lunes, abril 18, 2011

Platillos volantes

Unas birras con un colega que colabora en un periódico progre. En todos los baretos de su barrio nos obligan a dejar las birras en la barra para ir a fumar. No se puede fumar dentro y fuera no se puede beber. Pero sí se puede fumar. Fuera hay mesas o barriles con ceniceros pero no puedes colocar vasos de cerveza y bebértelos. De locos. De auténticos dementes. Mi colega se cabrea, se pone tirante y se caga en la madre de la Ley Antitabaco. A dónde vamos a ir a parar, con la que está cayendo, prohibido prohibir, nosotros corríamos frete a los grises. Pasa el tiempo. Suben los vapores etílicos y el calor de la tertulia. Del cine pasamos a la conversación política. Discutimos. Cuando aparece el nombre de Leire Pajín va el colega y me suelta: “Mira, pues a mí Leire Pajín me cae bien”. Literal. Palabra por palabra. Me quedé muerto. Resulta que la ley que hace que mi colega se ponga furioso no es responsabilidad de Leire Pajín sino de unos extraterrestres que han llegado a España y han impuesto la ley desde sus platillos volantes. Es extraordinaria la capacidad de algunos para desligar una realidad (que daña clamorosamente su intimidad día a día) de su ideología.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tienes razón, a mi también me flipa mogollón esa postura, pero de esos los hay a cascaporro, y no solo que no desligan, sino que además justifican las actuaciones de los energúmenos con argumentos kafkianos, básicamente.
A mi se me ocurrió decirle a un amigo que es de "éstos", que la señá ministra lo único que me inspiraba con esos ojillos achinados y la boquita piñón, era cantarle la canción de "Pamela Chú", del programa "La parroquia del Monaguillo", y me dejó de hablar, jajajajaja.
Los pobres...tienen el coco comido por el microbio de la ignorancia. Snif!!