Hace unos días NAPALM me bajó de la Mula el documental Crumb, producido por David Lynch y dirigido sin remilgos por Terry Zwigoff, amigo del dibujante. Este trabajo bucea en la difícil infancia y adolescencia de Crumb, en sus obsesiones sexuales, en sus derrotados hermanos, en su inusual familia y en sus parejas. Pregunta a editores, a críticos (lo han comparado con escritores satíricos como Rabelais o Swift) o a feministas (lo han tachado de pornógrafo, misógino, degradante e inmaduro).
El documental también acompaña a Crumb por las calles del San Francisco de los noventa. Crumb, que acabó emigrando al sur de Francia (a Sauve, un pueblo de la región de Languedoc-Rousillon) dibuja una Norteamérica instalada en la locura consumista, un país absurdo, invadido por una fealdad insoportable. No se diferencia demasiado al nuestro. Dice Crumb: “Toda la cultura está unificada en la compra, venta, análisis de mercados. Solía ser la gente la que fermentaba su propia cultura. Llevó cientos de años y evolucionó con el tiempo. Eso se acabó. La gente ni siquiera tiene el concepto de que una vez hubo una cultura aparte de esta cosa creada para hacer dinero”.
El padre del cómic underground vio en sus sucios pero inteligentísimos trazos una salida ante una madre anulada y boba, un padre militar y cabrón, ante el rechazo de las chicas. También le ayudó el LSD en plena efervescencia de la movida hippie, donde se veía como un bicho raro, cosa que es. En Crumb, el documental, el dibujante recuerda su encuentro con Jannis Joplin, que le animó a ponerse camisetas psicodélicas, zapatos con plataforma y pantalones de campana para integrarse, para follar más. Él le dijo que eso no iba con él y siguió vistiendo como un refugiado de posguerra y cubriendo su chupado rostro con ciclópeas gafas de culo de vaso.
Ahora regresan los incestos, los asesinatos y los adulterios a las páginas de Crumb, pero lo hacen con una base insólita y que quizás cause escándalo. Aunque, como le dijo Breton a Buñuel, “el escándalo ya no existe”. Crumb ha invertido cuatro años para llevar el Génesis a su mundo. Para su gigantesco proyecto logró un anticipo editorial de 200.000 dólares.
Crumb se ha basado en la Biblia para erigir una sátira que examina sin decoro el papel de este libro en nuestra cultura. Sobre su trabajo, que se publicará en octubre en los Estados Unidos y más tarde en España (editorial La Cúpula), Crumb ha declarado que no busca ofender. “Sólo quiero hacer ver… Por ejemplo, esa escena donde Abraham está teniendo sexo con su nuera, que finge ser una sacerdotisa del templo. Eso está en la Biblia. Cómo van a tomarlo, realmente no lo sé. Yo sólo voy a dibujar lo que está allí. Es sorprendente lo que se encuentra en la Biblia cuando la lees realmente a fondo”. ¿Ofenderá Crumb? ¡¡Pues claro, de eso se trata!! Acabo con los que dice Robert Hughes, crítico, en el citado documental:
“A bastante gente le gusta esa bonita, almibarada visión de la cultura en la que todo mejora y nos conduce a ese bonito cielo moral de golosina donde nadie ofende a nadie. Pero la única cosa que es literatura, cultura, arte… no está hecha para tener ese agradable y normativo efecto. Los conservadores tienden a pensar que el gran arte nos conduce a la democracia. Patrañas".
Escrito el sábado 27 y domingo 28 de junio de 2009.
4 comentarios:
Promete el cómic. Por cierto que creo que sí he visto el documental de Lynch, y cómo no "El capitán se fue a comer y los marineros tomaron el barco". Es verdad que está Will Eisner, Ibáñez o los guionistas de la Marvel que hacían tebeos como chinches, pero esta forma de dibujar y de contar, además de mucho más artesanal, es arte porque sale de las vísceras. Gran post, amigo.
Dani: Lo de este hombre no tiene nada que ver con hacer tebeos como morcillas.
En el docu también se habla de la canidad de gente a la que ha mandado a paseo Crumb. Entre ellos a productores de Hollywood.
Nunca se ha vendido. Y eso es rariiiiisimoooo.
Seguro que la controversia está servida, pero la controversia no le hace daño a nadie.
Un abrazo
Últimamente no se llevaba muy bien con Paul McCartney.Yo no era un apasionado de su música.Pero que era una estrella eso es indiscutible.Al margen de lo que uno haga en su vida privada o como sea su caracter.Murnau murió metiendole mano a su chofer filipino.En cambio hizo entre otras,Amanecer.Obra maestra.
Sr.Reguera de Farrah Fawcett¿No habla? pues estaba bien rica.Lástima de enfermedad y su triste documental....
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