lunes, agosto 17, 2009

El día que no vimos la tumba de Morrison (I)

Comiendo en mi casa, NAPAM me contaba que tenía el “síndrome de la mochila”: nada más llegar de nuestro viaje en tren por tierras francesas, una fuerza interior le empujaba a recorrer Madrid con mirada mochilera, buscando en su ciudad lo que quizás no había percibido antes. Es decir: la sorpresa, el rincón, el momento, el instante.

Le reconocí que a mí me había pasado algo parecido. Recorrer este verano la Bretaña francesa y París con la mochila a cuestas te deja huella, porque en estos viajes -que nada tienen que ver con el turismo organizado y borreguil- tu cerebro está siempre alerta: horarios de trenes, hoteles, tu pobre o inexistente francés, el clima, la comida, el bolsillo… Y no resulta angustioso. Muy al contrario, motiva, te carga las pilas.

En el regreso, recuerdas enseguida el sedentarismo de tu vida diaria, jornada tras jornada, semana tras semana. Y aunque no es un sentimiento para estar orgulloso, tampoco es reprochable. En el fondo, soy amante de rutinas, casero y comodón. Y es más que probable que tras medio año de mochila hubiese acabado hasta los cojones de la “autenticidad” viajera.

Burdeos, Nantes, Vannes, Rennes, Saint-Malo, París… cada lugar nos dejó buen poso. Y la lluvia, que iba y venía, no nos molestó demasiado sabiendo que veníamos de los 35 grados de nuestra ciudad. Aunque el tiempo no nos acompañó, disfrutamos y la cagamos, como debe ser. Sí, he escrito “la cagamos” porque no soporto a la gente que llega de un viaje y te dice que TODO ha sido maravilloso, irrepetible y genial. No oiga, si algo ha salido mal dígamelo, que no pasa nada.

Nosotros la cagamos en Burdeos, donde cenamos en un italiano caro y de servicio execrable, palmamos en Nantes pagando por ver un absurdo taller de animales mecánicos y nos equivocamos visitando la abadía de Saint-Michel, una orgía turística que me resultó de pésimo gusto. Aquello parecía Disneylandia. Cuando paso por estos bretes, sufriendo hordas de japoneses con cara de tarugos, siempre recupero la misma imagen: el final de El último emperador, cuando vemos que los invasores chinos han sido sustituidos en la Ciudad Perdida por otros invasores: los turistas.

Pero disfrutamos de las calles de Rennes, capital de la Bretaña. De sus calles, de sus palacetes, de su casco antiguo, de su exquisita sidra. Y de la noche de Burdeos, y de un restaurante encantador en Nantes, y del puerto y el barrio medieval de Vannes, y de la comida típica de Saint Malo, bajo la lluvia. Todos ellos fueron momentos que recordarás, esos instantes que hacen que los viajes no sean rutas turísticas, sino experiencias vivas.

(CONTINUARÁ MAÑANA)

6 comentarios:

Leo dijo...

Bueno, antes de nada encantado de "verte" por aquí de nuevo :-).

Yo hice un viaje parecido hace ocho años, con sobredosis de trenes y alojándome en albergues juveniles, y me pasó como a tí: tuvo sus cosas buenas y malas. Y con eso y más tampoco, repito, tampoco lo cambiaría por un viaje programado de mierda. Bastante tengo con la obligación de seguir una rutina a diario (trabajo y tal) como para encima tener que ser igual de rutinaro y robotizado cuando me voy por ahí.

Esperamos ansiosos la siguiente crónica. a ver qué nos cuentas de París, que a mí personalmente me entusiasmo a pesar de estar petada de turistas (y de franceses) en ese momento.

Un abrazo y bienvenido al bot-redil :p

IVAN REGUERA dijo...

Leo: Gracias, encantado de volver a leerte también. Mañana hablo de París. LA ciudad.

especies dijo...

Hey, ragazzo, ¿qué tal?

Muy bonita la crónica, pero permítaseme decir que tampoco hay que considerar esas cagadas como tales... yo diría que llegan a patinazos.

Estaba buscando la secuencia final de no me acuerdo qué "Nacional" de Berlanga, supongo que la III, cuando Luis Escobar recibe a los turistas esos que tú dices repitiendo "Sayonara, sayonara".

IVAN REGUERA dijo...

Especies: JA,JA,JA,JA, sí, es en la tres. Cuando se viste de aristócrata para las fotos. López Vázquez lo secunda."End of the saga", como dice Jaime Chávarri en un cameo.

Besos.

Awake at last dijo...

:-) (estoy MUY vaga)

Mks.

IVAN REGUERA dijo...

Awake: ¡¡Ya lo veo, ya!!