lunes, diciembre 14, 2009

Viejunos

Dicen los que saben que este año los favoritos para los Oscar son Precious, un megadramón sobre una negra muy gorda que no sabe leer y es violada, Invictus, o tito Eastwood dándonos clases de historia, The Lovely Bones, donde Peter Jackson se nos pone serio y La carretera, peli basada en una novela bastante sobrevalorada de Cormac McCarthy. También suenan como favoritos la pollada 500 días juntos, El superzorro, del indie de Wes Anderson, Donde viven los monstruos, del intensísimo Spike Jonze, Resacón en Las Vegas (se lo juro), Up, que no es para tanto como dijeron, y el musical Nine.

La sequía de este año es histórica. Ante las decenas de bodrios de acción, memeces adolescentes o pelis indies infumables, Hollywood ya no sabe qué nominar, y lo que es peor: ya no respeta a sus veteranos. La muestra la tenemos en la inaudita decisión de entregar adelantadamente los Oscar honoríficos. Resulta que entregar el Oscar a Roger Corman, Lauren Bacall y Gordon Willis es una cosa viejuna, que diría Joaquín Reyes. Y por eso ya les han dado el premio.

Que se haga esto con Corman, con 550 películas como productor o 50 como director y padrino de Coppola, Scorsese y Joe Dante... Uno de sus pupilos, Jonathan Demme, preguntó: “¿Por qué habéis tardado tanto?”. Agradece, amigo Demme, que le hayan dedicado una cena porque en unos añitos a gente como él les van a mandar la estatuilla por FEDEX mientras le entregan un Oscar a Eva Longoria.

No se explica que la Bacall no tenga el reconocimiento, el respaldo mediático, el esplendor de otras grandes de antaño. Nos perdimos a Annette Bening llamando a escena a Kirk Duglas, que al parecer está como un toro a sus 93. O a Anjelica Huston, emocionada recordando a su padre, amigo de juergas de la Bacall y su marido, un viejuno llamado Humprey Bogart. Al recibir la estatuilla, Bacall gritó: “Por fin esta noche voy a tener un hombre con dos piernas en mi habitación”. Una cachonda, aunque olvidó que el tío Oscar no tiene sexo.

No hay cristiano que entienda que no hayan dado hasta ahora un Oscar al fotógrafo Gordon Willis, maestro de las tinieblas, autor de la luz del los tres Padrinos, de Todos los hombres del presidente, de Klute, de Manhattan, de Zelig, de Annie Hall o de La rosa púrpura del Cairo. Lo hacen tarde y de tapadillo, aunque tuvieron el gusto de llamar al gran Jeff Bridges para entregarle el premio.

La velada culminó con el premio Irving Thalberg -un magnate que ya nadie sabe quién es- a John Calley, productor de El exorcista o Tarde de perros. Octogenario, no estuvo presente por problemas de salud. ¿Los que le entregaron el premio? Na, Tom Hanks, Dino De Laurentis, Warren Beatty, Norman Jewison, Saul Zaentz, George Lucas, Steven Splielberg y Walter Mirisch. El mundo viejuno.

Escrito el sábado 14 de diciembre.

11 comentarios:

Leo dijo...

Sobre esto mismo comentaba esta mañana con un colega (también es casualidad) que para mí el mundo delos TonOscar dejó de tener interés hace treinta años, en vista del la menguante calidad de las películas presentadas a concurso y el creciente mercantilismo, que inunda de premios a cosas como el trozo de una película (!). Ante fenómenos así no es de extrañar, y es que los Oscar se han convertido (o se convertirán en breve, si nadie lo remedia) en una sucursal de los MTV Awards.

IVAN REGUERA dijo...

Leo: Pumares decía lo mismo de la lluvia de Oscars a 'El señor de los gramillos'. Van camino de ser como los Public Choice esos.

Anónimo dijo...

¿La novela "la carretera" sobrevalorada?. Es el mejor Pulitzer de los ultimos años.
Cormac McCarthy es Dios, y si no lee "Meridiano de Sangre". Pedazo de novelón del Oeste, épica, sanguinaria y con uno de los personajes más grandes de la literatura moderna: El Juez Holden

Explorador dijo...

Yo también creo que "La carretera" está bastante bien, y "meridiano de sangre" son palabras mayores, pero McCarthy está muy metido en los mismos parámetros, aunque los domine como dios.

IVAN REGUERA dijo...

Anónimo, Explorador: Me aburrí con La carretera y no me gusta su estilo, qué le vamos a hacer.

Anónimo dijo...

No tenía ni idea de todo lo que cuentas, amigo Reguera, e indignado me hallo. Lo que deberían haber hecho es dedicar la gala de los Oscar en exclusiva a los cuatro honoríficos y adelantar el resto. Me ha venido a la cabeza Billy Wilder jubilado porque las compañías de seguros se negaban a hacerle una póliza, Stanley Donen bailando con su estatuilla como un niño con zapatos nuevos, Jack Palance haciendo flexiones al recoger la suya (por un papel secundario en la patética "Cowboys de ciudad) para demostrar que seguía en forma... Otis

IVAN REGUERA dijo...

Otis: Pues sí señor, hay momentos de leyenda en los Oscar honoríficos y ya nunca se repetirán.

Además de los que citas, memorables, me vienen a la cabeza el polémico Oscar a Kazan, los de Kurosawa y Fellini, el de Henry Fonda, John Wayne y Gary Cooper, ya enfermos y el de Chaplin.

En el fondo ya no les quedan grandes, así que chapan. Como todo, friend.

Anónimo dijo...

También es curioso cuando la academia acierta. John Ford ("Hola, me llamo John Ford y hago westerns", que es como decir "Hola, me llamo Dios y hago mundos") ganó cuatro oscars pero ninguno por una del oeste. Ahora bien, el Hijo (Howard Hawks) sólo consiguió uno honorífico. Por suerte, el Espíritu Santo (Wilder) se llevó dos, y uno por la Biblia ("El apartamento"). Por cierto, coincido contigo en lo de "La carretera", novela normalita tirando a pésima por su lamentable traducción al español. Otis (a ver si quedamos a comer un día de estos, o a tomar algo después del curro, para variar).

IVAN REGUERA dijo...

Otis: Gran comentario. Quedamos a comer un día de estos. Aviso a Clot a ver que me cuenta.

Frid dijo...

Alguien del mundillo hollywoodiense, no recuerdo quién, lo cual me jode, porque ese alguien ha entrado automáticamente en mi nueva galería de hollywoodienses merecedores de mi respeto (galería más bien escasa, aviso)... bueno, ese alguien, digo, hizo público su mosqueo con el asunto de los Oscars honoríficos de tapadillo cagándose educadamente en la Academia, avisando de que se estaba perdiendo glamour, respeto por los grandes nombres que han construido la audiencia y cerrando con un grandioso, "tras todos estos años de carrera, lo mínimo que Lauren Bacall se merece es que 50.000 personas se pongan en pie para aplaudirla EN DIRECTO mientras le entregan el Oscar".

Y bien sí, es lo mínimo, digo yo.

IVAN REGUERA dijo...

Frid: ¡Qué mínimo que eso, por el amor de John Ford!