene la frase más memorable. Y dicen FRASE y no DIÁLOGO. ¿Acaso estos intelectuales no entienden que una frase sin su réplica o contestación no tiene sentido alguno?

"Frankly, my dear, I dont give a damn" ("Sinceramente, cariño, me importa un bledo") es una frase del personaje de Rhett Butler memorable, pero no como para derretirse. A mí personalmente Lo que el viento se llevó me parece un coñazo y nunca he acabado de verla entera. Me he dormido y despertado a trompicones siempre que he intentado ver ese gran culebrón.

Para seguir con los topicazos al uso, la listita dice que Casablanca es la peli que más “frases memorables” tiene. Entre ellas "Round up the usual suspects" ("Detenga a los sospechosos de siempre"); "We"ll always have Paris" (Siempre nos quedará París) o "Play it Sam, play As Time Goes By" (Tócala, Sam, toca "As Time Goes By").

Si la cosa va por frases sueltas, digo yo que todas las pelis de los Marx o el primer Woody Allen dan para llenar la lista entera...

Como curiosidad, la alucinante aparición de sandeces como “Mi tesoro” (El señor de los anillos), “Soy el rey del mundo” (Titanic) o “Un Martini agitado, sin revolver” de Goldfinger. En fin.

Las películas con frases memorables vienen de guiones con diálogos memorables, que se funden perfectamente con imágenes mudas memorables, iluminadas memorablemente, con partituras memorables y actuaciones memorables. TODO a la vez. Cuando se destaca uno sobre lo otro, malo. Y si encima se destacan frases bobas, peor.

Ay, me encanta el olor a NAPALM por la mañana, huele a… victoria.

miércoles, junio 22, 2005

Va por ti, maestro




Sorprendente documento el que me ha regalado Frid esta mañana, una grabación en DVD de un concierto del legendario Rat Pack en San Louis. Yo, por si no se sabía, soy un fundamentalista de Frank Sinatra y de sus coleguitas de juergas y giras varias. En el escenario, Ojos Azules (como llamaban a Sinatra), Dino y Sammy Davis JR (1925-1990), que es el que más me ha sorprendido de los tres.

Era bajito, tuerto (perdió un ojo en un accidente) y bastante feo el jodido. Y encima era negro y judío en la Norteamérica segregacionista de los años sesenta. A pesar de eso, se hizo con el cariño del público y de sus colegas del Ratt Pack. Para demostrar empíricamente su talentazo sobre las tablas, sólo hay que verlo en el DVD (Live & Swingin) imitando A LA PERFECCIÓN a gente como Sinatra, Dean Martin, Jerry Lewis, Louis Armstrong, Tony Bennett, Fred Astaire… ¡¡Absolutamente increíble!!

Notas: ¿Qué os parece la foto con joyas a lo M.A Barracus? ¿Eh?

martes, junio 21, 2005

El increíble mundo menguante



Mi amigo Luis Sampieri me manda esto desde Barcelona. A fliparla:

Tres pinturas hechas por un chimpancé se subastan por 18.000 euros

RAFAEL RAMOS

En el mundo del arte británico, la figura de moda es un chimpancé llamado Congo. Tres de sus cuadros abstractos, pintados a finales de los 50, fueron subastados ayer en Londres y vendidos por la suma nada despreciable de 12.000 libras -unos 18.000 euros-. Muchos artistas no primates se conformarían con colocar sus obras por menos dinero…

Congo fue animado a pintar por Desmond Morris, escritor, autor de El mono desnudo y estudioso del comportamiento animal, con el propósito de "entender la habilidad de los chimpancés para crear orden y simetría en el universo, así como para explorar a un nivel primario los ímpetus de la creatividad artística". La firma de subastas Bonham había valorado los tres cuadros de Congo en 800 libras, pero el norteamericano Howard Hong pagó quince veces
esa cantidad. "Se trata de un gran acontecimiento en el mundo del arte -señaló el director de arte moderno y contemporáneo de la firma, Howard Rutkowsky-, porque nunca antes se habían subastado las obras de un chimpancé".

Congo pintó más de 400 cuadros y dibujos abstractos en los 50, llenos de colorido pero que fueron recibidos en general con sorna y escepticismo. En la misma subasta, Bonham puso a la venta una colección de obras de Andy Warhol conocida como las pinturas del pis, para cuya creación animó a sus amigos a que orinasen sobre lienzos con pintura de cobre desplegados sobre el suelo de su estudio.

www.lavanguardia.es/web/20050621/51187565335.html

DOCTOR EXTRAÑOAMOR



Oí hablar de él por primera vez gracia a alguien muy cercano. Un señor que “curaba la homosexualidad” desde hace años, que “trataba” a gente con ese “problema”, que atendía a familias con alguno de sus miembros con ese “trauma”. Su nombre: Aquilino Polaino, catedrático de Psicopatología de la Universidad Complutense. Un apunte: cobra más de 100 euros por cada consulta para “curar”.

