martes, abril 13, 2010

Derecha sin complejos (3)

Creo que nunca he escrito un post minutos después de que alguien quisiera cascarme. Son las 23.00. Acabo de llegar a casa.
Lugar: el bar que está al lado de mi curro. Unos vinos. Somos tres clientes en el bar: NAPALM, yo y un señor de unos 40. Vacila a los camareros, que le siguen el juego. Bebe algo de color naranja, digo yo que vodka. Sin pensar en nuestra audiencia, sacamos el tema de mi último post, sobre la “derecha sin complejos”. NAPALM me dice que flipó con lo que leyó sobre el homenaje a ese nazi llamado Serrano Suñer en Intereconomía. Hablamos de esa derecha.
Pasados los minutos y enfrascados en otros temas no políticos, el del vodka naranja empieza a hablar más alto de lo normal con el camarero.
- ¡Dos putos niñatos, hombre! Venga, no me jodas…. ¿Qué van a saber lo que era eso? Nada… Pero aquí la gente habla como si… amos, no me jodas…
El camarero asiente mecánicamente y de forma cobarde. Mientras discutimos sobre una peli, evito mirar al facha de la barra, pero es inevitable dejar de escucharle. NAPALM también pone la parabólica.
- Puta mierda de gente, hombre... Ni idea de lo que pasaba entonces y van por ahí… Cago en Dios y en mi puta vida, hombre, con el puto rojerío…
O le decimos algo o la tenemos. O la tenemos cuando le digamos algo. Mejor pasamos. Seguimos. Observo disimuladamente la cara de uno de los camareros, desencajada. Con un gesto conciliador inútil, el camarero intenta tranquilizar al del vodka naranja. NAPALM me dice que tiene que ir al cajero a por pasta. No tengo un duro, me parece bien que invite. Espero leyendo lo que pillo a mano. Sé que el fachilla, que es un mierda, va a venir al verme solo. Sé que me la va a montar, que me va a atufar con su aliento de mierda y que me va a escupir sus ideas de mierda. Sigo con mi lectura, pero no falla, me la interrumpe.
- Déjame decirte una cosa…
- No, no. No te permito decirme nada. Ya has dicho todo lo que tenías que decir, y a gritos, en esa esquina. Eres bastante maleducado. Adiós.

Vuelvo a mi lectura. El menda se pone púrpura. Mira a los camareros y al bar, vacío.
- Mira, payaso, no tienes ni puta idea de…
- Vete a dormir la mona. Pírate.

Lo digo sereno. Entregado a lo que llueva, de forma un poco masoquista. En estas, NAPALM contempla la escena desde el escaparate del local, acelera el paso y entra en el garito. Y se monta parda. Los camareros intentan frenar al energúmeno y NAPALM se pone en posición para darle con la mano abierta. Al final los camareros hacen salir del bar al facha, nos piden perdón por el numerito y nos invitan a una copa. Esta noche he tenido suerte.
Escrito la noche de 12 de abril de 2010. Foto: Bar de los hechos.

5 comentarios:

athalbert dijo...

LOS LUNES AL COHOL (en ésta no salen Bardem ni Tosar)
Entre un bloguero monotemático y un tipo que se cuece un lunes a la tarde, mis simpatías se dirigen hacia esos camareros que tienen que aguantar esas estampas casi a diario. Ellos sí que son un ejemplo de tolerancia y de saber estar.
Por cierto, cumplir 40 no te convierte en señor, ni te convierte en un nostálgico retro-fascista; esa edad afecta más a nivel óseo y muscular que ideológico.

Awake at last dijo...

Ay, rei, no sé ni qué decirte, salvo que lamento comprobar que la inconsciencia política va afectando cada vez a más gente.

Un abrazo.

Leo dijo...

Yo no sé qué hubiese hecho en tal situación. De estar de mala milk lo mismo le había sacado a la calle y le había cascado, pero de estar en plan tocacojes (lo habitual en mí, por otra parte) le hubiese hecho el saludo nazi para pitorrearme de él... y tocarle AÚN MÁS los cojones al menda... :p.

Sieg heil!! xDDD

IVAN REGUERA dijo...

Awake: La cosa es más seria de lo que algunos creen. Gracias. Besos.

Leo: Le llamé "Torrente de los cojones", entre otras lindezas. Y él a mí me llamó FASCISTA, ¡no te lo piedas!

Leo dijo...

Jajajajaja. ¿Fascista? Cree el ladrón que todos son de su condición :p.