Últimamente no tengo suerte con los gatos. Hace unas semanas ya relaté en este blog cómo vi a un pobre felino espirar por culpa de un atropello.
Ayer me llevé a casa a un bebé gato que Bosco había encontrado en la calle, presumiblemente hijo de Andreoco, que vive con él. El bebé estaba muy delgado y a pesar de su energía (había que verle trepar desde mi tobillo a la cintura pidiendo atención) maullaba demasiado.
Por la noche llegó a mi pequeño estudio. Le puse leche y pienso para gatos bebés. Nada. Seguía maullando demasiado. Le costaba hasta andar, y eso sí que me alarmó.
De madrugada lo dejé en el sofá. Sus maullidos se fueron atenuando. Pensé que estaría relajándose, durmiendo.
Esta mañana me he levantado y me he acercado a él. Estaba duro como una piedra.
Se iba a llamar FANTE.
viernes, agosto 29, 2008
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4 comentarios:
¿Buen nombre para un gato?, pregúntale al polvo
Pobre bicho :-(. No sé tío, pero ante la duda de los maullidos yo lo habría llevado a un veterinario...
Dani: Espera a la primavera, gatito.
Leo: Macho, yo creí que al ser bebé era algo normal.
Yo si algún día tengo un perro le quiero llamar Truman.
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