Hoy en día, ese tipo es un individuo ridículo pero peligroso que seguro ha hecho (y seguirá haciendo) un daño IRREPARABLE a un montón de gente. La cosa, eso sí, es mucho más dramática cuando este señor es llevado por el PP nada menos que al SENADO para alertar sobre el peligro que implica la adopción por parte de parejas homosexuales.

Polaino dijo en el Senado que los homosexuales suelen ser "hijos de padres hostiles o alcohólicos'" y que es posible que en un futuro los niños puedan denunciar por daños al Estado por lo que ahora, por fin, se va a legislar.

Horas más tarde, en el programa Gomaespuma (Onda Cero), Polaino fue entrevistado por Juan Luis Cano. Dijo en la entrevista que analizaba “el perfil psicopatológico del homosexual desde hace 30 años (¿se lo imaginan al inicio de su carrera, en la España de los setenta, con los mariquitas?). También que los matrimonios gays “traen trastornos y graves riesgos para los niños y una inestabilidad en los modelos de aprendizaje”.

Como colofón, dijo que la homosexualidad en casa llevaba a una “conducta promiscua” y que los homosexuales “buscan en la otra persona satisfacer lo que no tiene su yo real". Acabó hablando de “antimasculinidad y heterofobia” (sic).

En esto, Juan Luis Cano, le cuestionó (como es normal) eso de la “antimasculinidad”. La respuesta de Polaino fue: "Usted, como entrevistador, tiene que limitarse a lo que yo le diga".
Después de pedir a Cano que sólo escuchase lo que él decía ("Usted no es experto que yo sepa"; "¿Qué tipo de entrevista es esta?"), el amigo Polaino sugirió a su entrevistador que se cambiasen los roles:

- Doctor: Si quiere le entrevisto yo a usted.

- J. L. Cano: Vale.

Suma atención a las preguntas del doctor Extrañoamor.

- D: ¿Cree que la conducta hommosexual está de acuerdo con la identidad de género, de actitudes, emocional y de persona?

- JLC: Sí.

- D: ¿Lo tiene en estudios probados?

- JLC: Ahora no tengo tiempo...

- D: ¿Cuántas horas tiene de terapia con homosexuales adultos?

- JLC: No voy a entrar...

- D: Entonces yo tampoco voy a entrar, así que le agradezco la entrevista y aquí terminamos, ¿vale?

Al final colgó el teléfono.

Conclusiones:

1.Si este es un referente profesional de la oposición, me alegra que sigan siendo (en el Senado, en el Congreso o en sus VERGONZOSAS manifestaciones) eso: oposición. Y que dure.

2.Que esto se “discuta o analice” en el Senado (¡!) es una prueba clara que la homosexualidad NO ESTÁ NORMALIZADA en España. Y lo que queda...

Si quieren leer las reflexiones del Polaino lean
esto.

lunes, junio 20, 2005

OTRO RECHAZO




"Estimado Iván, el departamento de edición de nuestra editorial (Martínez Roca) ha estado considerando la posibilidad de editar el proyecto que me enviaste sobre Carlos Pumares y tengo que informarte de que finalmente no se va a realizar.

Te quiero agradecer la confianza en nosotros y desearte suerte.
GRACIAS".

BATMAN BEGINS




Desde luego, el insoportable calor del verano madrileño no da para escribir sesudas reflexiones cinematográficas y mucho menos para meterse entre pecho y espalda un film independiente, barato, hermético, con complejos mensajes y conciencia social.
Lo que a uno le pide el deshidratado cuerpo es una combinación de la que no se puede escapar: fresquito aire acondicionado y muchos FX o tortas (dicho finamente).

Puede, además, que estemos ante los últimos coletazos de lo que hasta ahora hemos entendido como “ir al cine” porque ahora el cine va a casa (en DVD). Sin ir más lejos, el 73% del público estadounidense prefiere el home cinema al street cinema, y ya se sabe que todo lo que sea conducta de consumo en USA, lo acaba siendo en el resto del mundo. Ejemplo definitivo: la de este año está siendo la peor taquilla desde hace veinte años. Según una encuesta de AOL y Associated Press, la gente está desengañada con las actuales estrellas y el 50% del público americano cree que el cine ha empeorado mucho.

De todas maneras, y a pesar de estos malos augurios, a veces veo un film que no es del todo tonto y te hace pasar un buen rato. Batman Begins es el ejemplo. Sí, un comercialote producto de Warner, otra gran productora que se apunta a la moda de las precuelas, cine de palomitas… pero engancha y está muy bien contada.

