viernes, marzo 26, 2010

Empatía, psicopatía

“Cuando más tiendes los brazos hacia el mundo, más se retira. Nadie quiere amor auténtico, odio auténtico. Nadie quiere que metas la mano en sus sagradas entrañas. ¡Prohibido pisar el césped! Ése es el lema de acuerdo con el cual vive la gente”. (Henry Miller)

Le cuento a alguien un proyecto que me tiene abstraído. Su respuesta es glacial: “Ah, pues muy bien lo tuyo”. Y a otra cosa, que tengo cosas MUCHÍSIMO MÁS IMPORTANTES de las que preocuparme.

Nunca busco, ante estos deficientes sentimentales, que me digan que soy un genio, que soy Dios separando las aguas. Sólo busco ATENCIÓN, sólo lo que muestro cuando ellos me cuentan cosas que debo escuchar como si fuesen de una trascendencia planetaria. Yo doy la matraca con mis cositas, como ellos me la dan con su hipoteca, su coche, su piso, su parienta, su curro, su garaje...

Leo que la empatía es la actitud de estar disponible para el otro, olvidando tus preocupaciones para ofrecer total atención. Leo que es escuchar y no juzgar. Leo que existen unos señores llamados alexitímicos, personas inútiles para percibir los sentimientos de terceros. Leo también que están los psicópatas, a quienes no sólo se la sudan los sentimientos ajenos, sino que los manipulan en su beneficio.

Este es el cuadro clínico. Estoy empezando a no disimular mi aburrimiento. “Ah, pues muy bien lo tuyo”. Y a otra cosa. Reciprocidad.
Escrito el sábado 20 de marzo de 2010.

11 comentarios:

Daniel Grau Gil-Díez dijo...

Aquí en cambio creo que lo has "clavao"...

Cuántas veces he tenido esa desagradable sensación.
Hay dos tipos de personas (bueno, hay más pero ya se me entiende). Las que te entretienen y cuya compañía te gusta compartir y las que te aportan poco o nada. En el primer grupo no hace falta entrar, porque el intercambio es equitativo. Das tanto como recibes.

Pero con las segundas...¿Por qué yo sí tengo que implicarme, darte mi sincera opinión e incluso convertir parte o todo ese problema en mío?Si cuando se cambian las tornas y yo cuento también mis "cositas" (esas que hacen la vida, al fin y al cabo) apenas me estás mirando a los ojos?

Me pone enfermo y, lo que es peor, me hace retrotraerme ante otras personas, algunas de las cuales no lo merecen.

Creo que parte de culpa de todo esto (no toda, ojo) la tiene esta sociedad de consumo rápido en la que vivimos.

Quizá esta última frase sobraba, pero no la voy a borrar.Que decida el público.

Un saludo.

Natxoman dijo...

Igual sí que hay gente dispuesta a entrar en "tus sagradas entrañas" que diría Miller, pero no son muy entusiastas de "los proyectos que te tienen abstraido". hay gente con la que se conecta más desde la emoción, otra desde el pensamiento y otra con la que no se conecta ni con un enchufe trifásico, jomio.

IVAN REGUERA dijo...

Natxoman: Eso es verdad, lo que pasa es que yo soy un enfermo. Mezclo sagradas entrañas y proyectos.

Daniel: Yo no sé si es la sociedad de consumo o que, sencillamente, estamos agotados como raza humana. Toma ya.

Strafford dijo...

Personalmente prefiero que alguien me cuente sus "cositas", que por lo menos despiertan ilusión, a que me taladre con sus problemas. Primero porque cada uno tiene los suyos, y ya es bastante lidiar con los propios como para asumir los ajenos. Y segundo porque nueve de cada diez veces no tienes la solución de lo que te plantean, y sales del paso con frases estandar. Y eso no ayuda a nadie.

IVAN REGUERA dijo...

Srafford: O das frases estandar o la cagas aconsejando de la peor manera, pero bueno a eso te arriesgas si la gente se "abre".

Natxoman dijo...

Yo creo que el error en el que caemos es en aconsejar, en ofrecer acciones y muchas veces no se nos pide eso. A mi lo que me hace sentir bien es cuando veo que entienden lo que siento con frases como "Ya. que te has dado cuenta de que pasa de tu culo y estás todo jodido, ¿No?". Prefiero eso a que me den consejos. És lo que se llama escucha activa.

napalm dijo...

Creo que el caso psicópata también tiene que ver con la atrófia o mal funncionamiento de una parte del cerebro. Les impide tener sentimientos, así que los imitan. Pero no sienten nada, no tienen más trabas morales que las de sus propios deseos. Por eso, una mayoría, ocupan altos cargos gubernativos y empresariales, nada les detiene.

Yo, al caso, prefiero a los seres humanos sin atrofias de ese tipo, y no es por discriminar. Saber que le puedo joder o alegrar el día a alguien, y viceversa. El resto es hablar del tiempo o "vida social", asociaciones descorazonadoras y alienantes, enfermas.

Anónimo dijo...

Hay empatólogos profesionales que por 50 euros la hora te apreciarán cualquier ocurrencia que tengas. Lo sé, es caro y se trata de una situación falseada, pero si tienes ganas de hablar al menos saldrás con la autoestima intacta.

IVAN REGUERA dijo...

Napalm: "Saber que le puedo joder o alegrar el día a alguien, y viceversa. El resto es hablar del tiempo o "vida social", asociaciones descorazonadoras y alienantes, enfermas". Lo comparto al 100%.

Anónimo: Tómate la pastilla, que ya te toca.

Anónimo dijo...

¡Que grosero!
Solo pretendía meterme con los que utilizan la empatía como negocio, si tú te das por aludido es tu problema.
Amárgate con los que tengas confianza, no conmigo.

IVAN REGUERA dijo...

Anónimo: No sé quién eres, y al leerlo parecía que estabas en plan troll. Mis disculpas.