lunes, abril 28, 2008

¿“Amor libre”? ¿Qué es eso?

No existe ese “amor libre” que se predicaba en los sesenta. ¿Puede uno aceptar que su pareja se folle a otro y que lo confiese como algo “natural” o “instintivo”? No, eso no funcionaba ni el las comunas hippies. Científicamente, no puede ser. Es irrefutable.

La total sinceridad en el sexo, la práctica de ese “amor libre” es el principio del fin. Si te la están pegando, mejor no enterarse. Jamás. Si se la pegas tú, igual. Eso de “ser sinceros y no escondernos nada” es basura. Ya lo dijo Jack Nicholson: "Sólo se miente a dos personas en la vida, a la pareja y a la policía. A todos los demás se les dice la verdad".

Cuando tu rollo, tu lío, tu pareja o tu lo que sea te dice que follarse a otro “puede pasar” o que “respetes su libertad”, lo mejor que puedes hacer es calmarte, no angustiarte, tomártelo con humor y actuar en consecuencia. Salir corriendo es una gran posibilidad.

No existe el “amor libre” y existe el “amor” gracias a sustancias como la dopamina, la oxitocina o la serotonina y que tenemos dentro todos. No hay escapatoria. Somos unos peleles genéticos.

El patético e ilusorio “amor libre” de los sesenta no duró mucho porque era completamente antinatural. Yo me lo llegué a creer, como tantos seducidos por las lecturas, canciones, fotos y películas de aquellos años de frases tan vacías como “Haz el amor y no la guerra” o de letras tan huecas como ‘Imagine’, de John Lenon.



Aquel “amor libre” se ha sustituido hoy, en esta era tan cínica, por el sexo sin barreras. Algunos intelectuales actuales, estrellas del rock o revistas gays defienden y fomentan la falacia del “sexo libre”, hablando de sexo como de montar en bicicleta, despojándolo de emociones, uniéndolo a un ejercicio más en el ocio del fin de semana.

A pesar de lo que uno pueda llegar a ver en la televisión y en algunas discotecas, o lo que pueda leer en algunos chats o foros de Internet, no somos simios. No todos. Todavía.

A diferencia de estos gimnastas del coito, me considero un romántico y un reaccionario, que no es lo mismo que ser un anticuado. Y tampoco ser fiel.

El sexo, sea con quien sea, es entrega, es pasión. De lo contrario, se convierte en gimnasia, en un acto conejil.

9 comentarios:

vane dijo...

Aunque no se sea fiel, aunque no se tengan ganas de tener pareja estable, eso no significa que no se sea romántico, quizás lo seamos más que cualquiera.

Y el sexo siempre es especial,a no ser como tu dices que la gente lo lleve a lo más frío y mecánico dentro de su rutina y de su vida triste.

Totalmente de acuerdo vaya...

IVAN REGUERA dijo...

Vane: Se confunde fidelidad con moralidad, y eso es una falacia. Tanto o más que esa parida del "amor libre".

Anónimo dijo...

¿Qué es un ideal?...en este caso ¿qué es un ideal amoroso o de pareja?...yo he llegado humildemente a la conclusión de que el ideal está hecho para enmascarar una realidad contraria.

Por ejemplo, nuestra sociedad se enorgullece de la protección del medio ambiente precisamente cuando más se destruye la naturaleza; o del afán solidario, cuando más se explota al tercer mundo y más egoista y materialista es nuestra mentalidad.

El ideal de la pareja de hoy día, tan idílico, armonioso, comunicativo... está hecho para enmascarar un funcionamiento no tan ideal...quizás totalmente contrario. Inseguridad, cuernos, instrumentalización, interés, sexo mercenario, conveniencia, materialismo y sobre todo, lo fácil que podemos ser intercambiados por otro más cachas, con mejor casa, mejor coche, mayor éxito social etc...cuando creíamos ser algo más para lo que se llama "pareja".

