viernes, noviembre 05, 2010

El cesado

Si hay algo en este país que caracterice a los altos cargos del Estado es la mucha frialdad al aplicar los ceses (la bestial Pilar Miró es todavía recordada por ello) y la poca dignidad de los cesados. Hace poco Ignasi Guardans, director del ICAA, fue fulminantemente destituido de su cargo por la ministra González-Sinde. El catalán se había hecho demasiados enemigos entre la “gente del cine”. Es decir: entre la tropa a la que pertenece González-Sinde.

Guardans soltó hace pocos días esta perla: “Me ha tocado ser el responsable de un área a la que pertenece, de la que procede y a la que volverá la persona que me daba las instrucciones. El móvil de la ministra solo lo tiene la gente del cine, y allí hay una correa de transmisión de los descontentos". Que muchas subvenciones al cine se resuelven con unas llamadas lo sospecha la mayoría de los españoles. Yo se lo dije a la cara y en la tele a Pedro Pérez, representante de los productores. Había que ver el careto de sorpresa que se le puso. No se lo esperaba.

Ha sido poco elegante Guardans al abandonar su sueldazo y su poder, pero ha dicho verdades como puños. Y fue muy lejos: "Ha habido fraude en las subvenciones al cine. Las ayudas se deben dar con transparencia, con control y a quien cumple los requisitos. Por haber verificado eso y haber exigido que eso fuera así han venido algunos de mis disgustos. Algunos productores han vivido muy alegremente, haciendo unos cálculos financieros en los que tenían un enorme peso la ayuda ministerial, las ayudas autonómicas a las televisiones públicas. Se les ha caído parte del plan y no tienen otra". Amén.

Lo declarado es de tal gravedad que en cualquier otro país verdaderamente democrático y moderno hubiese levantado una polvareda política y mediática de primer orden. En España no, porque en España este ruido de sables lo vemos normal, igual que nos resignamos al trinque subvencionado, a las trampas, a los fraudes y al amiguismo descarado. Hasta le damos palmaditas en la espalda (“puto amo, tú sí que sabes”) al que trinca.

González-Sinde ha zanjado el tema diciendo que si a Guardans le consta que ha habido fraude en las subvenciones que "acuda a los tribunales". Y tampoco le falta razón. Si cuando estaba dentro Guardans no lo denunció, ahora su pataleta se antoja como la típica indignidad del cesado, tan española. Vaya usted a los tribunales, señor Guardans. Yo le animo. Y no estoy solo.

Y si la ministra y su equipo no conocen, como ella ha asegurado con toda su cara dura, ningún caso de fraude en las subvenciones debe dimitir. Por no hacer su trabajo, por no conocer presupuestos inflados para incrementar las ayudas del ICAA, por no conocer a los que falsean las cifras de recaudación para acceder a los fondos del Ministerio, por aceptar facturas hinchadas o por subvencionar a gentuza que no paga a sus empleados. Por incompetente.
Escrito la noche del miércoles 3 de noviembre de 2010.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Iván: ¿A los tribunales? ¿Los tribunales? En ese mundo al revés que es ESpain (tan diferente) ya sabemos lo que pasa al que intenta deshacer un entuerto en los tribunales(Allí sí hay tema para ficción): Guardans, querellado, juzgado y culpable antes de entrar al Palacio de la Injusticia.

A mí me gustaría saber si tuvo algo que ver la actitud de Guardans en el fregado de La Mula, donde defendió la norma internacional de co-producción (en beneficio de la industria española) y no la choricera "productora" española. de turno....

Saludos,

A.A.