miércoles, octubre 31, 2007

Discriminación Positiva

Ya se han fallado los 'Premios Alecrín-Alacrán', que El Grupo de Estudios sobre a Condición da Muller, Alecrín, presentó en Vigo. Los premios amonestan con el Alacrán a Arturo Pérez-Reverte por su "actitud reaccionaria, el machismo y el antifeminismo" que se desprende de sus artículos. Ya estoy viendo al Reverte descojonándose de la risa.

Para empezar, no sé que tiene de malo el alacrán, propongo un Grupo de Estudios sobre a Condición da Alacrán para denunciar la actitud reaccionaria y estereotipada a este bello animal. Para saber qué carajo es un Alecrín he tenido que ir al diccionario:

1. m. Escualo del mar de las Antillas, de unos cuatro metros de longitud, de cabeza obtusa, con dobles filas de dientes, carnicero y muy voraz.
2. m. Árbol verbenáceo, de América Meridional, cuya madera es semejante a la caoba, pero más pesada y de color más hermoso.

Dicen las histéricas del akelarre a Condición da Muller que los entretenidos textos de Reverte hacen "apología de la violencia contra las mujeres", contienen proclamas "machistas" y "está haciendo del antifeminismo su mejor bandera" con actitudes como la "ridiculización" de la lucha contra el lenguaje machista, la publicidad sexista o las leyes de igualdad. ¡Con dos ovarios!

Soy asiduo a los artículos de Reverte y en él no leo otra cosa que puro sentido común mezclado con la mala leche que produce ver y escuchar a feministas trasnochadas, a ministras “frailas” y a dañinas políticas o intelectualoides de cuota.

Pero de qué nos vamos a extrañar en un mundo orwelliano donde se aplica legalmente el macabro término “Discriminación Positiva” o donde hay catetas que se escandalizan porque, por razones puramente lingüísticas, el neutro y el masculino representan mayoritariamente a las profesiones del hombre. ¡Y la mujer! Perdón.
Feliz puente a los que lo tengan, como yo.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Es que el mundo está lleno de tontos, Iván; algunos, incluso, llegan a las más altas esferas del poder. Sí, sentido común –el menos común de los sentidos, dicen-, aderezado en el caso de Reverte con algún taco que escandaliza al beaterío progre, feminista o eclesial, tan poco acostumbrados están a oír llamar a las cosas por su nombre. Españoles y españolas, vascos y vascas, redundancias que ya empalagan, pero que han creado escuela, para nuestra desgracia

Anónimo dijo...

Pero mejor que yo lo explica un hombre del grupo PRISA, presidente de EFE, que ama nuestro idioma, en La Gramática descomplicada (Círculo de lectores): “El género es un fenómeno gramatical y exclusivamente gramatical. La realidad y la gramática no van siempre parejas. La lengua no es la realidad sino que representa la realidad. A veces alguien se empeña en cambiar la lengua pensando que así cambiará la realidad. El género no siempre coincide con el sexo ya que funciona al margen de esa condición biológica. El sexo forma parte de la realidad real pero el género forma parte de la realidad gramatical, dos cosas distintas que los políticos tienden a confundir”. En cuanto leí tu artículo busqué el magnífico libro de Grijelmo, y no me costó encontrar estas líneas porque las tenía subrayadas; ya ves, que, como a tí, también me molestan estas chuminadas. ¡Hostias, palabra machista! Censurada.

Awake at last dijo...

De acuerdo salvo en una cosa: la discriminación positiva también sirve para que, por ejemplo, los inválidos puedan trabajar, ¿eso te parece mal?


Mks.

Awake at last dijo...

Minusválidos, quería decir.

Marta G.Brea dijo...

Lamentable que estas elementas no entiendan la punzante ironía de Reverte.

“A ver si nos aclaramos”, como decía el autor en un artículo, “Una cosa es que las erizas, cabreadas con motivo y en legítimo ejercicio de autodefensa, marquen con claridad las reglas del juego: intolerancia absoluta frente a machismo y violencia sexual... Pero otra cosa es que, jaleadas por demagogos oportunistas, acatadas sin rechistar sus exigencias por quienes no desean buscarse problemas, una peña de radicales enloquecidas mezclen de continuo las churras con las merinas, empeñadas en someternos a la dictadura de lo socialmente correcto, retorciendo el idioma para adaptarlo a sus atravesados puntos de vista, chantajeándonos con victimismo desaforado, acorralando el sentido común hasta el límite de la más flagrante gilipollez... Esa panda de tontas de la pepitilla va a lograr que todo parezca malo y obsceno otra vez, y que a los críos se los eduque de nuevo en la hipocresía de hace cuarenta años, cuando en los cines se censuraban escotes, faldas cortas y escenas de besos, y los obispos de turno –también diciendo velar por la dignidad de la mujer– le ponían a todo la etiqueta del pecado.

