Todavía recuerdo cómo mi padre y yo nos miramos. Mezclando el descojono y el acojono, acabábamos de ver unas imágenes en la tele. El 29 de octubre de 2004 Osama bin Laden interrumpía en los hogares de todo el planeta. A tiempo para resucitar el miedo global y ayudar a la reelección de Bush.
El pasado martes Eric Holder, Fiscal General de Estados Unidos, dijo con lenguaje de sheriff de película de las tres de la tarde: "Leeremos los derechos al cadáver de Osama bin Laden. Nunca aparecerá ante un tribunal estadounidense". Sólo le faltó aquello de "Ni se te ocurra cruzar el río Conchos".
Repito: son palabras del FISCAL GENERAL, que ve lícito asesinar a Bin Laden antes de que llegue a la sala de un tribunal. Holder aseguró sin inmutarse que Osama no comparecerá ante un tribunal porque no será detenido vivo.
Aún recuerdo aquella aparición de Bin Laden con barba negra, en 2007. ¿Se teñía la barba el criminal más buscado? ¡Qué coquetón! Y cómo no rememorar las facciones de Gaspar Llamazares en el rostro de villano que hizo circular el FBI, una muestra de lo preocupados que están los servicios secretos por encontrar a este señor que va mutando físicamente cada tres años.
Feliz 1984 a todos.
Escrito y publicado el domingo 21 de marzo de 2010.
domingo, marzo 21, 2010
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