Batman Begins es la quinta entrega cinematográfica “seria” del hombre murciélago. Ni dios suele acordarse de los precedentes televisivos como The Batman (1943) o Batman and Robin (1949) y sí algo de la serie televisiva (y sus míticos rótulos tipo “Caboum”, “pum”, “zas”) estrenada en 1966. A finales de los ochenta fue Warner BROS la que resucitó de su olvido cinematográfico al sadomaso héroe creado por la gente de DC Comics, más concretamente por el genial artista gráfico Bob Kane. Contrató al imaginativo Tim Burton, puso como estrella absoluta -su contrato estableció un nuevo record entre los cachés de las estrellas- a un iluminado Jack Nicholson y encargó nada menos que a Prince la interpretación y composición de la canciones, que junto Danny Elfman formarían una ya legendaria BSO que aun guardo con cariño -en dos discos independientes, el vocal y el orquestal- entre mis desfasados vinilos.

El resultado fue un ejercicio de descacharrante histrionismo por parte de Jack (“¿Cómo un tío con leotardos me puede robar la publicidad?”), un film entretenido pero irregular y en el fondo un triste quiero y no puedo, porque se notó demasiado que a Tim Burton le hubiese gustado que el film se llamase Joker (el payaso asesino) en vez de Batman, que siempre, estoy seguro, le pareció un tío soso de narices.

Ante el histórico éxito, Warner pidió a Burton una secuela, que fue más “personal” pero algo farragosa y autocomplaciente. La tercera y la cuarta, a la “loca” manera de Joel Schumacher -lo del jovencito Robin rescatado por Batman de un club de moteros no tenía desperdicio-, son olvidables. No se puede pasar del oscuro barroquismo bartoniano al colorín del orgullo gay sin que la cosa chirríe por los cuatro costados.

Años más tarde, y tras multitud de intentos de resucitar (en imposibles guiones y castings) al atormentado justiciero de Gotham, Warner se ha acabado contentando con el guión de una precuela -o sea: Batman, el origen- firmado por Christopher Nolan (también director) y David S. Goyer. La consecuencia es una película sumamente entretenida, con un guión fiel al personaje y su universo, con diálogos ingeniosos, con un nuevo Batman (Christian Bale) excelente y un reparto de secundarios de vértigo: Michael Caine como el mayordomo Alfred, Morgan Freeman como Lucius Fox, Gary Oldman como el comisario Gordon, Liam Nelson, Cillian Murphy, Tom Wilkinson, Rutger Hauer y Ken Watanabe como los villanos y Katie Holmes como la chica.

Sé que su estrambótica trama central -el peligroso gas que amenaza a Gotham- no es para echar cohetes, pero todo lo que atañe a la creación del mito, al nacimiento de Batman como azote del mal, es muy entretenido y coherente. El trauma familiar, la sombra del padre, su educación oriental, la puesta en escena del traje y sus complementos y la inevitable doble vida del personaje son cine de evasión del bueno, del no perecedero. Y eso en los tiempos de los aburridos X Men, del sin sustancia Spiderman o del desinflado Hulk es mucho decir. Si quieren huir del calor con una bien recontada historia, vayan a verla.

viernes, junio 17, 2005

VENTE A ALEMANIA JR (3)




Buenasss, ¿que tal por ahi? Bueno, lo primero agradecer a Apa que fuera a recoger a mi madre, que esta muy agradecida. Ya me ha contado que estuviste toda la manana con ella, te lo agradezco un montón.

Por aqui muy bien, por decir algo. Que no, que muy bien, a pesar de la resaca después de anoche. Y es que hemos encontrado lo mejor de Frankfurt, que ya me vale: "CÍRCULO CULTURAL GALLEGO". Y es que la historia tiene gracia. Hace unos dias me preguntaron en clase que por qué estudiaba alemán y yo dije que para conocer Alemania y la cultura alemana (la respuesta fácil).

Otro día me preguntaron qué tal por Frankfurt con todos sus museos y yo respondí que un poco aburrido, y se me echaron encima por mi manera de "querer conocer la cultura", que dije estaba en la calle. Así que hoy les he dicho a todos: ¿Veis? La cultura en Espana esta en la calle, o mejor en la tasca, lo dice muy claro el cartel: "Centro cultural", jajaja. Y así he salvado la honrilla.

No es por dar la nota, pero mi colega y yo, según lo vimos, pa dentro y a apretarnos pulpo a la gallega, ribeiro, jamoncito que sabe a algo e incluso tortilla de patata. Y es que tras tres semanas, se echa en falta, joder.
Como la camarera es super maja, pasamos a los cubatas y en fin, pues ya nos conocen y habrá que volver, jejeje.

En fin, las clases un pelín aburridas, las tardes muy regadas con birra, y cuando nos da, los pelotazos (findes sobre todo).

