Si hay algo que envidio de Arturo Pérez Reverte es que no se debe a ningún pesebre, no necesita la aprobación de un grupo mediático (Vocento en su caso) o la palmadita de un editor para trabajar porque, sencillamente, podría no trabajar. Está forrado gracias a sus novelas, y eso le hace más libre que otros colegas. Pero ojo: es libre en sus artículos, no en sus novelas, descaradamente comerciales.
Es curioso el nivel de conciencia al que Reverte pretende, y no logra, llegar en sus artículos. Lo comentaba hace unas noches con NAPALM: Reverte a veces no se conforma con la puya golfa o con el lenguaje bodeguero, y muchos domingos ondea la bandera del vaya-puta-mierda-de-país-de-hijos-de-puta-en-el-que-vivimos. Y teclea con ardor guerrero sobre la cosa de la honra, el honor, el coraje, el orgullo, el valor, la autenticidad, la verdad… Y contra los fariseos, los pelotas, los trepas, los aduladores del poder y el dinero…
El domingo pasado, Reverte publicó un artículo titulado ‘Marsé vestido de pingüino’. En él hablaba del reciente Premio Cervantes, galardón al que Reverte, pingüino de la RAE, tira unos cuantos kilos de mierda. Uno se divierte al leer lo que escribe sobre González Sinde (que habla de “lectores y lectoras” y tutea a Marsé como si jugase con él al tute todos los findes) y aprende cosas ante su defensa del ex ministro Molina, alias el “fumigado”.
Ahí es donde Reverte está bien: cuando es incisivo, cuando divierte, cuando pule la anécdota… pero no cuando suelta la homilía y decora su batallador personaje con la medallita del referente moral. Escribía Reverte que no va a la cosa del Cervantes porque se ahorra “estrechar ciertas manos”. Y habla de “expertos en mamadas profesionales, oportunistas y cantamañanas de guardia”.
Y es entonces cuando me viene el tufo de un Reverte que se ve a sí mismo como un escritor sin tacha, insobornable y fiel a sus sólidos principios, y me da un poco de grima. Yo, que tengo algunos años, no olvido la telebasura y la radiobasura que protagonizó Reverte (él mismo lo reconoció), y tampoco olvido, al leer sus ingeniosos artículos, que como novelista es anodino. Opino lo que él opina de Umbral (“Como novelista era inexistente”), aunque ya le gustaría al papá de esa cosa llamada La tabla de Flandes parecerse al autor de Las ninfas.
Podría Reverte rebajar la mala uva, guardar su Kalashnikov un tiempo y ser un poco más coherente. Ejemplos de digna coherencia todavía los hay, y se disfrutan por lo extraño del fenómeno. El propio Juan Marsé, sin ir más lejos, repartió estopa contra todos los que han adaptado al cine sus novelas, y se quedó tan pancho el viejo, y se le aplaude por ello, por raro, por único.
Reverte es autor de novelas mediocres que se han convertido en mediocres películas. Lo que perpetró Polanski en La novela puerta es de juzgado de guardia y lo que hizo Díaz Yanes con Alatriste es sencillamente malo. Y sólo son dos ejemplos de una filmografía de llorar de pena. No recuerdo disconformidad alguna por parte de Reverte, amigo de productores patrios, ante muchas de sus adaptaciones. El nivel de conciencia al que parece querer llegar en sus artículos no existe en estos casos, y hasta se le puede ver sonriente, enrollado y muy cómplice en las ruedas de prensa de los peliculeros. Y de los políticos y de las políticas.
Las hemerotecas y los archivos sonoros y visuales no mienten y uno debe andar con cuidado al dar caña a otros cuando uno mismo ha sido cómplice de prosaicos chiringuitos comerciales y de cierta propaganda.
Escrito el domingo 17 de mayo de 2009
martes, mayo 19, 2009
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9 comentarios:
Pérez-Reverte siempre ha sido un tipo endiosado, aunque sabe dar, a veces, en el clavo. Se vende dentro y fuera de España mucho como novelista e historiador; lo que parece olvidarse pronto es su homilía en "Código Uno" y cierta autocomplacencia en sus novelas. Sospecho que si le diera por leer lo que pone este blog, te tacharía de imbécil, Iván. Este tipo destila mucho veneno.
Tu artículo es muy justo. Algún punto bueno tiene Reverte.
Para mi Reverte es muy poco coherente. Unas veces abomina de las guerras, otras se emociona con las glorias militares españolas; unas veces denuesta a los políticos por mafiosos; otras alaba a los narcotraficantes porque al menos son sinceros; unas veces abomina del patriotismo, y otras se caga en Nelson y los ingleses, y canta la gloria de cómo los echamos de Canarias.
En fin, usa alternativamente el discurso progre, y el de extrema derecha, según le apetezca el día: Yo siempre lo digo, Reverte es literatura legionaria.
O sea, es el legionario de la letras. Su mentalidad "impetuosa" tienen mucho que ver con la que se respira en el famoso cuerpo creado por Millán Astray.
Reverte es un mercenario que se autohomenajea en todas sus novelas, pero hasta para eso tiene más gracia que otros.
Mks.
Reverte recuerda a otros giliprogres como Sabina o el mismísimo John Lennon; tipos a los que el estar forrados les hace creerse por encima de todo... sin darse cuenta de las gilipolleces incoherentes que pueden llegar a asoltar. Lo único que podría diferenciar a Reverte de los otros dos (sobre todo del primero, para qué nos vamos a engañar) es que al menos parece inteligente.
Al Reverte alguien tendría que secuestrarle, meterle un zulo y hacerle ver de seguido todas las películas hechas hasta ahora basándose en sus novelas, con especial énfasis en "La novena puerta" (que mi hermano llama jocósamente "La novena puta", en clara referencia a Emanuelle Seigneur xDD ) y la cosa ésa que el amigo Agustín Díaz Llanes le dedicó a su también amigo Ray Loriga (entre progres anda el juego, ya ven). Luego que lo suelten, al cabo de unas semanas. Nos íbamos a flipar con el resultado, seguro :p.
Leo: JAJAJAJA. Deberías ser guionista de los salvajes Ortega y Pacheco en El Jueves.
Awake. Al menos el tío tiene gracia y ritmo, valores que otros ni los huelen. Lo que peor llevo de él son sus coletillas tipo "Ay que risa... tía felisa".
Manuel G: No está mal eso de la literatura legionaria.
Dani: Si me tachara de imbécil me daría una gran publicidad. Lo de "Código Uno" era asqueroso.
Leo: Te parece Perez Reverte progre? sobre lo de que vea sus pelis, totalmente cierto. Peor que la de polansky, creo que es la de "la tabla de flandes", mala con ganas.
en una entrevista a Murakami, el tio decia -con un par- que en la adaptación al cine de su novela de "kafka en la orilla", solo se habia preocupado de cobrar por los derechos, y que le daba igual que se respetase el argumento, a los personajes, la calidad de la peli...no se como es la peli, pero este es mucho mas cinico que el Reverte
Anónimo: Lo de Murakami, al que no he leído nunca, me parece razonable. Dame la pasta, pero no me pidas hacer el mono en la tele o en las revistas.
Y no me pidas opinión sobre lo que has perpetrado con mi libro... que te la juegas.
Siempre habrá grados de libertad.
ANÓNIMO: Pérez Reverte no me parece un progre, Dios me libre. Pero sí me lo parecen, a veces, algunas de sus opiniones.
Y quede claro que como articulista me parece muy, muy bueno por lo general.
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