Luego, por otro lado, crees dar el mejor trato a una persona, evitando ser posesivo, dando toda la libertad a la pareja, desterrando los celos y al machito que todos llevamos dentro... y esto se entiende precisamente como todo lo contrario..."no me quiere"... Estárás perdido, porque probablemente el latin lover sigue triunfando entre las féminas como nunca...así como la Marilin entre los hombres. Las mujeres dicen querer hombres modernos, sensibles, comunicativos, no machos... pero nunca jamás como ahora las chicas han ansiado ponerse unos pechos más grandes para atraerlos, o para sentirse seguras en sociedad, lo que implica que saben en el fondo que tiran más dos tetas que dos carretas...piezas de carne que dan el éxito social. Ahí tenemos el ideal.

El que no se dé cuenta de que el ideal moderno no funciona (porque el ideal no está hecho más que para enmascar, para el discurso publico, para darse el tono y adornarse...es decir, para mantener un discurso y luego tácitamente aplicar lo contrario) está perdido, se lo tomará en serio y se la darán con queso por todos lados...jejeje...

Awake at last dijo...

Estoy CASI totalmente de acuerdo contigo. Pero no acepto ni de lejos esas paparruchas de los agentes químicos. Cierto que en el amor (y si no, apaga y vámonos) hay un componente fisiológico fundamental, pero es un requisito más, no el único. No es ninguna hormona la que hace que sólo esa persona sepa hacerte desfallecer de amor con una frase, un simple gesto o un garabato en un papel. O que se pase días, semanas... buscando porque sabe que sólo hay un único regalo PERFECTO para su cumpleaños. O que le sea más fácil cortarse una mano (es un decir) que mentirte o traicionarte. Y cuando les ves juntos te das cuenta de que cualquier otra cosa es más fácil que imaginarlos separados.

En fin...

Mks.

Marta G.Brea dijo...

Estoy contigo, Iván. El sexo es salud, pero con amor es sublime, amando y sintiéndote amado. Quizá sea junto con la inteligencia, la compasión y la risa lo que nos hace más humanos.

Pero pongo en duda que los animales no tengan sentimientos, y sientan la fidelidad, como muchas aves, babuinos, delfines, lobos, ballenas, y especialmente los caballitos de mar.

Personalmente siempre necesito afecto y conexión emocional. Y ya sé que no siempre se ama a quien se desea, y viceversa. Y esto a veces crea un cierto mal de conciencia.

Acabo ya con una cita de Woody Allen: “El sexo sin amor es una experiencia vacía, pero como experiencia vacía es una de las mejores”. También lo pongo en duda.

Bss

IVAN REGUERA dijo...

Awake: Eres una romántica, como yo.

Marta:

"Para mí el amor es algo muy profundo, el sexo sólo tiene que alcanzar unos centímetros". (Balas sobre Broadway)

Anónimo dijo...

Suscrito tu texto.
Pero tampoco conviene olvidar el sexo como coagulante de la razón, que se queda atascada y no deja pensar.
Ese primer paso está muy bien tenerlo en cuenta... a partir de ahí empezaría, creo yo, tu texto.
Un abrazo

Anónimo dijo...

¿Eres el mismo Iván que soñaba con su pareja siendo follada por otros, que si le dieran a elegir dónde pasar el día del fin del mundo, escogería en una orgía?

¿Eres el mismo que al principio de su relación decía que "algún podría pasar una infidelidad" y no pasaba nada , que la única base a asentar era decirse SIEMPRE, SIEMPRE LA VERDAD, CONTÁRSELO TODO, NUNCA MENTIRSE?

Salud (a los 2)

Unknown dijo...

Bosco: No hay dos Ivanes. Hay uno. El de antes pensaba una cosa y el de ahora piensa la contraria. Suele pasar en la vida. Es evolucionar.

La infidelidad pasa factura. A mí por lo menos. No soy nada "moderno". Una vez te han contado eso, no eres más libre, sino más inseguro. Te llenas de dudas. La razón es sencilla: se abre la veda, te la van a poder pegar cuando sea.

Y eso es enfermizo. Mejor vivir más tranquilo. En paz.

Salud.