martes, noviembre 16, 2010

Adiós, Mister Cagada (II)

Volviendo a la subvención y el dedismo nacional del que hablábamos ayer, Berlanga sentenció en sus memorias: “Con el PSOE se creó una nueva forma de manipular a los cineastas: esta fórmula consistía en promocionar los proyectos que se decían importantes y no apoyar aquellos que parecían irrelevantes o nocivos a una comisión elegida a dedo; es decir: como siempre”. De hecho, es Pilar Miró la que peor parada sale en el libro de Berlanga, que fue tan tajante como para afirmar que “tomó decisiones drásticas que son en parte las culpables de que el cine español no exista ahora”.

Tras ser cesado por Pilar Miró, su despacho de la filmoteca fue burdamente vaciado y muchos de sus valiosos documentos tirados literalmente a la basura. Quizás algunos de los responsables de aquel atropello cultural visitasen su capilla ardiente. Años más tarde, y ante la posibilidad de que se le concediera a Berlanga el Príncipe de Asturias, la Miró dijo, textualmente, que le daría ese premio a cualquiera antes que a él. Fue Garci el que hizo todo lo posible para que el director se hiciese con el galardón, aunque a Berlanga los galardones se la sudaban bastante, como a Buñuel.

Berlanga llevó años pregonando que la solución de la eterna crisis del cine español es industrial más que cultural. Así lo expresó en sus memorias: “He llegado a la conclusión de que el cine no debe ser protegido por el Estado, al menos por el Ministerio de Cultura. Creo que el cine que nació como industria debe morir como industria”.

Ahondando en una de las bases de toda industria del cine, sus premios, Berlanga, Presidente de Honor de la Academia de Cine, también arremetió contra los siempre polémicos y habitualmente cutres Goya, de los que él fue fundador: “La fiesta es horrorosa, porque está mal organizada, mal presentada, mal actuada… en fin, un desastre eterno que dura muchísimo. ¿Cuánto tiempo va a durar este carnaval? Espero que muy poco, porque los Goya se están convirtiendo en mítines”. Y a este respecto, recordó algo que a muchos se nos olvida cuando comentamos los militantes discursitos en los Goya: “El primer artículo del reglamento dice que la Academia no puede ser reivindicativa porque para eso ya existen los sindicatos y las asociaciones profesionales”.

2 comentarios:

Leo dijo...

Joer, la Miró era una auténtica zorra :p.

Desconocía lo del reglamento de la Academia. ¿No deberían haber sido sancionados los vergonzosos panfletarios del "no a la guerra" en virtud de él? Con su expulsión sumaria y su no admisión por los restos nos habrían hecho un favor, la verdad

Anónimo dijo...

""....Pilar Miró la que peor parada sale en el libro de Berlanga, que fue tan tajante como para afirmar que “tomó decisiones drásticas que son en parte las culpables de que el cine español no exista ahora....”"

Iván: Sacar a relucir este tema es un gran favor al cine. Aunque te conviertas después en "intocable"....

A.A.