El trabajo de Mickey Rourke en El luchador es pura historia del cine, un retrato casi documental de un tipo absurdo, estrafalario y roto. Durante todo el metraje, la cámara acompaña a un oso teñido de rubio de bote que respira mal, de mirada abatida, destrozado por las pastillas y los anabolizantes. Rourke logra una construcción física alucinante, pero lo más impresionante es la del alma, porque Randy, su personaje, es él, sin trampa ni cartón, y eso hace elevarse el film a niveles que no se ven hoy en una pantalla.
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Foto: Rourke con Bukowski.
miércoles, marzo 11, 2009
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2 comentarios:
Peliculón.
Y si ademas uno ha sido como yo seguidor en algun momento de Wrestling, pues te llega aun mas.
Rourke se ha inspirado mucho en Bret The Hitman Hart para lograr ese "Randy" tan verdadero.
Merecía el Oscar.
Gabacho: Aunque el Oscar me parece un premio que ya no es serio y se lo dan a cualquiera, se lo merecía más que el resto de candidatos.
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