Por cierto que me acordé de vosotros, Apa e Iván: aquí el cine es desde las doce del mediodia hasta las siete, última sesión. Sales del cine DE DÍA, y nos consideran locos a nosotros. Las palomitas son dulces, con caramelo (dejé el asiento to pegajoso, jejeje) y no las como más, claro. Y cuando empieza el cine te meten dentro de la sesión media hora de publicidad y trailers, y no como en Espana que a en punto empieza la peli, y lo demás lo ponen antes.

En fin, estos romanos están locos, jeje.
Recuerdos desde Frankfurt. JR.

jueves, junio 16, 2005

MALO




Ayer vi a la cantante Bebe en la tele, en el programa de Buenafuente, ese señor ingenioso y gracioso pero que no tiene mucha idea de entrevistar.
Bebe llevó a cuestas su guitarra y el kit de piesnegros lavapiesero que a mí personalmente me da urticaria y picores bajos. La tipa apareció en un programa visto por millones de españoles, en hora de máxima audiencia, como si pasara por allí.

Una de dos: o esta señora va por la vida falsamente despistada, molesta e incómoda por la fama o es masoca. Con la cantidad de gente que toca y canta mil veces mejor que ella (no es complicado) y que estaría loca por la publicidad que le puede dar espacios como BF y va esta señorita y se sienta en plan “jo, jo, jo, que soy una chica normalita de barrio, colegueo y botellón y a mí estas cosas me quedan grandes”. ¡Pero si están haciendo anuncios de compresas con tus temas y también con ellos se están forrando con los politonos de los móviles, muchacha!

Conocí a Bebe en el rodaje de una peli y por casualidad en una insoportable fiesta de gente chachipilongui. Estaba en el pasillo de la casa, platicando con neogrunjes, neohippis y neodetodo. La saludé y poco más. Un visto y no visto. Luego llegó el bombazo con ese clásico de la canción protesta (“Malo, malo, malo eres, no se trata así a las mujeres”) y la imitación por parte de muchas niñas de su look informal, inconformista y desarrapado.

Al ver a bebe en la tele, cantando una horripilante e infantil canción anti-Bush, recordé un artículo de mi amigo y crítico musical Manuel Piñón, que dijo en su día que Bebe “representa a la perfección un nuevo estereotipo sociológico: las chicas enrolladas que viven y salen por la madrileña zona de Lavapiés, un barrio que las mentes bienpensantes venden como ejemplo de mestizaje y convivencia multicultural; la triste realidad es que, aunque su animación callejera no tiene precio, es un barrio abandonado por las instituciones al que llegan muchos inmigrantes atraídos por los bajos alquileres. El caso es que hay quien intenta utilizar a Bebe para poner cara a este grupo humano”.

Manuel, muy cabreado tras un frustrado intento de entrevista con ella, remataba: “Si hubiera hablado hace unos meses con Bebe al finalizar alguno de sus conciertos o en una cafetería, entusiasmada con unas cuantas copias de su recién tostado cedé, se habría quejado de lo mismo que sus colegas (la falta de proyección en los medios). Ahora que tiene la atención, se esconde detrás de cuestiones peregrinas. Malo”.

En definitiva, que a otro con esos cuentos, piesnegros.

miércoles, junio 15, 2005

¿¡Qué hemos hecho?!



A la atención de X, agente literario:

Estimada X:

Soy Iván Reguera, coautor -con Juan José Aparicio- del libro “Carlos Pumares, un grito en la noche”.
Como breve currículo le diré que soy guionista y autor del libro Y, publicado por Z.

Le adjunto un capítulo del libro para que lo estudie.

Un cordial saludo. IVÁN REGUERA.

Respuesta de X:

Estimado Iván:

Tal como lo veo, el libro no tendrá el gancho para el gran público, que sería a quien está dirigido en el fondo por ser un personaje “marciano”. De momento no me convence, está muy dirigido al público cinéfilo (con lo cual se nos reduce enormemente las posibilidades de publicación).

Si piensas que me puedes enviar otros capítulos del libro que me puedan dar otra imagen, estoy abierta a ello.

Un cordial saludo, X.

No me invento nada, reproduzco dos mails. La mujer ha sido rápida contestando, amable y atenta, cosa rara según mi experiencia editorial. Pero la cuestión es: ¿Qué querrá leer sobre Pumares? ¿Realmente Carlos ha logrado con sus apariciones televisivas que la gente se olvide de su mítico programa de cine Polvo de estrellas? ¿Querrá la agente que le escriba cómo Pumares le mete una flor en el culo a Boris Izaguirre? Vamos, que el libro que hemos hecho Apa y yo no interesará a los sesudos cinéfilos por ser Pumares un freak televisivo, ni a la masa “marciana” porque igual nos ponemos muy serios y profundos. ¡¿Qué hemos hecho!?

Bueno, cualquier interesado en publicarnos CARLOS PUMARES, UN GRITO EN LA NOCHE puede dejar aquí su mensaje. Gracias.