“El mundo ya empieza a quejarse, se asfixia, inundado de formas, pensamientos que fingen ser necesarios, útiles o hermosos y tener, por ello, derecho a vivir eternamente”. (Ivan Klíma, ‘Amor y basura’)
La gente graba sus vacaciones, hace el mono, muestra a su perro, se tira un pedo… Y entre todo ese cretinismo, y en el mismo contenedor, cosa sorprendente, los hay que muestran sus “obras”. Algunos llaman a eso “democratización de la imagen”. Vaya por Dios.
Vivimos los espectadores en la era del contenedor, rebuscamos en la red como los mendigos rebuscan en los contenedores. Chorradas, paridas y montajitos idiotas de gente que se aburre muchísimo. Todo entra en los contendores donde también se encuentran cortos, largos, documentales, spots, músicas, dibujos, fotos… Todo está a nuestro alcance y lo que alcanzamos es un batiburrillo que se olvida pronto, en un suspiro. Y luego a otra cosa.
Hace unos meses me puse a curiosear sobre la ficción que se hace sólo para internet. Y prácticamente todo olía a contenedor, una porquería con supuesta gracia o supuesta trascendencia. Daba igual, todo se apilaba en la cochambre.
Recuerdo, muchos años atrás, cuando revisaba en mi vídeo decenas de cortos presentados a festivales universitarios. Todo era inmundicia entregada a participar en certámenes donde competían estudiantes o aficionados. Luego llegó la “democracia” de internet, para poder tener la libertad de palpar y oler nuestra caca y la mierda del vecino.
En aquellos años, esos abortos no iban a parar a ningún sitio, pero hoy esas ficciones viven y se multiplican hasta la extenuación, poseen el derecho a vivir eternamente y tienen espectadores que dan, cómo no, su opinión: “Chachi, me ha molado”, “Genial, la polla”, “Jajajajaja, que risas me he echado, puto amo”. Y así, oigan.
Tengo este blog, que es una necesaria chufla personal, pero no por eso me deja de deprimir que la mayoría de lo que se expone en la red sea una mera excusa para mitigar el coñazo vital, hacerse publicidad o propagar consignas. Y luego a otra cosa.
Escrito la noche del martes 5 de marzo, la mañana del 18 de abril y la noche del 2 de junio de 2009.
lunes, junio 15, 2009
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5 comentarios:
Mira que soy defensor a ultranza de las bondades de Internet, al que yo denomino "la rueda del Siglo XXI", pero esta vez no puedo por menos que darte la razón. Aunque no es ni más ni menos que cuando un medio de comunicación, sea el que sea, se "democratiza" al convertirse en masivo. Lo decía Balbín en tu lobro al expresar, más o menos, que a la gente se nos vende que mayor cantidad significa mayor calidad, cuando CASI NUNCA es así. Simplemente porque el 99,99% de la gente es gilipollas, y si se les ofrece un púlpito para expresarse lo único que se conseguirá es un 99,99% de gilipolleces y una pizca, la restante, de algo que tal vez (y sólo tal vez) merezca la pena.
El "truco" de los contenedores de basura Internetil (bloggler, Youtube...) es saber husmear en ellos para encontrar esa pizca de "tal vez" entre la inmensa cantidad de mierda que hay. Pero qué quieren que les diga: mismamente, al YouTube le hago tanto caso como el que le pueda hacer a Rajoy, por poner un solo ejemplo ;-).
Y ánimo, que este "contenedor" es algo más que "tal vez", al menos para mí. No todo está perdido... todavía, friend :-).
Leo: La esperaza está en la selección, eso está claro. Lo que pasa es que a veces te das un largo voltio por los 'yutubarros' y ves a los niveles de subnormalidad que ha llegado la peña.
Y se te hiela la sangre, macho.
Supongo que eso no irá por mí, que también soy bloguero y youtubero ;-)
No tengo nada en contra de que la gente publique lo que piense siempre y cuando piense algo.
Saludos.
Weidner: Me parece bien, el poblema es que formar parte del "chutube" no es sinónimo de excelencia, de criterio, de rigor.
Y tampoco de "democracia".
Saludos.
Iván: En efecto. En Youtube entra todo en el mismo saco.
Saludos.
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