
La foto se hizo el sábado, unos minutos antes de que mi amigo JR, de mi querida pandilla santoñesa, diese el “sí” en el palacio de Manzanedo. La resaca de ayer fue una de las más monumentales que recuerdo en años. Y es que, ay, uno ya no es lo que era para esto del bebercio.
Mañana, de vuelta a la oficina, os enseño unas bonitas fotos del bodorrio.
2 comentarios:
dandy!!!
¡Qué mono!, jejejeje.
Curiosamente, yo en las bodas (cuando voy a alguna) es donde menos bebo, precisamente porque no me siento a gusto en absoluto. Para pillar cogorzas prefiero otros ambientes más íntimos, menos hipócritas y, en consecuencia, más divertidos.
Y a ver qué tal esas fotos. Las esperamos con impaciencia :-).
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