jueves, julio 29, 2010

Cursis y anodinos

Hago un pequeño inciso en mis vacaciones porque me apetece escribir sobre lo que ha ocurrido en Cataluña con la fiesta de los toros. Nunca he sido taurino. He estado en dos corridas en mi vida y me he aburrido. Dicho esto, respeto, por ignorancia, a los muchos que consideran los toros un arte, un espectáculo cultural. Entre sus defensores cuento con buenos amigos, algunos hasta con famosos antepasados toreros.

Lo que me alarma de todo este circo nacionalista es algo que confirmo a diario: prohibir sigue siendo progresista, moderno. Ver en un informativo los satisfechos caretos de los nacionalistas (incluyo al PSC en ese ganado) me ha llevado de regreso a la realidad.

De todo lo publicado ayer y hoy, me quedo con dos declaraciones de dos catalanes. Boadella ha dicho: “Una decisión coherente con la sociedad catalana, anodina y cursi. Por tanto, hay que respetar la decisión del Parlamet porque define a una sociedad. Se ha perdido algo esencial, la libertad”. El otro es Arcadi Espada: “Cataluña no pierde nada porque culturalmente en Catañula no hay nada que perder”.

Hasta pronto, feliz verano.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde mi punto de vista, el circo (histérico y desproporcionado) en torno a este asunto lo han montado no los que prohiben sino los que se oponen a la prohibición.

Natxoman dijo...

Yo creo que la derecha se esfuerza mucho en relacionar esta votación con el nacionalismo catalan, pero en las Islas Canarias se prohibieron en 1999 y nadie pareció alarmarse.
Estaría bien que el torea siguiera los pasos de muchos paises sudamericanos, en los que se celebra la corrida pero no se mata al toro. Así los supuestos maestros podrán seguir jugándose la vida dando capotazos. Seguro que los guiris seguirian petando las plazas.

IVAN REGUERA dijo...

ANONIMO: Habla de histerismo a la cantidad de gente que va a perder su modido de vida y los miles de millones que se van a esfumar de Cataluña.

NATXOMAN: Comparar la fiesta en Canarias con la catalana (seguida por decenas de miles durante siglos) es desproporcioando. Y lo que me da la risa es que los nacionalufos hablen de tortura en las plazas cuando no lo hacen con otras burradas que se perpetran con los toros en muchos de sus pueblos.

Y son unos falsos que no tienen problemas en comer un marisco cocido vivo o una perdiz masacrada a de perdigonazos. De risa.

a. Scudder dijo...

Iván, lamento contradecirte pero de millones nada. El toreo es un negocio deficitario que estamos pagando entre todos porque por sí solo no se sostiene en pie (el Estado tuvo que poner 600 millones de euros el año pasado, sin ir más lejos), al igual que las subvenciones de cine que tanto criticas (y con razón, oye).

No soy antitaurino ni defensor a ultranza de esta tradición, pero lo respeto porque entiendo que el principal foco de interés de esta actividad no reside en "ver cómo muere el toro", argumento tan manido por los progres de turno que ya ha perdido hasta su gracia. Esto es otro pataleo/rabieta/amago de desvincularse de la "cultura española" (curioso, ya que los toros son tan tradicionales en Cataluña como en Sevilla) y de demostrar quién la tiene más larga.

Saludos.

Anónimo dijo...

El argumento del marisco cocido y la perdiz es demagogia pura. Ninguno de los dos casos se ha convertido en un espectáculo público que mueva millones.

Chano dijo...

Con permiso.
Si fuese por el bienestar animal, ¿no deberían prohibir también los bous al carrer, o las granjas de explotación intensiva?
Odio a los políticos españoles (eso incluye a todos y de todas las regiones) porque me hacen ser pesimista. No ha habido una sola vez desde que tengo uso de razón, en la que haya tenido la sensación de que estan a la altura de lo que espero de ellos, y eso que a estas alturas, ya no espero nada de ellos.

IVAN REGUERA dijo...

Scudder: Puede que sea como dices, pero en todo caso hay que dejar que la fiesta se muera sola si eso llega a suceder.

ANONIMO: Ah... que la cosa va por el "espectaculo" (no puedo poner acentos en este teclado). No por la tortura animal... Que cosa rara. Menudo argumento.

CHANO: El odio es compartido. Acabo de leer una entrevista de Enrique San Francisco al respectoque no tiene desperdicio. No se ha cortado un pelo al despotricar contra esta getuza. Con un par.

Anónimo dijo...

Clot
Una de las formas de la tragedia y el hastío modernos es la pérdida de toda capacidad indignación. Si nos han robado hasta eso, ¿cómo no nos van a robar los toros?

frid dijo...

Lo primero que me dijo mi tía cuando saqué el tema fue "¿Sabes de qué me he acordado con esto? De Franco, a él también le gustaba mucho prohibir" Juas.

En fin, a mí me gustan las corridas de toros, mucho. Me gustan, puntualizo, cuando se hacen las cosas bien, cuando se hacen mal y el animal sufre, no, pero ni a mí ni a ninguno de los amantes de la lidia, eso de que nos va el gore, la sangre y ver cómo agoniza el toro durante largos y eternos minutos es pura demagogia. Detesto los correbous, la suelta de vaquillas, los toros embolaos, los toros al agua, los toros ensogados... eso sí me parece tortura, pero tampoco creo que esté en manos de 100 señores con muchos intereses políticos en el bolsillo decidir si prohibirlas o no.

Me parece bastante sano que se genere debate sobre todo esto, lo que no me parece tan sano es cómo se ha generado el debate ni cómo se ha (en mi opinión) manipulado.

Y estoy de acuerdo con Iván sobre la comparación entre las Islas Canarias y Barcelona. Nada que ver. La Monumental es una plaza con muchísima tradición y la afición barcelonesa es, o fue en tiempos, una de la más purista, conocedora y amante de los toros.

Y dejando de lado el tema de "a mí sí me gustan - a mí me horrorizan", creo que el sr. Savater lo ha resumido bastante bien todo en este artículo:

http://www.elpais.com/articulo/revista/agosto/Vuelve/Santo/Oficio/elpepirdv/20100729elpepirdv_2/Tes

IVAN REGUERA dijo...

cLOT: Totalmente cierto. Y totalmente deprimente.

FRID: "¿Son inmorales las corridas de toros? Dejemos de lado esa sandez de que el aficionado disfruta con la crueldad y el sufrimiento que ve en la plaza: si lo que quisiera era ver sufrir, le bastaría con pasearse por el matadero municipal. (... ) No es una cuestión ética ni de derechos humanos (no hay derechos "animales"), pues la moral trata de las relaciones con nuestros semejantes y no con el resto de la naturaleza". Grande Savater.

frid dijo...

Muy grande, Savater. El artículo es fantástico y está fantásticamente bien escrito.

Anónimo dijo...

Acabo de volver a leer Moby Dick por primera vez en muchos años, y no pude dejar de pensar en los toros todo el tiempo. Los vínculos en la fiesta con la primitiva "caza colaborativa" y la figura del "héroe de guerra" dan muchísimo que pensar. Prohibir los toros, y seguir aprobando la crueldad y muerte "antiséptica" visitada sobre miles de seres humanos todos los días..... Sí, como dice Boadella, define a una sociedad, y no solamente la española. (Ojo, que no estoy en contra de la prohibición de la caza de ballenas, pero eso es otro cantar....)

A.A.