Vamos con la primera. Se estrenó el 13 de febrero. Está basada en una interesante pero no redonda novela de Bernhard Schlink llamada El lector. Aunque su tema de fondo es el holocausto nazi, habla de cómo amamos y cómo juzgamos. Fuera y dentro de un tribunal. Leo que en su día Schlink fue criticado por su suave descripción de los horrores nazis, por una falsificación de la historia. Curioso reproche a un hombre que es profesor de historia. Con guión de David Hare y dirección de Stephen Daldry, se pensó en Nicole Kidman para interpretar el papel que, afortunadamente, acabó bordando Kate Winslet, que no dudó en mostrar un desnudo, un rostro y una mirada que aportó al film kilos de autenticidad. El joven David Kross y el gran Ralph Fiennes la secundaron en un film con un giro argumental arriesgado pero logrado y con el mejor final que he visto en 2009.
La otra es El luchador, ganadora del León de Oro de Venecia, estrenada en España el 20 de febrero y dirigida por el habitualmente intenso Darren Aronofsky. En ella Mickey Rourke, antaño antihéroe coppoliano, regresó de su tumba profesional para dar vida a alguien que es él, o lo que es lo mismo: Randy Robinson. Es decir: un perdedor de cara demacrada, físico masacrado y voz rota, un ser que a Bukowski, viejo conocido de Rourke, le hubiese gustado ver en una pantalla mientras le daba al vino de una botella envuelta en una bolsa de papel. Aronofsky apostó por las escenas de lucha libre reales, sin especialistas y ante público real. Y lo que logró con Rourke fue una película durísima, tremendamente triste, brillante, aterradora, acongojante, inolvidable. Parezco Carlos Boyero con tanto adjetivo.
viernes, enero 08, 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Pues qué quieres que te diga: a mí El lector me pareció una MIERDA de proporciones bíblicas, de la que sólo se salvaría la Winslet, por supuesto. Un tostón más del tito Daldry, aunque según tengo entendido, la mayor culpa de que esto saliera convertido en zurullo la tuvieron los herminísimos Weintein y su manía de impedir a toda costa que una peli rebase las dos horas de metraje. Por lo visto metieron tanto la mano en la producción que hubo gente que se bajó del barco y todo, asqueada de estos dos mafiosos.
En lo de la otra sí que estoy más de acuerdo contigo. De hecho, es de lo poco potable que ha hecho el amigo Darren en toda su vida, junto con el hecho de ligarse a Rachel Weizt (a las mujeres no hay quien las entienda, la verdad).
Me gustan las dos, pero, si tuviera que decantarme por una, sin duda, me quedo con Rourke y su lección de interpretación junto a Marisa Tomei, la madurita más maciza del sector y extraordinaria actriz donde las haya.
Sólo he visto "El lector" y me gustó muchísimo. Rebasa al novelista en el sentido de hacer más hincapié en el analfabetismo de ella.
Publicar un comentario