miércoles, abril 20, 2005

EL PAPA DICE

¿Cuáles son los males que asolan al mundo?
El ateísmo moderno y el secularismo deshumanizante son las plagas de nuestro tiempo.

¿Qué deben hacer sus fieles al respecto?
Los católicos deben estar atentos y vigilantes, porque existen fuerzas y grupos que quieren destruir la fe.

¿Qué opina de la homosexualidad, opción de casi un 10% de la población mundial?
La homosexualidad es un desorden objetivo. La Iglesia debe acoger con respeto, compasión y delicadeza a las personas homosexuales, pero exigiéndoles que vivan en castidad.

¿Será usted un Papa positivo?
La bondad implica también la capacidad de decir no.

¿Qué piensa de los jóvenes y sus costumbres culturales y sociales?
El rock es la expresión de pasiones elementales, que en las grandes concentraciones musicales adoptaron caracteres culturales, es decir, de contraculto, de lo que se opone al culto cristiano. Cuando el hombre se aparta de Dios, no es Dios quien le persigue, sino los ídolos.

¿Y el laicismo?
El laicismo no puede ser una religión universal, porque es parcial y no responde a las preguntas del ser humano.

¿Hay un Cristo personal, particular para cada creyente?
Sólo en la comunión de la Iglesia encontraremos al verdadero Cristo.

¿Y la democracia?
La verdad no se determina mediante un voto de la mayoría.

Hábleme de otras religiones.
Sólo en la Iglesia Católica existe la salvación eterna.

Nota: las preguntas podrían haberse hecho, pero me las he inventado. Las respuestas son reales y dichas por el actual Papa. Sé que esto es poco ético periodísticamente, pero esto es un blog y en él escribo lo que me de la gana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

jajajajaja, ahi te veo, dejando las cosas claras. Pues no me parece mal lo que has echo, tengo una idea similar del Papa. Luego se quejara la Iglesia que somos egoistas.... en fin, diría que es de locos sino estuviera convencido de que es de tontos:
¿Ya esta la Iglesia de hoy día en posición de exigir nada de nadie? Incluso a los defensores más acérrimos que conozco les desborda la hipocresía (sobre todo, hay que decirlo, en lo referente a la castidad). Cojonudo, ¡si ni ellos se lo creen!