
Jack Nicholson fue siempre Jack Torrance en la mente de Kubrick y en los sueños húmedos de los ejecutivos de Warner. Cuenta Anjelica Huston, pareja de Nicholson entonces, que el actor acababa tan reventado después de cada jornada con el exigente Kubrick que todos los días se iba derecho a la cama a sobar. La escena del baño donde Nicholson dice "¡Aquí está Jhonny!", por ejemplo, fue repetida 157 veces.
Pero la que acabó más que reventada fue Shelley Duvall, a la que Kubrick maltrató psicológicamente para que entrase más en su personaje. Se burlaba de ella, la insultaba, la despreciaba… Y no inventó nada el amigo Stanley. Quince años antes, William Wyler había hecho lo mismo con Samantha Eggar en El coleccionista.
Para los que quieran celebrar como Dios manda las 30 castañas de The Shining les recomiendo, claro, volver a ver la peli una de estas noches, el documental que Vivian Kubrick hizo sobre su rodaje, el libro de John Baxter sobre el maestro y un blog muy interesante (donde aparecen las curiosidades que aquí he fusilado y más) de Raúl Lino Villanueva.
Foto: Claqueta original de El Resplandor y autofoto de Kubrick.
1 comentario:
Lo más terrorífico para mí, lo más terrible, son las páginas en la máquina de escribir, con el refrán repetido cien mil veces.... "All work and no play..." "Writer´s block" metamorfoseado en sangre....
¡Genial! Y el escritor acaba "paralizado" por el frío, fin de historia, no vemos ni un segundo más de la existencia de la madre-crío....
Excelentes tus referencias....
A.A.
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