
Elige la vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compact-disc y abrelatas electricos. Elige la salud: colesterol bajo y seguros dentales. Elige pagar hipotecas a interés fijo. Elige un piso piloto. Elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego. Elige pagar a plazos unos trajes en una amplia gama de putos tejidos. Elige el bricolaje, y preguntarte quién coño eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá y ver teleconcursos que embotan la mente y explotan el espíritu, mientras llenas tu boca de puta comida basura. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo, siendo una carga para los jóvenes a quiénes has engendrado para reemplazarte. Pero, ¿por qué iba yo a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida. Yo elegí otra cosa.
¿Y las razones? No hay razones. ¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?
5 comentarios:
Lo que pasa es que hay veces que no tienes elección...
creo que siempre tienes eleccion. la elección de fastidiarla más o menos.
alguien dijo..elegir es morir
¡Mark Renton ÍDOLO!. Así de claro.
Esto y lo de "Es una mierda ser escocés" son dos de los monólogos más cabronamente divertidos del cine contemporaneo. ¡La de veces que los habré plagiado diciendo "¡Es una mierda ser de Alcalá"! :p.
Leo: Yo vi Trainspotting en el estreno, en el velódromo de San Sebastián. FUE LA DE DIOS el impacto.
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