Respecto a los culos de señoras en concreto, qué quieren que les diga. Que me fusilen las talibanes de género y génera, pero he puesto la mano en alguno, como todo el mundo. Y creo recordar que no sólo la mano. La verdad es que nunca se me quejó nadie. Incluso, puestos a echarnos flores, lo que también hicieron algunas señoras fue poner la mano en el mío, con perdón, sin que nadie las obligara. En el mío como en el de cualquier varón normalmente constituido que les apetezca, supongo, y con el que exista la intimidad adecuada para el caso. Porque afortunadamente –y que no decaiga, vive Dios– también ellas se las traen, cuando quieren traérselas. Además, no sé por qué diablos dan por supuesto las integristas de los huevos que todas las mujeres se sienten, como ellas, ofendidas cuando un hombre les pone la mano en el culo. Sobre todo si ese hombre lo hace seguro del terreno que pisa, y con consentimiento expreso o tácito del culo en cuestión. El sexo es una calle de doble sentido, y ahí precisamente radica la maravilla del asunto. En el toma y daca. A ver qué tiene que ver el culo con las témporas. Coño”.

Espero con ganas el artículo de agradecimiento por el Alacrán, que seguro no tardará en teclear Reverte. Lo peor es que yo también soy de Vigo, y seguro que tendré que cubrir la entrega de Premios. Me lo tomaré a broma para pasar el trago.

Anónimo dijo...

AWAKE: La mierda esa de la "discriminación positiva" tiene más de negativo que de positivo, y ha permitido, por ejemplo, que gentuza de la calaña de Jason Blair (personajillo que se hacía pasar por periodista, y que fue admitido en el New York Times solo por el hecho de ser negro, perdón, de color oskuro) engañe, estafe y mienta a la gente.

No nos engañemos, señores: lo de lo "políticamente correcto" es un negocio tan aberrante y miserable como el que se traen muchos movimientos supuestamente ecologistas a cuenta del cambio climático ese. Hay mucha gente que vive de puta madre sin dar ni chapa a cuenta de esto, y lo peor es que el mal ya está hecho, y tal y como están las cosas, con lo aborregado que está el personal, resulta imposible de extirpar hoy por hoy. Mientras tanto, nadie dice nada acerca de lo que se ve en un Telediario o en ciertos programas del corazón... Eso sí: tú saca un par de tetas en un anuncio y verás la que se lía.

Menudos subnormales, perdón, quise decir discapacitados mentales xD.

Anónimo dijo...

Parece mentira, vivimos unos tiempos un tanto asfixiantes!!!
No digas nada, no hagas nada, cualquier cosa puede ser utilizada en tu contra.
Como diría el otro:
"A la mierdaaaa!!!"

Anónimo dijo...

Si lo que querian esas erizas es publicidad, parece que la lograran, aunque se les va a indigestar, por que seguro que todos estaremos pendientes del bueno de D. Arturo.
Ya veremos donde llegamos con lo politicamente correcto, ya no hay que decir ciego sino invidente, minusvalido ya esta superado y ahora es discapacitado, en USA veremos cuando los negros consideran que afroamericano es discriminatorio y exigen que los blancos se llamen euroamericanos. Fue Pumares quien dijo el termino americano solo valdria para los indios.

Anónimo dijo...

Coño, que cerca me pilla.
O sea, que criticar a Ramoncín y decir que te gustan las columnas de Reverte ya va a considerarse un deporte de riesgo. Manda carallo con los impresentables.

Buen puente. Yo no tengo.

IVAN REGUERA dijo...

Wallander: "El sexo forma parte de la realidad real pero el género forma parte de la realidad gramatical", grandioso.

Awake: La discriminación me parece mal siempre, en cualquier caso. Si tiene menos méritos un inválido que la persona que es sustituida por él, es una injusticia.

Marta: Por favor, queremos el relato, la crónica de ese "acto cultural" al que podrías ir de fotógrafa.

Leo: Las polémicas de sexo,como otras "ideológicas" son puras cortinas de humo.

Gabacho: ¡¡Nooooo me admireeeee!!

Ruso: Como ya nos adeñantó, Orwell, todo va a empezar con el lenguaje. Desde ahí vendrá todo lo demás.

Israel: Podrías ir con Marta a los premios y hacer un piquete, coño.

Awake at last dijo...

¿Quién ha hablado de pasar por encima con menos méritos? La discriminación positiva consiste en primar a alguien siempre que reúna las condiciones exigidas a cualquier candidato al puesto/beneficio... búscalo en cualquier manual de Derecho Civil (actualizado)

Mks.

Anónimo dijo...

AWAKE: Tienes razón, pero al final lo que prima es la "interpretación" de esas normas, por lo que al termina primando la injusticia sobre cualquier otro parámetro "discriminatorio". Hablar de "discriminación positiva" es como hablar de "inteligencia militar". Básicamente son dos términos antagónicos... Es un completo absurdo. ;-).

Conozco casos en los que la "DC" de las narices solo ha servido para que un empresario gane una pasta a costa de lisiados y retrasados (perdón, discapacitados físicos y mentales), obligando a tirar por los suelos los sueldos del resto de la plantilla (a los primeros se les pagaba menos, mucho menos) sopena de perder su empleo o tener que marcharse "amistosamente". Y no se te ocurra quejarte, que encima eres un nazi y un insolidario.

¡Viva la DC, coño!. ;-)

Awake at last dijo...

Respetar una ley vulnerando su espíritu también es punible, pero claro, falta valor (y oportunidades) para denunciarlo. Pero entiendo perfectamente lo que dices.

Mks.