martes, septiembre 28, 2010

Chikilihuelga

Mañana huelga. Que no pienso seguir. UGT y CCOO han sido cómplices de las políticas que nos han arrastrado a un callejón sin salida. La huelga se organiza mal (los servicios mínimos propuestos son de risa y se creó a tres meses vista, no vaya a jodernos las vacaciones), es inapropiada (una huelga general jamás se ha hecho en tiempo de crisis), se hace tarde (los sindicatos han hecho de palmeros de ZP durante casi dos legislaturas) y se explica groseramente (con vídeos del Chikilicuatre).

Cuando hace años la gente se endeudaba de manera demencial, cuando los obreros compraban segunda casa, dos coches y vacaciones en Punta Cana, muchos vimos la que nos vendría encima. A aquel delirio general lo llamaron burbuja. Ahora mucha de esa gente burbujeante señala enfadada a los bancos y al poder, que ha despilfarrado (en nuevos funcionarios entre otras cosas) a manos llenas con sus votos. Y los daiquiris se pagan, amigos. Tras 30 años cotizando para jubilarnos a los 65, tendremos que retirarnos a los 67. Y la pensión es un derecho, pero no su cuantía. No lo digo yo, lo ha dicho un tal Fidalgo, que de huelgas sabe un rato.

No he conocido a un sindicalista en mi vida, nunca me han representado. Sí he conocido a empresarios, algunos hijos de puta y otros decentes. Ante esta crisis, ni unos ni otros han aportado nada y debería dimitir Díaz Ferrán, gran patrono, y también Totxo y Méndez, pareja bufa, supuestos contrapoderes que han silenciado los engaños del bribón de Moncloa. La izquierda está de liquidaciones y la derecha se ha hecho con unos satélites mediáticos que diariamente meten caña contra los sindicatos, contra la izquierda de liquidaciones y contra todo el que cuestione el “libre mercado”. Y los currantes en medio. Hartos, solos, confusos, manipulados, dormidos.

Esta huelga no se monta para proponer un modo de vida menos desquiciado, para evitar con inteligencia que se siga explotando a la gente, contra el abuso de los bancos, para que los reinos de taifas no sigan saqueando al país, para que el coste de la vida no sea obsceno o para que tener una casa no sea algo pornográfico. La huelga general forma parte del sistema, el sistema la consiente. Y ese sistema se ha ido de madre. Y esta huelga, que no va a ser general, va a estar muy lejos de aquel 14 de diciembre del 88, cuando la pantalla de TVE fundió a negro. ¡Qué tiempos!

Respeto el papel de los sindicatos y el derecho democrático a hacer huelga, faltaría plus, pero no participaré en ella. No con ellos. Y no lo digo con superioridad porque esto es un dramón… que nos lo ha tenido que explicar el Chikilicuatre. Escrito el sábado 25 y domingo 26 de septiembre de 2010.

1 comentario:

Weidner dijo...

Ya que lo tienes enlazado en el caralibro, lo comparto.